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HISTORIA DE LAMBORGHINI
Ferruccio Lamborghini había
conseguido amasar una gran fortuna con la fabricación
de tractores y material de calefacción y acondicionamiento
de aire. Se cuenta que poseía un Ferrarri que solo le
daba problemas, descontento y furioso al saber que Enzo Ferrarri
no se interesaba en absoluto por su automóvil, Ferruccio
decidió construir un coche de gran turismo mejor que cualquiera
de los que hasta entonces había conducido -incluido Ferrarri
y Maserati-.
El primer Lamborghini, cuyo emblema era el toro actualmente
conocido por todos, fue el 350 GTV. Se expuso en el Salón
de Turín en 1963 y fue toda una sensación. Era
un gran coche de 4 ruedas independientes, un coupé muy
original diseñado por Scaglione. Allí empezó
la historia de Lamborghini. Si actualmente se habla de la expansión
de la marca, no siempre fue así: durante los primeros
25 años, se trataba más bien de sobrevivir.
Pocos observadores del lanzamiento del primer Lamborghini
daban a la marca más de unos pocos años de vida...
y poco faltó para que tuvieran razón, ya que a
los pocos años su fundador perdió gran parte de
su fortuna. Hubo un ir y venir de varios propietarios y aunque
en 1978 sólo salieron 16 coches de la cadena de producción,
aun siguen vivos estos pura sangre italianos.
El siguiente lanzamiento fue bautizado con el nombre
P400 el chasis inacabado se presentó en el Salón
de Turín de 1965. donde Nuccio Bertone, que anteriormente
había rechazado trabajar para Lamborghini, lo descubrió
y vio la ocasión de producir una carrocería extraordinaria.
En 1966 apareció el Miura, aunque la producción
no había sido planeada, Ferruccio fue tan sensible a las
reacciones de la prensa y del publico -17 pedidos-, que encargó
en el acto 20 carrocerís a Bertone.
Otros coches no menos apasionantes le sucedieron, entre
ellos el espectacular Espada y le Urraco, mas pequeño
y más barato; susceptible de hacer competencia al Ferrarri
Dino y al Porche 911. Sin embargo, el más espectacular
de los Lamborghini fue el Countach, vocablo que equivale a "Puah!",
en su pronunciación piamontesca. Era el coche de serie
más rápido del mundo, un sorprendente ejercicio
de estilo que ha soportado la prueba del tiempo, ya que empezó
a construirse en 1971 y su extraordinario morro no se ha arrugado
con el paso del tiempo.
La voraz pasión de Ferruccio por su marca se
enfrió a principios de los 70. Durante los dos siguientes
años cedió sus acciones de la fábrica de
automóviles y se retiró a Ombrie donde se consagró
a la viticultura. La expansión de la marca volvió
con la aparición del Diablo -Un sueño hecho realidad-
con una linea tan agresiva como la del Countach aunque con contornos
mas suaves y una mecanica muy superior, su asombroso morro parece
una flecha deseando penetrar en el aire. Actualmente el poseedor
de esta marca es Lee A. Iacocca, el presidente de Chrysler y
Maserati. Lee Iacocca dijo: "El Lamborghini Countach me
ha gustado tanto que adquirí directamente la empresa."
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