¿Quién mató a Kurt Cobain?
Una película y un libro acusan a su viuda, Courtney Love, de estar detrás del suicidio del líder de Nirvana
.- La sospecha comenzó a tomar cuerpo entre los admiradores de Kurt Cobain a los pocos días de su muerte, en abril de 1994. ¿Fue un suicidio o un asesinato encubierto? ¿Apretó el gatillo él mismo o lo hizo alguien por orden expresa de Courtney Love?
El propio padre de la cantante sospecha de su hija - El músico anunció su divorcio, lo que hubiera supuesto para ella perder una fortuna, al haber separación de bienes - Logró retirar el filme del festival de Sundance tras muchas presiones
Los rumores llevaban meses circulando por Internet, y ahora acaban de fraguar en un libro (¿Quién mató a Kurt Cobain?) y en una película (Kurt and Courtney) que dejan por los suelos la reputación de la viuda negra del rock y sacan a la luz los puntos oscuros de la investigación. A la nueva y pulcra Courtney Love -nada que ver con la rockera yonqui de hace cuatro años- le preocupa sobre todo la película, dirigida por Nick Broomfield.
Hace tres meses consiguió que la retiraran del cartel del Festival de Sundance mediante todo tipo de amenazas judiciales. El filme, sin embargo, se estrenó en febrero en una pequeña sala de San Francisco. Su éxito ha sido tal que ya tiene distribuidor, y pronto podrá verse en los Estados Unidos. Love anda meditando estos días si le conviene o no meterse en pleitos de abogados en vísperas del lanzamiento de su próximo disco.
En la película, es su propio padre, Hank Harrison, quien lanza el dardo acusador contra su hija: «Espero que no me maten por decir esto, pero estoy convencido de que Courtney tuvo algo que ver con la muerte de Kurt Cobain, o que al menos sabe quién lo hizo». A esa conclusión llega tras haberse entrevistado con decenas de familiares y amigos de Kurt, sobre todo el padre, Don Cobain, quien le comunicó que su hijo tenía pensado divorciarse.
En el libro, escrito al alimón por dos músicos y periodistas canadienses (Ian Halperin y Max Wallace), las acusaciones son aún más directas: el detective privado Tom Grant sostiene que Courtney Love fue la autora de una conspiración para acabar con la vida de su marido.
Tom Grant fue contratado precisamente por Courtney Love para dar con el paradero de su marido, que se había escapado de un centro de rehabilitación para drogadictos una semana antes de su muerte. Grant está convencido de que Love lo utilizó como parte de su coartada.
Cuando el cuerpo sin vida de Kurt Cobain fue encontrado en su propia casa, junto a una pistola, una jeringuilla y un reguero de sangre, la policía dio carpetazo al caso: inequívoco suicidio. Grant, sin embargo, siguió juntando piezas, y semanas después le dirigió una carta de su puño y letra a Courtney Love: «Considero la muerte de su marido altamente sospechosa (...) Me tomo la libertad de seguir investigando por mi cuenta sin costes adicionales para usted».
Grant quiere convencer al sargento Cameron, jefe de la División de Homicidios de la Policía de Seattle, de que reabra el caso. Estas son algunas de sus revelaciones:
Extraño suicidio.- Ni en la pistola, ni en la caja de las balas, ni en la pluma que se supone utilizó Kurt Cobain para firmar su carta de despedida se han hallado sus huellas digitales. En su cuerpo se encontró una dosis de heroína tres veces superior a la considerada letal. Según varios médicos, Cobain no habría sido capaz de disparar con tal cantidad de heroína en sus venas; el pinchazo lo habría dejado inconsciente. La nota de suicidio parece más bien una carta que anuncia su retirada del mundo musical. La única referencia al suicidio está en las cuatro líneas finales, escritas bajo su firma. Según dos reconocidos grafólogos, esas cuatro líneas fueron escritas por otra persona. El informe del forense, Nikolas Hartshorne, sirvió de base a la policía para que diera por cerrado el caso como un suicidio. Hartshorne era amigo de Courtney Love.
De misterio en misterio.- La tarjeta de crédito de Kurt Cobain se utilizó dos veces entre la hora en que se supone que murió y el momento en que fue encontrado su cuerpo. Su tarjeta no apareció entre sus efectos personales. La policía no pudo saber quién usó su tarjeta y por qué.
Eldon Hoke -un extravagante músico más conocido como el Duce, el rey del porno-metal- aseguró que Courtney Love le llegó a ofrecer 50.000 dólares en 1993 por acabar con la vida su marido. El Duce se prestó a colaborar con el director de Kurt and Courtney. Una semana después de filmar su testimonio, el 19 abril del 97, murió arrollado por un tren en misteriosas circunstancias. La última vez que lo vieron fue en un bar, acompañado por un desconocido del que nunca se supo.
Kristen Pfaff, miembro del grupo Hole, liderado por Courney Love, apareció muerta en la bañera de su apartamento dos meses después de la desaparición de Kurt Cobain. El médico que certificó su muerte -por aparente sobredosis- fue Nikolas Hartshorne, el mismo que dio por bueno el suicidio de Cobain. Kristen Pfaff era amiga del músico y siempre sospechó que había algo oscuro detrás de su muerte.
La coartada.- Courtney Love estaba en Los Angeles promocionando el lanzamiento de su nuevo disco (Love through this), cuando se estaba gestando la muerte de Kurt. La noche anterior fue detenida por posesión de estupefacientes en su habitación del hotel Península. Alguien había llamado a la policía para alertar de la presencia en el hotel de «una posible víctima de sobredosis». Tom Grant ha averiguado que la llamada a la policía fue realizada desde su misma habitación.
Tom Grant parece tener bien claro el móvil: la fortuna del líder de Nirvana (de la que no vería un duro si se divorciaban porque tenían hecha separación de bienes), la liberación personal y el despegue profesional sin el sortilegio del marido famoso.
-------------------------------------------------------------------------------- Adiós Seattle, hola Beverly Hills
Desde que murió su marido, Love se ha consagrado en cuerpo y alma a la promoción de sí misma. Como si hubiera servido de catapulta, el suicidio de Cobain la lanzó al estrellato, a las pasarelas, a las fiestas y a las películas.
Su metamorfosis fue diseñada casi por ordenador. La agencia neoyorquina PMK se encargó de ello (y le pasó factura, del orden de dos millones de pesetas mensuales).
El resultado fue prodigioso: sin hacer poco más que una película (El escándalo de Larry Flint), Courtney Love ha copado las portadas de infinidad de revistas. Su estética grunge ha dejado paso a lo último de Versace. Su rostro y su cuerpo quedaron casi irreconocibles tras pasar por el túnel de lavado de la cirugía estética.
Adiós a Seattle y bienvenida a Beverly Hills, donde se ha comprado una mansión de 500 millones de pesetas, y donde aspira a seguir los pasos de su amiga Madonna, con cuatro películas rodadas en los últimos años y dos más en camino.
Casi todos creíamos que sus delirios hollywoodenses habían enterrado a la Courtney rockera, pero resulta que no, que gracias a las buenas artes de Michael Beinhorn ha sido capaz de volver a coger la guitarra. El nuevo disco de Hole, su grupo, sale a la venta el próximo 2 de junio, aunque ya nos llega el olor de la campaña de marketing.
Cuatro años después de "Live through this", el álbum que la encaramó a la fama mundial, las expectativas son altas. El lanzamiento será tan extraordinario o más que el del último elepé de Madonna. Lo que no parece tener tan claro Courtney Love es su vuelta a los escenarios. De momento, no habrá gira veraniega. Cuesta calibrar cuál sería la reacción del público. La actriz-modelo-cantante tiene aún muy presente lo que ocurrió en uno de sus últimos conciertos en Vancouver. Se lanzó sobre sus fans en pleno delirio rockero y volvió prácticamente desnuda al escenario, tras haber perdido por el camino las bragas. «Aquello fue lo más parecido a una violación», declaró.
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