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Tengo algo que confesarles. Algo tan terrible como
simple. Una confesión que, seguramente, les cambiará
para siempre el concepto hacia mi persona. Siento que
tengo que contarles, porque no creo merecer semejante
carga sobre mis hombros. Los elejí a ustedes porque
tal vez sean los únicos que puedan llegar a
entenderme.
Esta confesión que haré, me resulta muy
difícil de
decir. Si no se los dije antes es porque, todo este
tiempo, estuve juntando coraje... no porque no tengo,
es solo que una confesión de esta magnitud requiere de
muchisimo coraje. Si después de esto deciden no
dirigirme la palabra o ignorarme... creanme que en el
fondo los comprenderé, por más duro que me resulte
reconocerlo... si, los comprenderé.
Lo último que quisiera, después de enterarse de mi
confesión, es que sientan lástima por mí... no lo
toleraría. Tampoco me juzgen... el ser humano es
imperfecto... y yo no soy ninguna escepción. Creanme
cuando les digo, que esto, me resulta terriblemente
difícil... pero si no se los digo voy a sentir que los
estoy engañando... y no puedo seguir así.
Creo en su buena Fe, y los quiero mucho... espero que
me perdonen o solo me deseen suerte para el futuro...
pero no me discriminen injustamente, lo que me pasa a
mi puede pasarle a cualquiera de ustedes, no se los
deseo, ni siquiera a mi peor enemigo, pero les puede
pasar. Ahora se acercan mis vacaciones y no podría
disfrutarlas sabiendo que no saben esto. Y lo animado
de la lista me decidio a decircelos...
Quiero contarles esto porque llegué a la conclusión de
que va a ser un gran alivio para mí... más allá de que
corro el riesgo de que les caiga mal... estoy seguro
de que será un alivio para mi. Con esta confesión no
pretendo retractarme... porque es algo que ya está
hecho... y lo hecho ya no tiene vuelta atrás... solo
pretendo la comprensión, que para mí es una de las
pocas y bellas cualidades del hombre. Comprendanme...
y yo se los agradeceré el resto de mi vida.
Mi confesión es la siguiente: Este es el mail más loco
de todos los que he escrito!...
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