Antes que nada, quiero decirte que lo que a continuación voy a expresar está basado principalmente en mi propia experiencia de vida... Pero a final de cuentas, ¿a quién no le ha pasado?...

Alguna vez escuché a alguien decir que “un hermano no siempre es un amigo, pero que un amigo siempre es un hermano”... A lo largo de nuestra efímera existencia en este planeta llegamos a conocer (al menos superficialmente) alrededor de unas 1000 personas, entres las que se encuentran primeramente aquellos a quienes llamamos familia y están también aquellos a quienes llamamos amigos...

Amigos... Una palabra tan llena de significado que simplemente nos llena de alegría con tan sólo mencionarla. Desgraciadamente no todas aquellas personas que conocemos fuera del núcleo familiar merecen tal distinción, aunque equivocadamente terminamos utilizándola para nombrar a aquellos que de alguna manera interactúan en nuestra vida cotidiana... Así llamamos “amigos” a los compañeros de la clase; llamamos “amigos” a los amigos de nuestros amigos, que en realidad a veces ni siquiera resultan ser amigables con uno; llamamos “amigos” a los vecinos, a los compañeros del trabajo, al fulano o fulana que conocimos en el autobús en aquel viaje fuera de la ciudad, a los colados que de repente llegan y se sientan a pistear con uno, etc., etc., etc...

Pero bueno, en realidad ¿quién o qué es un amigo? Un amigo es aquel que siempre está contigo en las buenas y en las malas; aquel que sabe que no necesita una invitación para asistir a tus fiestas, así como también sabe que no la necesita para asistirte cuando tienes problemas...

Un amigo es alguien que por tu forma de ser y de sentir ha decidido que quiere compartir contigo su propia forma de ser y de sentir, aunque en algunas ocasiones salten las clásicas diferencias que por nuestra naturaleza y condición humanas nos hace ser diferentes a los demás; pero un amigo comprende que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, así que te acepta como eres porque sabe que tú harás lo mismo por él...

Un amigo es alguien en quien puedes confiar y que a su vez sabe que puede confiar en ti. Un verdadero amigo no se anda con hipocresías, brindándote una sonrisa de oreja a oreja delante de ti y clavándote un puñal a tus espaldas hablando pestes de ti... Particularmente quiero detenerme en este punto, que es el principal motivo que me lleva a escribir estas líneas...

A lo largo de toda mi vida, me he caracterizado por ser una persona muy diferente a los demás; consecuencia de ello he tenido muchos problemas de los cuales realmente los que más me hieren son los ocasionados por gentes que se han dicho ser mis “amigos”, gentes a las que les he entregado una amistad franca y sin hipocresías y a cambio me han dado pura mierda...

Yo disfruto ser y ver gente diferente, gente que tiene personalidad propia y carisma; toda esa fuerza interior que se comunica con una sola mirada. Somos personas que movemos al mundo sin tenerle que pedir permiso para hacerlo. Esa actitud invita y muestra tendencias alternativas a otras personas que aún luchan por conocer el placer de su propia independencia, mostrándose indecisos ante su soledad...

¿Cómo pretenden que sea como los demás, si odio todo lo que signifique masificación impuesta? Yo no soy igual a nadie, mi huella digital lo prueba y mi apariencia es diferente porque aún tengo un poco de creatividad que me hace sentir bien y encontrarme con quien tiene la fuerza suficiente para enfrentarse ante todo y expresarlo con todo detalle.

Todos aquellos que en algún momento han hecho burla de mi a mis espaldas (porque son tan cobardes que ni siquiera se atreven a decirme las cosas de frente) lo hacen más que nada por envidia, porque ven en mi el reflejo de lo que por dentro anhelan a gritos ser, pero que no tienen los cojones suficientes para hacerlo; por ello se les hace más fácil criticarme y querer hacerme ver como la burla de todo el mundo... Sin embargo, a la mayoría procuro hacerles creer que no me entero de nada, que sigo siendo el “amigo” de siempre, pues como sabiamente alguien dijera alguna vez: “quiero a mis amigos cerca y a mis enemigos TODAVÍA MÁS CERCA”... En realidad disfruto de su mascarada, pero lo que definitivamente voy a disfrutar más será el día en que sus máscaras se caigan ante mi en frente de todos; ese día tomaré mi venganza y lavaré mi nombre con su sangre sin que sepan ni que chingados les paso … Ese es el puro estilo Vampiro (y sabes bien que es en serio)…

A todos ellos les digo que hoy por hoy me enorgullezco de lo que soy porque no soy producto de una vulgar y prefabricada apariencia “socialmente aceptada”. Yo si puedo preciarme de ser una persona franca y honesta que no tengo miedo de ser como soy y que por ende no necesito esconderme cobardemente detrás de estúpidas máscaras de hipocresía para brindar mi amistad... Yo sé que ellos se ríen de mi porque soy diferente, ¿pero sabes qué? yo me río más de ellos porque TODOS SON IGUALES, porque NO TIENEN EL VALOR CIVIL DE ATREVERSE A SER DIFERENTES, y más aún, PORQUE NO TIENEN LAS AGALLAS PARA DECIRME LAS COSAS DE FRENTE...

Si tu has pasado por alguna situación similar, sabrás de lo que estoy hablando, y por lo tanto, creo que estarás de acuerdo conmigo en que de todas esas 1000 personas que conocemos a lo largo de nuestra vida, a unas les llamamos familiares, a otras que se cuentan con los dedos de una sola mano (y a veces hasta nos sobran dedos) les llamamos sinceramente AMIGOS y los que restan... esos son simplemente CONOCIDOS...