La Gusana Ciega
Dulce afrodita has pasado a ser mortal, has empeñado
tus encantos en el mar.
El velo eterno del amor espiritual se ha convertido
en un abismo terrenal.
Cuando lo dejas pasar, vuelves a respirar.
No hay nadie que puedas amar que no puedas dejar.
Dulce afrodita no te puedes engañar, es
el invierno que no puedes escapar.
Lo que quisimos lo perdimos al final, como reflejos
de un atardecer fugaz.
Cuando lo dejas pasar, vuelves a respirar.
No hay nadie que puedas amar que no puedas dejar.
[ATRAS]