¿Qué perspectivas le ofrece el comunismo a la humanidad? (I)

Fuente: Tribuna popular

Se habla de "países comunistas" y del comunismo de manera un poco difusa. Otros "acusan" de comunista a quien discrepe de las posiciones neoesclavistas del sistema capitalista. Pues bien hasta nuestros días no ha existido país comunista alguno. Hubo y hay países gobernados por partidos comunistas, que luchan por construir la sociedad socialista. Hemos seleccionado un trabajo del soviético Viktor Afanasiev sobre la futura sociedad comunista para contribuir al esclarecimiento de este tema tan especial.

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1.     Los rasgos fundamentales

de la sociedad del futuro

La base material y técnica del comunismo.

Comenzaremos la caracterización de la sociedad del futuro estudiando su base material y técnica.  La producción socialista es una producción altamente desarrollada. Sin embargo, el nivel de su crecimiento es insuficiente todavía para satisfacer plenamente las necesidades materiales y espirituales de los trabajadores, siempre en aumento. Sin esa condición no puede hablarse de comunismo, ya que la distribución con arreglo a las necesidades es su principio esencial. El comunismo es la sociedad de la abundancia y no hay más que una manera de llegar a ella: el incremento gigantesco de las fuerzas productivas, la construcción de la base material y técnica del comunismo. Y cuando sea creada esta base y se llegue a la abundancia, cuando cada miembro de la sociedad haya aprendido a trabajar según sus capacidades, entonces será posible pasar al principio comunista de distribución según las necesidades.

Además, debemos subrayar que la abundancia no es un fin en sí mismo, sino sólo el medio de alcanzar el objetivo principal del progreso histórico: la creación de condiciones (económicas, sociales y espirituales) para el desarrollo universal del hombre. La riqueza fundamental de la nueva sociedad será no de cosas, material, sino precisamente el hombre, con su innumerable y variada capacidad y sus más diversas necesidades. En el comunismo, decía C. Marx, se inicia el desarrollo de las fuerzas humanas y se crean las condiciones más dignas para la naturaleza humana y más adecuadas a ella.

¿Qué es la base material

y técnica del comunismo?

Al hablar de las particularidades de la base material y técnica del comunismo debemos remarcar, ante todo, que su creación no se limita sólo al crecimiento cuantitativo de la capacidad de producción, a su simple aumento. Presupone ante todo radicales modificaciones cualitativas en el carácter del proceso de producción. Las particularidades cualitativas de la base material y técnica del comunismo son la electrificación completa y, sobre esta base, el perfeccionamiento de los equipos e instalaciones, de la tecnología y la organización de la producción social en todas las ramas de la economía nacional; la mecanización múltiple de los procesos de producción y la automatización de éstos en el grado más elevado; la amplia aplicación de la química en la agricultura; el desarrollo máximo de las nuevas ramas de la industria, de mayor eficacia económica, y la obtención de nuevos tipos de energía y materiales; el aprovechamiento íntegro y racional de los recursos naturales, materiales y laborales; la unión orgánica de la ciencia con la producción y ritmos rápidos del progreso científico-técnico; el alto nivel cultural y técnico de los trabajadores, y una gran superioridad sobre los países capitalistas más desarrollados en cuanto a la productividad del trabajo.

En el comunismo se alcanza el más alto grado de organización planificada de la economía y se asegura el aprovechamiento eficiente y racional de las riquezas materiales y los recursos naturales y laborales. Al pertrechar a los productores con máquinas perfectas y potentes, el comunismo eleva a inmensa altura el dominio del hombre sobre la naturaleza, le permite dirigir, cada vez en mayor medida, las fuerzas ciegas de la misma y emplearlas en beneficio propio. El objetivo de la producción comunista es garantizar el progreso ininterrumpido y facilitar a cada miembro de la sociedad los valores materiales y culturales adecuados a sus crecientes necesidades, intereses y gustos.

En el comunismo la producción estará totalmente mecanizada y automatizada. En las empresas automatizadas, todos los procesos tecnológicos y el transporte se verificarán sin la intervención directa del hombre. Este dirigirá sólo los sistemas automáticos y los dispositivos, los ajustará y confeccionará el programa y el régimen del proceso tecnológico.

Las fábricas automatizadas "las primeras de la industria comunista" existen también en el socialismo, pero aún son muy pocas y no conforman la fisonomía de la producción en su conjunto. En la sociedad comunista la automatización adquirirá la más amplia difusión. Máquinas "inteligentes" dirigirán los talleres y las fábricas, las enormes centrales eléctricas y los sistemas energéticos, las explotaciones petrolíferas, las minas y yacimientos de toda clase, el vuelo de los aviones, el tráfico de los barcos y los trenes y, como perspectiva, toda la economía nacional.

Lo mismo que en el socialismo, la electrificación será el eje de la base material y técnica del comunismo. Con la electrificación completa se podrá desarrollar a la automatización y la electrónica, la cibernética, la radiotecnia y la química, es decir, los medios científicos y técnicos que determinan la mecanización y la automatización totales de la producción del comunismo. En el comunismo, quizás, se emplearán ampliamente otros tipos de energía, como la atómica y la nu-clear, la solar, la del magma y la de las mareas oceánicas, cuyo aprovechamiento práctico no hace más qué comenzar.

Con la electrificación completa alcanzarán un auge inusitado la industria pesada, la metalurgia, las industrias del metal, del combustible, química y otras, que en el comunismo seguirán siendo la base fundamental de la economía nacional. A su vez, el impetuoso desarrollo de la industria pesada permitirá elevar al más alto nivel todas las demás ramas de la economía: la industria de artículos de amplio consumo (vestido, calzado, productos alimenticios, utensilios y otros), la agricultura, la construcción, el transporte, las comunicaciones y los servicios (comunales y de conservación de viviendas, comercio, comedores y sanidad pública, etc.). Serán cubiertas todas las necesidades de las gentes en cuánto a aparatos y objetos de carácter cultural, conocidos hoy o que puedan ser creados en el futuro.

Puede afirmarse que la ciencia tendrá una importancia grandísima, decisiva, en la base material y técnica del comunismo. La ciencia se convertirá plenamente en una fuerza productiva de la sociedad. Determinará la técnica y la tecnología de la sociedad del mañana y el nivel profesional y técnico-cultural de los trabajadores. .

Con sus velocidades inusitadas, enormes presiones y temperaturas superelevadas, la producción comunista es inconcebible sin nuevos materiales, combustibles y materias primas sintéticas inexistentes en la naturaleza. Por eso la ciencia, en estrecha unidad con la producción, ha iniciado desde ahora una verdadera emulación ?por la calidad? con la propia naturaleza, y tenemos que reconocer que la victoria se inclina cada vez con más frecuencia del lado de la ciencia. Se trata de plásticos, caucho, fibras sintéticas y otros polímeros producidos por la química moderna, sin los cuales no puede pasarse ninguna rama de la economía nacional.

Un elemento fundamental de la base material y técnica del comunismo es la gran producción agropecuaria moderna de elevado rendimiento. Crece la población, aumentan los salarios y sueldos, se incrementan los ingresos reales de los trabajadores y, por tanto, se multiplican con rapidez las demandas de la sociedad en cuanto a productos alimenticios de calidad superior y otros artículos de consumo popular, que en lo futuro van a acrecentarse todavía más de prisa. De ahí la necesidad del desarrollo acelerado de la agricultura sobre la base de los últimos adelantos de la ciencia y la técnica.

Tales son las particularidades de la base material y técnica del comunismo.

El rápido ascenso de la producción será logrado, principalmente, gracias a la elevación de la productividad del trabajo, que es un claro criterio para medir el progreso económico y una importantísima fuente para llegar a la abundancia. La mayor. productividad del trabajo se consigue con un desarrollo inusitado de la ciencia y la técnica, con un aprovechamiento más racional de los recursos laborales y con un aumento notable del nivel profesional de los trabajadores.

"El comunismo (remarcaba V. I. Lenin) es una productividad del trabajo más alta que la del capitalismo, una productividad obtenida voluntariamente por obreros conscientes y unidos que tienen a su servicio una técnica moderna".

Al caracterizar la base material y técnica del comunismo debemos decir, en primer lugar, que las particularidades señaladas ofrecen sólo un cuadro muy aproximado de ella, pues es muy difícil pronosticar con la debida exactitud los descubrimientos científicos y los avances técnicos y tecnológicos sobre los cuales esa base va a descansar.

En segundo lugar, que dichas particularidades son inherentes, en una u otra medida, a la base material y técnica no sólo del socialismo  desarrollado, sino también de los países capitalistas industrializados, ya que objetivamente si no se comprueba la marca de fábrica es imposible distinguir, digamos, una máquina producida y empleada en la sociedad socialista o en la futura sociedad comunista de una máquina de procedencia "capitalista". Sin embargo, es preciso tener en cuenta, además, que en la sociedad socialista o comunista la máquina pertenece a los trabajadores y es utilizada en provecho suyo, mientras que en el capitalismo la máquina es propiedad privada, pertenece al burgués y sirve, principalmente, para su enriquecimiento.

Con la base material y técnica del comunismo se obtendrá la abundancia de bienes materiales y espirituales para todos los miembros de la sociedad, lo que permitirá pasar de lleno a la aplicación del principio comunista de distribución con arreglo a las necesidades.

De cada uno, según su capacidad;

a cada uno según sus necesidades.

El Principio ?de cada uno, según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades; es el principio fundamental del comunismo. La aplicación de ese principio se prepara en las condiciones del socialismo y de su transformación gradual en comunismo.

El régimen socialista ha despertado a la creación histórica consciente a millones y millones de personas, que dejan admirado al mundo con sus grandiosas realizaciones en las más diversas esferas de la vida económica, política y espiritual. Al facilitar el desarrollo múltiple de las facultades de los trabajadores, el socialismo exige al mismo tiempo del hombre ponerlas al servicio de la sociedad, y en la medida en que eso se cumple y de acuerdo con su aporte laboral, así satisface sus necesidades. En eso consiste la esencia del principio socialista: "De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo". (Continuará).