Por la ribera de la Boca, una noche de vernao
contemplaba las estrellas y la calma infinita
los barcos parecían dormidos en la orilla
y más allá el viejo puente, inpirabame
Cuando de pronto advertí que del oscuro río
alguien me hacía, una señal,
de movida no entendí y entoces me acerqué
y no pude comprender lo que mis ojos veían
En el agua mugre y el aceite, nadaba una sirena
de largas cabelleras como trigo al viento
desnuda de pechos y pezones duros
agitaba su manita como invitandome
Mas yo que podía hacer entre tanta confusión
si bien el agua no me tentó a tirarme de cabeza
ni tampoco a prefectura intenté avisar
por temor a perturbar a tan bella criatura
Y nos quedamos mirando, casi, casi penetrandonos
una sirena de aguas claras, en un río turbio sin igual
que podía estár haciendo, más peor yo sin hacer
nada
Y de pronto se esfumó con la bruma de la mañana
cuando el tráfico empezaba de nuevo a alborotar
y yo que no hacía nada decidí caminar
y con vino celebrar, la santa aparición
Y aunque tuviera la ocasión, a quien le iba a contar
seguro me iban a acusar de lisérgico inmaduro
de una sirena deaguas claras, en un río turbio sin igual
que podía estár haciendo, más peor yo sin hacer
nada
Gustavo Napoli (El Chizzo)