El sueño del bar en casa...
 


    Ya que usted se empeña en no dejar de tomar trago, ¿por qué no monta una cantina en su propia casa? De este modo, usted será el único cliente y, por lo tanto, no tendrá gotereros ni amigotes babosos a su lado; no le cobrarán impuestos de industria y comercio, ni de renta y patrimonio, ni de IVA, Y no tendrá que pagarle odiosas propinas a nadie.
    Proceda, entonces, de la siguiente manera; Entréguele a su mujer veinte mil pesos ($20.000) para que adquiera tres botellas de aguardiente, de las cuales se sacan, como mínimo, setenta tragos muy acuerpados y muy "queriditos". Cómprele a su mujer todo el contenido de las tres botellas al mismo precio que paga usted en cualquier cantina, es decir, a sete cientos cincuenta pesos cada trago.
    En esta forma, al cabo de una semana, su señora le "hace a las tres botellas la suma de cincuenta mil quinientos pesos ($50.500), de los cuales invierte veinte mil quinientos en
    UPAC, y se reserva los treinta mil restantes a fin de comprar otras tres botellas y continuar el negocio.
    Si a este ritmo alcohólico logra vivir siquiera diez años mas, al morir usted su viuda quedará con unos ahorros superiores a los treinta millones de pesos (30.000.000), lo suficiente para acabar de criar los hijos, educarlos con esmero, pagar las deudas pendientes y casarse con un hombre decente que le ayude a olvidarse de que tuvo por marido un HIJUEPUTA BORRACHIN COMO USTED...


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