SECCIÓN LIBERACIÓN DE LAS SILLAS PRESAS

Profundamente agraviados por su comportamiento con unas pobres sillas, nos hemos visto obligados a liberarles, o en su defecto, a proporcionarles un lugar de residencia más concurrido y por lo tanto más ameno para con el suplicio que les ha sido impuesto.

Habrán comprobado que el comportamiento con las sillas en otros estados-potales (37-b) es mucho más humanitario, y la Plataforma para la Liberación del Mobiliario les advierte que no cejará en su empeño hasta hacer cumplir las disposiciones de la Convención de Ginebra (con limón) referentes a los derechos de los muebles.

Así pues, deseando no tener que utilizar una violencia que a todos nos desagrada, les recomendamos que reconsideren su posición.

Por una sociendad en donde los muebles no estén oprimidos.

28 de agosto de 1996

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