¿Realmente se le da valor al periodo de la juventud?...
Indefectiblemente quien ha entrado a su etapa de creatividad más proficua, entiende que quien menos valor da al periodo de la juventud, es paradójicamente quien lo está viviendo.
Los ya maduros añoran ese pasaje de la vida, la fuerza de su cuerpo, la lucidez de su mente, para ellos se hace valedero aquello de "todo tiempo pasado fue mejor" pero también se dan cuenta del inevitable paso que dio el mundo en su avance tecnológico: "en treinta años cambió todo".
Nuestra juventud que no supo de rigores, que nació en la era de la comodidad, que del sacrificio hecho por sus mayores hace una mera anécdota de un pasado que sabe, no le tocará vivir, esa juventud preguntamos, ¿valora lo que tiene no sólo en sus manos, sino en su cuerpo, en su mente toda?...
Se dará cuenta ese joven, esa joven, que de la capacidad que demuestre en sus razonamientos, de la responsabilidad que demuestre en sus actos, de la fe que ponga en todo su accionar, depende que el mundo futuro sea un mundo mejor?... comprenderá por fin el joven, hombre o mujer, que dado ese mismo avance tecnológico que asombra a sus mayores, hace que se haya adelantado el tiempo de hacerse responsable de cómo será su futuro y el de sus hijos.