El triunfo de la derecha en las elecciones de la UCV
Chevige González
El pasado 7 de noviembre se celebraron las elecciones estudiantiles en la Universidad Central de Venezuela. Muchos hablaron de un repunte en la participación estudiantil, dado el contexto político que existe en el país, sin embargo la jornada electoral no distó mucho de las pasadas. Tal parece que a la comunidad ucevista el triunfo, correspondió a la llamada Unidad 77, alianza conformada por Bandera Roja, Primero Justicia, Copei y un sector de AD. Era de esperarse esta victoria de la derecha, los grupos progresistas partícipes del proceso bolivariano, fueron tan divididos como pudieron. Mientras la derecha armó sólo dos grandes bloques, el de la Unidad 77 y el del Bloque Democrático 1, conformado por el MAS y otro sector de AD. Desde hace tiempo la política en la universidad pertenece a un juego de engaños, donde muy pocas veces el estudiante común se entera por quien va a votar, tal parece que es un punto de honor hacerse pasar por ondependiente dentro de los muros universitarios. A la izquierda la división les llegó entre otras cosas por esto, por la carencia de un proyecto político cohesionado que la hiciera parecer de verdad como izquierda. La división llega también por los vicios heredados de la vieja izquierda.

Recordemos que hasta este triunfo de Bandera Roja, la Federación de Centros Universitarios había estado presidida por el grupo 25, y excepto el período que gobernó BR en el año 92, el grupo 25 había heredado al conjunto de independientes que conformaron a inicios de la década pasada el Movimiento 80, allí comenzó el independientismo a cubrir todo en la UCV, a un sector de la izquierda le dio miedo para siempre asumirse como tal, hablar como tales, pero jamás eliminaron los vicios, los vicios quedaron, junto a una forma autoritaria de organización que está simbolizada por un asambleísmo terriblemente manipulado.

Se llega a este proceso electoral, en medio de la expectativa de como en una Universidad caracterizada como de oposición podía hegemonizarse la derecha y convertir a nuestra Alma Mater en una PDVSA cualquiera. Pero esto poco importó para los grandes gurúes del chavismo en la UCV, a ellos sólo les importó la parcela, su conuco ucevista. Sin embargo se obtuvieron triunfos en un buen número de centros de estudiantes, lo que demostró que con la unidad se hubiese derrotado a la derecha y se demostró que los estudiantes que participan y se movilizan no eran tan hegemonizados por la oposición.

Sin duda el triunfo más simbólico de la izquierda, fue en la escuela de Trabajo Social donde se derrotó a Bandera Roja.-77, por primera vez en más de una década. Así mismo se venció a BR en la Escuela de Historia, donde estudia la candidata de la 77. En la Facultad de Ciencias Económicas se triunfó en todas las escuelas, execpto Economía. En Ingeniería se ganó en las especialidades, a pesar de que se perdió en la Básica.

Por otra parte la sumatoria de las planchas cercanas al proceso revolucionario, (Fusión 82- Integración/Utopía- Alternativa 20- y Dignidad 350) hubiese logrado superar ampliamente a la derecha, hubiese permitido mayoría en la mayoría de los cogobiernos y por supuesto la Presidecia de la FCU. Sin embargo la cantidad significativa de Centros de Estudiantes ganados por progresistas, permite continuar abonando la idea del Congreso de Estudiantes (máxima instancia de gobierno estudiantil, según los estatutos de la FCU) que reforme las definitivamente caducas estructuras del movimiento estudiantil.

El Congreso de Estudiantes, con o sin aval del Consejo Directivo de la FCU, debe convertirse en la instancia que promueva la transformación universitaria, que revolucione la participación estudiantil en la Universidad. Esperamos que esta expectativa que reúne el consenso entre los grupos que luchamos por la transformación no sea naufragada nuevamente entre los vicios que persisten aún entre los sectores de la dirigencia estudiantil progresista. El Congreso de Estudiantes debe significar la refundación del movimiento estudiantil ucevista.

Debemos ganar fuerzas para enfrentar a la reacción, la derecha utilizó sus medios para lograr una universidad pasiva e individualista y en eso avanzó mucho, tanto que hoy no logra movilizar ni siquiera a su gente dentro de la Universidad. Los revolucionarios no podemos seguir, como si tampoco estuviese pasando nada, la UCV colocada a espaldas del país, dirigida por un Rector reaccionario y un Consejo Universitario profundamente reaccionario y también conservador (pues hay mucho conservador disfrazado de izquierdista allí dentro).

Los revolucionarios debemos unificar nuestros criterios y formar con sinceridad, con mística un verdadero proyecto transformador, que nos devuelva la UCV a un presente de esperanza, que con dignidad y orgullo la primera Casa de Estudios del país, logre vencer las sombras del fascismo que la acechan.