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Jikan aka Leonard Cohen


La voz


Durante los últimos cuarenta y tantos años, a través de ocho volúmenes de poesía, dos novelas y múltiples álbumes, Leonard Cohen ha compartido su visión del mundo con nosotros. Aunque, o tal vez porque, sus canciones están hechas para provocar el pensamiento y la reflexión en el oyente, su público no es insubstancial. Es reverenciado en Europa, donde sus discos suelen estar entre los diez primeros al momento de su edición. Existe un festival anual de Leonard Cohen en Polonia, un país donde ha vendido más que Michael Jackson. En Inglaterra, músicos pop noir como Nick Cave, Ian McCulloch y Morrissey reconocen su influencia; los Sisters Of Mercy incluso tomaron su nombre de una de sus primeras canciones.

Cohen nació en Montreal en 1934. Cerca de sus 15 años se compró una guitarra y tomó unas pocas clases. "Había un joven en el parque que estaba detrás de la casa de mi madre," recuerda. "Un joven moreno, muy apuesto, que tocaba flamenco con su guitarra. Le pregunté si no me daría unas lecciones. Lo hizo. Me dio tres o cuatro clases. Sobre la base de esas lecciones escribí la mayoría de mis canciones. Me mostró algunos cambios en la guitarra que fueron muy importantes para mí. No apareció para darme mi última clase, y llamé a su pensión, y me dijeron que se había suicidado. No sé si se debió al progreso de su estudiante; pienso que tal vez tenía otros problemas..."
    A los 17, Cohen ingresó a la Universidad McGill, donde formó un trío de country-western llamado Buckskin Boys. Empezó también a escribir poesía, y se convirtió en parte de la escena literaria underground. Su primera colección de poemas, Let Us Compare Mythologies, fue publicada en 1956, cuando aún no se había graduado. The Spice Box Of Earth (1961), su segunda colección, le otorgó el reconocimiento internacional. En 1968 ganó, pero se negó a aceptar, un premio del gobierno canadiense por su libro Selected Poems 1956-1968.
    Tras un breve paso por la Universidad de Nueva York, obtuvo una beca que le dio la oportunidad de escapar de América del Norte. Viajó a través de Europa y se estableció finalmente en la isla griega de Hydra, donde compartió su vida junto a Marianne Jenson, y su hijo Axel. Cohen vivió allí cerca de siete años. Escribió otra colección de poesía, Flowers For Hitler (1964); y dos aclamadas novelas, The Favorite Game (1963), y Beautiful Losers (de 1966), esta última descrita como una "épica religiosa de belleza incomparable." Al momento de su publicación, el Boston Globe anunció, "James Joyce no ha muerto. Está viviendo en Montreal bajo el nombre de Cohen." Hasta la fecha, cada uno de sus libros ha vendido más de 800.000 copias en todo el mundo.
    "Para escribir libros, tenés que estar en un solo lugar," le dijo a la revista Musician en 1988. "Tendés a reunir cosas a tu alrededor cuando escribís una novela. Necesitás una mujer en tu vida. Es lindo tener niños cerca, porque siempre hay comida. Es lindo tener un lugar limpio y ordenado. Tenía esas cosas y entonces decidí escribir canciones."

"Padezco tres desgracias enormes," declaraba poco antes de comenzar a cantar, "tengo una voz horrible, que ni siquiera es capaz de rasgar un estribillo. Soy pequeño. Tengo un rostro demacrado, e incluso he retenido ciertos vestigios de mi acné juvenil. Y, en fin, realmente tengo el aire de un judío. La única pena es que toco bien la guitarra."
    Fue Bob Dylan el que le dio por primera vez ganas de cantar. Escuchándolo en la radio decidió irse a Nashville y transformar sus poemas en canciones.
    Apoyado por Judy Collins, quien grabó tanto "Suzanne" como "Dress Rehearsal Rag" en su disco In My Life, Cohen se presentó en el festival folk de Newport en 1967, donde llamó la atención del legendario John Hammond de Columbia Records (quien también reclutó a Billie Holiday, Bob Dylan y Bruce Springsteen para el sello). Durante la época de Navidad de ese mismo año, Columbia lanzó su primer disco, The Songs of Leonard Cohen.
    Fue un debut notable, con temas como "Suzanne", "So Long, Marianne" y "Sisters of Mercy", que lo impulsaron a la cima del panteón del pop confesional. Hace unos pocos meses, un periodista escribió: "El tiempo ha sido extraordinariamente amable con Songs of Leonard Cohen. Aunque atrajo considerable fanfarria cuando fue editado en 1968, no todo el mundo fue inmediatamente capturado por sus oscuros encantos. Pero lo que una vez fue encontrado pretencioso y afectado se siente ahora como algo penetrante y sin edad. Sembrado con las que se han convertido en sus canciones más conocidas, el álbum tiene una cualidad narcótica que le debe tanto a los paisajes sonoros, inspirados en el folk más barroco, del productor John Simon, como a las elevadas letras de Cohen y a su voz tan terrenal."

Songs From a Room, el segundo disco de Cohen, editado en 1969, continuó estirando los límites del paisaje de la canción pop.
    Sobre este trabajo, un crítico escribió: "'Elijo las habitaciones en las que vivo con cuidado/ Las ventanas son pequeñas y las paredes están casi desnudas', canta Leonard Cohen en un couplet particularmente revelador de 'Tonight Will Be Fine', uno de los grandes momentos de este disco hábilmente bautizado. El segundo disco del poeta-performer canadiense tiene la textura sub rosa de un escondite en un ático, gracias en parte debido a la contenida producción de Bob Johnston. La voz, cercana al monotono, de Cohen es adecuada para expresar sus meditaciones finamente afiladas, pero no mucho más. Los paisajes musicales de Johnston no son tan atractivos como los que John Simon creó para el debut, aunque unas encantadoras coloraciones orquestales realzan temas como "Bird on the Wire" y "Story of Isaac". Songs From a Room es sólo un esfuerzo secundario cuando se lo compara con su consumado predecesor, pero comparado con cualquier otro, es una grabación excepcionalmente letrada y enigmática realizada por un verdadero artista."
    "Bird on the Wire" es el tema por el cual Cohen desearía ser recordado: "Esa canción es tan importante para mí," declaró hace unos años. "Es esa línea en la que digo que 'juro por esta canción, y por todo lo que he hecho mal, que te recompensaré'. En ese verso hay un voto, que dice que intentaré redimir todo lo que salió mal. Creo que lo he hecho demasiadas veces ahora, pero me gusta seguir renovándolo." "Como un pájaro sobre un cable," canta Cohen, "Como un borracho en un coro de medianoche/ he intentando a mi manera ser libre./ Como una lombriz en un anzuelo,/ Como un caballero de algún libro pasado de moda/ he guardado todos mis honores para vos./ Si he sido cruel,/ espero que puedas dejarlo pasar./ Si he sido falso/ espero que sepas que nunca lo fui con vos.// Como un bebé que nació muerto,/ como una bestia con su cuerno/ Desgarré a todos los que me buscaron./ Pero juro por esta canción/ y por todo lo que hice mal/ que voy a recompensarte./ Vi a un mendigo apoyado en su muleta de madera,/ me dijo, "No debés pedir tanto",/ Y a una mujer bonita recostada sobre su puerta a oscuras,/ me gritó, '¿Por qué no pedir más?'// Oh, como un pájaro sobre un cable,/ como un borracho en un coro de medianoche/ he intentado a mi manera ser libre."

En 1971 fue editado Songs of Love and Hate, disco sobre el cual Cohen declaró: "Supongo que podrías llamarlo artificioso si no te sintieras caritativo conmigo. Yo, ciertamente, no me he sentido caritativo hacia mí mismo con respecto a ese disco de vez en cuando, y he lamentado muchas cosas. Fue sobre-producido y sobre-elaborado... un experimento que falló."
    Aún así, ese experimento que falló contiene al menos dos de las canciones más fascinantes de Cohen (lo que es lo mismo que decir, dos de las más grandes canciones de la historia rock): "Famous Blue Raincoat" y "Joan of Arc".
    En 1972 fue editado Live Songs, un disco en vivo que presenta una improvisación de 14 minutos, "Please Don't Pass Me By" junto a versiones de temas de sus primeros tres discos como "Bird on the Wire", "Story of Isaac" y "Tonight Will Be Fine".
    Es interesante escuchar a Cohen hablar de la experiencia de subirse a un escenario: "Definitivamente vas a un concierto con una plegaria en tus labios. Es innegable. Pienso que cualquier cosa riesgosa que hacés, cualquier cosa que te ponga en la posición en la que podés llegar a ser humillado, como lo hace un concierto... tenés que apoyarte en algo que sea un poco mejor que vos mismo. Yo siento que estoy luchando siempre con el material, ya sea un concierto o un poema o una plegaria o una conversación. Muy rara vez siento que estoy en un estado de gracia en el que hay una especie de fluir que es natural. No habito ese paisaje a menudo. Cuando subís a escena y 5.000 personas pagaron un buen dinero para oírte, hay definitivamente una sensación de que podés arruinarlo. Las posibilidades de desgracia son enormes."
    Interrogado sobre la tensión entre el rol del poeta solitario y el del performer público, Cohen respondió: "Nunca pienso en mí mismo como un poeta solitario. No encuentro conflictos en lo que hago. Hay presiones económicas, y también hay un deseo de seguir cantando y tocando, simplemente porque es lo que sabés hacer. Así que entre eso, y la necesidad de vivir de algo, te encontrás preparando una gira. El que es el verdadero llamado detrás de cualquier vida es difícil de determinar para mí. Va desde pensar que nada de lo que hacemos es terriblemente importante a sentir que cada persona tiene una chispa divina y está aquí para cumplir una misión. Así que entre estas dos posiciones hay mucho espacio. Pero saco un disco y debo salir de gira porque si no nadie va a saber sobre el disco y si nadie sabe del disco, derrota la idea de que la canción se mueva de labio a labio, y también vuelve imposible el hecho de que yo mantenga a mi familia. Así que todas estas cosas conspiran para ponerme arriba de un escenario y con buena suerte poder entretener a la gente durante una noche."

Cohen pertenece a la clase de músicos que creen profundamente en el poder de la palabra y la expresión elaborada y pulida, un tipo cada vez más difícil de encontrar en el rock. El mismo sabe que es una actitud de otra época, pero no la rehuye. "Pienso que me conmovieron, cuando era niño, la música y el tipo de discurso cargado que oía en la sinagoga, donde todo era importante," explica. "La ausencia de lo casual me ha atraído siempre. Siempre he considerado que el hecho de hablar en público es muy, muy importante, y es por eso que nunca me ha conmovido terriblemente el tipo de trabajo que es tan deliberadamente casual, coloquial. Hay muchos grandes maestros de esa forma, como Robert Creeley, pero para mí no es la dulzura. No es delicioso. Yo siempre siento que el mundo fue creado a través de las palabras, a través del discurso en nuestra tradición, y siempre he visto la enorme luz que hay en el discurso cargado, y es eso lo que he aspirado alcanzar. Es una posición riesgosa porque podés obtener un tipo de sonido pretencioso que no llega bien al oído, así que tiene sus riesgos, ese tipo de apego. Pero es ahí donde estoy, honestamente.
    "Siempre me ha conmovido la capacidad de crear el mundo a través de las palabras, y mi mundo es creado de esa manera. Sólo cuando nombrás la cosa se convierte en una realidad. Mucha gente discute esa idea porque limita la percepción directa de las cosas. Todo pasa por las palabras; todo pasa por la idea, y mucha gente siente que las cosas deberían ser capaces de manifestarse, antes de que vos seas consciente, sin el peso de las palabras. Sé que es una idea pasada de moda e impopular en estos días, pero la clase de discurso diseñado para durar para siempre me ha atraído toda mi vida".

New Skin For the Old Ceremony (de 1973), presenta un sonido más orquestado, pero en su temática reaparecen las batallas espirituales de los hombres. Entre sus canciones se encuentran "A Singer Must Die", "Chelsea Hotel #2" (dedicada a Janis Joplin) y "Who By Fire". En esta última, Cohen pregunta: "Y quién por el fuego, quién por el agua/ Quién por la luz del sol, quién por la noche,/ Quién a través de una alta lucha, quién a través de una prueba común/ Quién en tu alegre mes de mayo/ Quién por una decadencia muy lenta,/ Y ¿quién debo decir que está llamando?// Y quién en su deslizamiento solitario, quién por barbitúricos,/ quién en estos reinos del amor, quién por algo brusco,/ Y quién por una avalancha, quién por el polvo,/ Quién por su codicia, quién por su hambre,/ Y ¿quién debo decir que está llamando?// Y quién por una aceptación valerosa, quién por accidente,/ Quién en su soledad, quién en este espejo,/ Quién por orden de su dama, quién por su propia mano,/ Quién en cadenas mortales, quién en el poder,/ Y ¿quién debo decir que está llamando?".
    "Who By Fire" es una de sus canciones más simples, y está marcada por su educación judaica; es, sobre todo, una canción sobre la muerte, un tema sobre el que Cohen declara: "No me gustan los preparativos. El evento en sí, no estoy seguro, pero seguro que no me gustan los preparativos. ['Who By Fire' está basada en una gran plegaria.] Se canta en hebreo en lo que se llama The Day of Atonement. Ese es sólo uno en el calendario judío de días sagrados y el día más solemne, en el que tenés que enfrentarte al juez. Y parte de la literatura de ese día es una recitación de las distintas formas en que podés abandonar este valle de lágrimas. Sabés, algunos se irán por el fuego, otros por el agua, algunos por envenenamiento, algunos colgados, algunos ahogados. Así que de eso se trata: quién por el fuego, quién por el agua. Y yo simplemente lo expandí y lo convertí en parte en algo quizás más complejo -aunque es bastante compleja como está, esa plegaria milenaria."
    En "A Singer Must Die" Cohen canta una línea que dice: "Un cantante debe morir por la mentira en su voz."
    Sobre esta idea, el músico declaró: "Pienso que es mi visión básica sobre el asunto de que no importa realmente aquello de lo que el cantante está hablando, no importa realmente lo que es la canción. Hay algo que busco en la voz de un cantante y eso es algún tipo de verdad. Puede incluso ser la verdad del engaño, la verdad de la deshonestidad en la presentación del propio cantante, pero algo está llegando al oyente, algo que es verdadero, y si eso no está, la canción muere. Y el cantante merece morir también, y, con el tiempo, morirá. Lo que yo busco es esa nota de algo grande manifestado que está más allá del control del cantante."
    "Es una posición muy subversiva. Subversivo tal vez no sea la palabra -es una posición radical que está más allá de la derecha o de la izquierda. Habla de una reacción, una reacción orgánica, convulsiva, que no es ni siquiera una estrategia o un plan de acción, simplemente no podés tolerar cómo son las cosas. No podés tirar la responsabilidad a la policía o a los críticos o a nada -pero toda la canción dice que hay una mentira y porque hay una mentira va a morir."
    Como cantante, Cohen está más relacionado con la tradición de los cantautores, muy fuerte en países como Francia, que con las formas del pop y del rock; él explica: "Mi trabajo ha sido bien recibido en Francia. Una de las razones es que ellos tienen una tradición en la que mi trabajo no desentona. Les gusta oír la batalla en la voz. Quieren oír la verdadera historia. Los conocidos son Brassens y Brel, pero tienen cientos de esos cantantes. Ellos no tienen una preconcepción de lo que la voz debe ser. Así que mis canciones están como en casa allí."

En 1973 comenzó un extenso recreo en el trabajo musical de Cohen. Por entonces declaraba: "Ya no soy un hombre libre; soy un hombre explotado. Una vez, hace mucho tiempo, mis canciones no eran vendidas; encontraban la forma de llegar a la gente, de cualquier manera. Después, la gente se dio cuenta de que podía obtener una ganancia con ellas; después, a mí también me interesó la ganancia. Tengo que luchar con demasiadas personas en demasiados niveles como para tener también que luchar por dinero. Hay mucho que lamentar en el sistema que consiste en poner canciones al alcance de otros. Ahora las compañías grabadoras me presionan para que fuerce mis canciones porque las tiendas quieren que vendan. Yo no voy a forzar mis canciones para ellos."
    Con la intención de suplir su ausencia discográfica, en 1975 fue editado un Best of de su obra.
    Recién dos años más tarde, en 1977, Cohen regresó con su álbum más curioso, Death of a Ladies' Man. Lo que había comenzado como una colaboración con el productor Phil Spector, terminó con la exclusión de Cohen de las etapas finales de grabación. "Fue una catástrofe", recuerda. "Phil mezcló las voces en secreto bajo custodia armada. Tuve que decidir entre alquilar mi propio ejército y luchar en Sunset Boulevard, o ceder. Cedí."
    Recent Songs (de 1979), es un distanciamiento estilístico del predecesor. El muro de sonido de Spector se vio reemplazado por una pátina musical más delicada, en parte debido a la influencia del co-productor Henry Lewy.
    Las letras de Cohen son claramente únicas en el universo del rock, en ellas el sentido y el sonido se entremezclan con gracia: su dominio del lenguaje es notable; y sus letras, aunque profundas y comprometidas, nunca aparecen despojadas de humor e irreverencia. Las canciones de Recent Songs continuaban la "disección de las vicisitudes de la unión hombre-mujer", pero comenzaban a reflejar también sus exploraciones en el campo religioso.

Various Positions (de 1984) fue la expresión máxima de las preocupaciones religiosas de Cohen. Canciones como "Hallelujah", "The Law", y "If It Be Your Will" son salmos contemporáneos, nacidos de una lucha espiritual larga y difícil.
    "Pensé que podía iluminar mi mundo y a aquellos que me rodeaban", le contaba a la revista L.A. Style en 1988, "pensé que podía hacerlo, pero no pude. Es un paisaje en el que hombres mucho más fuertes que vos, más valerosos, nobles y generosos, hombres de grandes logros, se han consumido. Una vez que empezás a tratar material sacro, vas a ser derrotado."
    Refiriéndose al título del disco, explicó: "Cuando estás recogiendo canciones y poniéndolas juntas, las que tenés y las que podés terminar, generalmente caen en una cierta posición: y esta posición me parecía como caminar, como caminar alrededor de la circunferencia de un círculo. Es la misma área observada desde diferentes posiciones. Me gusta tener títulos muy neutrales. Mi último disco se llamó Recent Songs, y ese fue el título más perfecto que se me ocurrió en la vida. Pero Various Positions está bien. El próximo se va a llamar Songs In English."
    En "Hallelujah", Cohen canta: "Decís que tomé el nombre en vano/ Ni siquiera sé el nombre/ Pero si lo hiciera, bueno, realmente, ¿qué significa para vos?/ Hay una explosión de luz/ En cada palabra/ No importa cuál hayas oído/ El Aleluya sagrado o el roto// Aleluya// Hice lo mejor que pude, no fue demasiado/ No podía sentir, así que intenté tocar/ He dicho la verdad, no vine a engañarte/ Y aunque/ Todo salió mal/ Me presento ante el Señor de la Canción/ Sin otra cosa en mi lengua que Aleluya."
    "Al final no hay conflicto entre las cosas," explica Cohen, "al final todo se reconcilia, pero no donde vivimos. Este mundo está lleno de conflictos y lleno de cosas que no pueden ser reconciliadas, pero hay momentos en que podemos trascender el sistema dualista y reconciliarnos y aceptar todo el desorden y eso es lo que quiero decir con Aleluya. Que no importa cuál es la imposibilidad de la situación, hay un momento en el que abrís la boca y extendés los brazos y aceptás el hecho y simplemente decís "Aleluya. Bendito sea el nombre." Y no podés reconciliarlo de ninguna otra manera salvo en esa posición de entrega total, de afirmación total... No dice nada de esto -no vas a poder solucionar esto- no vas a poder establecer, este reino no admite una revolución -no hay una solución para este problema. El único momento en el que podés vivir confortablemente en estos conflictos absolutamente irreconciliables es en este momento en el que lo aceptás todo y decís, 'Mirá, no entiendo una mierda -¡Aleluya! Ese es el único momento en el que vivimos aquí completamente como seres humanos.
    "Como digo en la nueva versión de "Aleluya" 'He visto tu bandera rota en la bóveda de mármol, pero el amor no es una marcha victoriosa, es un Aleluya frío y quebrado.' Nadie va a ganar en esto, ni los hombres ni las mujeres ni los socialistas, ni los conservadores. Nadie va a ganar este asunto. La única vez en la que ganamos es en el momento en que abandonamos la batalla y afirmamos esta situación con una aceptación".

Cohen fue educado en la religión judía en una ciudad muy católica. Ambas religiones tuvieron una enorme influencia en su formación, y este hecho se refleja en su producción artística. Según sus propias palabras: "Provengo de una ciudad muy católica y esas imágenes -verás, yo miro al catolicismo y al cristianismo con mucha comprensión porque no fui criado como cristiano o católico, lo vi operar desde afuera, por decirlo de alguna forma, y no tuve que sufrir ninguna de las cosas que mis amigos decían que tuvieron que sufrir por ello, aunque parecían gente bastante saludable y bastante fuerte y espiritual. Incluso los que se quejan de la tiranía de su educación católica -siempre me dije, bueno, seguro que se quejan de algo real, pero me parece que salen bastante bien, a pesar de eso. Así que tal vez haya una cierta genialidad en esa educación, que opera aunque haya una espina ocasional."
    Aunque su visión de la religión es crítica, también es inteligente, y es por eso que no rechaza de plano ninguna de esas tradiciones: "No quiero establecerme como un enemigo de la religión organizada," explica, "porque esas iglesias, esas mezquitas, esas sinagogas, le brindan alivio a millones y millones de personas, verdadero alivio, así que no creo que sea útil para nadie y para nada convertirse en enemigo de la religión organizada. La religión organizada en el interior es muy tierna con sus miembros. En el exterior tiende a ser antagonística hacia las otras religiones organizadas. Tienden, en su interior, a actuar como una familia; en el exterior tienden a actuar como estados, y se ponen continuamente en una situación abrasiva el uno contra el otro. Eso, pienso yo, es profundamente pecaminoso."
    Continuando con sus exploraciones religiosas, a principios de los '80 Cohen escribió Book of Mercy, un libro de plegarias.
    "Pienso que al escribir, cuando trabajás como escritor, es una destrucción de la pequeña voluntad, estás operando con una clase distinta de combustible," declaró al momento de su publicación. "Pero hay muchas clases distintas de escritura. Existe gente como Charles Bukowski que vuelven gloriosa esa pequeña voluntad, y ese es un tipo de escritura que me gusta mucho: una escritura en la que no hay referencia a nada más allá del propio conflicto del individuo, su propio desorden, su propia lucha. Realmente no vivimos en la escuela del domingo, y Book of Mercy es la escuela del domingo. Es un lindo librito y es una linda escuelita de domingo, pero no es algo que yo podría sostener todo el tiempo. No querría ciertamente defenderlo públicamente. Es una cosa curiosa: un libro privado que tiene una posibilidad pública. Pero no es mi intención hacerme conocido como un escritor de plegarias."

En 1988 fue editado I'm Your Man, un álbum de timbres electrónicos, que contiene en su seno canciones ahora clásicas como "First We Take Manhattan", "Everybody knows" y "Ain't No Cure For Love".
    "Todos saben que los dados están cargados/ Todos los tiran con los dedos cruzados", dice Cohen en 'Everybody knows'. "Todos saben que la guerra ha terminado/ Todos saben que los buenos perdieron/ Todos saben que la lucha estaba arreglada/ Los pobres siguen pobres, los ricos se enriquecen/ Así es como funciona/ Todos lo saben// Todos saben que el barco se está hundiendo/ Todos saben que el capitán mintió/ Todos tienen este sentimiento roto/ Como si su padre o su perro acabara de morir// Todos le están hablando a sus bolsillos/ Todos quieren una caja de chocolates/ Y una rosa con un tallo largo/ Todos lo saben// Todos saben que me amás, nena/ Todos saben que me amás realmente/ Todos saben que has sido fiel/ Ah, salvo una noche o dos/ Todos saben que has sido discreta/ Pero había tanta gente a la que debías encontrar/ Sin tu ropa/ Y todos lo saben// Todos lo saben, todos lo saben/ Así es como funciona/ Todos lo saben// Y todos saben que es ahora o nunca/ Todos saben que o soy yo o sos vos/ Todos saben que vivís para siempre/ Cuando hiciste una o dos líneas/ Todos saben que el trato está podrido/ El viejo Black Joe todavía está recogiendo algodón/ Para tus cintas y moños/ Todos lo saben// Y todos saben que la Plaga está llegando/ Todos saben que se mueve raudamente/ Todos saben que el hombre y la mujer desnudos/ Son tan sólo un producto brillante del pasado/ Todos saben que la escena está muerta/ Pero va a haber un medidor en tu cama/ Que revelará/ Lo que todo el mundo sabe// Y todos saben que estás en problemas/ Todos saben por lo que has pasado/ Desde la cruz sangrienta en la cima del Calvario/ Hasta la playa de Malibú/ Todos saben que se cae a pedazos/ Mirá por última vez a este Sagrado Corazón/ Antes de que explote/ Y todos lo saben// Todos lo saben, todos lo saben/ Es así como funciona/ Todos lo saben/ Todos lo saben".

En 1992, Cohen editó The Future, un disco en el que se destaca su performance vocal y sus apasionantes diatribas y meditaciones.
    Al momento de su edición, en la Rolling Stone un crítico escribió: "The Future es épico y podría tranquilamente haber sido un libro: No se ha escrito jamás una imagen más perturbadora del fracaso humano."
    Basta escuchar las palabras que abren el disco para comprender por qué ha inspirado comentarios como ese: "Devuélvanme mi noche quebrada/ mi cuarto espejado, mi vida secreta/ me siento solitario aquí,/ no queda nadie por torturar/ Dame el control absoluto/ sobre cada alma viviente/ Y quedate a mi lado, nena/ ¡Es una orden!// Dame crack y sexo anal/ Tomá el único árbol que quedó/ y metelo en el agujero/ de tu cultura/ Devolveme el muro de Berlín/ Dame a Stalin y a San Pablo/ He visto el futuro, hermano:/ es asesinato./ Las cosas van a desvanecerse, desvanecerse en todas direcciones/ No habrá nada/ nada que puedas medir/ La ventisca, la ventisca del mundo/ ha cruzado el umbral/ y ha dado vuelta/ el orden del alma/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían// No me conocés/ nunca lo harás, y nunca lo hiciste/ Soy el pequeño judío/ que escribió la Biblia/ He visto a las naciones elevarse y caer/ He oído sus historias, las oí todas/ pero el amor es el único motor de supervivencia/ A tu sirviente aquí le han dicho/ que lo diga con claridad, que lo diga con frialdad:/ Se acabó, no va a llegar más lejos/ Y ahora las ruedas del cielo se detienen/ sentís el látigo del diablo/ Preparate para el futuro:/ es asesinato// Las cosas van a desvanecerse, desvanecerse en todas direcciones/ No habrá nada/ nada que puedas medir/ La ventisca, la ventisca del mundo/ ha cruzado el umbral/ y ha dado vuelta/ el orden del alma/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían// Se va a quebrar el antiguo/ código occidental/ Tu vida privada va a explotar/ Habrá fantasmas/ Habrá fantasmas en la ruta/ y el hombre blanco bailará/ Verás una mujer/ colgada de cabeza/ sus rasgos cubiertos por su vestido caído/ y todos los pequeños poetas apestosos/ que llegan/ intentando sonar como Charlie Manson/ y el hombre blanco bailará// Devuélvanme el muro de Berlín/ devuélvanme a Stalin y a San Pablo/ Denme a Cristo/ denme Hiroshima/ Destruyan otro feto ahora/ No nos gustan los niños, de cualquier manera/ He visto el futuro, nena:/ es asesinato. //Las cosas van a desvanecerse, desvanecerse en todas direcciones/ No habrá nada/ nada que puedas medir/ La ventisca, la ventisca del mundo/ ha cruzado el umbral/ y ha dado vuelta/ el orden del alma/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían/ Cuando dijeron ARREPENTITE ARREPENTITE,/ Me pregunto a qué se referían."

En 1994, Cohen editó Cohen Live!, su segundo disco en vivo, grabado en 1988 y 1993, y que contiene versiones de temas antiguos como "Suzanne" y "Sisters Of Mercy" junto a canciones más nuevas como "Everybody Knows" y "Dance Me To The End Of Love".
    En 1997 fue editado More Best of Leonard Cohen, otra recopilación de su obra grabada.

Desde principios de los '90, la vida del canadiense está estrechamente ligada a la de un monasterio Zen, ubicado a 6.000 pies de altura en las afueras de Los Angeles. ¿El espíritu escéptico renunció al escepticismo?, se preguntaba algún periodista cuando oyó la noticia que relacionaba a Cohen con el zen, temeroso de que la moda budista entre los norteamericanos hubiese contagiado a uno de los últimos bastiones de la inteligencia incorruptible. Pero no había nada que temer: Cohen se tomó muy en serio una de las filosofías más antiguas y generosas del mundo, y, de hecho, la estudiaba desde principios de los '70. En 1996, el músico fue ordenado como monje zen, y desde entonces se lo conoce como Jikan, o "El silencioso".
    Desde las montañas de Los Angeles, Cohen habló en 1997 con un periodista francés, al que le comentó: "Es muy intenso. Te sentás en la habitación de meditación durante cinco horas al día y te ves enfrentado a vos mismo. A veces es agradable, a veces no lo es para nada. Las personas están intentando resolver sus vidas aquí. No hay turistas, nadie viene por el lujo. Así que a veces se sumergen en una introspección muy profunda. Es muy deprimente, muy doloroso. La práctica es difícil, no es una situación permanente salvo para los monjes u otros pocos. [...] Para mí, personalmente, la depresión ha sido un tema toda mi vida, e intenté, como todo el resto, distintas formas de lidiar con ella. Sabés, drogas, mujeres, arte, religión... lo probás todo... Finalmente, como último recurso, vine aquí, porque aquí lo único que hay es un gran salón con algunos almohadones para sentarte con unas pocas personas y para intentar hallar la salvación vos solo, no hay ninguna filosofía dogmática. Hay un viejo aquí, un maestro, tiene 90, es una persona maravillosa para tener cerca porque ya ha resuelto todas las cuestiones de su vida y muestra una libertad de consciencia, y su presencia nutre. [...] Sabés, hay depresiones y depresiones. Lo que quiero decir con depresión en mi caso es que esa depresión no es simplemente una tristeza pasajera. No es como una resaca del fin de semana... la chica no apareció o algo así, no es eso. Clínicamente estoy intentando describirlo como una depresión aguda. No es realmente una depresión, es una forma de violencia mental que te impide que funciones adecuadamente de un momento para el otro. Perdés algo en algún lugar y de repente te agarra una especie de ansiedad del corazón y del espíritu. He tenido que lidiar con esto la mayor parte de mi vida como muchas otras personas y finalmente he hallado un lugar como este donde hay muchas personas como yo. Es un lugar para resolver esto desde el fundamento".
    El hecho de que Cohen no haya editado nuevo material en mucho tiempo no está relacionado con sus retiros; el canadiense ha continuado escribiendo, y, por otra parte, nunca se ha caracterizado por ser prolífico. "Tengo un montón de canciones, letras, poemas...," declaró. "Por supuesto, seguís siendo vos mismo, alguien que está trabajando sobre su vida, y no quiero decir que soy alguien distinto, que he resuelto todo y que he regresado con una suerte de cáliz o algo así, ¡no se trata de eso! Pero a veces me siento así... A veces sentís que has logrado algo, has mirado las cosas con suficiente detalle, y lo has resuelto."
    "Pero no pienso que puedas resolver todo. Esta mente que tenemos sólo nos da tres respuestas: sí, no y quizás. Esas respuestas no son generalmente satisfactorias para las preguntas profundas. Así que estamos continuamente ansiosos, somos criaturas de la ansiedad, es nuestro hábitat natural. Hay unos pocos individuos dotados que emergen de esto, nosotros tratamos de convertirnos en uno pero también tenemos la prueba de que en nuestras vidas podemos llegar a alguna parte pero no podemos liberarnos de lo que somos. No creo que este sea un lugar, la Tierra, en el que podamos resolver estos problemas."
    En cuanto a los votos y a la renuncia, son algo ajeno a la experiencia de Cohen, y no son fundamentales para entender la esencia del budismo, ni para practicarlo.
    "No he renunciado a nada," asegura. "Esta situación ofrece ciertas posibilidades eróticas que no han escapado a algunos de los estudiantes más jóvenes. Es mucho más fácil que recorrer los cafés de París. Para una persona joven con energía -ya que no hay demasiado tiempo libre- es un ambiente muy prometedor. Cuando yo era un estudiante joven, tuve muchas relaciones breves e intensas aquí... el único problema era intentar hacerlas entrar en un horario muy estricto. Es un estilo de vida muy loco. Como dicen, 'No intenten esto en casa!'. Tener una mujer, un hogar y un trabajo es sin duda mucho más fácil. Aquí, es como la tierra de los corazones rotos. Hay otra cosa atrayente en este estilo de vida: hacés un lío de vos mismo. Es tan malo que terminás riéndote de eso. Es tan inhumano que descubre tu humanidad".

Entre los variados tributos a la obra de Leonard Cohen, elijo destacar un trabajo llamado Omega, un disco de flamenco grabado en España que celebra tanto a Leonard Cohen como a García Lorca. Omega fue realizado por Enrique Morente en 1997, y el propio Cohen es un enamorado del tributo: "Lo que me gusta del trabajo de Morente es que lleva mis canciones a su propio terreno. No se siente obligado a hacer ningún tipo de referencia a mi versión, o las referencias son muy sutiles. El hecho de que viera que había una realidad relacionada con el flamenco en mi trabajo es lo que me conmueve más profundamente. Así que lo lleva justo al centro de su propia tradición y lo manifiesta como un objeto de su propia cultura. Eso es lo que me encanta, que le sea propio."
    A&M Records editó en 1995 el tributo Tower of Song: The Songs of Leonard Cohen, en el que participan, entre otros, Bono (cantando "Hallelujah"), Sting & the Chieftains ("Sisters of Mercy"), Tori Amos ("Famous Blue Raincoat"), Peter Gabriel ("Suzanne"), Billy Joel ("Light as the Breeze"), y Suzanne Vega ("Story of Isaac"). Al propio Cohen lo emocionan las reinterpretaciones de sus temas: "Cuando escucho a alguien haciendo una de mis canciones mis juicios críticos pasan inmediatamente a un estado de animación suspendida," asegura. "Quedo noqueado cuando alguien hace un cover mío... En primer lugar, estoy feliz de que alguien ha escuchado la canción y lo conmueve como para reinterpretarla. En segundo lugar, me ofrece un acercamiento completamente fresco a la canción y puedo hacerla penetrar en mi propio proceso crítico."


"El mundo puede tomar cierto tipo de obras en ciertas épocas y en otras épocas no puede", dijo alguna vez Cohen. "No se puede desarrollar una ideología con respecto al mundo o a vos mismo tomando como referencia la forma en que es recibido tu trabajo. Vos simplemente hacés lo que tenés que hacer para satisfacer un cierto apetito o soledad, para tomar contacto con el mundo. Existe una tradición del contacto que ha tenido lugar durante miles de años. No es solamente tu esfuerzo solitario: generaciones de hombres han hecho lo mismo antes que vos, se han inclinado a conectarse de la misma manera. De modo que la tradición está ahí. Podés recostarte sobre ella y ser alentado por ella y sostenido por ella."

Leonard Cohen ha producido a través de los años una serie de obras que continúan desafiando el paso del tiempo. Sus trabajos ofrecen una profunda y bella documentación de la madurez y la supervivencia. Sumergirse en un disco de Cohen es exponerse a una visión del mundo tan potente que puede lastimarnos; esa experiencia, en el momento adecuado, puede tener el mismo efecto que provocan las grandes obras literarias: el de cambiarnos para siempre.

"Me convertí en un escritor", comentó Cohen hace tiempo. "Un poeta tiene conflictos profundos, y es en su obra en donde reconcilia esos conflictos. Ese lugar es la bahía. No le da orden al mundo, en realidad no cambia nada. Sólo es una especie de bahía, es el lugar de la reconciliación, el beso de la paz."
    Como escribió Larry Sloman: "Leonard Cohen nos ha llevado a ese lugar [...] y nuestro mundo se ha vuelto mucho más rico en ese viaje."


m.
mayo de 1999

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