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Liam Gallagher


La otra Inglaterra


A fines de 1992, los cinco miembros de Oasis -que se habían reunido un año antes y nunca habían tocado fuera de su Manchester natal- hicieron dedo hasta Glasgow, Escocia, entraron a un bar, y le dijeron al dueño que no se irían hasta que se les permitiera tocar. El hombre les tomó la palabra y los dejó subir a escena. Unos días después de esa actuación, Oasis, la banda sin manager, sin agente y sin dinero, iba camino a un contrato discográfico y al estrellato. Porque entre los asistentes estaba Alan McGee, dueño de Creation Records -que había perdido un tren esa misma tarde y debió quedarse en Glasgow a la fuerza...
      Desde entonces, Oasis sólo ha ascendido. De la mano de McGee, editaron su primer single, "Supersonic," que entró a los charts independientes en el número uno. Pero nada amedrentaba al compositor de la banda, Noel Gallagher, ni siquiera el hecho de que su segundo sencillo "Shakermaker," saltara casi de inmediato al Top 10 británico: "Todo está sucediendo muy rápido", declaraba. "Pero si esto es presión, dénme más!"
      Falta de confianza no es exactamente uno de los defectos de la banda. Su debut, Definitely Maybe (Definitivamente Quizás), editado en 1994, es un esfuerzo vano y arrogante pero evidentemente seductor porque resultó sumamente exitoso. Letras bastante débiles, algo de plagio ("entretejieron no solamente hilos de otras canciones, sino entramados enteros de ideas musicales existentes"), melodías pegadizas, petulancia y mucha guitarra distorsionada; Oasis se abrió paso sin sutilezas pero con actitud en un rock británico que, a juzgar por las ventas, los venía necesitando.
      Refiriéndose al título del debut, Gallagher explicaba, con su típica actitud rayana en la tontería: "Es una frase que uso todo el tiempo. Es contradictoria, y me gusta eso. No significa nada ¿o sí? Definitivamente quizás."

"Soy el cerebro del grupo. Liam es el idiota de la banda. Y los otros tres son los otros tres", son las palabras que Noel Gallagher utilizaba para describir a su banda. Con eso de ser el cerebro, quería decir que él escribe la música y las letras, y toma las decisiones. Liam, el idiota, es su hermano menor y cantante de la banda, capaz de decir cosas como: "En toda mi vida compuse sólo tres canciones, y dos eran una cagada. Pero escribí el estribillo de "Columbia", así que no soy completamente inútil".
      Sus orígenes son cristalinos: el proletariado del norte de Inglaterra. "Somos de la clase obrera, o más exactamente somos la clase obrera. ¿Los robos de pasacassettes y los asaltos? Los conocimos, gracias", explica Noel. "Cuando la gente de mi generación abandonó el colegio, sólo tenía tres opciones: el fútbol, la música o el desempleo. Por eso hay tantos grandes grupos de rock que salen del norte. Cuando viajo por el resto del país, me doy cuenta de que la gente tiene una cultura más sofisticada, más artística que la nuestra. La cultura del norte es muy urbana. Hemos desarrollado una verdadera subcultura".
      "En los '60, cuando se oía hablar de un amigo de la familia que estaba desocupado, sabíamos que era algo pasajero. Hoy empezás a vivir con la certeza de que nunca vas a encontrar trabajo. Entonces adaptás tu propio estilo de vida a esta nueva realidad: te acostás a las cuatro de la mañana y te levantás al mediodía, porque no tenés nada mejor que hacer, nada que esperar de la vida. [...] ¿Quién tiene ganas de salir de su casa para ir a encontrarse con otros desocupados? Entonces está cada uno por su lado, la gente se queda en casa. Conozco calles enteras de Manchester en las que ya nadie tiene trabajo. Y nadie se habla, la gente tiene vergüenza y se esconde. No tienen nada que contarse, viven al día. Si yo no hubiera tenido el fútbol y la guitarra, quién sabe cómo hubiera terminado... Recibí este talento para hacer canciones y vivir de ello. Así que hago lo mejor que puedo para distraer a la gente. Porque sé que no puedo hacer nada mejor por ellos. Tres minutos treinta de felicidad en el medio de una vida triste y banal, ésa es desgraciadamente mi única colaboración."
      Y el bueno de Liam completa la imagen de ese estilo de vida al que lograron escapar: "No siento nostalgia de la adolescencia: ¿cómo se puede sentir nostalgia del desempleo, de la impotencia?. [...] Si no fuera por este grupo, no hubiera hecho nada de mi vida. Me hubiera quedado en mi casa, impasible, sentado en una silla."

Difícil escaparle a la estadística cuando se habla de Oasis; su música no ofrece demasiados interrogantes, es simple, directa, melódica, enérgica, a mitad de camino entre los Beatles y los Sex Pistols. La mayor parte de las cosas que se han escrito sobre el grupo versan sobre su actitud, sus escándalos, sus impresionantes ventas y su poder de convocatoria. Es evidente que es atractivo para la gente; y no solamente en Inglaterra: el debut vendió dos millones de copias en todo el mundo.
      Con su segundo disco, (What's The Story) Morning Glory, de 1995, se volvieron aún más populares, de la mano de hits como "Wonderwall" y "Roll With it". El sucesor del debut contiene la misma cantidad de melodías pegadizas, la misma energía y la misma, dudosa, calidad en las letras. "Debo admitirlo: mis letras no son gran cosa," explica Noel. "Pero pasa que soy bueno sobre todo para escribir la música. El resto, las palabras, es una cuestión de rima. [...] Esa es mi mayor falla. Me siento y digo, "Mierda, ¿qué voy a decir?" Dije todo lo que quería decir en "Rock'n'Roll Star". [...] No quiero desnudar mi alma. Las letras para mí son un área gris, y no sé de qué se trata." Más bien es una cuestión de emoción y de energía.

Millones de discos vendidos, giras super-exitosas, escándalos: nada más característico en la historia de Oasis. Múltiples alejamientos y separaciones han marcado cada uno de los pasos que han dado. Es claro para todos que mientras Noel no deje la banda, Oasis seguirá existiendo. "En el fondo, lo que me impulsa a seguir adelante es pensar en mi madre y en Liam," explica. "Si el grupo se acabara, mi hermanito no podría hacer ninguna otra cosa con su vida. Y eso mi madre no me lo perdonaría jamás."
      La actitud de Noel, arrogante y sincera, es uno de los puntos fuertes de la banda: "Gran parte de mi generación se ha pasado la vida mirándole los dientes a caballo regalado. Supongo que todavía estaríamos en Manchester si no nos hubiéramos puesto de pie y si no hubiéramos dicho, "A la mierda, por qué no". Si no lo hacés para cuando tenés 25, entonces se te está escapando. Toda la confianza que te tenés se erosiona a partir de los 25. Las cosas que querés ser en la vida, si no las conseguís para cuando tenés 25, pensás, ¿esto es todo? No hay nada malo en arriesgarse. Mi mamá siempre me decía, "Dios ama a quien intenta"."

La fama de bocones y maleducados de los Gallagher no es injustificada. Sin embargo, su sinceridad es admirable. El todavía escandaloso tema "drogas" no es exactamente un problema a ocultar para ellos.
      Hace unos años, Noel declaraba: "En Oasis, Guigsy, Bonehead y Alan White no toman drogas. Yo y nuestro Liam sí lo hacemos. Tomaremos cualquier cosa que se nos ponga delante porque . . . simplemente es la clase de tipos que somos. Pero nunca lo hicimos para subir a escena. Nunca tomamos heroína o crack. Tomamos demasiadas drogas, sí, y desearía nunca haber empezado. De hecho, desearía nunca haber empezado a fumar cigarrillos o a beber cerveza o a tomar cocaína porque ahora tendría mucho más dinero del que tengo."
      "Lo bueno que tenemos es que somos honestos. Si se nos pregunta si tomamos drogas, decimos que sí. Mi mamá me crió para no ser un mentiroso. Tomo cocaína. Gran cosa. Es algo social y lo he estado haciendo desde antes de estar en una banda. Pero estamos en un círculo vicioso. Te convertís en un adicto. Yo no lo soy. De hecho, antes de esta noche no he tomado ni un trago ni drogas por una semana. Es una dependencia psicológica. Cuando sos joven y estás desempleado y no tenés dinero, lo único que te queda es el estúpido drug deal. Por una libra cada fin de semana tal vez puedas escapar del lugar en el que estás. Después eso se convierte en la norma. [...] Nuestra mamá ha estado intentando lidiar con el hábito de las drogas de sus hijos por 10 años. No es nada nuevo. Nos llevó hasta el borde de la adultez y al final dijo, "Esta es la izquierda, esta es la derecha, esto es negro, esto es blanco, esto está mal, eso está bien. Les digo esto. Si no lo aceptan, váyanse a la mierda." Mi mamá se avergüenza cuando lee en la prensa sobre el uso de drogas. Le preocupa porque después se lo tiene que explicar a mi abuela. Pero mi abuela también se lo toma bien. Entiende de qué se trata: no somos malos chicos, sólo que a veces tenemos que ir y hacerlo de vez en cuando".

Be Here Now, tercer disco de estudio, editado en 1997, no trajo ninguna sorpresa consigo, salvo, tal vez, el apabullante muro de sonido de una producción sin frenos. Con la misma música y actitud de siempre, Oasis se impuso de nuevo.
      Y, más allá de la postura de los hermanos Gallagher y de declaraciones insultantes, el éxito no le hizo demasiada mella a sus personalidades y las relaciones entre los miembros de la banda, en privado, están lejos de ser caóticas. Las reglas estuvieron establecidas desde el principio y nadie se negó a acatarlas.
      "Lo más importante es que aunque las regalías en los discos se dividen en cinco, yo soy el que escribe las canciones y me quedo con la publicación," explica el mayor de los Gallagher. "No es una fuente de conflictos. Si están celosos, nunca me lo dijeron. No puedo creer que pretendan una parte de mis canciones. [...] No creo que una línea de bajo haya hecho mejor o peor una de nuestras canciones. No llegué a donde estoy hoy sin haber perdido un montón de amigos en Manchester por estar tan concentrado en la escritura de mis canciones. Cuando escribo una canción, eso es todo. Me siento en esta silla durante 48 horas, fumando, bebiendo, tocando la misma línea una y otra vez. Enloquezco a esa chica. Cuando paso por todo eso, los chicos están en sus camas tibias, con sus vidas cómodas -todo es fácil para ellos. Y cuando es hora de hacer un nuevo disco, se levantan a la mañana y dicen, "¿dónde están las nuevas canciones?" Yo tengo que hacerlas. Es natural para mí, pero tenés que matarte trabajando, y yo lo hago. Vivo esta banda 24 horas al día. Pero si todo esto se detiene mañana, yo soy el padrino de la hija de Bonehead, y soy el hermano de Liam Gallagher, y el mejor amigo de Paul McGuigan, y de Alan White. Somos una familia. Lo que yo tengo, lo pueden tener ellos."
      Liam, por su parte, no ha dejado de recalcar el nivel de las canciones de su hermano, ¿qué es lo que piensa Noel de ellas? "Si se me tomara ahora y se pusieran mis dos primeros discos al lado de los dos primeros discos de John Lennon, Jimi Hendrix, Ray Davies, Steve Marriott, de cualquiera, yo estoy ahí. Estoy con los Beatles. Si se me pregunta dónde estaré después de mi octavo álbum en comparación con los Beatles, entonces ellos me harán mierda. Probablemente."

En 1998, editaron The Masterplan (El plan maestro), una floja colección de lados B, sin ningún inédito, que no dejó conforme a nadie salvo a ellos mismos y a Creation. Hay, sin embargo, unas pequeñas joyas en "Underneath the Sky" y "Going Nowhere". No es imposible que Oasis produzca cosas de calidad; muy a menudo no parece interesarles en exceso.
      "El plan maestro era ser la banda más grande del mundo, y probablemente lo fuimos durante un año, sobre todo en agosto del '96 y seis meses después. Todo se ha nivelado desde entonces, eso está bien porque nos ha quitado un poco de carga. Pero el plan maestro siempre fue hacer grandes discos. No creo que la gente haga grandes discos ahora. Escriben grandes canciones pero no hacen grandes discos, o hacen grandes discos pero no escriben grandes canciones. Algo en el medio. Solamente podés intentar hacer lo mejor, ¿no?"
      Sobre su costumbre de editar sencillos con lados B originales, Noel explica: "Siempre he sido fan de The Jam y de los Smiths y siempre tuvieron grandes lados B. De manera que fue mi educación como songwriter, realmente -no veo la justificación de sacar un single y seis remixes. Para mí eso es robarle a la gente."
      En The Masterplan, aparte de las influencias usuales en la música de Oasis, se nota la de Bacharach en "Half The World Away", en absoluto negada por Noel: "Es Burt Bacharach. Siempre me habían gustado los acordes de "This Guy's in Love With You" y alguien me mostró cómo tocarla en la guitarra, de modo que es de ahí de donde me robé los acordes."
      A muchos les ha disgustado sobremanera la versión de "I am the Walrus" de los Beatles. Noel explica la historia detrás de esa interpretación: "Cuando íbamos a tocar a Liverpool en el '91 y '92, solíamos hacer de soporte de grupos de la zona. Y nos solían decir: "Acá está la banda que piensa que son los Beatles" -que nunca fue verdad en realidad, ninguno de nosotros pensó jamás que éramos los Beatles -salvo Liam, que piensa que es John Lennon. Pero estos tipos de Liverpool tocaban canciones obvias de los Beatles. Creo que nadie había hecho "I Am The Walrus" en vivo, ni siquiera los Beatles. Totalmente borrachos decimos, "Por lo tanto, vamos a encarar 'I Am The Walrus'". Nos llevó meses lograrlo, entonces fuimos a Liverpool una noche y la tocamos, y todo el mundo se fue después de los 25 minutos! Dura unos nueve minutos en el single pero le hicimos un fade out en el disco en los seis porque sigue y sigue para siempre. [...] Mucha gente en su momento pensó "Oh, es mejor que la versión de los Beatles," a lo cuál pensé, "entonces debe hacer mucho tiempo que no escuchás el disco." Simplemente hay más guitarras en esta, es un poco más rápida y mucho más ruidosa. A propósito, la guitarra es una mierda porque estaba borracho."

A principios de 2000, el grupo editó su irregular cuarto disco de estudio, Standing on the Shoulder of Giants. La grabación del álbum estuvo marcada por la partida de Bonehead y de Guigsy, que fueron reemplazados por Gem (ex Heavy Stereo) y Andy Bell (ex Ride). Noel explica: "Para serte sincero, realmente no sé por qué Bonehead y Guigsy abandonaron Oasis. La razón que dieron era que querían pasar más tiempo con sus familias, algo que me parece respetable, por más que me cueste entender que uno tenga ganas de quedarse en su casa cuando forma parte del grupo más grande del mundo. Sencillamente se fueron del estudio diciendo 'nos vamos' y nosotros les contestamos 'OK'. Eso fue todo. Las relaciones eran más bien buenas dentro del estudio, no había más tensiones que otras veces, no había desavenencias musicales demasiado especiales; o en todo caso, nadie las mencionó. En ese momento, el alejamiento de ellos resultó molesto, pero ahora pienso que es lo mejor que podía haberle pasado al grupo, porque sus reemplazantes son realmente fantásticos. En el plano musical, me sentía muy frustrado tocando con Bonehead y Guigsy, sencillamente porque no eran demasiado buenos. El hecho es que, a la hora de grabar este disco, nos volvimos más serios, más profesionales. Tal vez esa orientación no les gustara."
    Sobre el contexto en el que nació el nuevo disco, Noel declara: "Creo que con Be Here Now le perdimos el respeto al público. La gente que escucha música nos tomó por unos simples bromistas, sólo preocupados por las drogas y la fama. Teníamos que alejarnos de toda esa mierda, concentrarnos en la composición y en la grabación. Para hacer este disco, en un principio tuve un completo vacío compositivo. Entre la grabación de Be Here Now y comienzos del '98 me fue imposible componer. Me sentía acabado. De hecho, ya no componía más: no tenía ganas de hacerlo. Estaba cansado de escribir canciones, cansado de ser una estrella de rock, cansado de Liam, del grupo, de mí mismo. Había llegado al punto en que ya no soportaba nada más de la vida de estrella de rock: los malditos viajes, las malditas revistas, los malditos fotógrafos, los malditos conflictos. Todo eso no vale nada. Tuve una especie de depresión, de la que logré salir yéndome a vivir al campo y dejando de tomar drogas. Y pude dejarlas quedándome solo en mi casa, con las puertas y las ventanas cerradas. No me tomó demasiado tiempo, sólo dos o tres meses. Hubiera podido pagarle 20.000 libras a un doctor para que me recetara una cura, pero no hubiera sido lo mismo. No necesité de nadie para drogarme, así que no veo por qué hubiera necesitado de alguien para dejar de hacerlo. Fue tan sencillo como eso: una vez que dejé de drogarme todas las noches, volví a estar en un estado de ánimo propicio para la composición. Entonces empezó una época fabulosa para mí." Puede que Gallagher esté pasando un momento fabuloso, pero su Standing... difícilmente pueda ser descrito con ese calificativo sin cometer una injusticia con el lector: el disco comienza muy bien, pero a patir de la mitad se vuelve inconsistente -el resultado es una escucha frustrante y poco placentera.

¿Cómo ve el mayor de los Gallagher su discografía, ampliada recientemente? "No me gusta Be Here Now. Tampoco me gusta Morning Glory; los singles no están tan mal, pero el resto no es demasiado bueno. En Be Here Now, los singles no son demasiado buenos y el resto es pura mierda. En Definitely Maybe, hay seis o siete muy buenas canciones. En el nuevo pasa lo mismo: seis o siete buenas canciones. No creo que este disco sea una obra maestra, pero es posible que el próximo lo sea."

Es claro que por el momento los anales del rock no registrarán a Oasis por sus méritos artísticos. Lo que tienen para decir es desalentadoramente simple, la forma, ni demasiado sutil, ni demasiado original.
      "El grupo ya no le interesa a nadie. Lo que fascina en Oasis es el fenómeno", escribió un periodista. Es cierto, ¿acaso alguna vez importaron las canciones de Oasis? Tal vez importar no sea la palabra; a la gente le gustan: es una música pegadiza, primaria, algo hueca, algo divertida, bravucona, celebratoria. El pequeño circo de los hermanos Gallagher irrita, vende, divierte; le da a la prensa lo que pide, la usa descaradamente y la prensa le devuelve el favor -un intercambio de gentilezas que se parece más a un negocio que a una gran pasión por la música.
      El nuevo milenio verá la evolución o la fidelidad de Oasis a su pasado. Podemos esperar que nos sorprendan, que confirmen nuestras sospechas, o no esperar nada. La calidad de su música hasta el momento nos provoca la fea sensación, para tratarse de una de las bandas de rock más populares del mundo, de no desear nada más de ellos. Pero, quién sabe, tal vez nos sorprendan, después de todo.

m.
agosto de 1999

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