Tomado de las FARC-EP
Web: www.farcep.org
Desde tiempos inmemoriales la frontera colombo-venezolana ha sido y seguirá siendo, fuente del desarrollo económico y comercial en razón de actividades abiertas y clandestinas, en ambos países, de tal manera que acontecimientos importantes en uno u otro lado, afectan gravemente a la sociedad fronteriza, como sucedió en el paro reciente de Venezuela.
Desde la independencia liderada por Simón Bolívar hasta nuestros días, ha sido una constante el flujo humano en uno y otro sentido, con mayor rigor del lado colombiano hacia Venezuela. En esta franja territorial encontramos desde antiguos guerrilleros llaneros hasta desplazados actuales de la violencia colombiana.
Además de unirnos el comercio binacional en todas sus expresiones legales e ilegales, la frontera es rica en recursos estratégicos como el carbón, petróleo, gas y otros. En la actualidad la presencia de colombianos en el Perijá Venezolano sobrepasa las doscientas mil personas, sumadas a los cuatro millones más de colombianos radicados en ese país.
Una de las particularidades que expresan estos colombianos allí radicados, por cualquier causa, es su apoyo en el 98% al gobierno bolivariano que lidera Hugo Chávez Frías y uno de sus principales anhelos es ver desarrollada la ley de tierras, elevar la productividad agraria y beneficiarse de créditos, mercadeo, tecnología, servicios públicos e infraestructura.
Se explica esto por el contraste entre las perspectivas de ambos países, pues mientras uno avanza a grandes pasos hacia la plenitud del régimen fascista (Colombia) el otro en cambio, después de acabar con 50 años de gobiernos corruptos, abre caminos hacia la democracia representativa, popular y de mejoramiento económico y social de los sectores más pobres (Venezuela).
Se suma a lo anterior que en Colombia avanza con fuerza la confrontación armada entre un estado corrupto cuyo gobierno ilegítimo recibe la respuesta del movimiento guerrillero que crece y las protestas urbanas que avanzan lenta pero inexorablemente hacia la insurrección y que la falta de reforma agraria sigue siendo uno de sus graves problemas estructurales.
Aquí es donde entra a jugar sus cartas imperiales el gobierno norteamericano, tratando de imponer el ALCA y adueñarse de los recursos energéticos de ambos países. Por ello no es gratuita la presencia de tropas gringas desembarcadas en Arauca, que con el pretexto de custodiar el oleoducto, mete basa en los conflictos sociales de ambos países.
Es el gobierno de Uribe Vélez, el que encabeza en América la entrega de la soberanía a los amos del norte y el mismo que coludido con el congreso de mayoría paramilitar y narcotraficante aprueban leyes como la que declara parque natural a la parte colombiana de la Serranía del Perijá y con la cual cubrirá la persecución de la población colombiana limítrofe.
En estas condiciones es que se refuerza la presencia paramilitar que ya ha producido masacres y crímenes en la parte del río de Oro y en distintos lugares limítrofes con el Estado del Zulia en Venezuela, destruyendo escuelas y puestos de salud.
Está claro entonces que el Plan Colombia y su complemento la Iniciativa Regional Andina, van a contar con estos elementos (los paramilitares y las tropas gringas) para avanzar hacia el dominio de la frontera y sus recursos naturales y contra el proceso bolivariano del gobierno de Hugo Chávez Frías. De paso continuar su represión contra los colombianos desplazados.
Esta situación que ha sido entendida por los habitantes fronterizos, ha elevado la solidaridad de ambos pueblos, su comprensión de los diversos problemas que se presentan y los han unido más en torno al ideario bolivariano de integración latinoamericana y caribeña, antiimperialismo y justicia social que se trabaja con tesón por diversas organizaciones políticas y sociales, de ambos países.
Por Arturo Torres, enviado a Colombia de El Comercio.Com (Ecuador)
La lluvia tenue susurra en la inmensidad de la selva amazónica. Pero el ruido de un motor fuera de borda anuncia que una lancha se abre paso por el caudaloso río Putumayo. El hombre corpulento que la conduce conoce ese paraje como la palma de su mano. Aunque todavía no cumple 26 años, ya es un combatiente veterano de la guerrilla.
A los 13 años, Julio, el conductor, se despidió de sus padres en el caserío de San Vicente, en el bajo Putumayo. Cambió el machete por el fusil, igual que sus ocho hermanos, que también son parte del ejército irregular de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Viste una camiseta blanca, un jean y botas negras de caucho, igual que cualquier lugareño. Solo un detalle lo delata: la Taurus 9 milímetros, de fabricación brasileña, que lleva en el cinto. La reluciente arma no pasa inadvertida entre los pobladores del atracadero en Puerto Ospina, un pequeño poblado colombiano enclavado en el cordón fronterizo.
Julio es el hombre designado por el comandante Raúl Reyes, segundo en el mando de las FARC, para recibir al grupo de ecuatorianos. Las horas se vuelven eternas mientras el bote navega, cruza y zigzaguea por afluentes y esteros.
La travesía es solo la antesala de una caminata de tres horas, selva adentro, por trochas abiertas a machete limpio. Una finca aparece a los lejos con cabezas de ganado.
Las plantaciones de hoja de coca se confunden con la densa vegetación. Si no fuera por los inmensos tanques metálicos despintados, que almacenan precursores químicos, y que están dispersos cerca de los caseríos, esos sembradíos pasarían desapercibidos.
Al paso de los extraños, los campesinos que aparecen intermitentemente saludan desde las ventanas y zaguanes. En el trayecto, no hay un solo militar o policía colombiano.
Cerca de las cinco de la tarde aparecen las primeras señales de la proximidad del campamento guerrillero: hay tablas sobre el sendero y una rústica infraestructura de puentes de madera. La base se asienta en la cima de una pequeña loma que domina la hondonada.
A un costado corre un pequeño río que es vital para la supervivencia de los subversivos y para su aseo. A la entrada hay un centinela, que viste un uniforme de camuflaje y carga un rifle HK sobre el hombro derecho. Es un joven de unos 23 años con un bigote ralo negrísimo.
A los costados de la base, que es del tamaño de una cancha de fútbol, se levantan decenas de caletas pequeñas, que son los precarios dormitorios de los guerrilleros. "Es lo más cómodo del mundo", dice Carlos, de 30 años, quien limpia su arma de dotación, sentado sobre el camastro de madera.
La base está en la zona dominada por el frente 48 del Putumayo. Actualmente las FARC tienen 60 frentes y 20 000 hombres en sus filas.
En el campamento hay 35 subversivos: 29 hombres y seis mujeres. Todos son parte del grupo escolta de Raúl Reyes, quien está acompañado del comandante Felipe, del Secretariado de las FARC.
Reyes, quien antes del 11 de septiembre del 2001 solía viajar a varios países como vocero de su movimiento, hoy prefiere no arriesgarse a abandonar la selva. Después de los atentados a las torres gemelas, las FARC son perseguidas como terroristas por EE.UU.
La situación se complicó en agosto del 2002, cuando Álvaro Uribe llegó al poder en Colombia y ofreció acabar con la guerrilla a cualquier costo.
Ante la arremetida, los irregulares replantearon sus tácticas de combate. Sus frentes se volvieron más móviles y se multiplicaron sus puestos alternos. La custodia de los siete integrantes de su Secretariado, con Manuel Marulanda a la cabeza, se reforzó al máximo.
"Nosotros seguimos aplicando la táctica del Che Guevara: morder, retirarse y volver a morder", comenta Reyes, quien acaba de comenzar su jornada, a las 04:30. A esa hora también pasan lista en formación el resto de guerrilleros.
En el campamento también hay políticos, sindicalistas y hasta militares retirados de otros países, todos invitados.
Luego del desayuno, que consiste en un "tintico" con arepas y chorizo, los subversivos tienen cuatro horas para revisar la prensa y recibir instrucción. En la central de radio, que solo es operada por la guerrillera Sonia, de 38 años, se monitorean las noticias.
Cerca de las tres de la tarde, Julio cambia de aspecto. Se enfunda en un traje verde oliva para hacer la guardia de dos horas. Hace más de tres años que no ve a su familia. Pero eso no le importa; en la selva, con sus compañeros, se siente como un pez en el agua. "De aquí solo salgo muerto".
Un grupo de 39 años
Una fecha simbólica . El 27 de mayo de 1964 se constituyeron oficialmente las FARC. Ese día empezó la llamada ?Operación Marquetalia? en Colombia, aprobada por el Congreso para eliminar a los armados de la lucha partidista liberal-conservadora.
La jerarquía interna . El mando de las FARC es vertical, como un Ejército. Comandante de compañía es el símil de Subteniente, comandante de columna equivale a Capitán, comandante de frente a Teniente Coronel y comandante de bloque a General.
El fracaso de los diálogos . El 7 de enero de 1999 fue la instalación pública de los diálogos de paz en San Vicente del Caguán. En el 2002, las FARC se replegaron tras el fracaso en la negociación.
"Al señor secretario de la ONU ahí le decimos que necesitamos que él nos oiga y oiga nuestras propuestas para que luego él con su experiencia y sabiduría defina si le conviene a la ONU en un momento dado apoyar las políticas de Uribe o si por el contrario esa no es la solución".
LAS FARC DESEAN REUNIRSE LO MÁS PRONTO POSIBLE CON KOFI ANNAN
Montañas de Colombia, AFP
La guerrilla colombiana de las FARC tiene intención de reunirse lo más pronto posible con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo a la AFP Raúl Reyes, número dos de ese grupo rebelde, quien manifestó su intención de viajar a Nueva York para tal fin.
Reyes señaló su disposición a reunirse con Kofi Annan. Queremos "explicarle nuestro punto de vista frente a la problemática del país, de manera que el señor Kofi Annan pueda entender como es que nosotros vemos la problemática del país, cuáles pueden ser las soluciones".
"El ya oyó a los representantes del gobierno y al mismo presidente, y ahora necesitamos que oiga a la otra parte. Es en ese sentido que le hemos pedido al señor secretario una conversación sobre ese tema", indicó el jefe guerrillero.
"Yo estoy dispuesto a irme ya a explicarle en una de las sesiones de la ONU o a él personalmente, o a quién él delegue, esa posición política de las FARC", recalcó, en la entrevista realizada a comienzo de esta semana, y en que participó igualmente un medio local.
Consultado sobre cuál sería el papel de la ONU dentro del conflicto colombiano, Reyes señaló que "nosotros entendemos bien que Naciones Unidas tiene absoluta claridad de que lo que hay en Colombia es un conflicto interno. Los colombianos no estamos en guerra con ningún país, ni vecino ni de la comunidad internacional".
Agregó que "como es un conflicto interno, ellos pueden ayudar con algunas recomendaciones, con experiencia, para ver como pueden los colombianos resolver ese conflicto que nos desangra, que no puede continuar por tiempo indefinido."
Se le preguntó a Reyes por qué, si siempre las FARC rechazaron a la ONU, ahora la invocan. "Son cosas distintas", dijo Reyes. "Nosotros estamos ahora planteando a Naciones Unidas que oiga nuestro razonamiento político frente a la solución del problema que nos afecta a los colombianos. Porque entendemos que la solución de nuestros problemas se debe resolver acá en Colombia"
"Lo que no podemos aceptar que el gobierno colombiano pretenda quitarse su responsabilidad de la solución al problema que nos afecta y descargarlo sobre Naciones Unidas", añadió.
Reyes se remitió a un reciente comunicado de las FARC. "Al señor secretario de la ONU ahí le decimos que necesitamos que él nos oiga y oiga nuestras propuestas para que luego él con su experiencia y sabiduría defina si le conviene a la ONU en un momento dado apoyar las políticas de Uribe o si por el contrario esa no es la solución"
Entrevista:
"LAS FARC NO SE METERÁN EN ECUADOR"
Por Arturo Torres, enviado a Colombia de El Comercio.Com (Ecuador)
En un caserío perdido en el corazón del Putumayo colombiano, Raúl Reyes se siente como en su casa.
A más de 30 grados de temperatura, el calor y la humedad sofocan, pero el segundo en el mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), no se inmuta. Con la sonrisa a flor de piel, extiende una copa de vodka danés Danskaya a los recién llegados de Ecuador, el domingo pasado.
Reyes está enfundado en un traje de camuflage verde. Un pesado fusil HK cuelga de su hombro izquierdo. Aunque su barba bien cuidada le da un aspecto sobrio, el buen humor no le abandona un solo instante. Bromea, incluso, sobre su supuesto mal estado de salud que fue difundido por la prensa de Colombia, Brasil y Perú. Este tema marca el inicio del diálogo con este Diario.
En la prensa nacional e internacional, la semana pasada, se habló de un supuesto canje de la candidata presidencial Ingrid Betancourt por su traslado fuera de Colombia, porque usted aparentemente se encontraba muy enfermo, afectado con un cáncer terminal. ¿Qué hay de cierto en esa versión?
Ese es el resultado de la política de desinformación del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Esa mentira fue montada directamente por el Ejército y los medios de Colombia. Yo, como usted ve, estoy en perfecto estado. Nunca me he sentido mejor, pero según los medios estoy de muerte. Con eso se pretendía engañar al gobierno francés y al brasileño. Las FARC mantienen su propuesta de que la señora Betancourt también es parte del grupo de prisioneros canjeables. El momento en que el canje con los prisioneros de las FARC se concrete, ella será liberada.
¿Cómo se encuentran la candidata presidencial y el resto de secuestrados?
En primer lugar, para nosotros esos no son secuestrados. Son rehenes, sujetos a un intercambio de prisioneros. Son tratados en un estricto acatamiento de los convenios internacionales de derechos humanos. Los mantenemos en perfectas condiciones de salud.
En estos momentos, la escalada del conflicto colombiano es evidente. El presidente Uribe Vélez anunció que en 18 meses acabaría con las FARC por la vía armada. ¿Cuál es la propuesta de las FARC para encontrar una salida a esta crisis?
Los diálogos fueron rotos por el Gobierno en febrero del año pasado. Esto fue una consecuencia de lo que ocurrió luego del ataque a las torres gemelas, el 11 de septiembre del 2001. El presidente de Estados Unidos, George Bush, le declaró la guerra a los grupos terroristas e incluyó en esa lista a los movimientos revolucionarios. Sobre esa base, Uribe consigue ayuda de asistencia técnica y militar de EE.UU.
Pero Uribe parece decidido a acabar con la guerrilla.
Eso no lo va a lograr porque las FARC son una guerrilla ideológica, que lucha por unos principios revolucionarios. Son 39 años de experiencia.
¿Se puede considerar a la lucha de las FARC ideológicamente pura, si ustedes se abastecen con recursos del narcotráfico?
La lucha de las FARC siempre ha sido ideológica y pura con el objetivo de tomar el poder para gobernar Colombia. Hoy en todo el mundo circula el dinero del narcotráfico. Producto del narcotráfico circulan en EE.UU. 5 000 millones de dólares. Esa economía es la principal beneficiaria del narcotráfico.
Pero la guerrilla se sostiene con los recursos del narcotráfico, a través del cobro de un impuesto, lo que a la vez incentiva la producción.
Nuestra participación llega hasta el cobro del impuesto a los narcotraficantes, a los empresarios y terratenientes.
¿En este momento ustedes sienten que se han quedado solos en su lucha?
Todo lo contrario. Lo que hay es muchos gobierno interesados en que se solucione el conflicto colombiano.
¿Qué gobiernos?
Ustedes los conocen mejor que nosotros. Lastimosamente esos gobiernos no pueden expresarlo públicamente porque luego dicen que están apoyando a los terroristas.
¿Cuánto tiempo más están ustedes en capacidad de resistir el conflicto?
Las FARC están en condiciones de mantener la lucha por el poder el tiempo que sea necesario. Tenemos todas las posibilidades de hacerlo.Todo hace prever la escalada de la guerra y estamos preparados.
¿Cuál es su lectura sobre las repercusiones regionales del conflicto colombiano?
EE.UU. ha encontrado en Colombia a un presidente títere, como Álvaro Uribe. No solo eso sino que quiere vincular al resto de países vecinos.
En la región ustedes son percibidos como el detonante de muchos problemas de inseguridad fronteriza.
Las FARC tienen una política de fronteras clara: no realizar ofensas militares fuera de Colombia. Lo que pretendemos es estrechar esas relaciones de amistad y respeto, para todos los países vecinos. Lo que sí reclamamos es que otras naciones no participen en la guerra, lo que sería grave y afectaría las relaciones de amistad.
En el caso ecuatoriano, para nadie es desconocida la importancia que representan para las FARC las provincias fronterizas como zona de retaguardia y abastecimiento.
La política de las FARC es hacer de las fronteras remansos de paz y amistad con los países amigos. La geografía de Colombia es muy amplia y nosotros estamos y nos movemos a lo largo y ancho de este país.
Hace varios meses, el presidente Lucio Gutiérrez se ofreció primero como mediador del conflicto colombiano, y luego pidió la mediación de la ONU. ¿Cuál es su opinión sobre ese giro?
Gutiérrez fue engañado por Uribe. El presidente Gutiérrez empezó con unas propuestas muy cuerdas y sensatas para solucionar el conflicto. Luego llegó a la reunión del Grupo de Río y lo que escuchamos es el discurso de Uribe dicho en boca de Lucio Gutiérrez. Proponer la intermediación de la ONU es una intromisión. Es una forma de presión que no aceptamos, porque se toma partido en favor de Uribe.
¿Por qué no confiar en un organismo arbitral, como las Naciones Unidas?
Las FARC no desconfían de la ONU. El conflicto debe resolverse entre colombianos. No podemos aceptar que Uribe delegue su responsabilidad.
Antes de postularse como candidato, Lucio Gutiérrez aparentemente tuvo una reunión con ustedes. ¿Es cierto que mantuvieron ese contacto con el hoy Presidente?
Eso es algo que yo no le puedo responder.