SULPEMENTO SÍ (21-8-98)
"Como era de suponer el concierto de Patricio del día 19 ha sido levantado porque el teatro no lo pudo soportar. Patricio lamenta que su público no pueda escucharlo por ser lo que es".
Quienes se dieron cita el sábado 19 de agosto en las inmediaciones del Centro de Artes y Música (Cerrito 228), una galería céntrica con una salita de teatro en desnivel hacia el subsuelo, leyeron la aclaración escrita en letra de imprenta y urgencia de bolígrafo al pie del manifiesto que se repartía en la entrada. Escrito a máquina, el texto estaba encabezado así: Bienvenida a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota con motivo de su próxima actuación en Buenos Aires. Y el remate ensayaba una venganza contundente: "VOLVERÁN".
La noche era ciertamente fría y Poly daba
vueltas por la vereda con una pancarta que daba cuenta de la suspensión. Horas atrás, el
show estaba programado para empezar a las nueve, la incipiente manager o algo así del
grupo había cruzado con el dueño del local la siguiente discusión.
_ No, acá me van a cerrar, esto no puede ser! Lo siento mucho, te
devuelvo el dinero, no pueden actuar. Haciendo lo que ustedes hacen, no puede ser!
_ Okey, usted nos prohíbe pero yo voy a venir a la puerta con un
cartel para avisar a la gente que no se hace la función.
_ En la calle hagan lo que quieran...usted corre el riesgo, pero
adentro del teatro...no.
Las chicas del ballet ricotero (Silvia Fainbloch, Cecilia "Monona" Elías, María Isabel Hayworth), el Sultán, el payaso Martínez o Mufercho y la corte de efebos repartidores de buñuelitos de ricota se volvieron esa misma noche a La Plata. La banda repartida en distintos lugares de la ciudad se quedó en Buenos Aires unos días más. Una vez que la audiencia, que a consecuencia del boca a boca mostraba un incremento respecto del día anterior, quedó anoticiada, Poly volvió al departamento de Cangallo y Montevideo donde junto a su pareja Skay había establecido el comando de operaciones porteño de los Redondos.
"Tenés los ojos azules como un cielo" le dijo la performer plástica Marta Minujin a Eduardo Beilinson, una de las noches del Instituto Di Tella. Y así, como se diría cielo en inglés, quedó bautizado: Skay. El lugar era el epicentro de la psicodelia y el pop porteño y los integrantes de la banda platense Diplodocum Red & Brown se habían vuelto habitués del bunker artístico de la calle Florida. Hijos de una familia acomodada de La Plata, los hermanos Beilinson (Eduardo,Guillermo y Daniel) habían pasado parte de la temporada 67/68 en Europa y regresaron a la ciudad de las diagonales con discos inconseguibles, el testimonio de haber visto a Hendrix en vivo y el primer amplificador Marshall que pisó la Argentina. Así Diplodocum tenía todo listo para envenenar a la gente hip de La Plata.
Rocambole: "Ellos creían que nadie
tenía noticia de lo que estaba pasando en Londres, entoces venían con una energía
bárbara, querían desasnar a la gente. Y se encuentran con todo el concepto hippie de La
Cofradía de la Flor Solar".
Isa Portugheis: "Cuando se formó el Diplodocum Red & Brown
yo tendría unos 19 años y Skay 16 o 17. La música era super psicodélica. Había
elementos audioviosuales, teníamos un proyector con disco de aceite, tela transparente
detrás de la que había gente haciendo expresión corporal. La formación era Topo
Daloisio en guitarra, Skay en bajo, Bernardo Rubaja en órgano y yo en batería. Cantaba
Guillermo Beilinson. Con el tiempo, Skay y Guillermo se coparon con el campo y allá se
fueron".
El viernes 5 de noviembre de 1969 las dos fuerzas rockeras de La Plata confrontaron en el escenario de l teatro Opera (58 y 11). Esa noche la organización El cucurucho colmado de flores presentó a La Cofradía de La Flor Solar y Diplodocum Red & Brown en un mismo escenario. Esa noche, Poly conoció a Skay.
La banda formada por los platenses Carlos "El Indio" Solari (voz), Skay Beilinson (guitarra), Fenton y Nestor Madrid(bajo), Migoya (batería), Bernardo Rubaja (teclados) y el porteño Conejo Jolivet (primera guitarra) tuvo ensayo general el jueves 17 en el mismo escenario del Artes y música. Alguien, dejó la canilla del baño abierta y al otro día la sala amaneció inundada. Una desgracia con suerte, bah, ya que la humedad que impregnó el piso de moquette evitó que los petardos y cohetes utilizados al día siguiente por los efebos incendiaran el pequeño teatro.
Si bien la mayoría del público estaba compuesta por platenses, las fiestas de las que los Redondos tomaban parte en el teatro Lozano de La Plata (11 entre 45 y 46), los Lozanazos, habían tenido testigos porteños como el periodista Claudio Kleiman y Horacio Fontova, ambos del staff de la revista de cultura rock Expreso Imaginario. Ellos desparramaron el incipiente mito del grupo en Buenos Aires al tiempo que Poly y Skay expandieron la novedad del recital desde el bar Los Pinos (Paraná y Corrientes), entonces uno de los refugios de la bohemia.
Poly: "Rocambole y Resorte Hornos hicieron los volantes y yo elegí estratégicamente donde repartirlos. Escuelas de teatro y danza, circulos de filosofía, había que tener mucho cuidado porque el momento era bravo y en La Plata ya estábamos marcados". Fenton: "Para mí fue un shock porque había mucha gente que no conocíamos . Hasta ahí siempre habíamos tocado para un público de amigos y conocidos. Por supuesto que yo pasé todo el recital con la paranoia de que afuera había un celular esperando para llevarnos".
Rocambole: "La cosa en La Plata se estaba poniendo muy dura, jodida, el CNU, una concentración de derecha, se había apoderado de la universidad. La época en que empezaron a tocar Los Redondos era pleno Proceso. Y estábamos todos en las listas. A mí me detuvieron dos veces. Una vez me agarró el ejército con tres integrantes más de La Cofradía, estuvimos cinco días desaparecidos y al final zafamos de pedo"
Poly: "En una oportunidad nos allanaron la casa también y nosotros no estábamos. Y cuando llegamos habían roto el candado, y habían entrado, y habían dejado los pasaportes nuestros sobre la mesa. Revolvieron toda la casa. Ese fue el primer allanamiento. Después hubo otro y ahí nos vamos..."
El grupo de gente conectado en nombre de Patricio Rey que bajó a Buenos Aires en agosto del 78, descendía directamente de La Cofradía de la Flor Solar y La Casa de la Luna (un grupo comunal fundado por Poly a semejanza del anterior). La Cofradía se desvanece hacia 1972 y La Casa de la Luna (Poly, Skay, Guillermo Beilinson y otros) se muda a las sierras de Tandil. Luego, el mismo grupo de gente converge en la zona de City Bell donde se instalan talleres artesanales. En el de Guillermo trabajan Fenton, Sergio Martínez y el Indio. Hacen estampados de tipo hindú. Rocambole ya tenía el suyo y además un negocio en la calle 8. Poly, en tanto, fabricaba ropa.
Para entonces, Guillermo Beilinson era el líder carismático de la "patota". Junto a Norman Oyermoindigui (curioso anagrama que usaba el Indio como seudónimo) escribía guiones para futuras películas. Fueron dos: Ciclos de cielo sobre viento y Horizontes de metal. Y así fue que desde las cenizas de Diplodocum se armó un grupo para hacer la banda de sonido de tales filmes. El grupo que habían empezado Skay, Fenton y Rubaja rotaba de miembros continuamente y trasladó los ensayos en el sótano del Paseo comercial Rodrigo (51 entre 5 y 6) a las fiestas que darían lugar a los "Lozanazos".
Rocambole: "Eran un pequeño territorio
liberado. Por ejemplo, se soltaban gallinas, la gente abría los matafuegos. Una noche, un
actor subió a escena y, simplemente, se afeitó en público".
Entre 1976 y 1977, la patota del Lozano emprende la diáspora.
Guillermo se va a Venezuela, el Indio a la casa de sus padres en Valeria del Mar y Skay y
Poly a Salta: La misión, administrar un campo de porotos y zapallos en el límite con
Tucumán y Chaco.
Del diario El Intransigente de Salta, jueves 5
de enero de 1978: Por vía automovilística, llegará hoy a nuestra ciudad el omnibus que
conduce al conjunto espectáculo marplatense (sic) Patricio Rey y sus Redonditos de
Ricota.
Fenton: "Lo de Salta fue una gira mágica y misteriosa. Salimos
de noche y me acuerdo que el micro era un Volvo al que le habían afanado la L de la
marca. Al micro le decíamos el ex preso imaginario, porque todos , alguna vez, habíamos
caído en cana. Bueno, creo que nos pararon en todos los retenes militares que habían
dispuestos en las rutas. Zafamos con la excusa de que era un viaje universitario...al
final hicimos un arreglo con un tipo que le decían El Polaco, tenía un boliche, que un
poco era el lugar trampa de la ciudad. Tocamos tres veces en diez días y el tipo nos hizo
hacer tres entradas por noche. El público eran básicamente cogotudos, había un
subcomisario que se divertía viendo el show...rarísimo"
A fines de mayo Skay consigue, al fin, el
guitarrista que estaba buscando. El conejo Jolivet, un chico de pura cepa blusera que a
los veinte años ya había tocado con Pappo. "Querían un sonido más fuerte"
dice Jolivet. "Skay siempre tocó de puta madre pero quería delegar los solos y ser
el director musical del grupo" dice Fenton. Como fuera, el encuentro del joven
guitarrista con Poly y Skay resultó revelador... Jolivet: "Me citaron a un
departamento en el centro. Me impresionó que me recibieran tomando mate. Es que el
ambiente era muy reventado. Parecían provincianos, un poco"
" Ensayabamos tres o cuatro veces por semana. Y el cantante
nunca aparecía. Yo les preguntaba cuando viene el cantante?. Me decían: Es el
'astronauta italiano'. Y nada más. Me hablaban de Patricio Rey y yo me preguntaba 'será
un gurú'. Me adoctrinaron, un poco"
"Hasta que al final dos días antes aparece el Indio. Un cantante calvo, con un bigote tipo cepillo y una voz aguda y áspera, absolutamente inusual para el standard de la época. Yo tampoco había escuchado las letras, porque Skay apenas si las cantaba. Eran rarísimas...y encima las cantaba este tipo vestido como de oficina que ni siquiera parecía un bohemio."
Carlos Solari llegó a la comunidad que
después formaría la patota del Lozano, como un amigo más de Guillermo Beilinson. Nacido
en Entre Ríos (al igual que varios de los miembros de La Cofradía), su familia se había
instalado en La Plata y, luego, cuando mudaron a Valeria del Mar, ocupó la casa familiar
que era conocida como "La trinchera".
Fenton: "La primera vez que lo ví fue en una reunión y tenía
el pelo por los hombros. Aunque ya se le notaban las entradas"
Sin conexión con La Cofradía ni Diplodocum Red & Brown, la
figura del Indio como cantante de los Redondos sorprendería tiempo después al baterista
Isa Portugheis. "Yo era compañero suyo en la escuela Juan Manuel Ortiz de Rosas y
hasta que me voy en el 74 a Europa nunca había cantado nada".
Rocambole: "En esa época vamos a vender remeras a la playa con mi amigo Paul de La Cofradía y pasamos por Valeria.El Indio Solari administraba un hotel pequeño, el Alex. Yo lo conocía poco. Hubo una guitarreada y el Indio cantaba unas baladas medio bossa nova. Ahí lo escuchamos y le decimos: 'Pero, che, con esa voz tenés que cantar rock'".
"Al fin se produjo la presentación capitalina de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, una delirante banda platense que puede llegar a sacudir el almidón de nuestra música a fuerza de rocknroll y buen humor", escribió Claudio Kleiman en el número 26 del Expreso.
El sultán vestido con un traje impresionante repartía los buñuelos de ricota a través de un séquito de Efebos casi desnudos. Las chicas del ballet llevaban mallas estampadas con estrellas y conformaban las Superwimen. El payaso Martínez interrumpía con monólogos de inspiración dadaísta. Un seguidor de La Plata subió a escena, se quitó el reloj y lo pisoteó en el escenario. En tanto, "la voz fuera de todo standard" del astronauta italiano ("Le gustaba ponerse un enterito blanco como usaban los de la NASA, no cuando van al espacio, sino a la oficina") entonaba temas como "Mariposa Pontiac", "El Hidromedusa", "Spiroqueta palidum" y "Algo escandaloso sucedió en el bazar de Wakeman & Fripp".
Poly: "Te imaginás el tipo del teatro cuando vió eso". Efectivamente, el tipo del teatro cuando vió eso pensó que era demasiado para el momento y decidió cortar por lo sano .Y los que se acercaron a la puerta del Centro de Artes y música para la segunda función, se llevaron un premio consuelo: La fotocopia con la promesa escrita en bolígrafo: "VOLVERÁN"
Investigación y textos de: Fernando García
Fotos: Archivo Poly y Rocambole
¿Qué hacen ahora?
Carlos Solari: Cantante de Los Redondos
Skay Beilinson: Guitarrista de Los Redondos
Poly: manager de Los Redondos
Rocambole: Ilustrador de los Redondos
Fenton: Operador de Radio Universidad de La Plata Conejo
Jolivet: Guitarrista de El Soldado
Bernardo Rubaja: produjo el último disco de Miguel Cantilo.
Migoya: Vive en Bahía, trabaja en un estudio de grabación.
Nestor Madrid: También en Bahía, junto a su inseparable amigo.
El Sultán: Trabaja en una organización de Derechos Humanos.
Mufercho: Estudia filosofía (se declara estudiante eterno) y tiene un espacio en
radio Universidad de La Plata
Monona: Vive en las islas Canarias. Trabaja en turismo
María Isabel Hayworth: Tiene un gimnasio
Silvia Fainbloch: Es psicóloga. Ejerce en La Plata