Umiña 10 -
Noviembre de 1999Umiña
: Deidad Inka de dos cabezas, con la de adelante mira el pasado, al que fue,con la de atrás mira al futuro, a lo que vendrá
E
s una publicación de SUR, Centro de Educación Popular, Asesoría e Investigación.Sumario
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"...los zapatistas, en voz de su líder enmascarado, declararon que de por sí eso son los zapatistas, insólitos puentes que atraviesan no sólo México, dicen, sino todos los diferentes mundos que en el mundo son y han sido..." |
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"... la formación política, tal como la pensamos, es realizada por aquellos integrantes de un grupo u organización que, partiendo de una práctica política concreta, se dispone a reflexionar sobre la misma..." |
"... el modelo neoliberal de la Ley federal de Educación, que postula la competencia salvaje y la escuela como formadora de mano de obra barata, de haceres y no de saberes, todavía no logró ingresar completamente..." |
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"...la orientación conceptual del tema de la educación popular apunta a pensar la EP como práctica pedagógica-política de fortalecimiento de las luchas y los grupos populares..." |
"...el problema no es si son muchos o pocos los logros, sino si son o no suficientes...." |
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"...deshaciendo ovillos..." |
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"...hoy hay posibilidades de avanzar por caminos de los que sabemos poco, donde la experiencia es muy pobre y limitada si la comparamos con otros países de América Latina..." |
"...una herramienta estratégica para el trabajo de formación política..." |
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"...¿qué es el neoliberalismo? un programa de destrucción de las estructuras colectivas que son capaces de poner trabas a la lógica del mercado puro..." |
"...el MST reúne en sí mismo tres caracteres complementarios: su carácter sindical, su carácter pupular y su carácter político.." |
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"...para el Banco Mundial es necesaria una renovación radical de la educación superior...para que responda a las demandas del mercado...define la educación superior como un bien privado, como cualquier bien que ofrece el mercado..." |
"... en la escuela del mundo al revés, el plomo aprende a flotar y el corcho a hundirse, las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos..." Eduardo Galeano: "Espejos blancos para caras negras" "... al vertiginoso ritmo de la industria del fin de siglo, el vaticano está produciendo santos..." |
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"...las utopías desbordaron de sus límites históricos y se proyectaron para fines absolutos. En eso, se suicidaron..." |
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"...las políticas de ajuste se han manifestado como una batería de tácticas económicas y extraeconómicas para garantizar una estratégia de dominacion de clase y la consecuente subordinación de los sectores populares..." |
Cesar Po: "Recetas: tres caminos para llegar al socialismo" Anónimo: "Una vieja leyenda recorre América Latina" |
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Staff: Colectivo de Redacción : Javier Salicrú, Javier Di Matteo, Jorge Medina, Sonia Rodríguez, Pablo César B., Esteban Cuisiniez, Silvia González, Gustavo Abadía. Historieta: JEPAgradecimientos : Uno del Ramo, Gregorio Maximoff, César Po, El Sup, Luis Domínguez, P. Bordieu, Pido la Palabra (Silvio Winderbaum y Diego Genaro), Ko`eju, Monica Gombla, Juan Carlos Reyes, mamá de JEP, E. Galeano, Guillermo Ciezza, Madera, Cepis, Cepagri, MST, Manuel Cuisiniez González. |
editorial
"Quien hace, sabe. Quien piensa sobre lo que hace, hace mejor"
El
número de Umiña que presentamos hoy es un número pos-electoral. Evitamos de todos modos hablar, de lo que es por todos re-conocido (cualquier sentido vinculado con esa palabra, viene bien). Nada cambia o casi nada, eso lo sabemos todos. Pero no pasa lo mismo con los sentimientos: muchos espíritus bien intencionados andan pensando (sintiendo) qué cosas buenas podrá traernos el nuevo gobierno. Por ese camino, infértil, se escapan algunas esperanzas, se desgastan, se cansan las esperanzas que ya son, por sí solas, poquitas. En algunos rincones del Gran Buenos Aires, que no son pocos, se corría una bola: se va Duhalde y adios al Plan Vida. La gente votó para que eso no pase. Y la clase media también votó para que eso no pase: la inestabilidad, el caos. Un voto generalizado para que nada pase, porque el mejor cambio es ese donde no pasa nada.Ponemos un nuevo ingrediente en este discurso pos-electoral (o mejor dicho: pos-menemista, o a lo mejor la historia decretará que es entre-menemista). Eso que pasa (o que no pasa) en el campo de la política o de los políticos no tiene mucho que ver con la vida; eso lo aprendimos más claramente en los 90. Ahí no se juega nada: no hay nada en juego.
Decíamos al principio que no íbamos a extendernos demasiado en análisis pos-electorales (o pos-menemistas o entre-menemistas, tache lo que no corresponda), porque la palabra es una invitación a pensar racionalmente y las esperanzas pos-electorales (o como quiera se llamen) sólo pueden ser irracionales. En esta revista no hablamos de eso: hablamos sólo de cosas importantes.
Lo que queremos poner en discusión en esta revista es si tanto conservadurismo de electorado no nos habrá pegado un poco a nosotros, militantes, pero al fin y al cabo, militantes de los 90 y militantes de este ispa: ese desdoblamiento entre la política y la vida, e incluso, entre la política y la militancia... esa política que hacemos de la que, por lo menos racionalmente, poco esperamos...
ese perfil bajo...
ese individualismo...
esa resignación...
ese inmovilismo...
ese aburrimiento...
ese quedarnos atados a lo posible...
¿con eso votamos todos los días?
¿con esa tristeza...?
«Pensar es difícil, actuar es más difícil todavía, pero actuar como se piensa es lo más difícil del mundo».
Veto, base de apoyo zapatista.
EJES
PARALA
EVALUACIóNDE LA
PRÁCTICA POLíTICA ENORGANIZACIONES SOCIALES AUTÓNOMAS
Por: Alvaro Javier Dimatteo y Gustavo Abadía
En esta nota se desarrollarán una serie de ejes de evaluación de organizaciones autónomas. Elementos que consideramos importantes para analizar cómo están nuestras organizaciones. A partir de ellos, se persiguen dos objetivos.
Por un lado, ir armando un instrumento para evaluar nuestras organizaciones, nuestra práctica: ¿cómo estamos haciendo las cosas?;
Por otro lado, tener un material para la discusión de cuáles son nuestros criterios de militancia, es decir, ¿son éstos los ejes a tener en cuenta? Un pretexto para discutir ¿cómo queremos hacer las cosas?
Sobre estos ejes ha habido una discusión interna en SUR y un diálogo con compañeros y con grupos de compañeros. Recientemente, ese diálogo se realizó en una de las reuniones del taller de Educación Popular, que se hace en el marco del Encuentro de Organizaciones Sociales.
Nuestra perspectiva de la Educación Popular, es la de pensarla como formación política. No se trata de un saber político que poseemos y que hay que trasmitir a otros que no lo poseen. Sino, por el contrario, la formación política, tal como la pensamos, es realizada por aquellos integrantes de un grupo u organización, que partiendo de una práctica política concreta, se disponen a reflexionar sobre la misma. La educación popular consiste en el desarrollo de actividades sistemáticas que favorezcan esa reflexión, la orienten en un sentido de transformación de la realidad y permitan la intervención democrática de todos los participantes.
La manera en que nos formamos políticamente, se corresponde con un proyecto político. Si la formación se da verticalmente, si quien prescribe los contenidos de la misma y quiénes pueden acceder no son los que llevan adelante la práctica política, nos enfrentamos a un modo alienante de pensar y hacer la política, que tradicionalmente se encuentra en partidos y organizaciones donde la democracia no es un valor, práctica o fin en sí mismo. Junto con la democracia se va la autonomía y a fin de cuentas, nuestra posibilidad de ser libres.
Somos portadores de un proyecto, el socialismo, en cuya construcción los elementos centrales, y que lo viabilizan, son la democracia, la participación, la lucha contra la opresión (todas las opresiones, habidas y por haber), etc. La ausencia de estos elementos en nuestras prácticas significa un renunciamiento a nuestro proyecto.
Los ejes que vamos a desarrollar ahora son aproximaciones, ciertas ideas acerca de los mismos, que nos permiten pensar nuestra práctica. De ningún modo agotan cada uno de los problemas que tratan. Así, incompleto, preferimos poner sobre la mesa lo que estamos discutiendo para que la mirada crítica de los lectores de Umiña colabore con estas reflexiones.
"la autonomía como proyecto social de autodeterminación, implica la ruptura con las estructuras de poder que impiden la democracia efectiva, con las instituciones sancionadoras (estado, fuerzas represivas, jurídicas, etc.) así como con las instituciones responsables y constitutivas del imaginario social. Autonomía es, al contrario de heteronómia, la capacidad de desarticular las formas de poder "materiales y simbólicas».
Autonomía
Este pareciera un eje muy general, pero no lo es tanto. Autonomía significa ponerse uno mismo la norma. Políticamente hablando, un proyecto social de autodeterminación, de democracia en sentido estricto y efectivo. Partimos de la idea de que no hay nadie por encima de nosotros que esté autorizado para fijar las normas. La lucha por la autonomía consiste en enfrentar todo poder que se ponga por encima de nosotros (las corporaciones económicas, el estado y sus instituciones) y que niegue la posibilidad de que las personas se rijan a sí mismas. Esto quiere decir, la lucha contra toda institución que impida la democracia efectiva (se trate de instituciones que actúen en el plano material o en el simbólico).
Como eje de evaluación, la autonomía nos permite pensar en qué medida nuestra práctica enfrenta y afecta a las instituciones responsables de la opresión.
Un segundo aspecto a tener en cuenta, es que la sociedad que nos produce como sujetos lo hace con reglas que le son propias, y que niegan la autonomía. En tanto sujetos formados por la sociedad, no somos autónomos, sino sólo parcialmente, en la medida que comenzamos a luchar contra la opresión. Es probable que nuestra práctica, que busca trasformar la sociedad en el sentido de la autonomía, reproduzca formas no democráticas, alienadas, contra las que también deberemos luchar. Otros ejes desarrollados más abajo complementan este problema.
Conviene comentar otro problema vinculado con la idea de autonomía, que consiste en confundirla con individualismo. Se concibe la autonomía como encerrarse en la organización, como una nueva forma de sectarismo. Nuestra práctica no se pone en discusión, no se muestra a los otros. Partiendo de la necesidad de transformaciones sociales amplias y de la conformación de un "nosotros" que supere nuestras organizaciones, autonomía significa dar cuenta de lo que hago: hago esta práctica, esta es mi verdad, y la pongo en discusión con "otros" (esos otros que considero parte de un nosotros mayor).
Democratización
Este eje tiene en cuenta la medida en que la organización ejerce la democracia internamente. Implica pensar cómo se toman las decisiones sustantivas. Estas decisiones, pueden estar siendo tomadas por un grupo dentro de la organización. Habría que pensar aquí si la organización está permitiendo o no la toma de decisiones por parte del colectivo. Esto puede ocurrir por el modo de funcionamiento de la organización, que puede estar reglado formal o informalmente.
La forma "tradicional" de hacer la política, presente en muchas de nuestras organizaciones, adopta modelos que se parecen mucho a la forma de organización de la producción, es decir, la fábrica, a la cual cuestionamos, donde unos pocos piensan y muchos otros actúan.
Cuando se piensa en la democratización no se hace referencia a que la organización permita que todo el mundo participe de las decisiones, sino que se vuelque a que esto efectivamente ocurra. Sobre todo, en aquellas decisiones que afectan el rumbo de la organización (sustantivas, como decíamos antes).
Protagonismo/participación
La sociedad busca producir individuos conformes con ella y conformistas en relación con lo que en ella ocurre, alienados. Una organización que pretende alterar la sociedad, transformarla, no puede darse al interior una práctica de alienación. Una forma de expresión de la alienación es la ausencia de diálogo.
Volvemos a encontrarnos, en nuestras organizaciones, con algunos problemas en este sentido. Un problema: es imposible dialogar sobre algunos temas que generan conflicto interno y desestabilizan la organización y que en general, son centrales en la definición de la política a seguir.
Este problema indica la ausencia de un diálogo que es necesario incorporar a la dinámica organizativa.
Para que éste sea efectivo, se necesitan estrategias que faciliten la comunicación, el intercambio de posiciones e ideas. Para esto es necesario establecer acuerdos de uso de la palabra, que cuestionen nuestras formas habituales de comunicarnos (que incluyen teoricismos, personalismos, etc.); que incorporen la posibilidad de conflicto; y acordar qué actitud tendrá el grupo frente esos conflictos.
Otro problema: es frecuente un modo de participación, que consiste en la adhesión a propuestas traídas por otro, lo que no permite que el que adhiere elabore política de la organización. La organización avanza cuando es posible observar procesos individuales de crecimiento. Cuando los militantes tienen en la organización un espacio de formación, de despliegue de "potencialidades". Cuando los militantes comienzan a intervenir más integralmente, a diseñar políticas, a proponer estrategias.
Profundización de acuerdos y diferencias
Hay muchas formas de establecer acuerdos. Participamos de grupos que acuerdan sólo en aspectos ideológicos, es decir, ven o proyectan la sociedad "más o menos así"; hay acuerdos menos claros, como ciertas pautas culturales; hay identidades que se comparten; hay acuerdos en ciertos dogmas o discursos que hacemos. Lo que suele faltarnos por profundizar son esos acuerdos que definen cómo actuamos, es decir, los acuerdos políticos-estratégicos. A menudo los acuerdos que mencionamos (culturales, de identidad, ideológicos, que nos parecen importantes) impiden o dificultan alcanzar acuerdos políticos-estratégicos.
Y sobre las diferencias, también hay que hablar. Tenemos una tradición que niega las diferencias hacia adentro de una organización, que siempre es pensada como bloque homogéneo. Por un lado, está la idea de que no podemos permitir las diferencias. Por otro está la fantasía de que no existen. Probablemente algunos de estos dos factores hacen que no pensemos las diferencias, que no queden puestas sobre la mesa, y que, toda diferencia, sea leída como antagonismo. La diferencia vale porque puede enriquecer la dinámica de la organización (hacia adentro y hacia fuera) y porque es fundamental para reconocer quiénes somos.
Las acciones desarrolladas por la organización se vuelven más democráticas y eficaces cuanto más claros se encuentran los puntos de acuerdo y diferencia entre los militantes. Hablar en nombre de la organización, proponer una estrategia, un eje de debate, son actividades de un militante que se hacen más efectivas y democráticas. Así mismo, esta profundización redunda en la formación de los militantes y ayuda al esclarecimiento y debate sobre los fines de la organización.
Creatividad y autoalteración
Con este eje apuntamos a pensar en qué medida la organización se ha permitido alejarse de la política prevista, crear alternativas ante desafíos coyunturales, crear políticas avanzadas por sobre la coyuntura impone, replantearse cualquiera de sus aspectos internos a fin de no tener una política repetitiva, alterar el statu quo interno.
La importancia de la creatividad está dada por la falta de certezas: ya no encontramos la verdad en ningún librito. Las formas de pensar y hacer la política que acostumbrábamos, son fuertemente cuestionadas. No hay garantías, ni fórmulas, ni recetas; el sujeto de cambio, hoy por hoy, tiene la imperiosa necesidad de pensarse y de imaginar el qué hacer actual. Y eso no puede hacerlo sin creatividad, al tiempo que no tenemos por qué ponernos a inventar la rueda nuevamente, desaprovechando las experiencias de muchos compañeros de hoy y de ayer, que en su práctica nos dejan referencia, abren caminos, interpelan las formas de hacer la política. Es decir, creatividad que no significa arrancar de cero.
Tenemos una necesidad: la de pensar la sociedad, la de pensar a los enemigos y la de pensarnos en referencia a las estrategias que desde el poder, intentan neutralizar o reorientar las luchas populares.
Crecimiento
Inicialmente, hacemos referencia a la incorporación de nuevos compañeros, aunque ésta debiera significar, además, un trastoca-miento de todos los aspectos de la organización, si se piensa al nuevo compañero como portador de proyectos, dudas, etc. Respecto del crecimiento debiéramos considerar, además del número, la calidad de la incorporación, no tanto después de hacer un test al nuevo militante, sino a partir de haber incorporado sus aportes, haber mejorado o ampliado algún aspecto de la práctica.
Hay otro aspecto del crecimiento que tiene que ver con la articulación, que tratamos por separado.
Articulación
La organización avanza cuando logra establecer, afianzar, ampliar y profundizar lazos con otras organizaciones compañeras, o incluso, con personas "aisladas". La articulación consiste en trasladar los fines y los modos organizativos a instancias mayores y replantear y reorientar la práctica propia a partir de la relación establecida.
Una organización que decide participar de una experiencia de articulación pone en juego, allí, sus inquietudes, sus criterios de acción, es decir, su práctica. Como considera válidos esos criterios intenta que otros se los apropien y se expone ante los otros. Intenta coordinar acciones conjuntas que resultan de este encuentro.
Articulación significa ir a proponer e ir a exponerse, lo contrario de ir a escuchar e ir a ocultarse. En este sentido, los espacios de articulación representan un problema para las organizaciones autónomas. Porque muchas veces, la autonomía significa ghetto, encierro; significa no darle cuentas a nadie de lo que hago. Y debiera ser lo contrario: una práctica política es autónoma si puede exponerse a la discusión democrática con otros; si puede definir (en la práctica con otros), cada vez más, las reglas de juego y no sencillamente, adaptarse a las que son impuestas.
Impacto político
Puede llamarse así a la posibilidad de la organización de influenciar sobre la realidad social, y sobre los campos de decisión y práctica política externos en que está implicada.
Estos campos pueden ser de diferente distancia y amplitud y establecerse con ellos diferentes relaciones (desde antagonismos hasta acuerdos explícitos).
Uno de los aspectos centrales que este eje contiene, es la necesidad de recuperar la capacidad de sanción por parte del campo popular.
El impacto político no puede evaluarse sino a partir de un análisis serio de la realidad que es afectada. Un análisis que debe ser continuo. Tenemos una necesidad: la de pensar la sociedad, la de pensar a los enemigos y la de pensarnos en referencia a las estrategias que desde el poder, intentan neutralizar o reorientar las luchas populares.
Impacto ideológico
Este eje tiene muchos contactos con el anterior. Hace referencia a la capacidad de trasladar las preocupaciones de la organización a otras esferas. Se trata de la lucha por el sentido. En el sistema internamente. Pensar las responsabilidades de cada militante como acuerdos necesarios de cumplir (que no pueden ser asumidas sino a base de una certeza de que pueden ser cumplidas), nos permite ubicar de otra manera el problema del "compromiso". El compromiso es visto muchas veces como un valor moral, como algo que alguien tiene y otro alguien no. Probablemente el compromiso tenga que ser pensado como cumplimiento de eso que se acordó, de lo que se dijo que se iba a hacer.
Experiencia con el Encuentro de Organizaciones Sociales
Por: Alvaro Javier Dimatteo
En este texto se aborda una breve descripción del taller de Educación Popular del Encuentro de Organizaciones Sociales, coordinado por SUR. Por razones de tiempo (de mala administración del tiempo, para ser más exactos) no pudo hacerse de este un texto colectivo, donde pongan su palabra los participantes del taller. Por esas razones presentamos este texto más chiquito, menos osado, a la espera de un texto más grande y descriptivo con la palabra de los grupos implicados.
Hacia fines del año pasado, algunas organizaciones participantes del Encuentro de Organizaciones Sociales estuvieron buscando formas de intercambio y formación sobre la temática de la Educación Popular (EP). A partir de esa búsqueda y durante los primeros meses de 1999 se fue tratando una propuesta de SUR de llevar adelante un programa de formación en EP.
Ese programa tenía como objetivos destacados:
* alcanzar acuerdos conceptuales a partir de la práctica de los grupos,
* conocer líneas de acción en EP,
* apropiarse de herramientas metodológicas y
* trasladar creativamente el programa hacia adentro de las organizaciones.
La propuesta fue discutida durante un tiempo. Fundamentalmente, en un tallercito realizado en febrero, donde participaron compañeros de más de diez grupos y en el 4º Encuentro, realizado en Rosario. En este último se decidió el cronograma.
Para llevarlo adelante se requería el acuerdo y compromiso de por lo menos 7 organizaciones. Cada una de ellas enviaba 2 o 3 personas, que no vendrían por su cuenta, sino como parte de un acuerdo interno.
Se realizaron cuatro de los cinco talleres. El último fue previsto para fines de noviembre. Cada uno de ellos contó con dos días de trabajo. Se llevaron a cabo en Capital.
En todos los talleres fuimos avanzando conceptual y prácticamente en este asunto de la EP. Pero más allá de eso, cada taller tuvo ejes específicos.
El primer taller giró en torno del análisis de realidad. Ahí compartimos puntos de vista sobre cómo veíamos las cosas y analizamos metodologías para implementar análisis. Con el segundo hicimos lo mismo pero en relación a la evaluación de la práctica organizativa. Cada grupo pudo poner sobre la mesa los principales problemas y desafíos vinculados a su organización de base. El tercero se centró en la planificación participativa, donde se pusieron estrategias en juego para planificar colectivamente la práctica. El cuarto giró en torno de la práctica de coordinación de grupos y el quinto tendrá que ver con la cuestión de las técnicas participativas.
Como puede verse, los dos últimos tenían un contenido metodológico más fuerte.
La orientación conceptual del tema de la Educación Popular, puesta en juego por los coordinadores, apuntaba a pensar a la EP como una práctica pedagógica-política de fortalecimiento de las luchas y los grupos populares.
Hasta el momento hay evaluaciones parciales realizadas, que van diciendo mucho en relación a qué hacer a futuro para reiterar una experiencia similar a ésta. Hasta el momento, el taller tiene muchos puntos a favor y algunos en contra.
De todos modos no queremos avanzar en este texto en esa evaluación, que quedará pendiente para hacerla y ponerla en común con los participantes del taller. Estamos preparando una nota para la próxima revista.
Encuentro de Organizaciones Sociales.
Más preguntas que certezas.
por: Guilermo Ciezza (*)
Si nuestro país comparte con la mayoría de los países de América Latina parecidos obstáculos para impulsar un reagrupamiento de las fuerzas sociales y políticas –derrotadas y atomizadas después de la crisis de los 70- también es cierto que nuestro caso presenta algunas originalidades a destacar.
En primer lugar los cambios operados en los últimos años (fragmentación del sujeto social, modificaciones de la composición del capital, el estado y el funcionamiento de la economía doméstica, feroz disciplina social impuesta por el desempleo, resignificación y secuestro de la política) golpean de lleno a la tradición política y a los saberes populares (acumulados en décadas de experiencia de lucha).
Dicho de otro modo, lo que sabíamos hacer: la presión sindical asentada en los grandes centros industriales; la presión política (favorecida por una identidad mayoritaria) para arrancar, desde el terreno electoral, concesiones al estado; las estrategias insurreccionales que proponían otras vías de aproximación al poder; tienen escasas posibilidades de desarrollo en un escenario local e internacional totalmente adverso.
Hoy hay posibilidades de avanzar por caminos de los que sabemos poco, donde la experiencia es muy pobre y limitada si la comparamos con otros países de América Latina: son los caminos de la autonomía política –como clase trabajadora- y el de la construcción de poder alternativo desde lo territorial.
Este marco general es el que determina que todas las iniciativas de construcción autónomas de poder popular sean por el momento muy frágiles y confusas, exijan un enorme ejercicio de paciencia y de disposición a aceptar la diversidad y una poderosa voluntad de poner los menguados recursos materiales y humanos disponibles al servicio de las herramientas comunes en construcción.
La iniciativa de los Encuentros de Organizaciones Sociales: Los acuerdos fundacionales.
El Encuentro de Organizaciones Sociales es una instancia en construcción y en crecimiento que arrancó a fines del 97 con la primera convocatoria en La Plata y hasta el momento ha realizado cuatro Encuentros, agrupando alrededor de 100 organizaciones que se ocupan de temas tan diversos como reivindicaciones de trabajo (desocupados, proyectos productivos, conflictos laborales), de género (organizaciones de mujeres), de reivindicaciones territoriales (conflictos con empresas de servicio privatizadas, bibliotecas populares, cooperativas de servicios), organizaciones abocadas a la educación popular, el trabajo con menores, de víctimas del gatillo fácil, etc.
Desde el primer encuentro la convocatoria planteó un marco de acuerdos muy general, pero que delimitó un terreno dentro del cual se contiene la diversidad.
Ese marco de acuerdo es: la autonomía de los partidos políticos, las centrales sindicales y el estado. Esta autonomía se pretende desarrollar dentro de una posición de rechazo al modelo neoliberal y una voluntad expresa de transformación del sistema.
Estas definiciones determinan que la convocatoria del Encuentro no esté dirigida al conjunto de los denominados movimientos sociales (por ejemplo, al Encuentro de Mujeres), sino solamente a la porción de esos movimientos que se encuadran, por sus definiciones o por su práctica, dentro de ese marco acordado. Y a la que podría calificarse como "izquierda" de los movimientos sociales.
Desde la organización misma del primer Encuentro se plantearon también algunos acuerdos políticos-metodológicos que fueron fortaleciéndose en las instancias sucesivas: horizontalidad en el debate, decisiones por consenso, representaciones colectivas y rotativas.
Las concepciones originarias.
Cuando decimos que los grupos que nos hemos ido convocando en los sucesivos Encuentros provenimos de un estado de completa atomización estamos caracterizando rasgos comunes de nuestro estado anterior (atomización) pero no las distintas concepciones a las que nos aferrábamos para sobrevivir en ese estado. Vale la pena detenerse en este punto, porqué esas concepciones no se han borrado de nuestras cabezas (nos replegamos en ellas cuando se debilitan los lazos) y porqué son comunes a miles de grupos sociales que hoy se encuentran dispersos.
Muy groseramente podemos caracterizar cuatro tipos de concepciones:
- Ser el embrión de... Esta concepcion es más frecuente en grupos que han llegado desde lo político a lo social. Supone que en el propio grupo están –en estado embrionario- todas las capacidades para desarrollar una alternativa de transformación. El crecimiento se asocia a "ser más conocidos" y al transcurrir del tiempo necesario para que la semilla se desarrolle.
- Ser la izquierda de...Esta es una idea muy arraigada en grupos que provienen de estructuras muy desarrolladas y contenedoras, como pueden ser el movimiento peronista o las estructuras gremiales. El crecimiento se asocia a encontrar "un buen paraguas" que reemplace al anterior y a concretar una política de alianzas que permita presionar, o tener más peso en la negociación dentro del espacio cobijado.
- Ser el ejemplo de... Estas son visiones muy arraigadas en grupos que provienen de rupturas muy fuertes con aparatos dogmáticos, como puede ser la Iglesia conservadora o partidos tradicionales de izquierda. El crecimiento se asocia a construcciones de base convertidas en nuevos santuarios, aisladas de toda contaminación exterior y que transmitan exclusivamente por su ejemplo.
- Ser la avanzada de... Estas ocurrencias, hoy son más rémoras de ideas viejas (correspondientes a otros momentos históricos) que a realidades efectivas. El crecimiento se asocia a la capacidad de disciplinar y conducir a las fuerzas dispersas (el famoso: siganmé!).
Para quienes hemos compartido en mayor o menor medida alguna de estas concepciones, o la combinación de más de una de ellas, el desafío de construir en la diversidad herramientas comunes, compartir experiencias, certezas e incógnitas y consensuar decisiones que nos permitan agrupar recursos humanos y materiales, ha sido un salto muy importante. Además la única posibilidad que se nos aparece de parir una propuesta con alguna perspectiva de crecimiento. La simple observación de la realidad nos indica que no hay reivindicaciones vertebradoras, ni grupos con capacidad de alinear las fuerzas sociales y políticas dispersas.
La toma de conciencia del desafío que tenemos por delante y algunos tanteos prácticos (talleres, actividades comunes en algunas regionales, organización rotativa de los Encuentros) nos colocan en un buen comienzo. Y nada más que eso. Apenas estamos un poco menos confundidos.
Algunas cuestiones que nos plantean las prácticas comunes.
Cada encuentro entusiasma porqué pone sobre la mesa la potencialidad de un accionar conjunto de los grupos participantes. En los espacios interencuentros la fortaleza de los lazos depende de la realidad de las distintas regionales, del funcionamiento de las comisiones por tema y de contactos "naturales" entre grupos de distintas regionales. Pese a todos esos esfuerzos, nos queda la sensación que el Encuentro se desmadeja.
Parece simple adivinar que hay huecos organizativos. En los espacios interencuentro no hay ninguna instancia centralizadora. O se funciona regionalmente o por áreas de Comisiones.
Creo que esto no es casualidad, tiene que ver con los tiempos que impone el crecimiento de la confianza. Todos los grupos que se han acercado a los Encuentros han planteado pasos parecidos: primero, enterarse de que se trata; después arriesgar en espacios cercanos dónde hay más conocimiento previo y posibilidades de rendición de cuentas.
Si repasamos las experiencias regionales o iniciativas por área, podemos verificar que el mayor aporte de crecimiento de esas confianzas fueron la participación conjunta en experiencias comunes exitosas.
Este parece ser el nudo que destrabe una instancia organizativa centralizadora. Planificar actividades comunes y crear instancias organizativas (al principio coyunturales) para garantizarlas.
El desafío es cómo participan todos los grupos de las regionales en las actividades de todo el Encuentro. El primer punto sería el acceso de todos a la información y a expresar sus opiniones. Locales comunes, por regional, dotados de medios de comunicación (fax, e-mail) parece lo más adecuado para garantizar la participación. Esto puede ser complementado por la designación de representantes orgánicos, revocables y rotativos que concurran a las reuniones de las comisiones de trabajo.
La realización de actividades de todo el Encuentro nos remite a la cuestión de quien pone la cara ante la prensa, es decir la cuestión de los voceros. Hay tres posibilidades: que se la dejemos elegir a la prensa, que quede librado a la picardía o timidez de los compañeros, o que el propio Encuentro elija sus voceros y norme sus funciones. Sobre este punto creo que la peor elección y decisión colectiva va a ser mejor a que nos digiten desde afuera.
La proyección nacional.
La decisión de no autotitularnos como Encuentro Nacional, responde a la convicción de no inflar globos –apenas somos un centenar de organizaciones del Conurbano, capital y Rosario- pero no limita nuestras intenciones de proyección. Cualquier posibilidad de incidencia social o política exige un marco nacional y un fuerte enlace con las organizaciones populares de los países vecinos.
Esta vocación estuvo presente en los distintos Encuentros, donde participaron organizaciones de Córdoba, Neuquén, Santiago del Estero y también del Uruguay. Esta proyección impone un trabajo de acercamiento y reconocimiento de las distintas expresiones organizativas que comparten inquietudes parecidas. Esta es una tarea donde solo pueden esperarse resultados en el mediano plazo, pero que impone invertir esfuerzos ahora mismo. Cada Encuentro, cada actividad que compartimos tendría que convertirse en una buena oportunidad para trabajar en ese sentido.
(*) Guillermo Ciezza: Militante Social de la Agrupación "Retruco" participante en el Encuentro de Organizaciones Sociales desde su incio.-
Pierre Bourdieu.
La esencia del neoliberalismo.
Esa utopía, en vías de realización, de una explotación sin límite.
¿Qué es el neoliberalismo? Un programa de destrucción de las estructuras colectivas que son capaces de poner trabas a la lógica del mercado puro.
Traducción de: Stephane Cuisiniez
¿ El mundo económico será realmente, como lo dice el discurso dominante, un orden puro y perfecto, que desarrolla implacablemente la lógica de sus consecuencias previsibles, y que esté dispuesto a reprimir todas las faltas con las sanciones que impone – de manera automática o, más excepcionalmente, por la vía de sus brazos armados, el FMI, la OCDE – y de las políticas que decide: disminución del costo de la fuerza de trabajo, reducción de las inversiones públicas y flexibilización del empleo? ¿No será, en realidad, sólo la aplicación de una utopía, el neoliberalismo, convertida así en un programa político, pero una utopía al fin que, con la ayuda de la teoría económica de la cual se reivindica parte, logra pensarse como la descripción científica de la realidad?
Esta teoría es una ficción matemática pura, que desde su comienzo está basada en una abstracción: en nombre de una concepción tan estrecha como estricta de la racionalidad, identificada como racionalidad individual, consiste en poner entre paréntesis las condiciones económicas y sociales de las disposiciones racionales, así como de las estructuras económicas y sociales que son la condición de su práctica.
Para darse cuenta de la importancia de su omisión, basta pensar en el propio sistema educativo. Nunca se lo considera como una entidad real, en esta época en la cual juega un rol determinante en la producción de bienes y servicios, así como en la producción de productores. A partir de esa falla original, inscrita en el mito Walrasiano (1) de la "teoría pura", nacen todas los errores de la disciplina económica. De ahí viene también la obstinación fatal con la cual esa misma disciplina se agarra a la oposición arbitraria que ella misma genera entre la lógica exclusivamente económica - basada en la competencia y la eficiencia – y la lógica social, sometida a la regla de la equidad.
Sin embargo, esta "teoría" desocializada y deshistorizada desde su origen, tiene, hoy más que nunca, la posibilidad de transformarse en verdad, y de ser verificada empíricamente. Efectivamente, el discurso neoliberal no es un discurso como los demás. De la misma manera que el discurso psiquiátrico en los hospitales, según Erving Goffman (2), es un "discurso fuerte"; y es tan fuerte y tan difícil de combatir por la única razón que tiene para él, todas las fuerzas de un mundo de correlación de fuerzas que él mismo contribuye a modelar de esa forma. Esto se observa en particular en la orientación de las decisiones de los que dominan las relaciones económicas y en el hecho de añadir de esa manera su propia fuerza, particularmente simbólica, a estas correlaciones de fuerzas. En nombre de este programa científico de conocimiento, transformado en programa político de acción, se está realizando un inmenso trabajo político (negado como tal, porque sino tendría una apariencia negativa) que tiene por objetivo la creación de las condiciones de realización y de funcionamiento de la "teoría"; un programa de destrucción metódica de los colectivos.
Apoyado por la política de desregulación financiera, el movimiento hacia la utopía neoliberal de un mercado puro y perfecto se está realizando a través de la acción transformadora y, hay que decirlo, destructora de todas las decisiones políticas (la más reciente es AMI, Acuerdo Multilateral sobre la Inversión, que sirve para proteger a las empresas extranjeras y sus inversiones contra los Estados nacionales). Tiene la intención de poner en tela de juicio todas las estructuras colectivas capaces de trabar la lógica del mercado puro: la nación, cuyo margen de movimiento disminuye cada vez más; los grupos de trabajo, por ejemplo, con la individualización de los sueldos y de las ramas profesionales en función de la competencia individual y con la atomización de los propios trabajadores; la familia incluso que, por la constitución de los mercados por categoría de edad, pierde una parte de su control sobre el consumo.
El programa neoliberal encuentra su fuerza social en la fuerza político-económica de los que ven sus intereses representados en él: los accionarios, los operadores financieros, los industriales, los hombres políticos conservadores o socio-democratas que se convirtieron a los "renunciamientos confortables" del laisser-faire, los altos funcionarios de las finanzas; estos últimos hacen todo lo posible para imponer una política que anuncia su propia muerte, sabiendo que no van a correr ningún riesgo de sufrir las consecuencias eventuales de sus actos, a diferencia de los ejecutivos de empresas. Este programa, en su conjunto, favorece la ruptura entre la economía y las realidades sociales, y construye así, en la realidad, un sistema económico conforme a la descripción teórica; es decir un tipo de máquina lógica, que se presenta como una cadena de obligaciones arrastrando a los agentes económicos.
La globalización de los mercados financieros, a la par del progreso de las técnicas de información, asegura una movilidad sin precedentes de capitales y da a los inversionistas, preocupados por la rentabilidad a corto plazo de sus inversiones, la posibilidad de comparar permanentemente la rentabilidad de las empresas más importantes, y de sancionar en consecuencia sus fracasos eventuales. Las propias empresas, bajo esa amenaza permanente, tienen que ajustarse, de manera cada vez más rápida, a las exigencias del mercado. Sino, pueden perder "la confianza de los mercados", como se suele decir, y al mismo momento el apoyo de los accionarios. Ellos, por querer conseguir una rentabilidad a corto plazo, tienen cada vez más la posibilidad, por la vía de la dirección financiera, de imponer su voluntad y sus normas a los dirigentes, y de orientar sus políticas en término de oferta de trabajo, de empleo, y de salario.
De esa manera se instala el reino absoluto de la flexibilidad. La consecuencia es: los contratos a tiempo limitado, o los trabajos por agencias, y los numerosos planes de despidos. En el ámbito de las empresas, será la competencia entre filiales autónomas, entre los equipos de trabajo sometidos a la polivalencia, y entre los individuos, por la vía de la individualización de la relación social. Este último punto se observa con el establecimiento de objetivos individuales, las entrevistas individuales de evaluación, las evaluaciones permanentes, los aumentos individualizados de los salarios o las primas según la competencia y el mérito individuales, las carreras individualizadas, la exigencia del "auto-control" que aumenta mucho más allá de la función previa la implicación de los trabajadores usando las técnicas del "management participativo", y por fin las estrategias de responsabilización", cuya función es de garantizar la auto-explotación de algunos ejecutivos (los que son empleados bajo una dependencia jerárquica muy grande y que han de asumir la responsabilidad de sus ventas, de sus productos, de sus sucursales, de sus locales de ventas, etc, a la manera de "independientes"). Son todas esas técnicas de sujeción racional que, con la imposición del compromiso máximo en el trabajo - y no sólo para los puestos de responsabilidad -, y el trabajo bajo presión de tiempo permanente, participan del debilitamiento o de la abolición de las referencias y de las solidaridades colectivas (3).
La instauración práctica de un mundo darwinista de la lucha de todos contra todos, logra esa adhesión a la tarea y a la empresa por la situación de inseguridad, de dolor y de stress. Toca todos los niveles de jerarquía, incluso los más altos, hasta los ejecutivos por ejemplo. Y no podría existir con tanto éxito si no encontrara la complicidad de las disposiciones precarias, producidas por la inseguridad, de un ejercito de maniobra "domada" por la precariedad y por la amenaza permanente de la desocupación. La última pieza de este orden económico, que se presenta como la libertad, es la violencia estructural del desempleo, la precariedad y la amenaza de despidos que implica. La existencia de tropas de reserva de desocupados, como fenómeno de masa, es la condición del funcionamiento "armonioso" del modelo micro-económico individualista. Esa violencia estructural incide también en los contratos de trabajo (racionalizados por la "teoría de los contratos"). Nunca se habló tanto en el discurso empresarial de confianza, de cooperación, de lealtad, y de cultura de empresas, como en esta época donde consiguen la adhesión de cada instante con la desaparición de todas las garantías temporales (el 75% de las ofertas de trabajo son contratos muy limitados, la precariedad de los empleos sigue aumentando, el despido individual casi ya no tiene ningún tipo de restricción).
Así se observa como la utopía neoliberal está para encarnarse, en la realidad, en una especie de máquina infernal, cuya necesidad se impone a los propios dominantes. Al igual que el marxismo en otra época, con el cual tiene puntos en común en este aspecto, esta utopía genera una tremenda creencia, la free trade faith (la fe en el libre cambio), no sólo por los que viven materialmente de ella, por ejemplo los financieros, los dueños de grandes empresas, etc, sino también por los que sacan en ella la justificación a su existencia, por ejemplo los altos funcionarios y los hombres políticos. Estos últimos son quienes sacralizan el poder de los mercados en nombre de la eficacia económica, exigen la supresión de las barreras administrativas o políticas que podrían molestar a los propietarios de capitales en su meta de maximizar la ganancia individual institucionalizada como modelo de racionalidad; son quienes quieren ver los bancos centrales independientes, predican la subordinación de los Estados nacionales a las exigencias de la libertad económica para el beneficio de los dueños de la economía, con la supresión de toda la reglamentación en todos los mercados - el mercado del trabajo es el primero- la prohibición del déficit y de la inflación, la privatización general de los servicios públicos, la disminución de los gastos públicos y sociales.
Sin compartir necesariamente los intereses económicos y sociales de los verdaderos creyentes, los economistas tienen suficientes intereses específicos en el ámbito de la ciencia económica para proporcionar una contribución decisiva a la producción y a la reproducción de la creencia en la utopía neoliberal; poco importa sus remordimientos con respeto a los efectos económicos y sociales de la utopía, que disfrazan con razón matemática. Separados del mundo económico y social tal como es, por toda su existencia y, sobre todo, por toda su formación intelectual, en la mayoría de los casos abstracta, académica y teoricista, tienen tendencia a confundir las cosas de la lógica, y la lógica de las cosas.
Confían en modelos que casi nunca tuvieron la oportunidad de probar con una verificación experimental. Suelen mirar de arriba las adquisiciones de las otras ciencias históricas, que no llegan a la pureza y a la transparencia cristalina de sus juegos matemáticos, y de las cuales son incapaces en la mayoría de los casos de entender la real necesidad y la profunda complejidad. Así participan y colaboran de un tremendo cambio económico y social que, aunque algunas de sus consecuencias les espanten (pueden pagar su cuota al Partido Socialista y asesorar a sus representantes en la esfera del poder) no puede venirles mal porque, apartando algunos errores que imputen a lo que llaman a veces "errores especulativos", da realidad a la utopía ultra consecuente (de la misma manera que algunas formas de locura) a la cual dedicaron su vida.
Sin embargo el mundo existe, con los efectos inmediatamente visibles de la aplicación de la gran utopía neoliberal. Se ve, por un parte, la miseria de una fracción cada vez más importante de las sociedades más desarrolladas economicamente, el crecimiento impresionante de las diferencias entre los sueldos, la desaparición progresiva de los universos autónomos de producción cultural, cinematográfica, edición, etc, por la imposición de los valores comerciales. Y aún más, por otra parte, se observa la destrucción de todas las estructuras colectivas capaces de contrarrestar los efectos de la máquina infernal; y en primer lugar el Estado, depositario de todos los valores universales que se asocian a la idea de lo público. Sin mencionar lo que se nota en todas las esferas altas de la economía o en todas las empresas: la imposición de esa forma de darwinismo moral que, con el culto del "winner" capacitado en matemáticas avanzadas y en el salto al elástico, define como norma de todas las prácticas, la lucha de todos contra todos y el cinismo.
¿Podemos esperar que algún día la masa impresionante de dolor que genera este sistema político-económico de a luz a un movimiento capaz de contrarrestar esta carrera hacia el colapso? En realidad, encontramos aquí una enorme paradoja: se presenta los obstáculos que aparecieron sobre el camino de la realización del orden nuevo – el que se refiere al individuo solo, pero libre – como la consecuencia de rigideces y arcaísmos, así que todas las intervenciones directas y conscientes, por lo menos cuando salen del Estado, son descalificadas de antemano, y entonces se les hacen desaparecer para beneficiar a un mecanismo puro y anónimo, el mercado (muchas veces se olvida que este mismo es también el espacio de lucha de intereses). Y en realidad, la permanencia o la sobrevivencia de las instituciones y de los agentes del viejo orden que se está desmantelando así como todo el trabajo de todas las categorías de los trabajadores sociales, todas las solidaridades sociales, familiares o de otro tipo son las razones que explican por qué el orden social no termine en colapso, y es aún más cierto si tenemos en cuenta el volumen creciente de la población en situación de precariedad.
El pase al liberalismo se está realizando de manera insensible, o sea imperceptible, igual que la deriva de los continentes, tapando así sus efectos más terribles a largo plazo. Esos efectos son también disimulados, paradójicamente, por las resistencias que forman, desde ahora, los que defienden el viejo orden, buscando en los recursos que tenían, en las viejas solidaridades, en la reserva del capital social ( el que protege de una caída en la anomia de toda una parte del orden social presente). Este capital social va muriendo sino se renueva, sino se reproduce; el día de su agotamiento todavía no llegó.
.........
Sin embargo estas propias fuerzas de "conservación", que sería demasiado fácil de llamar fuerzas conservadoras, son también, desde otro enfoque, fuerzas de resistencia a la instalación del orden nuevo, y pueden transformarse en fuerzas subversivas. Podemos tener todavía algunas esperanzas razonables, porque sigue existiendo, en las instituciones estatales y también en la disposición de los agentes (sobre todo los que son más vinculados a estas instituciones, como la pequeña nobleza del Estado), esas mismas fuerzas. A aquellas se les podría acusar de defender nada más que un orden desaparecido y los privilegios que lo acompañaba. Pero, en realidad, para resistir a la prueba, esas fuerzas tienen que empeñarse a inventar y a construir un orden social que no tiene por única ley la búsqueda del interés egoísta y la pasión individual de la ganancia; un orden que deja espacios libres a los colectivos que buscan racionalmente soluciones elaboradas y aprobadas.
(4) Dentro de estos colectivos (las asociaciones, los sindicatos, los partidos) habría que darle un lugar especial al Estado. El Estado nacional, o sería aún mejor con el supranacional, por ejemplo el europeo (etapa hacia el Estado mundial), tiene que ser capaz de controlar y de cobrar impuestos, con eficacia, sobre las ganancias de los mercados financieros. Y sobre todo tiene que contrarrestar la acción destructora de estos mercado en el mercado del trabajo. La mejor manera de hacerlo sería organizar, con la ayuda de los sindicatos, la elaboración y la defensa del interés público, que, de otra forma nunca saldrá de la visión del contador (...), presentada por la nueva creencia como la forma suprema de la realización humana.
Notas:
(1)
referiencia a Auguste Walras (1800-1866), économista francés, autor de "De la nature de la richesse et de l’origine de la valeur" (1848) ; fue uno de los primeros que intentaron aplicar la matemática a los estudios económicos.(2) Erving Goffman, "Asiles". Estudio sobre la condición social de los enfermos mentales,Editions de Minuit, Paris, 1968.
(3) Con respeto al tema, se puede consultar los dos últimos números de los Actos de la investigación en ciencia social dedicados a "las nuevas formas de dominación en el trabajo" (1 y 2), no 114, septembre 1996, y no 115, Diciembre 1996, y particularmente leer la introducción de Gabrielle Balazs y Michel Pialoux, « Crise du travail et crise du politique », no 114, p. 3-4.
(4) Danger... Danger!!! a partir de este párrafo Umiña se aleja completamente de lo expuesto por el querido Pierre. Otros son nuestros rumbos, a pesar de coincidir con el anális y diagnóstico. Al precio que están estos remedios ...
La Educación Pública en la mira del Fusil.
Por: Pablo César B.Desde las montañas del Sureste Mexicano, un tipo llamado Marcos que a su vez es también Subcomandante, de un tal Ejército Zapatista de Liberación Nacional, se atrevió a hacer una análisis de la "propuesta impuesta" por el Banco Mundial y que "sugiere" la globalización de la Educación Superior.
Umiña rescata algunos párrafos donde Marcos plantea, por ejemplo, la redefinición de los estudiantes y profesores universitarios, dentro del marco que prevé un cambio radical en el proceso de educación superior. Así como también el papel que juegan de ahora en más las empresas en este nuevo proceso.
Como no podía ser de otra manera, la introducción queda a cargo de algunas líneas poéticas que caracterizan la personalidad del último romántico que se conoce por estos lugares:
"Pero la cicatriz mas dura y vieja recrudece en herida al menor golpe" Miguel Hernández.
Para el banco Mundial es necesaria una renovación "radical" de la educación superior, de modo de transformar a la universidad "clásica" o "tradicional" (cuyo fundamento es la docencia y la investigación) para que responda a las demandas del mercado neoliberal, de decir, define la educación superior como un bien privado, como cualquier bien que ofrece el mercado. Conforme a esto hay que redefinir a los actores del proceso educativo. Los "consumidores" son las empresas, los "proveedores" son los administradores y profesores y los "clientes" son los estudiantes. En este caso, dice el banco Mundial, los "proveedores" no saben que es lo que conviene al mercado, los "consumidores" saben mejor que nadie que es lo que "vende", entre otras cosas porqué ellos son los "compradores".
Un primer paso es convertir a la Universidad en una empresa autofinanciable. Para esto el Banco Mundial recomienda el aumento de colegiaturas, la eliminación de becas totales o parciales, el cobro total de los servicios y apoyos universitarios, prestamos y cobros de estos al interés bancario vigente a través de compañías privadas, impuesto a graduados, reorientar la formación de profesores para convertirlos en empresarios, venta de investigaciones y cursos y aumento y promoción de las Universidades privadas. La toma de decisiones en la educación superior debe pasar, según el banco Mundial, a los consumidores.
El BM asegura que los gobiernos y los universitarios no son sensibles a las necesidades del mercado global. Por esto propone cambiar la asignación de presupuesto según criterios clásicos (matrícula y prestigio)por criterios de rendimiento según indiquen los consumidores (compañías privadas). El BM ubica al profesor como un escenario a reajustar según este criterio mercantil (...)
Es decir, se necesitan menos académicos e investigadores y diferentes académicos, investigadores, trabajadores manuales y administrativos. En suma readiestramiento y reestruturación.
El Ataque privatizador que busca "refuncionalizar" la educación pública superior ha encontrado firmes resistencias de parte del estudiantado, aunque es evidente que son los sectores académicos, administrativos e investigadores su objetivo principal.
El haber elegido la universidad pública como blanco prioritario de sus disparos es coincidente con la aquiescencia de los gobiernos. Abatiendo este blanco, otros se presentan más a mano para ser derribados: La historia, la electricidad, el petróleo...
Por eso el Movimiento estudiantil enfrenta tantas y tan variadas fuerzas que lo agreden. Y el desconocimiento de lo que esconden las reformas que las autoridades impulsan, es una de las razones por las que, no solo se les ha escatimado apoyo, sino atacado por parte de sectores que serán los más afectados por esta "modernización", si tiene éxito...
Por eso, hoy están... los estudiantes universitarios en la mira del Fusil.
(Cualquier coincidencia con la realidad Argentina, es pura casualidad...)
Modalidades de la coerción para el ajuste
o las estrategias de la inseguridad -
Por un estudiante inseguro / Abril de 1999
«Si hubiese que señalar un rasgo definitorio de la política social presente, éste sería el de la producción de desmembramiento social y de la ignorancia de la igualdad social. No es sólo que los procesos de producción material general una sociedad «fragmentada y discontinua», de una pluralidad y gran diversidad de grupos y organismos con intereses muy heterogéneos sino que, además, se produce una operatoria política para desmembrarla, inhibir su potencial innovador y desactivar la posibilidad de formación de actores» (Bustelo;1998,17).
Las políticas de ajuste se han manifestado como una batería de tácticas económicas y extraeconómicas para garantizar una estrategia de dominación de clase y la consecuente subordinación de los sectores populares.
Entre estas violencias podemos mencionar.
la tendencia a restringir la permanente movilización de los trabajadores a buscar nuevas formas y lugares donde valorizar su fuerza de trabajo (ver la tendencia contradictoria a la atracción de mano de obra semiesclava al tiempo que propagandizar como «enemigos del pueblo» a los «inmigrantes ilegales»).
La alta volatilidad del mercado laboral impuesta por las nuevas modalidades productivas y legalizada por las condiciones de contratación denominada «flexibilización laboral», andamiaje estructural que sostiene estas formas de lucha social planificada en una sola dirección, como una auténtica ofensiva empresarial-estatal contra la masa de potenciales insubordinados.
La amenaza concreta de violencia física (ver represión a los cortes de ruta) sobre los que resistan al modelo de una manera abierta, o la amenaza judicial de apertura de causas, cuando no la cárcel misma para aquellos que se atrevan a representar un peligro para las empresas capitalistas de la cadena de consumo alimentario (ver caso Raúl Castells)
La hiper-intervención del estado en el mercado, lo que generó rentas extraordinarias al sector financiero desde la época de Martínez de Hoz hasta la gestión Cavallo con mecanismos convergentes, por ejemplo con la intervención en el tipo de cambio y ,simultáneamente, incrementando las tasas de interés internas por sobre las internacionales, creando seguros de cambio, vendiendo el patrimonio social acumulado a precios viles, etc. (Lavergne,1993;6-13)
La hiperinflación educó al pueblo en la capacidad de daño que puede infligirle el sector capitalista dominante, sea este la banca acreedora o los grupos dominantes internos, mientras el estado se manifiesta incapaz de tomar medidas que frenen la situación de violenta redistribución de ingresos a manos de los poseedores de divisas.
La flexibilización laboral, que divide al movimiento obrero en dos tipos de trabajadores: la clase «privilegiada», mejor remunerada, y el de la clase periférica, de contratación coyuntural sin garantías de estabilidad en los puestos de trabajo (Bledel,1993;109). El aceleramiento de los despidos masivos forman parte de esta ofensiva fragmentadora. Petras y Morley (1995;153) proponen, en función de una estrategia de unidad para alternativas liberadoras, una nueva categoría laboral, cruce entre clase obrera asalariada y autoempleada, a la que llama «el pueblo trabajador», «protagonista esencial y crucial de cualquier movimiento virtual por la transformación social».
Entre las técnicas a las que apelan los grandes monopolios para promover sus negocios, no alcanzan las fórmulas convencionales de publicidad comercial. Los auspicios y financiamientos que realizan a favor de comunicadores sociales, llamados «formadores de opinión pública», que manejan el mismo mensaje político-económico (coincidente a los intereses de las transnacionales y las grandes empresas locales). Estos comunicadores invitan a intervenir en los debates reiteradamente a quienes adhieren incondicionalmente a sus postulaciones. Sus auditorios masivos y geográficamente amplios, a veces observan la participación de algún político o periodista independiente, que permite la pose de neutralidad del anfitrión. No obstante existen ausencias marcadas y temas escamoteados.
Otra forma de influencia de las grandes empresas es la organización de grupos de presión sobre los organismos gubernamentales (lobby-system); donaciones y subsidios a universidades privadas y fundaciones; una relación estrecha con la prensa comercial a través de políticas de avisos y otras técnicas publicitarias. Mientras tanto las flaquezas presupuestarias de las universidades nacionales debilita su irradiación cultural y abren espacio académico a favor de los entes universitarios privados (Bledel,1992;103/104).
«La propuesta librecambista existe sólo como discurso abstracto. Los mercados no son libres ni transparentes. Las principales empresas y los gobiernos de los países desarrollados necesitan programar, introducir elementos de planificación que orienten su futuro» (Tenewicki,1991,23). Podemos agregar, y lo hacen, al menos en lo que hace a la planificación de la miseria y la estricta medición del hambre que habrán de soportar los pobres mundiales, para que se subordinen a las nuevas condiciones y relación de clases implantada.
los planes alimentarios denominados compensadores, que funcionan como factores coercitivos de una población a la que se aplica una colección sistemática de medidas restrictivas. La violencia económica reviste la forma de una extorsión, instrumentada mediante el reparto selectivo de alimentos a una población a la que previamente el estado le expropió el derecho colectivo legal a la seguridad alimentaria y el derecho individual a la alimentación.
Este rápido y desordenado conjunto de hipótesis merecen una discusión de parte los damnificados, analizándolos como auténticos mecanismos de control social. Así pueden ser visualizado como métodos de contención de potenciales conflictos, que desde la propaganda pública y privada de los medios masivos de comunicación, focalizan en el Estado y no el las empresas, el reclamo de satisfacción de los derechos vulnerados y productores de situaciones de riesgo desesperante. No obstante los estallidos de los saqueos de 1989, Santiago del Estero, Cutral-Có, Jujuy, Tierra del Fuego, responden a diferentes situaciones locales y modalidades de organización más o menos espontánea , no siempre se articularon con otras luchas por reclamos de derechos sociales . Esta articulación se ha dado históricamente ya sea como frente social multiclasista, o como organizaciones permanentes de los sectores protagonistas.
Se mantuvieron constantes las situaciones límite para la supervivencia de la comunidad, permitiéndoles así contar con el apoyo más o menos activo de importantes sectores de la comunidad, pero no de articular demandas de largo plazo a partir de organizaciones que trasciendan el plano reivindicativo inmediato. Podría considerarse esto como un indicador cualitativo del grado real de conciencia de una población que no se sobrepone a la fragmentación de otrora poderosas identidades inter e intra -clasistas con un contenido político propio más o menos reflejado en dichos frentes político-sociales? (ver casos históricos recientes por ejemplo en la lucha antidictatotrial).
Esta fragmentación tendría como principal - pero no único - factor de explicación los efectos de largo plazo de la eliminación física de una generación completa de militantes sociales y políticos durante la dictadura militar. Tal situación no habría sido superada por la falta de relevos sociales con la suficiente experiencia acumulada como para hacerse cargo del rol de dirigentes naturales con un discurso y una práctica marcadas por el sostenimiento de los derechos sociales históricamente conquistados. Estas experiencias fueron ricas en forma y contenido durante los gobiernos peronistas anteriores y el período de proscripción y democracia tutelada .
Un factor a considerar en la discusión, es la contradicción que manifiesta el discurso y la práctica de las actuales administraciones peronistas, hecho que vacía de contenidos el discurso de los actuales dirigentes y operadores del partido de gobierno. Esta historia de reivindicaciones sostenidas en períodos de proscripción y que si bien soportó los conflictos por la sucesión del liderazgo central, retomó la tradición durante la dictadura y luego bajo un gobierno de signo político contrario a la identificación de las organizaciones socio-políticas peronistas.
TEXTOS CONSUL/ASALTADOS:
Bledel, Rodolfo. Epistemología económica y crisis de los sistemas. En Realidad Económica Nro116.may.jun. de 1993 . Pags.98 a 110.
Lavergne, Néstor. Argentina 1993: Estabilidad Económica, Democracia y Estado-Nación. En Realidad Económica Nro116. May.Jun de 1993.Págs.5 a 20
Petras, James. América Latina: Pobreza de la democracia y democracia de la pobreza. Rosario: Homo Sapiens Ediciones, 1995
Tenewicki, Mauricio. Las promesas del ajuste liberal. En Realidad Económica Nro 103. Oct.dic.1991. Págs.15 a 24
Desde las montañas del sureste mexicano:
...Insólitos Puentes...
«Los ricos se hacen cada vez más ricos, y los pobres se vuelven cada vez más pobres. Los ricos tienen palacios, gastan lujosos trenes, visten con esplendidez, se confortan con apetitosos manjares, viven sin trabajar, gozan de todas las consideraciones y de todos los privilegios. Los pobres languidecen de hambre, viven a la intemperie o en chozas dignas de los salvajes, carecen de abrigo contra el frío, mueren con frecuencia de insolación, son utilizados como bestias de carga, reciben en los campos y talleres un tratamiento que se compadece con la dignidad humana: son parias en su propio país y esclavos de sus propios ciudadanos. Ellos son los que producen la riqueza, y sin embargo, la riqueza se lesescapa, para ir a rellenar los bolsillo de los holgazanes, simples consumidores de lo que ningún esfuerzo les ha costado.
«Por eso la revolución lo proclama altamente: el país no estará en paz nunca mientras no se destruya el feudalismo de los campos, mientras la tierra no sea distribuida entre los que saben y quieren cultivarla, mientras no desaparezca el monopolio de los bribones, no se den garantías al trabajador y no se mejore la retribución del trabajo». -
General Emiliano Zapata, 24 de junio de 1914.
Primer Encuentro «Magisterio Democrático y Sueño Zapatista»
Cuentan los más antiguos de los antiguos, que el mundo se sostiene sobre el abismo del olvido gracias al alto copete de la ceiba. Sobre el árbol madre los dioses primeros, los más grandes dioses, dejaron el mundo. Con colores, palabras y cantos hicieron los dioses primeros al mundo. Cuando terminado estuvo, no supieron los dioses donde dejarse el mundo para irse ya a la cantadera y la bailadera, por que muy musiqueros y bailadores eran estos dioses, los que nacieron el mundo, los más primeros. Y ya estaba lista la gran marimba de luz que la noche atraviesa de lado a lado y nada que encontraban dónde poner el mundo los dioses más primeros.
Entonces los dioses hicieron una su asamblea para sacar acuerdo y, si, algo tardaron, pero nadie se dio cuenta por que apenas se había nacido el mundo y el tiempo no empezaba aún su tiempo. Los dioses del inicio sacaron su acuerdo y llamaron a la madre ceiba para que sobre su cabeza se tuviera el mundo y se lo colocó sobre su copete más alto y quieta se quedó para que el mundo sin sobresaltos se estuviera.
Esto que les cuento pasó hace mucho tiempo, tanto que hombres y mujeres terminaron por olvidarlo y, temerosos de no poder explicar en las escuelas el lugar del mundo, se inventaron historias de estrellas negras, «bigs bangs», sistemas solares, galaxias, universos y otros absurdos que llenan los libros de geografía que en todas las escuelas se padecen.
Todos olvidaron, pero no todos.
Sabedores eran los primeros dioses y clarito vieron que todos se iban a olvidar como se había nacido el mundo y en dónde estaba. Por eso la escribieron toda la historia de cómo se hizo el mundo y hasta un su mapa hicieron para que estuviera claro en dónde es que el mundo estaba. En su cuaderno de apuntes escolares escribieron todo los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, los más primeros.
Y entonces los dioses buscaron en dónde guardar el cuaderno de apuntes donde escrita estaba la historia de cómo el mundo fue hecho y el mapa de dónde se estaba el mundo.
Batallaron mucho los dioses por que el cuaderno de apuntes no donde quiera se podía guardar y entonces se hicieron otra asamblea para sacar acuerdos.
Y entonces llamaron a los hombres y mujeres de maíz, los verdaderos, y les contaron la historia de cómo el mundo fue nacido y les explicaron el lugar donde está y, para que lo recordaran aun que se les olvidara, pusieron unos apuntes en un papelito y lo doblaron en varios pliegues, como un acordeón, y lo guardaron en una de las cicatrices que pueblan la piel de la ceiba.
Se fueron los dioses primeros a su bailadera y a su cantadera. Y mucho tiempo después de que se apagó el eco de marimbas, guitarras y zapateados, la ceiba madre seguía firme, sosteniendo el mundo para que no cayera y para que en su lugar se estuviera.
Desde entonces el mundo está donde está. La ceiba lo mantiene lejos de la noche de la muerte peor, la más terrible, la del olvido.
Sobre la ceiba madre se está el mundo. Pero vientos de arriba lo han empujado una y otra vez a lo largo de la historia, buscando hacerlo caer a la oscuridad de la desesperanza.
No pocas veces ha estado a punto de perderse el mundo. Los vientos del Poder le arrojan por uno y otro lado guerras, catástrofes, crisis, dictadores, modas neoliberales, líderes magisteriales charros, gobiernos corruptos, asesinos en puestos gubernamentales, criminales disfrazados de precandidatos presidenciales, partidos revolucionarios institucionales, otanes y televisiones privadas. Miles y miles de pesadillas soplando sus terrores por todos lados, buscando derribar al mundo del alto copete de la ceiba madre.
Pero el mundo ha resistido, no ha caído. Los hombres y mujeres verdaderos de todos los mundos que hacen el mundo se han vuelto tronco y ramas y hojas y raíz junto a la ceiba madre para que el mundo no caiga, para resistir, para crecerse de nuevo, para nuevos hacerse.
Terribles han sido las luchas entre los de arriba y los de abajo, entre los poderosos y los desposeídos. Mucho se ha escrito sobre las razones o causas de estos choques. La verdad es que todos tienen un mismo fundamento: los poderosos quieren derribar al mundo que la ceiba sostiene, los de abajo quieren mantener el mundo y la memoria, por que de ella es donde se crece el mañana.
Contra la humanidad luchan los poderosos.
Por la humanidad luchan y sueñan los desposeídos.
Esta es la verdadera historia. Y si no aparece en los libros de texto de primaria es por que la historia la escriben todavía los de arriba, aun que la hacen los de abajo.
Pero aun que no forme parte de los planes oficiales de estudio, la historia del nacimiento del mundo y el mapa que explica dónde está, siguen guardados en las cicatrices de la ceiba madre.
Los más viejos de los viejos de las comunidades, encomendaron a los zapatistas el secreto. En la montaña les hablaron y les contaron en dónde está el apunte que los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, dejaron para que la memoria no se perdiera.
Cada tanto, desde que se nacieron los sin rostro, sin nombre y sin pasado individual, los zapatistas fueron alumnos de la historia que enseña la tierra. Un amanecer del año 1994, maestros se hicieron los zapatistas para, consultando el viejo apunte de la memoria, enseñar cómo se nació el mundo y mostrar en dónde se encuentra.
Por eso los zapatistas son alumnos y son maestros. Por eso los maestros son zapatistas, aun que esto se esconda detrás de las mil siglas en las que la dignidad se vive.
En el Aguascalientes de La Realidad, en una de sus esquinas, la ceiba preside, vigila, alienta y arropa el vertiginoso ir y venir de hombres y mujeres.
Días hay en que nadie camina estos suelos, pero otras mañanas se pueblan de hombres y mujeres de todos los colores tamaños, y sabores que hablan y ríen y se preocupan y bailan y cantan y hablan y sobre todo hablan y hacen acuerdos aunque no siempre y, eso si, siempre se encuentran.
En las solitarias madrugadas de La Realidad, cuando alguna nube se ha puesto a llorar con húmedo énfasis, cuando más fuerte se llueve arriba y abajo, podrá verse una sobra entre las sombras, sin rostro siempre, que se acerca a la ceiba madre y le busca entre los húmedos pliegues de la historia un papelito. Temblando lo encuentra, temblando lo abre, lo lee temblando y temblando lo devuelva a su lugar.
En ese papelito algo está escrito que es peso enorme que libre hace a quien lo carga. Un trabajo, una misión, una tarea, algo por hacer, un camino qué andar, un árbol que sembrar y crecer, un sueño por velar.
Tal vez el papelito habla de un mundo donde todos los mundos caben y se ensanchan, uno donde la diferencia de color, cultura, tamaño, lengua, sexo e historia sirve para no excluir, perseguir o clasificar, sino para que su variedad rompa definitivamente con el gris que ahora nos ahoga.
¿Quién sabe?
Algo tiene ese papelito, porque, no sé si es una ilusión óptica o alguna de esas fantasías visuales que abundan en las montañas del Sureste mexicano, pero todos jurarían que esa sombra ahora sonríe, si, sonríe como si brillara...
Hermanos y hermanas, maestras y maestros democráticos:
Bienvenidos al Primer Encuentro «Magisterio Democrático y Sueño Zapatista»
Sean bienvenidos a La Realidad, a la que duele y sueña, a la que paciente espera algo bueno, más justo, más libre, más democrático.
A La Realidad mexicana que sueña no el mejor de los mundos posibles, pero que sueña y merece un mañana.
Este es nuestro sueño, el que, paradoja zapatista, nos quita el sueño.
El único sueño que se sueña velando, insomnes, la historia que de abajo nace y se crece.
Maestras y maestros democráticos:
Bienvenidos a La Realidad desvelada, por que es velando que los zapatistas soñamos.
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano
México, Julio de 1999.
Palabras del Sup en el
Hace 15 años, cuando llegué por primera vez a estas montañas. En uno de los campamentos guerrilleros me fue contada, de madrugada, como es ley, una historia de 15 años antes, tres décadas se cumplen en este agosto que nos moja. Se las cuento como me va saliendo, tal vez no sean las mismas palabras, pero estoy seguro de que es el mismo sentimiento del hombre que me las refirió cuando, entre bromas por mi patético aspecto y un pantalón de payaso que llevaba puesto, me dio la bienvenida al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Los de después sí entendimos
Cuenta la historia que, en un pueblo, se afanaban hombres y mujeres en trabajar para vivirse. Todos los días salían hombres y mujeres a sus respectivos trabajos: ellos a la milpa y al frijolar; ellas a la leña y al acarreo del agua. En veces había trabajos que los congregaban por igual. Por ejemplo, hombres y mujeres se juntaban para el corte del café, cuando era llegado su tiempo. Así pasaba. Pero había un hombre que no eso hacía. Sí trabajaba pues, pero no haciendo milpa ni frijolar, ni se acercaba a los cafetales cuando el grano enrojecía en las ramas. No, este hombre trabajaba sembrando árboles en la montaña. Los árboles que este hombre plantaba no eran de rápido crecimiento, todos tardarían décadas enteras en crecer y hacerse de todas sus ramas y hojas. Los demás hombres mucho lo reían y criticaban a este hombre. «Para qué trabajas en cosas que no vas a ver nunca terminadas. Mejor trabaja la milpa, que a los meses ya te da los frutos, y no en sembrar árboles que serán grandes cuando tú ya hayas muerto». «Sos tonto o loco, porque trabajas inútilmente». El hombre se defendía y decía: «Sí, es cierto, yo no voy a ver estos árboles ya grandes, llenos de ramas, hojas y pájaros, ni verán mis ojos a los niños jugando bajo su sombra, Pero si todos trabajamos sólo para el presente y para apenas la mañana siguiente, ¿quién sembrará los árboles que nuestros descendientes habrán de necesitar para tener cobijo, consuelo y alegría?» Nadie lo entendía. Siguió el hombre loco o tonto sembrando árboles que no vería, y siguieron hombres y mujeres cuerdos sembrando y trabajando para su presente. Pasó el tiempo y todos ellos murieron, les siguieron sus hijos en el trabajo, y a éstos les siguieron los hijos de sus hijos. Una mañana, un grupo de niños y niñas salió a pasear y encontraron un lugar lleno de grandes árboles, mil pájaros los poblaban y sus grandes copas daban alivio en el calor y protección en la lluvia. Sí, toda una ladera encontraron llena de árboles. Regresaron los niños y niñas a su pueblo y contaron de este lugar maravilloso.
Se juntaron los hombres y mujeres y muy asombrados se quedaron del lugar. «¿Quién sembró esto?», se preguntaban. Nadie sabía. Fueron a hablar con sus mayores y tampoco sabían. Sólo un viejo, el más viejo de la comunidad, les supo dar razón y les contó la historia del hombre loco y tonto.
Los hombres y mujeres se reunieron en asamblea y discutieron. Vieron y entendieron al hombre que sus antepasados trataron y mucho admiraron a ese hombre y lo quisieron. Sabedores de que la memoria puede viajar muy lejos y llegar donde nadie piensa o imagina, fueron los hombres y mujeres de ese hoy al lugar de los árboles grandes.
Rodearon uno que en el centro se estaba y, con letras de colores, le hicieron un letrero. Hicieron fiesta después, y ya estaba avanzada la madrugada cuando los últimos bailadores se fueron a dormir. Quedó el bosque grande solo y en silencio. Llovió y dejó de llover. Salió la Luna y la Vía Láctea acomodó de nuevo su retorcido cuerpo. De pronto, un rayo de luna acabó por colarse por entre las grandes ramas y hojas del árbol del centro y, con su luz bajita, pudo leer el letrero de colores ahí dejado. Así decía:
«A los primeros: Los de después sí entendimos. Salud»
«¡Moción de pozol!»
Asistentes y asistentas alEncuentro Nacional en Defensa del Patrimonio Cultural:
Antes de terminar esto, queremos sernos y hacernos puente y saludo a y con quienes están lejos y perseguidos: los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entre las cartas que habló la cajita parlante de cartón, viene una en la que se nos informa que el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) trae la cantidad de 21 mil 900 pesos como ayuda humanitaria para la compra de maíz para las comunidades en resistencia. Lo hemos consultado con nuestros jefes y jefas del Comité Clandestino Revolucionario Indígena y queremos pedirles a los compañeros y compañeras del SITUAM que escuchen lo siguiente:
Con preocupación leímos en varias notas periodísticas que los estudiantes en huelga de la UNAM sufren mucho en sus cocinas porque pura papa y laterío están comiendo. Esto ha preocupado mucho a nuestros compañeros y compañeras jefes, porque leen que no están comiendo su tortilla ni tomando su pozol los estudiantes. «¿Cómo van a hacer para resistir pues?», me dicen-preguntan. Yo alzo los hombros nada más, pues qué diera yo por una suculenta lata de sardinas marca La Migaja. Pero los y las comités no estaban pensando en sardinas, sino en las tortillas y el pozol que necesitarían los estudiantes para poder resistir al mal gobierno. Bueno, después de larga discusión y no pocas historias acerca de las ventajas del pozol y las tortillas, que van y me dicen: «Que dice el comité que veas de mandarles pozol y tostadas a los estudiantes en huelga, eso dicen». Yo tragué saliva, fui adonde el comité y pedí la palabra. Argumenté que la UNAM estaba en la ciudad de México y que la ciudad de México estaba muy lejos de acá. «¿A cuántos retenes de distancia?», me preguntaron, porque ahora los compañeros miden las distancias en el número de retenes que hay entre uno y otro lado. Dije la verdad, que no sabía, que eran muchos, pero que el problema eran los kilómetros y el tiempo y que el pozol iba a llegar agrio. «¡Agrio!», dijeron y festejaron, pues el pozol agrio acá es un manjar, dicen (a mí me da siempre dolor de panza). Y dale que al grito de «¡pozol agrio!» («¡moción de pozol!», dirían en el CGH, creo) sacan la marimba y se hacen un su fuego y a calentar tostadas y ya uno sacó una su botella con pozol agrio y sí, la fiesta tardó. Yo me quedé fumando y rechacé el pozol que me ofrecían, pero sí le entre a las tostadas, no había comido, pues. Cuando al fin todo volvió a la normalidad. Volví a plantear el problema: el pozol iba a llegar ya hongueado a México (sí, tuve cuidado de no volver a decir «agrio»), ergo, no convenía mandar pozol. «Bueno, pues me dijeron, mándales tostadas». Así lo hice, pero pasó lo que ahora les cuento:
Tostadas que producen «malas ideas»
Salió un grupo decompas llevando alteros de tostadas con la misión de entregarlas al Consejo General de Huelga de la UNAM y a las asambleas de las escuelas, junto con un recado donde nos disculpábamos por no mandar pozol. Al cruzar por el retén militar de Guadalupe Tepeyac, un oficial de alto rango detuvo a los compañeros y revisó la carga. Les preguntó para quién eran esas tostadas y los compas dijeron que para unos parientes que estudian en la ciudad. «¡No es cierto! respondió el oficial, es para los paristas. ¡Quítenles todas las tostadas!» Los soldados del retén hicieron lo que se les ordenaba. Uno de ellos tomó un pedazo de tostada y se lo llevó a la boca. «¡No haga eso soldado! llamó la atención el oficial, ¿qué no sabe que ésas son tostadas zapatistas y producen malas ideas a los que las comen? ¡Entiérrenlas lejos de aquí!» Así que las tostadas están ya prohibidas por la Ley de Armas de Fuego y Explosivos y no pueden cruzar los retenes para llegarse hasta la UNAM y producir malas ideas en quien las coma. Apenado quedé yo por el fracaso y así lo informé al comité. El comité dijo que no tuviera pena, que ya veríamos la forma de que los estudiantes en huelga pudieran comer tostadas y tomar pozol para tener fuerza para resistir.
* * *
Esta es la historia. Ahora que hemos tomado conocimiento del apoyo que decidieron los hermanos y hermanas del SITUAM, los comités me piden que les pida lo siguiente:
Tomen ese dinero y llévenlo a la ciudad de México y compren maíz para el CGH y para las asambleas y para las guardias y para las brigadas de todos esos y esas jóvenes que están luchando por la educación gratuita. Díganles que lo mandan los zapatistas para que puedan comer unas sus tortillas o tostadas y pozol, si es que quieren, y no pura papa y laterío. Díganles que los saludamos y que esperamos que este maíz que les mandamos sepa hablar el puente que somos, y que piedras no les mandamos porque de por sí allá tienen. Que le sigan echando ganas, que abran su corazón a todas las palabras y que no olviden que acá los queremos, los admiramos y, aunque lejos, también los abrazamos.
Eso me piden los Comités que les pida a los compañeros y compañeras del SITUAM, y como estamos seguros de que dirán que sí, queda entonces que hemos sido sólo puente entre dos movimientos dignos: el de los trabajadores universitarios y el de los estudiantes universitarios.
Sale pues, como servicio especial para la prensa presente, ésta es la nota:
«El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana hizo llegar su apoyo de X toneladas de maíz a los estudiantes paristas de la UNAM, a través del insólito conducto del EZLN. Los zapatistas, en voz de su líder enmascarado, declararon que de por sí eso son los zapatistas, insólitos puentes que atraviesan no sólo México, dicen, sino todos los diferentes mundos que en el mundo son y han sido. Al final del acto, el Sup quiso echarse una goya pero le salió un gallo y optó por hacerse el occiso».
De nada, damas y caballeros de la prensa.
A: todas y todos los que trabajan en La Jornada.
De: SupMarcos.
Setiembre 1999
Hace 15 años...
Cada agosto, año tras año, las montañas del sureste mexicano se las arreglan para parir una madrugada particularmente luminosa. Ignoro las causas científicas, pero en esa madrugada, una sola en todo el desconcertante agosto, la luna es un columpio de nacarado vaivén, las estrellas se acomodan para ser contorno y objeto, y la Vía Láctea luce orgullosa sus mil heridas de luz coagulada. Este agosto de finales de milenio, el calendario anunciaba el día sexto cuando esta madrugada apareció. Así, con el lunado balanceo, se llegó el recuerdo de otro agosto y otro 6, cuando hace 15 años iniciaba mi entrada a estas montañas que fueron y son, sin quererlo ni proponérmelo, casa, escuela, camino y puerto. Empecé a entrar en agosto y no acabé de hacerlo hasta septiembre.
Debo confesarles algo, cuando subía trabajosamente la primera de las empinadas lomas que abundan en estos suelos, sentí que sería la última. No iba yo pensando en la revolución, en los altos ideales del ser humano o en un futuro luminoso para los desposeídos y olvidados de siempre.
No, yo iba pensando que había tomado la peor decisión de mi vida, que el dolor que me apretaba más y más el pecho terminaría por cerrar definitivamente la cada vez más raquítica entrada de aire, que lo mejor sería regresarme y dejar que la revolución se las arreglara sin mí, a más de otros razonamientos parecidos. Si no regresé, fue simplemente porque no conocía el camino de retorno, y sólo sabía que debía seguir al compañero que me precedía y que, a juzgar por el cigarro que fumaba mientras cruzaba el lodo sin ninguna dificultad, parecía estar de paseo. No pensé que algún día podría yo subir una loma fumando y sin sentir que me moría a cada paso, tampoco que alguna vez podría sortear el lodo que abundaba abajo tanto como las estrellas arriba. No, yo ya no pensaba, estaba concentrado en cada respiración que trataba de hacer.
En fin, el caso es que en algún momento alcanzamos la punta más alta de la loma y quien venía al mando de la raquítica columna (éramos 3) dijo que descansaríamos ahí. Me dejé caer en el lodo que me pareció más cercano y me dije que tal vez no sería tan difícil encontrar el camino de regreso, que bastaba caminar hacia abajo otra eternidad y que algún día llegaría al punto donde el camión de redilas nos había dejado. Estaba yo haciendo mis cálculos, incluyendo los pretextos que daría y me daría a mí mismo por haber abandonado el inicio de mi carrera como guerrillero, cuando el compañero se me acercó y me ofreció un cigarrillo. Negué con la cabeza, no porque no quisiera hablar, sino porque traté de decir «no gracias» pero sólo me salió un gemido.
Después de un rato aprovechando que la persona que iba al mando se había retirado un poco para satisfacer necesidades biológicas que llaman primarias, me incorporé como pude sobre la vieja escopeta calibre .20 que portaba, más como bastón que como arma de combate. Así pude ver desde lo alto de esa montaña, algo que me impactó profundamente.
No, no mire hacia abajo, no hacia el retorcido garabato del río, ni a las débiles luces de los fogones que mal alumbraban un caserío lejano, tampoco a las montañas vecinas que dibujaban la cañada salpicada de pequeños pueblos, milpas y potreros.
Miré hacia arriba. Vi así un cielo que era regalo y alivio, no, más bien una promesa, Estaba la luna como sonriente y nocturno columpio, las estrellas salpicaban azules luces y la anciana serpiente de luminosas heridas que ustedes llaman «Vía Láctea» parecía reposar su cabeza allá, muy lejos.
Quedé viendo un rato, sabiendo que había que subir esa loma endemoniada para ver esa madrugada, que eran necesarios el lodo, los resbalones, las piedras que afuera y adentro de la piel dolían, los pulmones cansados e incapaces de jalar el aire necesario, las piernas acalambradas, el angustiado aferrarse a la escopeta-bastón para poder así liberar las botas de la prisión del lodo, el sentimiento de soledad y desolación, el peso que llevaba a la espalda (que, después lo supe, era sólo simbólico, pues en realidad se cargaba siempre el triple o más; en fin, el tal «símbolo» a mí me pesaba toneladas), que todo eso -y mucho más que vendría después- es lo que había hecho posible que esa luna, esas estrellas y esa Vía Láctea estuvieran ahí y no en otro lado.
Cuando escuché a mis espaldas la orden de reanudar la marcha, allá en el cielo una estrella, seguramente harta de encontrarse sujetada al techo negro, logró desprenderse y, cayendo, dejó en la nocturna pizarra un breve y fugaz trazo. «Eso somos -me dije-, estrellas caídas que apenas arañan el cielo de la historia con un garabato». Según yo, esto sólo lo pensé, pero parece que lo pensé en voz alta porque el compañero preguntó: «¿Qué dijo?». «No sé -contestó quien tenía el mando-, debe ser que ya le empezó a dar fiebre. Tenemos que apurarnos».
Esto que les cuento fue hace 15 años. Hace 30, algunos arañaron la historia y, sabiéndolo, empezaron a llamar a otros muchos para que, a fuerza de rayones, rayitas y rayas, acabara por romperse el velo de la historia y se viera al fin la luz, que ésa, y no otra cosa, es la lucha que nosotros hacemos. Así que si nos preguntan qué queremos, sin empacho responderemos: «Abrirle una rendija a la historia».
Tal vez ustedes se pregunten qué paso con mis intenciones de regresarme y de abandonar la vida guerrillera, y supongan que la vista de esa primera madrugada en la montaña me había hecho abandonar mis ideas de huir, levantó mi moral, y solidificó mi conciencia revolucionaria. Se equivocan. Puse en marcha mi plan y bajé la loma. Lo que ocurrió es que me equivoqué de lado, en lugar de bajar por la cuesta que me llevaría de vuelta a la carretera, y de ahí a la «civilización», bajé por el lado que me adentraba más en la selva y que me llevaría a otra loma, y a otra, y a otra...
Eso fue hace 15 años, desde entonces sigo subiendo lomas y sigo equivocando el lado por el que bajo, agosto sigue pariendo cada 6 una madrugada especial, y todos nosotros seguimos siendo caídas estrellas arañando apenas la historia.
Vale de nuez, salud y... ¡un momento!, esperen. ¿Qué es aquello que relumbra a lo lejos? Parece una rendija...
El Sup arriba de la loma echando un volado para ver por cuál ladera baja...
Carta 3 bis (sobre la Huelga de la UNAM)
para: Carlos Monsiváis
...Odio decir que se los dije, pero se los dije. Cuando advertimos que la clase política se estaba separando de los ciudadanos, dijimos que la sociedad no iba a perdonar e iban a surgir movimientos cada vez más alejados de la política tradicional, y cada vez más críticos frente a ella. Para enfrentar la crisis que sacude la columna del sistema político mexicano, el sistema de partido de Estado, y a quien arrastra consigo, la clase política, han optado por construirse un mundo virtual propio, elaborado en la asepsia del laboratorio de la informática moderna, sobre el cual «ensayar» los escenarios posibles y sus acciones frente a ellos. Pero lo que empezó como ejercicio teórico, se convirtió en práctica frencuente y, luego, en costumbre. De ahí a constituirse en una forma de hacer política, el proceso fue rápido. En este mundo virtual existe sólo la clase política como variable y el resto, incluyendo los ciudadanos, son índices porcentuales perfectamente previsibles y, por tanto, manejables. Ergo, la política moderna llega a su máximo sueño: un mundo con puros políticos puros, sin movimientos sociales y ciudadanos, sin imprevistos, sin sobresaltos. Un mundo perfectamente sujeto a las reglas de la clase política. Maravilloso, a no ser por un pequeño problema: la realidad...
...Que la crisis de la clase política alcance a arrastrar a la izquierda «parlamentaria» (como la llaman algunos) no es de extrañar. En el mundo entero, la izquierda institucional parece arrastrada en la moda de ser agradable... a la derecha. No, no sólo los partidos políticos tradicionales de izquierda han sido arrastrados en esa crisis, también la izquierda «extra-parlamentaria»...
...el problema no es que la clase política esté en crisis, quiero decir no sólo. También resulta que la clase política ha arrastrado a los líderes de opinión en su crisis. Esa distancia o alejamiento respecto a la realidad que sufren los políticos, también la padecen los intelectuales sociales o los líderes de opinión pública. Ahora hablan para sí mismos o para sus iguales, se comentan entre sí, se argumentan y contra argumento, se convencen y se desilusionan. Se acabó el pesado fardo de tener que entender las cosas (algo cada vez más dicícil) y, además, explicarlas (ya casi imposible). No, ahora se trata de decir, no, de dictar cómo deben ser las cosas. Si el editorial no corresponde a la realidad, peor para la realidad (ya sé que es lugar común, pero sirve para explicarme).
...Lo que quiero decirte o decirle es que, detrás del movimiento estudiantil universitario, no está la perversa maquinación de una «ultra» rápida de puños y lenta de argumentos. No, lo que está detrás es la crisis de una política que no ve en la gente algo que no sea un número (para el voto) o un activista por reclutar. ¿Qué mejor síntoma de esto que la explicación que daba un intelectual perredista del avance de las posiciones «moderadas» en asambleas y CGH? Decía él (palabras más palabras menos): «los moderados se han dedicado a convencer a los adolescentes púberes e imberbes que habían sido engañados por los ultras». ¿Qué tal? Por supuesto que en la siguiente asamblea se revirtió el citado avance. ¿Qué pueden esperar si desprecian así a la gente? ¿Cómo pueden pensar que van a escuchar sus argumentos si en el principio sólo tuvieron boca para hacer escarnio, burla, desprecio y calumnia?
No, maestro, yo creo que el problema no es la falta de autoridad moral de la izquierda en la Universidad. Es algo más, creo que es en la juventud, o en amplios sectores de ella. Y más aún, me atrevería a decir que es en el grueso de la sociedad. Este hastío y hartazgo de la política no son gratuitos, son algo cultivado por la desidia y el desapego de una clase, la política, que cree que está formada por una generación de elegidos que «sí entienden».
Chiapas fue un síntoma, la UNAM es otro. Vendrán más. Y los movimientos y efervescencias serán cada vez más y más radicales (o «ultras», para usar el término de moda en la clase política y líderes de opinión), y, ojo, cada vez más difícil tender puentes de diálogo con ellos. De esto no tenemos la culpa los zapatistas, tampoco los estudiantes del movimiento universitario. Unos y otros estamos diciendo «aquí estamos, no se olviden». A unos y a otros se nos responde con el silencio, con la burla, con el desprecio, con el olvido. Odio decir que se los dije, pero sí, se los dije. Mientras la clase política y líderes de opinión que la acompañan sigan en su mundo virtual, la realidad pasará regularmente a cobrar la cuenta del olvido. Sólo que cada vez será más alta, más brutal y más catrastrófica...
...Vale. Salud y lo que hay que lamentar es que este movimiento tenga tan pocos dispuestos a tratar de entenderlo y demasiados prestos a juzgarlo...
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México. Octubre 8 de 1999, día del guerrillero heroico (ése sí), Ernesto Che Guevara.
Desde Neuquén: PIDO LA PALABRA...
Por: Diego Genaro y Silvio Winderbaum
Nos escriben desde Neuquén nuestros compañeros de la Revista de Educación "Pido la Palabra". El texto que sigue es la nota central de su número 5. La inclusión de esta nota, como de otras, nos afirma en nuestra "obsesión" por ser puente entre luchadores, entre "inconformes" y rebeldes. Para presentación va un extracto de la nota editorial de la misma revista:
«Porque son muchas las
cosas que necesitamos debatir y no están siendo debatidas.Porque si las posibilidades de expresión no existen hay que crearlas.
Porque son demasiadas las incertidumbres y las preguntas sin respuesta como para seguir en silencio.
Porque estamos cansados de ser manipulados.»1
«Nos oponemos a la Ley Federal ¿ pero... ¿qué educación queremos?
Nos negamos a entrar en la Red de capacitación, pero... ¿qué perfeccionamiento buscamos?
Nos horroriza ver el avance del «sálvese quien pueda» y las desigualdades sociales crecientes, pero... ¿qué sociedad pretendemos? (...)
Hubo una época -los que tienen 45 o más la recuerdan bien- en la que no existía la desocupación en la Argentina, en la que existía la pobreza pero no la exclusión social. Le enorme mayoría de los trabajadores -muchos de ellos industriales- estaba organizado en poderosos sindicatos manejados por una no menos poderosa y bien alimentada dirigencia que tenía, en general (salvo escasas y honrosas excepciones) excelentes relaciones con el gobierno de turno. Las organizaciones gremiales eran un factor de poder de primer orden: a una orden de la CGT el país podía quedar totalmente paralizado: ni los kioscos abrían. Ningún trabajador tenía la necesidad de ponerse a pensar demasiado en qué caminos ni qué tipo de organización había que adoptar para luchar por mejorar sus condiciones de vida o de trabajo. El camino era claro: cada gremio tenía su convenio colectivo de trabajo, el que se renegociaba periódicamente a través de las comisiones paritarias, integradas en partes iguales por empleadores y miembros del sindicato. Si no se lograba lo buscado en la negociación, el camino era la huelga que, como toda lucha, podía ganarse o perderse. No estamos hablando de la Argentina año verde: las últimas paritarias se reunieron en el año 1975, bajo el gobierno de María Estela Martínez de Perón, y negociaron un aumento salarial generalizado del 120% en los salarios, que se efectivizó después de una huelga general nacional de 72 horas. Fue la última vez, hace 25 años.
Desde entonces, mucha, muchísima agua corrió bajo los puentes. Pasó la dictadura, desaparecieron 30.000 de los que daban fuerza y alma a esas luchas, y hoy la mayor parte de aquellos poderosos sindicatos negocian las rebajas salariales, los despidos, la flexibilización laboral y las privatizaciones. Hay millones de desocupados. El individualismo carcome los lazos de solidaridad, el «sálvese quien pueda» es la ideología dominante. Y quienes elegimos el camino de seguir defendiendo lo que consideramos que es nuestro tenemos que plantearnos, necesariamente, cuáles son los caminos y cuál es la organización que necesitamos para ello. Es este un debate imprescindible, pero que, lamentablemente, hasta ahora no se ha dado.
De ayer a hoy
Aclaremos, desde un principio, lo que queremos decir: no es posible plantearse la lucha hoy, de la misma forma que hace veinte o treinta años, es decir limitada a nuestros intereses sectoriales y profesionales. Hoy estos reclamos deben formar parte y deben integrarse a una lucha que debemos dar conjuntamente con toda la comunidad educativa: la defensa de la escuela pública, gratuita, obligatoria y de alto nivel. Es en ese contexto, y sólo allí, que podremos satisfacer nuestras aspiraciones profesionales.
Ahora, ¿qué escuela pública, obligatoria y de alto nivel queremos? ¿La que propone la Ley Federal? Seguro que no. ¿La que tenemos? Tampoco. No nos olvidemos que la escuela siempre fue funcional a los proyectos políticos imperantes. ¿Queremos una escuela que se plantee la educación popular? ¿qué sería hoy, aquí y ahora, una escuela que tenga como meta una educación popular, una educación para la liberación? Nos debemos este debate.
El último 11 de setiembre una compañera, en su discurso del Día del maestro, dijo que hoy la escuela es el único lugar donde se defienden los valores éticos que en el resto de la sociedad ya no se practican: la solidaridad, la igualdad, la justicia. Quizás esto sea un poco exagerado, pero algo de esto, indiscutiblemente, hay. Es como si la marca igualitarista que tuvo originariamente la escuela argentina continuara sobreviviendo, aunque sea deshilachadamente. Dicho en otros términos: en nuestra provincia el modelo neoliberal de la Ley Federal, que postula la competencia salvaje y la escuela como formadora de mano de obra barata, de haceres y no de saberes, todavía no logró ingresar completamente. Y ese debe ser nuestro punto de partida, nuestro lugar: en la escuela, con los padres de nuestros alumnos, peleando para que la escuela siga siendo un lugar donde se distribuya el conocimiento socialmente acumulado y ayude a generar la igualdad de oportunidades que la ley y los discursos proclaman pero que la realidad desmiente. En ese contexto el aumento del presupuesto educativo, de nuestro salario y la mejora de nuestras condiciones de trabajo se hace una necesidad impostergable.
Esta postura no surge de la nada: recoge la experiencia de las numerosas huelgas docentes que, en todo el país, se fueron desgastando por semanas y meses en el vacío social, aisladas del resto de los reclamos populares. Ese aspecto débil es, precisamente, el que aprovechan los gobiernos ante nuestro reclamo sectorial para tratar de enfrentarnos con el resto de la población y ganar consenso: «estos, que todavía tienen trabajo, encima se quejan» dicen, promoviendo la guerra de pobres contra pobres. La única forma de romper ese aislamiento es ayudando a reconstruir el tejido social desde nuestro lugar de docentes para potenciar él nuestro y todos los reclamos sociales.
Del dicho al hecho...
Sucede que escribir esto y decirlo en un discurso es muy sencillo. De hecho, los docentes neuquinos venimos diciendo que estamos en contra de la Ley Federal desde hace por lo menos cuatro años, pero no hemos llevado adelante muy pocas acciones concretas en ese sentido en todo este tiempo. Por lo tanto, nos guste o no, la implementación de dicha ley siguió avanzando, y lo que es peor: en una buena parte de los docentes ya está instalada la lógica individualista, mercantilista y competitiva que la ley postula. Cambiar esto, y llevar adelante lo que estamos proponiendo implica un compromiso muy serio: no se hace sólo repartiendo papelitos ni pegando carteles.
La actual organización económica y social excluye a crecientes sectores sociales. Son muchos los que se preguntan cómo salir de esa situación, y es por eso que pareciera crecer la preocupación por la educación, motorizada, por una parte, en la necesidad de una salida económica y laboral, pero también en la búsqueda de explicaciones a esta realidad que todo el tiempo está rompiendo, fragmentando y aislándonos a todos de todos. Por otra parte, la escuela sigue siendo uno de los pocos lugares de socialización que van quedando, donde la gente de un barrio se encuentra y conversa.
Los docentes, desprestigiados y desvalorizados como estamos, seguimos siendo uno de los pocos sectores sociales que podemos generar, a través de la escuela, un debate social, y que conservamos un enorme poder de penetración en cada familia, en cada hogar. Es ese poder el que, sabiamente utilizado, puede ir generando los espacios de debate que nos permitan pensar entre todos qué escuela y qué proyecto educativo queremos.
Muchas palabras... ¿un gran vacío?
Durante la lucha que llevamos adelante en 1997 pusimos el acento en la defensa de la escuela pública, y fue por eso mismo que gran parte de la población nos apoyó. Sin embargo no supimos, no pudimos o no quisimos concretar ese apoyo en organizaciones a nivel de cada escuela y cada distrito, que pudieran trascender aquel momento y permanecer en el tiempo. No es casual que sectores de la comunidad se quejen planteando que los vamos a buscar sólo cuando necesitamos su apoyo: habría que preguntarse si no hay algo de cierto en esta afirmación.
Lo que proponemos, concretamente, es comenzar a tejer pacientemente una verdadera red de contracultura para romper lo más sólido que han logrado imponernos los sectores dominantes: la falsa idea de que hay un solo camino, una sola salida, una sola forma de pensar el mundo y que esa salida es la competencia, el libre mercado, él sálvese quien pueda. Esto es lo que necesitamos romper primero. Necesitamos generar espacios de encuentro y debate social. Y esto se puede hacer de múltiples formas: traer a los padres a leer con sus hijos y así alfabetizar a los propios padres, iniciativas como cines barriales, debatir qué proyecto educativo y qué Ley de Educación -o no- queremos para nuestros hijos, tratar temas como la violencia familiar y la educación sexual, crear o utilizar espacios institucionales para reflexionar sobre nuestra propia práctica cotidiana...
A principios de este siglo fueron los anarquistas quienes, además y mientras difundían sus ideas políticas, tenían sus publicaciones para diversos temas, creaban coros, escuelas, bibliotecas... una verdadera cultura popular donde la gente podía encontrarse, compartir y también, luchar juntos. Ellos formaban a los trabajadores que los seguían no sólo política, sino social y culturalmente. Para ellos la huelga, la movilización o el enfrentamiento con la policía no eran más que el punto culminante de un largo proceso de construcción social; y cuando la huelga o la movilización terminaban, los lugares de encuentro permanecían. Este tipo de trabajo, más allá de la propuesta política que encarnaban, es lo que, creemos, vale la pena rescatar.
¿No es la ausencia de estos espacios lo que nos hace preguntarnos, cada vez que hacemos un paro, cuál es la perspectiva, hacia dónde vamos, qué sentido tiene todo esto? ¿No fue esto lo que nos ocurrió entre el 97 y el 99? ¿En qué recodo se perdió ese gran consenso que habíamos logrado?
Un paro por aquí, otro por allá... ¿y después qué?
«¡A la lucha, a la lucha!» Escuchamos decir muchas veces. Pero... ¿con qué objetivos? ¿de qué manera? ¿con quiénes?. ¿Qué trabajo preparatorio llevamos adelante antes de lanzarnos a la calle? ¿Alcanza con que la organización gremial declare la medida de fuerza y todos, o una gran parte, o últimamente sólo una parte la acate?
La docencia es una actividad que se está renovando constantemente. Todo el tiempo se jubilan compañeros, y todo el tiempo ingresan compañeros nuevos, muchas veces imbuidos en este espíritu individualista y competitivo del que hablamos antes. ¿Les transmitimos a estos nuevos compañeros las experiencias que venimos acumulando? ¿La organización gremial contiene a los compañeros desde sus necesidades de capacitación, culturales, pedagógicas? ¿Generamos conciencia en forma permanente? Nuestro trabajo es esencialmente intelectual: ¿qué espacio existe para exponer, debatir, promover las preocupaciones culturales y pedagógicas que naturalmente nuestra profesión implica?
Por otra parte, en los últimos años son cada vez más los trabajadores de la educación desocupados, es decir, compañeros que no consiguen cargo o pasan años haciendo suplencias cortas, especie de «changas» sin ninguna estabilidad. Ellos son nuestros propios excluidos: ¿qué atención le prestamos a sus necesidades, a sus inquietudes?
Formularnos estas preguntas tal vez nos sirva para repensar cómo y para qué luchamos. ¿Por las reivindicaciones sectoriales solamente? ¿O enmarcamos dichas reivindicaciones en un proyecto más amplio que contemple todas las dimensiones de la práctica docente: política, pedagógica, gremial, cultural?
Podemos cortar la ruta una y mil veces. Podemos tirar miles de piedras. Podemos hacer semanas y meses de paro. Pero ninguna de estas acciones se podrá sostener en el tiempo si no es precedida por un intenso trabajo sobre las conciencias de todos nuestros compañeros y de toda la comunidad, de un trabajo que permita unir voluntades, escuchar voces diversas y contradictorias, romper la idea consciente o subconsciente de que nada se puede cambiar. No se trata de que «los que saben» «esclarezcan» a «los que no saben», sino de forjar una cotidianeidad diferente de debate fructífero, de intercambio de experiencias, que comience a tejer esos lazos solidarios que necesitamos para volver a ser nosotros, para poder volver a actuar en plural.
Un Cacho de Cultura...
"Marx sabía perfectamente que lo que hace la solidez de las relaciones de poder es que ellas no terminan jamás, que no hay de un lado algunos y de otro lado muchos; ellas la atraviezan en todos lados, la calse obrera retransmite relaciones de poder, ejerce relaciones de poder"
Michel Foucault.
"La libertad sin socialismo es el privilegio y la injusticia; y e l socialismo sin la libertad es la escalvitud y la brutalidad"
Mihail Bakunin
"Aceptamos todas las autoridades natrales y todas las influencias de hecho, ninguna de derecho"
Mihail Bakunin
SI, salvo raras excepciones, un hombre vale tanto como otro, ¿porqué uno tiene derecho a mandar y otro debe obedecer?
Ferrero
"Yo sueño con una sociedad reinventándose de abajo hacia arriba, donde las masas populares tengan, de verdad, el derecho de tener voz y no apenas el deber de escuchar"
Paulo Freire
"No, no hay un aspecto político, la educación es política"
Paulo Freire
" Es un error, la proyección desde nuestro presente, sobre algún pasado, sin preguntarse que hubo exactamente en aquel momento del pasado. Sería curioso hoy, por ejemplo, que alguién condenase el evangelio, porqué Jesús no dice nada contra la guerra nuclear"
Frei Betto
"El exiliado es el que tiene la valija lista, al costado de una estación ferroviaria, esperando un tren que no sabe si existe, ni a que hora va a pasar"
Frei Betto
"La Confianza del grupo popular en el intelectual que se pone a su servicio, nace de la experiencia de estar juntos en el momento de los hechos"
Frei Betto
Si los pueblos no se ilustran,
si no se vulgarizan sus derechos,
si cada hombre no conoce lo que puede,
lo que vale y lo que debe,
nuevas ilusiones sucederán a las antiguas
y después de vacilar ante mil incertidumbres,
será tal vez nuestra suerte
cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.
Mariano Moreno.
Si tuviera que contestar a la siguiente pregunta: ¿’Que es la esclavitud?, y respondiese en pocas palabras es el asesinato, mi pensamiento sería comprendido de inmediato.... ¿Por qué razón, sin embargo, no puedo contestar a la pregunta¿Que es la propiedad?, diciendo, concretamente, es el robo sin tener la certezade no ser comprendido, aún cuando esta respuesta no es sino una simple transformación de la primera?
Pierre-Joseph Proudhon(1840)
Creo que la única definición posible de comunismo, es la ausencia de relaciones mercantiles, y por tanto de relaciones de clase y de dominación de Estado. Creo que existen verdaderamente en nuestro mundo presente muy numerosos círculos de relaciones humanas de las que toda relación mercantil está ausente.
¿Por qué vías aquellos interstícios de comunismo pueden ganar el mundo entero?
L. Althouser (1986)"El Porvenir es Largo"
"La Clase es definida por los hombres al vivir su propia historia, y, al final, es la única definición...hay clases porqué la gente se ha comportado repetidamente de modo clasista... hay quienes suponen un modelo estático de relaciones de producción capitalista del cual se derivan las clases que tienen que corresponder al mismo, y la conciencia que corresponde a las clases y sus posiciones clasistas...esto proporciona una fácil justifación para la política de "sustitución", es decir, "la vanguardia" que sabe mejor que la clase misma cuáles deben ser los verdaderos intereses (y conciencia) de ésta... sin embargo la noción de clase es inseparable de la noción de lucha de clases... lo cierto es que las gentes se encuentran en una sociedad estructurada en modos determinados (crucialmente, pero no exclusivamente, en relaciones de producción), experimentan la explotación ( o la necesidad de mantener el poder sobre los explotados), identifican puntos de interés antagónico, comienzan a luchar por estas cuestiones y en el proceso de lucha se descubre como clase, y llegan a conocer este descubrimientos como conciencia de clase. La clase y la concencia de clase son siempre las últimas, no las primeras, fases del proceso real histórico.... Las clases acaecen al vivir los hombres y las mujeres sus relaciones de producción y al experimentar sus situaciones determinantes, dentro del "conjunto de relaciones sociales", con una cultura y La clase se define a sí misma en su efectivo acontecer. Las clases no son más que casos especiales de las formaciones históricas que surgen de la lucha de clases."
E.P.Thompson "¿Lucha de Clases sin clases?"
"A veces creo que se utiliza la metodología en lugar de la teoría... a veces la gente habla como si se pudiera tener una metodología sin teoría, o como si pudiera guardarse la teoría en un cajón cerrado de la mesa. Esto es especialmente aplicable a lo que yo llamo la derecha ideológica. Lo que yo hago es polemizar y teorizar sobre el proceso (histórico), no ponerlo a prueba (con relación a una teoría)... la verdadera história no sólo pone a prueba la teoría, sino que también la reconstruye."
E.P.Thompson (1976)
"Lo que los socialistas no deben nunca hacer es permitirse depender enteramente de instituciones establecidas: casas editoras, medios de comunicación comerciales, universidades, fundaciones. No quiero decir que todas estas instituciones sean represivas: desde luego pueden hacerse en ellas muchas cosas positivas. Pero los intelectuales socialistas deben ocupar un territorio que sea, sin condiciones, suyo: sus propias revistas, sus propios centros teóricos y prácticos; lugares donde nadie trabaje para que le concedan títulos o cátedras, sino para la transformación de la sociedad; lugares donde sea dura la crítica y la autocrítica, pero también de ayuda mutua e intercambio de conocimientos teóricos y prácticos, lugares p refiguren, en cierto modo, la sociedad del futuro."
E.P.Thompson (1976)
¨Sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo.¨ Che
¨...¿puede la teoría moderna encontrarse en oposición con los sentimientos «espontáneos» de las masas?... No puede: hay entre ellos una diferencia «cuantitativa», no de cualidad: tiene que ser posible una reducción, por así decirlo, recíproca, un paso de los unos a la otra y viceversa.¨
Antonio Gramsci
«Claro es que en el campo de la acción política,(...) sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela».
«Juan de Mairena»,Antonio Machado
"Política: puesta en cuestión de las instituciones establecidas. Filosofía: puesta en cuestión de los ídola tribus, de las representaciones comúnmente aceptadas."
Cornelius Castoriadis
"Sube y exige, tú eres llama de fuego,/Tú conquista es segura donde el horizonte definitivo/se hace gota de sangre, gota de vida,/Allí donde tus hombros sostendrán el universo,/Y sobre el universo, tu esperanza."
Miguel Angel Asturias / "Meditaciones del Descalzo"
«Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se producen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez como farsa.»
Carlos Marx, El 18 Brumario.
«Las movilizaciones sociales para oponerse de manera explícita a una parte o a la totalidad de los programas neoliberales, ponen en tela de juicio las afirmaciones de consolidación. Anuncian la perspectiva de deterioro del neoliberalismo y la posibilidad de construir una alternativa política basada en un modelo socio-económico diferente.»
James Petras
«Ahora sabemos que la realidad va a cambiar solamente si nosotros, que somos seres indeterminados, decidimos hacerlo. Tenemos que hacer un rescate de la subjetividad humana en la historia, de cada unos de nosotros como sujetos históricos. No hay ningún partido, no hay ninguna teoría marxista, no hay ninguna esperanza cristiana, nada que vaya a mover la historia si nosotros no la movemos».
Frey Betto
«Pensar es difícil, actuar es más difícil todavía, pero actuar como se piensa es lo más difícil del mundo».
Carta de Veto, Base de apoyo Zapatista, a los estudiantes en huelga de la UNAM
"El problema no es si son muchos o pocos los logros, sino si son o no suficientes."
Sup Insurgente Marcos.
"La rebeldía es la vida: la sumisión es la muerte. "
Ricardo Flores Magón, 1910
M
¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN POPULAR?, ¿CÓMO SE HACE?, ¿PARA QUÉ SIRVE?
Por: Jorge Medina¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja! En lindo lío me metí. Quien tenga la respuesta remítala a: Concurso ¿Qué es la Educación Popular?"; Cueva virtual: surcepai@multi.com.uy, o a http// www.queeslaeducacion popular.com.ep; o al fax: (005982) 204-4320. En caso de no contar con las ventajas de los avances tecnológicos siga las siguientes instrucciones (versión clásica y económica). Paso Nº1: coloque su escrito en un sobre, antes fírmelo, para evitarse como en los concursos tradicionales adjuntar un sobre con sus datos personales, ya que nos es necesario firmar con seudónimo (salvo que el nivel de boludeces que escriba sea superior al que puede llegar a leer en el presente trabajo). Paso Nº2: lácrelo, engómelo o simplemente pásele la lengua por el borde con pegote. Paso Nº3: una vez que realice la difícil tarea anterior y este seguro que está bien cerrado, diríjase hacia la puerta de su casa, ábrala, salga al exterior y cierre bien (no sea culpa que en su afán de concursar se la olvide abierta y el afán se transforme en afano). Paso Nº4: pregúntele al quiosquero, al diariero o al perro que pasa por su puerta donde queda el correo. Paso Nº5: consulte con el chabón que está en la ventanilla cual es la forma más económica de enviar su carta, no desespere el concurso cierra el día anterior a la instalación del Socialismo en la Argentina, que estimamos, según van las cosas, es allá por el 2084 (ya que como corresponde el Socialismo se instalará primero en EEUU y luego por copia, imitación o política exterior del pentágono y del departamento del estado socialista yankee, se aplicará en la argentina, según figurará en los documentos de Santa Fe 45 y 46. Paso Nº6: no se siente cómodamente a esperar el resultado del concurso, trate de ganarlo, como dice el dicho popular con el sudor de su frente.
ALGUNAS IDEAS (¿IDEAS?) DENTRO DE LA CONFUSIÓN GENERAL
Dentro de la confusión general y de la mía particular, me parece importante decir que la Educación Popular (EP) no es algo a construir. La EP es algo que esta en construcción hace ya largo tiempo. ¿Por qué esta reflexión tan obvia? Porque podríamos decir que hay que barajar y empezar de nuevo (sumándonos a la moda de la deconstrucción en las ciencias sociales).
Utilizando un ejemplo edilicio, cuando decidimos reciclar una casa, podemos tirar todo y empezar de nuevo o utilizar ciertas paredes o pilares que aún se encuentran en buena forma. Creo que la EP tiene una cantidad de pilares que ya no sirven y deben ser construidos nuevamente, pero no cabe duda que también hay una buena cantidad que podemos y debemos utilizar. Pilares como: el diálogo, la escucha, la estima y la autoestima, el respeto por las diferencias, el trabajo de base, la democracia, el proyecto socialista de sociedad, los grupos y dentro de estos el individuo y la individualidad (que no es lo mismo que individualismo), los sueños, los anhelos, la utopía, la organización, la planificación y siguen las firmas...
Me parece importante siguiendo con burda metáfora edilicia, que debemos discutir que pilares nos sirven y cuales sacamos para siempre, que colores utilizamos, que tipo de revoque y jeitos por el estilo. Lo importante para nosotros pasa por definir hasta donde llevamos las paredes de los costados (amplitud), ya que el techo no lo pondremos nosotros, sino la gente con la que laburemos y el desarrollo de los acontecimientos, además de nuestra coherencia, aciertos-desacietos y virtudes y defectos.
Y no debemos olvidar en nuestra construcción ubicar dos grandes ventanales uno al frente y otro en la parte posterior, para poder tener siempre en claro hacia donde vamos y de donde venimos (al estilo de Umiña).
A MODO DE INTRODUCCIÓN AL TEMA
¿Qué es la Educación Popular?
Es un proyecto político pedagógico. Es educación política ideológica de los trabajadores/as, rumbo a la sociedad socialista que queremos construir.
¿Para qué sirve?
Para formar cuadros y militantes político-sociales que aporten en la construcción de la nueva sociedad, desde una perspectiva solidaria, fraterna y democrática.
Para formar cuadros autónomos con capacidad de análisis e interpretación de la realidad crítica.
Para apoyar a los grupos y organizaciones que desarrollan su trabajo cotidiano desde una perspectiva liberadora.
¿Cómo se hace?
Para contestar esta pregunta podríamos parafrasear a Paulo Freire. Nadie educa a nadie, nadie se educa sólo, las personas, se educan entre sí, descubriendo (construyendo) nuevos caminos.
También podríamos decir que se hace planteando procesos de formación integrales y holísticos que apuntalen las potencialidades de las personas. A través de procesos educativos accesibles (decodificando la teoría) y masivos (con calidad y cantidad).
Finalmente restaría decir que la EP debe ser hecha pensando en proceso multiplicadores, donde los diferentes grupos e individuos se comprometan a reproducir la propuesta política de la EP.
¿QUÉ HEMOS HECHO HASTA AQUÍ?
Hasta aquí hemos escrito 761 palabras y 4.747 caracteres (con espacios incluidos) y no hemos definido nada.
Para contestar las tres preguntas anteriores he tomado el aporte de diferentes textos, organizaciones y educadores populares (algunos amigos y otros no tanto), y creo que no hay nada dicho realmente. En forma general creo que todos acordamos, por lo menos a nivel de consignas con el contenido de las respuestas a las tres preguntas formuladas.
Tampoco, me parece, que las tres preguntas aclaran qué es, para qué sirve y cómo se hace educación popular. Es más creo que en ciertas ocasiones y con ciertos grupos confunden, más de lo que aclaran (con esto no quiero decir que en ciertos contextos no valga la pena formularlas).
DESHACIENDO EL OVILLO
ACTO Nº 1: ¿Qué es lo que estamos haciendo?
Partiendo de lo general podemos acordar que la EP es una Herramienta Política Estratégica, la cual ayuda a construir el Proyecto Político Popular (¡ah!, me olvidaba Alternativo); que aborda la construcción de dicho proyecto desde la dimensión político pedagógica.
Si realizamos una mirada simple o superficial, la EP puede aparecer como una forma sistematizada de hacer formación política.
Pero si miramos más allá del simple hecho de la formación política, la EP se relaciona con la organización y la acción cotidiana. Ella es praxis permanente, que no sólo se detiene a "hacer" teoría en espacios formales de formación, sino que construye su teoría a partir de la acción cotidiana, donde los espacios de formación son momentos de abstracción, de espejo de nuestra práctica cotidiana. Es la síntesis entre la teoría y la práctica, las dos, teoría y práctica van unidas de forma indisoluble. Por ello, si se prioriza una u otra o si se hace una cosa o la otra, claramente no se está haciendo EP.
"Por eso, ella es una ‘nueva´ práctica, ella es ‘praxis´". (1 )
Haciendo EP estamos haciendo más que formación política. Estamos intentando rescatar una concepción metodológica, una utopía, un sueño, un proyecto político claro y definido.
Por lo dicho hasta ahora, debemos tener en claro que la EP es básicamente un "acuerdo (que realizamos con las personas y las organizaciones) vinculado a una propuesta multiplicadora" (2 )
Por ello, además de ser una herramienta de formación política, es, quizás lo más importante, una herramienta para la vida cotidiana de los militantes. Ya que considera la relación educador-organización-base y plantea la síntesis entre el educador y el militante (esto lo veremos en detalle más adelante).
Hasta aquí le hemos puesto moñito al paquete, pero perdónenme la insistencia, aún no hemos definido nada.
DESHACIENDO EL OVILLO
ACTO Nº 2: Definiendo algunas cosas
Si la Concepción Metodológica de la EP (CM de la EP)es nuestra línea más general, nuestra estrategia, nuestro horizonte o marco conceptual (político-ideológico-educativo), la que da sentido y unidad de conjunto a todo el proceso, y; la metodología es la modalidad específica de como vamos a plasmar nuestra Concepción Metodológica, a través de un conjunto de acciones políitico-pedagógicas... tendríamos que tener resuelta la vida. Pero a no cantar victoria, que aquí, recién empiezan nuestros problemas.
La experiencia nos ha demostrado que existen diferentes tipos de apropiación por parte de los grupos. Por un lado, están aquellos que se apropian de la CM de la EP y por consiguiente de la herramienta política estratégica. Por otro lado, encontramos los que hacen una apropiación parcial de la EP, ósea, se apropian de la metodología (formas de trabajo en grupo, coordinación, técnicas, etc.), en forma funcional a sus proyectos, perdiendo de vista que la EP es una herramienta política estratégica, para construir un proyecto político alternativo (¡ah! Me olvidaba y popular)
Sobre este último punto me viene a la mente una experiencia que conocí en Brasil (sobre la aplicación de la Formación Básica Multiplicadora, lo que nosotros llamamos Formación de Formadores del Movimiento Popular), la cual potencialmente era muy buena, pero se habían quedado en la simple aplicación de la metodología propuesta por FBM y aparecía ausente la dimensión política del trabajo que estaban realizando. Era una cooperativa de pequeños productos agrícolas, los cuales habían llevado adelante una extensa lucha que implico toma de tierras, la lucha por la propiedad y la organización interna, pero que en la actualidad, funcionaba sólo como una cooperativa modelo, perdiendo de vista que su lucha se enmarcaba en una lucha más general del campesinado brasileño por la reforma agraria y del sistema político en general.
DESHACIENDO EL OVILLO
ACTO Nº 3: Pasen y vean. Un intento por concretizar algo.
Hasta aquí definiciones generales y algún que otro ejemplo. Lo difícil es, por dónde empezar a la hora de ir a lo particular de la EP. Creo pertinente empezar por el principio (más que obvio lo mío) y este es, cómo arrancar con un grupo.
a) TEMA GENERADOR.
Es el que va a servir de envión o disparador para que un grupo comience a problematizarse su realidad o su práctica.
El tema generador es aquel que puede estar explícito o latente dentro de un grupo, es una necesidad sentida, un problema, un desafío o una frase o consigna provocativa.
El tema es, ¿quién lo define?, ¿nace de la necesidad?, nace de nuestra comprensión de las necesidades de la gente?
Antes de atrevernos a contestar estas preguntas veamos algunos ejemplos:
En SUR, en sus comienzos, lo que hizo que los primeros integrantes nos movilizáramos, discutiéramos y generáramos las primeras propuesta de EP, fue el tema de los pocos espacios autónomos para la militancia que venía descreída de los partidos políticos tradicionales y la necesidad de fortalecer los incipientes espacios independientes y autónomos con la perspectiva (a largo plazo de articulación).
En nuestra experiencia el tema generador estuvo más vinculado a la dimensión política-ideológica.
Pero veamos un ejemplo más claro vinculado a una necesidad concreta de subsistencia.
En Porto Uniâo, Santa Catarina; Brasil, existe una cooperativa de pequeños productores agrícolas, que años atrás producían por separado siguiendo las técnicas usuales. Estos productores enfrentaban los problemas usuales: el alto precio de los fertilizantes, de los cimientes, de las semillas y fundamentalmente la dificultad de conseguir buenos precios para sus productos por los bajos volúmenes que individualmente ofrecían en el mercado. Un grupo de técnicos e ingenieros agrícolas vinculados a experiencias de educación popular y a organizaciones políticas y sindicales de izquierda reunió al grupo de pequeños productores (20 aproximadamente) para discutir el tema de los fertilizantes. De estas primeras reuniones surgió la posibilidad de realizar compras en conjunto de fertilizantes. Pero esto no fue todo, en dichas reuniones se discutió la posibilidad de formar una cooperativa y de desarrollar técnicas alternativas de producción (agroecología). En la actualidad esta cooperativa, no sólo produce con técnicas alternativas y comercializa su producción en formal cooperativa, además ha desarrollado formas de comercialización alternativas (puestos de venta directa en ferias de los pueblos vecinos) lo que redunda en precios accesibles para todos, más allá de ofrecer productos sanos. Actualmente están desarrollando una agroindustria para elaborar productos con el excedente de su producción.
Como veremos el ejemplo está cargado de hechos anecdóticos, que si los analizamos bien no son tan anecdóticos.
Si analizamos detalladamente dicha experiencia, veremos que el primer tema generador estuvo centrado en el tema de los fertilizantes, hecho que disparó la construcción de una cooperativa. Luego se sumó como tema generador la posibilidad de desarrollar técnicas alternativas de producción, que además de evitar utilizar un insumo tan caro como los fertilizantes generó la posibilidad de producir alimentos sin tóxicos (lo que se diría más sanos). Luego apareció como tema generador, cuando se comenzaron a cuestionar para quiénes producían alimentos más sanos (vale aclarar que hasta ese momento sólo se vendían en Supermercados de grandes ciudades, lo que quiere decir que los consumía la burguesía). De la discusión surgida a partir de este tema generador (quién consumía sus productos orgánicos) se buscaron formas alternativas de comercialización que acercaran a los trabajadores y gente común sus productos y por ende una mejor calidad de vida).
Todo esto enmarcado en una serie de discusiones, que en la actualidad se están dando, sobre como articular con otras experiencias similares en el Brasil (MST / escola Sul de la CUT, etc), además de integrarse a través de alguna forma orgánica al PT de su región.
Como conclusión podemos decir que si nos volcamos por responde pragmáticamente alguna de las preguntas, podemos caer en el basimos diciendo que la gente y sólo la gente lo define; o inclinarnos por el vanguardismo y decir que nosotros interpretamos a la gente que está oprimida y desde la educación popular le podemos llevar la luz a sus problemas. Creo que la respuesta la debemos buscar entre la síntesis de las dos posibilidades, aportando nuestra escucha, la pregunta, el análisis y el diagnóstico (participativo o no) y porque no nuestras opiniones y conocimientos. Si nuestro compromiso con las organizaciones, más allá de que no pertenezcamos a ellas es desde adentro vinculándonos en forma orgánica, nuestro saber tiene que ser jugado (que no es lo mismo que impuesto). Tanto si lo imponemos (vanguardismo), como si lo callamos y seguimos ciegamente a la base (basismo), seamos sinceros lo estamos jugando, por ello, desde una posición abierta y receptiva las personas y los grupos siempre deben saber lo que pensamos sobre los
diferentes temas.b) CONFLICTOS / DIFERENCIAS.
«El conflicto es un signo de
que existen verdades más amplias
y perspectivas más bellas»
A.N. Whitehead
Todo proceso de EP tiene la virtud (¿virtud?) de explicitar los conflictos que subyacen en los grupos. Siguiendo la lógica planteada hasta ahora, planteemos algunas preguntas antes de intentar encontrar las respuestas:
¿Esto es bueno?, ¿esto es malo?, ¿cómo tratarlo?...
Más que bueno es buenísimo, por consiguiente no es malo. Pero veamos que deciden los que saben del tema:
A esta altura de mi vida, podría decir, casi afirmar, que el conflicto es algo inherente al ser humano. Sólo nos basta que echar una mirada hacia atrás y veremos que la historia de la humanidad está motorizada por los conflictos.
Aquí debemos hacer una distinción entre por lo menos dos tipos de conflictos, los inherentes o propios a los grupos y personas con las que trabajamos, y los que genera la EP a través de problematizar la realidad y las prácticas, poniendo en discusión y "conflicto" (valga la redundancia)los valores y las creencias preestablecidas por la sociedad capitalista.
"La resolución de los conflictos se refiere tanto a la superación de los obstáculos que se presentan como a los procesos que implican los caminos que conducen a la satisfacción de las necesidades: los acuerdos y desacuerdos, los encuentros y desencuentros, las tareas complementarias, las diferencias y los juegos de poder, las coincidencias y los objetivos en común, etc." (3 )
La idea de conflicto hace referencia a una amplia gama de situaciones en las relaciones que se dan en el seno de los grupos, las que pueden ir desde las simples diferencias inter-personales, las cuales se pueden superan casi de forma "natural", hasta situaciones más complejas que derivan en antagonismos que no siempre tienen que ver con antagonismos insalvables, sino que por el contrario se deben a estereotipos y rigideces en el pensamiento, como así también en lo que se podrían llamar "falsas disputas de poder (teniendo en cuenta el escaso poder en disputa en las organizaciones con las cuales trabajamos).
"El conflicto del conflicto es quizás que alcanzamos a visualizarlo cuando no nos queda mas «remedio» que reconocerlo como tal. El conflicto lo asociamos a la enfermedad, a lo que no «debería ser» o «estar», a lo que hay que «suprimir», a lo que hay que curar. Es evidente que nuestra educación está atravesada por un modelo médico hegemónico que se nos impone en nuestra interioridad: síntoma-enfermedad-remedio-cura. Hemos aprendido poco a prevenir, a fortalecer y enriquecer nuestros potenciales para mejorarlos porque tendemos a creer que lo conflictivo es solo cuando no nos entendemos o mal entendemos con los otros.
(...)
E. De Bono considera que el problema del conflicto no se encuentra en el conflicto mismo, sino en las creencias de las personas, dice al respecto:
‘Las creencias son muy difíciles de erradicar o alterar. A menudo las personas prefieren mantener una creencia y no aceptar la evidencia de sus sentidos. El conflicto surge cuando un sistema de creencias cree que los valores que de el se desprenden deben ser aplicados en todas partes y adopta como misión hacer que esto suceda´".
Y lo mas interesante de este autor es su propuesta de dos neologismos. De-conflicción: sería la disipación o eliminación de los fundamentos de los conflictos. Y la conflicción: sería establecer, estimular y promover el conflicto.
Si pensáramos un sentido mas restringido de la noción de conflicto podríamos decir que conflicto es un choque de creencias o valores o intereses o direcciones. En este caso la conflicción estaría ligada a todo aquello que precede a ese choque pero no en una «espontaneidad» del mismo sino a un proceso deliberado en el que se «construye» el conflicto. (4 )
La cita puede parecer extemporánea, pero creo que ubica algunos ejes interesantes para ser analizados, ya que los mismos definen nuestra tarea como educadores populares dentro de los grupos con los cuales trabajamos, cuando estas situaciones se presentan. Generalmente nos hemos encontrado con grupos que esconden los conflictos y que al momento de revisar las prácticas estos se manifiestan. Es una actitud sana de parte nuestra, si es que los detectamos con anterioridad, provocarlos, para poder abordar la raíz de los mismos, en un primer momento esto puede generar ciertas tensiones, pero al ser tratados en forma planificada y sistemática este abordaje beneficiará y potenciará al grupo en el desarrollo de su tarea cotidiana. En la mayor parte de los casos que nos enfrentamos con estas situaciones (en general, por desconocimiento del tema, habíamos planificado nuestra intervención), descubrimos que existían confusiones sobre la pertenencia y la pertinencia. En muchas ocasiones las diferencias que se podían tener en visiones o concepciones de cómo llevar adelante la tarea, se veían como cuestiones personales y no referidas a la tarea y al grupo. En otros casos, pudimos observar que la pertenencia (afectiva) al grupo primaba sobre la pertinencia con la tarea.
En el primer caso, debemos trabajar sobre la importancia que tiene la diferencia, la aceptación de las opiniones de los otros y que estas diferencias no tienen que ver con las relaciones inter-personales y afectivas que se tejen en los grupos. Que no comparta las opiniones de algunos no quiere decir que los ataque, etc...
En el segundo caso, debemos destacar el factor subjetivo -más cuando se trata de organizaciones que ponen su acento en la militancia político-social-, pero que este no puede ser el que prime a la hora de tomar las decisiones o la opción por mantener la permanencia en un grupo.
En el caso de diferencias insalvables, de carácter político o ideológico también es bueno poner este punto en evidencia, ya que más allá de la crisis que se pueda producir, el grupo saldrá fortalecido, más allá de que se produzcan alejamientos.
En todos los casos, la resolución del conflicto tiene que ser puesta en términos del grupo y nunca en términos personales, ya que el problema no es de una sola persona, sino del grupo. Además que no creo que estemos capacitados, ni que sea nuestra función abordar los problemas intra-personales.
Finalizando para nosotros la tarea en este sentido sería la "desarticulación de los elementos precedentes (fundamentos incluidos) que generan el choque para derivarlos, ya no a una negociación o acuerdo o resolución" (5 ), sino a un proyecto que trasciende hacia una alternativa o perspectiva nueva y diferente, dicho de otra manera sería ubicar la pertinencia (y porque no la pertenencia), en el proyecto político estratégico.
c) APROPIACION.
Una riesgo real que corremos cuando "vendemos" la propuesta de educación popular, es que esta sea vista, como la salvación para todos los males del campo popular. Esta afirmación no es exagerada, nos ha ocurrido a lo largo de nuestra experiencia (que no es mucha, pero tampoco poca), que los grupos, como decíamos al principio hacen una apropiación metodológica, pero no política de la propuesta. En general, se esperan más respuestas de las que estamos dispuestos (y capacitados) para dar. Se ve a la EP, en sí misma, y no al proceso que ella plantea, como mágica y "maravillosa".
Es importante que a la hora de comenzar los procesos formativos, descartemos esta idea, porque el riesgo que corremos, es el que planteamos al principio, que la apropiación se transforme en una comprensión de la metodología y que la misma termine siendo sólo funcional al grupo, perdiéndose de vista, de esta forma, su contribución a la construcción del proyecto político alternativo.
Por ello, la apropiación a la que apostamos es "cre-activa", en la cual, el grupo y las diferentes personas que los integran, sean capaces de adaptarla a su realidad y a las particularidades y peculiaridades de los sectores con los que desarrollan su militancia.
Debemos estar atentos, para que esto no ocurra y para que nuestro trabajo no se transforme en un espacio "lindo y divertido" donde aprendemos cosas y la pasamos bien.
d) Cambio.
¿Qué es lo que cambia?
¿Cuántas veces nos hemos preguntado seriamente esto?
Generalmente contestaríamos que lo que cambia es la realidad, las relaciones sociales, la lectura del mundo, etc.
Comúnmente nuestros discursos aparecen repletos de la palabra grupo, colectivo y demás similares. Pero si hablamos de cambio nuestra cabeza debe estar puesta, en un primer momento, en los individuos, en esas personitas de carne y hueso, que laten, que sufren, que se ríen, que tienen sueños y anhelos... Y el cambio que proponemos debe comenzar, primero por allí, por generar cambios en la postura personal (y en este sentido el cambio debe comenzar primero por nosotros) No podemos hablar de cambios y de dialéctica, si primero no nos modificamos nosotros, nos desalienarmos y comenzamos a ser dialécticos con nosotros mismos y con los que nos rodean. Esta es la primera comprensión que debemos lograr en las personas de los diferentes grupos, para que luego estos cambios en las subjetividades se vean reflejados en los grupos y en las instituciones. Y, fundamentalmente, los cambios no sólo deben ser aquellos que se dan en lo político, lo ideológico, lo organizativo, etc... si no aquellos que también apuestan a mejorar la calidad de vida de las personas.
e) Continuidad.
El desafío al que nos enfrentamos, es generar proceso que no terminen luego de realizado los procesos de formación. Nuestro horizonte debe estar más allá de estos procesos, planteándonos con las organizaciones los diferentes caminos de continuidad.
- Pensando espacios de seguimiento de las experiencias (asesorías).
- Seleccionando y planteando nuevos TEMAS GENERADORES.
- Evaluando permanentemente con las organizaciones los procesos que llevamos adelante, como así también evaluando el desarrollo de los acontecimientos.
- Promoviendo, fortaleciendo y articulando prácticas.
- Acordando y apoyando la multiplicación de la propuesta al seno de las organizaciones y a otras nuevas.
- "Reciclando" permanentemente las experiencias de formación y a los formadores.
- Consolidando espacios de análisis, diagnóstico, planificación y evaluación participativa
- Etc.
EPÍLOGO
No caben dudas que han quedado un sin números de temas afuera (intencionalmente no abordé cuestiones metodológicas). Además por cuestiones de la dialéctica del amor paterno –cambio de pañales, paseos, peditos, desvelos nocturnos, diálogos sin sentido y otros yeitos- no pude hacer lo que realmente quería –sumado a una natural incapacidad innata- .
Espero que ayude para algo, prometo mejorarlo para la próxima, ahora sí sumando cuestiones metodológicas y otros temas...
Notas:
(1) CEPIS/CEPAGRI ; Formação Básica Multiplicadora.
(2) Lic. Javier Paulo Di Matteo; en "Una charla de pasillo".
(3)Jorge Leoz; Conflicto, Mediación y Psicología Social
(4) Idem
(5) Idem
Formación Básica Multiplicadora
por: Alvaro Javier Dimatteo
Durante los últimos años, compañeros de Brasil, nucleados en Centros de Educación Popular, vienen dándose instancias de debate sobre sus prácticas, que desarrollan con esa perspectiva de militancia. En general se llevan a cabo dos reuniones anuales. En un primer momento, ese debate tenía la forma de "Jornadas Evaluativas", es decir compañeros de distintas procedencias analizaban una experiencia a partir de dialogar con los implicados: los educadores populares, las organizaciones sociales o políticas implicadas, los participantes de esa experiencia de Educación Popular. En la actualidad el nombre fue cambiado por "Jornadas de Reflexión". El grupo que recibe al resto pone sobre la mesa su práctica y a partir de ella se busca profundizar las discusiones vinculadas a la educación popular.
Los compañeros de Brasil vienen planteando que la educación popular que apunta a fortalecer los procesos de lucha de las organizaciones y movimientos populares. Sobre cómo se fortalecen esos procesos de lucha se ubica la discusión central.
SUR participó en las dos ultimas jornadas. Una de ellas realizada en San Pablo donde se analizó una parte de la experiencia del Cepis (Centro de Educación Popular del Instituto Sedes Sapientiae) vinculada a la participación de las organizaciones populares en la política de las administraciones progresistas del Brasil. En la puesta en juego de la experiencia participaron grupos vinculados a las administraciones del PT y representantes de organizaciones del campo popular: de lucha por la tierra, por la vivienda, de trabajadores, etc.
La discusión que atravesó la jornada fue la de la capacidad de los grupos y de las organizaciones para dar contenido a los programas municipales progresistas y la permeabilidad del PT para poner en juego políticas con plena participación del pueblo organizado. En números anteriores de esta revista se desarrollaron notas vinculadas al Cepis.
La segunda se realizó en Santa Catarina, con los compañeros del Cepagri, una organización que realiza una práctica de apoyo a organizaciones campesinas, en particular la MST. (Movimiento De los Sin Tierra), también desde la perspectiva de la educación popular. En estas jornadas se analizo parte de la práctica del Cepagri: una herramienta estratégica para el trabajo de formación que recibió el nombre de "Formación Básica Multiplicadora" (FMB). Esta herramienta fue puesta en juego por Cepagri y Cepis para colaborar con la dinámica organizativa de varios asentamientos del MST, con la que la primera entidad venía trabajando previamente.
En líneas generales la FBM consiste en la capacitación político metodológica de activistas del movimiento social para que pongan en juego una práctica formativa que involucre a todos los miembros del mismo. (En este caso de cada asentamiento, compuesto por cientos de familias). Se busca que en esa práctica las bases se expresen, alcancen protagonismo y la organización, a partir de ello renueven su dinámica.
En esta actividad participó además un compañero de AUCA-La Plata. Organización que participa en el Encuentro de Organizaciones Sociales en nuestro país.
A continuación desarrollamos algunas ideas vinculadas con la propuesta FBM.
fragmentos del texto: "Relatorio da VI jornada nacional de educaçâo popular: A relaçâo entre educaçâo popular e agroecología no trabalho do cepagri".
Formación Básica Multiplicadora (FBM) fue definida como
* Formación tiene que ver con el proceso de reflexión sobre la práctica y la metodología que relaciona la actuación de los participantes con el saber acumulado, en la búsqueda de soluciones para sus desafíos.
* Básica habla del universo de los actores envueltos, de los temas que les interesan y del lenguaje adecuado a su visión del mundo y su ritmo. Apunta para la democratización del poder, donde el protagonismo los trabajadores requiere facilitar el protagonismo de muchos en la comprensión de su situación y en la búsqueda colectiva de las soluciones.
* Multiplicadora se refiere al envolvimiento de los participantes y su compromiso de repartir con otros los esclarecimientos y de contagiarlos para la formación de una red que se reproduzca.
En la FBM los trabajadores, sus angustias y sueños, son parte del contenido. La base participa, hasta los chicos, porque es hecha de forma simple, por personas del grupo y en el nivel que todos acompañan. Ella parte del saber del grupo y no se trata de información derramada desde arriba y desde fuera.
Cada proceso de FBM tiene su dinámica y trayectoria propia. pero, en general, sigue algunas etapas semejantes:
* El inicio es una solicitud para formar un grupo de militantes para el refuerzo de la lucha o la garantía de su continuidad. La iniciativa ha sido de un educador/a o de algún dirigente. Proponemos la FBM, concepción y proyecto, ante el grupo que solicita.
* El contrato es hecho con un grupo inicial que se torna coordinación cuando toma la decisión política de concretizar la propuesta. Además de seguir todo el poroceso, cada persona asume la tarea de movilizar un time de monitores. Ellos deben tener disposición, habilidad y gusto por la recreación "creativa" de las experiencias y análisis.
* La preparación, que es larga. Consiste en la capacitación de los monitores (contenido y forma), formación de los grupos de reflexión (personas, condiciones de reunión) para la etapa de formación y elaboración del material. Aquí se forman las metas a ser alcanzadas en el proyecto.
* La realización de la jornada de formación, en época predeterminada y simultánea para todos los grupos, en fecha significativa para el grupo es envuelta en una esfera de fiesta. mística y compromiso.
* La evaluación, durante el proceso y después de la jornada, para verificar coherencia y resultados (inclusive metas cuantitativas) y para proyectar/planear los pasos de la continuidad.
Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra:
Otros Puentes...
Por: Juan Carlos Reyes y Mónica Glomba (*)
En el mes de Agosto de este año, en el marco de una acuerdo realizado entre la Secretaría Estadual del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra(MST) de Porto Alegre, Brasil y la Universidad Nacional de Luján(UNLu) 6 docentes y estudiantes de las Carreras de Ciencias de la Educación y Trabajo Social viajaron al asentamiento de Hijos de Sepe, en Vía Mao y otros 12 a la escuela de formación de docentes, técnicos y animadores sociales de asentamientos del MST (Iterra).
En la nota que sigue, dos de ellos, cuentan parte de su experiencia en un asentamiento....
Es complejo sintetizar en palabras escritas la experiencia vivida en el viaje realizado a un asentamiento del MST, de los Sin Tierra, en Brasil. Menos difícil es hablar a partir de lo ya existente en forma escrita sobre sus objetivos, sus formas organizativas, etc. e impactante resulta vivenciar la coherencia entre el decir y el hacer, animándonos a incorporar el sentir. Pero vamos a intentarlo...
¿Quienes son los Sin Tierra?
Pueden considerarse sin tierra a los:
Aparceros: Agricultores que trabajan con su familia, alquilando la tierra de otro, una (división de ganancias según lo producido).
Arrendatarios: Agricultores que trabajan con su familia alquilando una tierra y pagando un precio fijo (en productos o dinero) por su utilización.
Posseiro: Es aquel agricultor que trabaja con su familia una tierra de la cual no posee título de propiedad.
Jornalero Rural: Agricultor que no trabaja por cuenta propia. Vende sus servicios a un hacendado.
Aparceros, arrendatarios o posseiros pueden trabajar de jornaleros en algún momento para poder sobrevivir.
Pequeños agricultores: Trabajan con su familia una pequeña parcela de tierra (menos de 5 hectáreas) y con esto no consiguen sobrevivir. Necesitan más tierras y por eso son considerados sin tierra.
Los hijos de los pequeños agricultores al formar sus propias familias aumentan la demanda por falta de tierra para la producción.
Según datos del IBGE (Instituto Brasilero de geografía y estadística) las categorías sociales que definen a los sin tierra suman 4,8 millones de familias de trabajadores rurales.
Objetivos del MST
En su lucha por la tierra el MST no se encuadra en las formas tradicionales de clasificar a los movimientos sociales, reuniendo en si mismo tres caracteres complementarios: su carácter sindical, popular y político.
El MST presenta tres grandes objetivos en su lucha: la tierra, la reforma agraria y una sociedad más justa.
La tierra representa una forma de supervivencia económica y tienen un carácter de lucha corporativa, sindical. Millares de familias necesitan continuar trabajando la tierra.
El segundo objetivo, la Reforma Agraria, es un objetivo amplio.
"Se entiende por Reforma Agraria un conjunto de medidas que tienen que ser tomadas por el gobierno para cambiar la estructurade los fundos del país, y garantizar la tierra a todos los agricultores quela quieran trabajar"
2Al luchar por el establecimiento de la Reforma Agraria el movimiento supera las reivindicaciones del campo sindical, no se restringe a la lucha por la posesión de la tierra.
El tercer objetivo es luchar por una sociedad más justa; una sociedad sin explotadores ni explotados. Este objetivo tienen un carácter político. La Reforma Agraria anhelada sólo se podrá dar en una sociedad en donde cambie el actual poder político.
La Ocupación es Legítima...
¿Por qué ocupar y no invadir?. Porque ocupar tiene como eje el derecho a la vida, a los instrumentos para conseguir la supervivencia. Se ocupa aquellas tierras que no se utilizan o son mal utilizadas por el que las tiene. "Nosotros ocupamos este latifundio para no morir de hambre"
La legalidad del sistema siempre entró en contradicción con la legitimidad del derecho a vivir dignamente. La ocuipación es utilizada por el MST como forma de presión política para negociar con los gobernantes salidas a sus problemas y convertir en productivas tierras que son ociosas.
"La ocupación dura un tiempo relativamente corto, después de la ocupación viene el campamento permanene".
Del campamento al asentamiento.
"Un campamento es una verdadera ciudad de casillas forradas de plástico negro..."
3 mujeres, hombres y niños organizados para hacer frente a las luchas organizadas por la ocupación."El campamento se sustenta en el trabajo de los acampados, con la contribución de los miembros del movimiento que ya conquistaron tierras, por la solidaridad de las personas, por los recursos extraídos la gobierno en la lucha por sus reivindicaciones.
Los tres organismos centrales del campamento son: la Asamblea (instancia máxima), la Dirección, la Coordinación (cuyos miembros son elegidos por votación secreta y voto cantado respectivamente). Todo el campamento está dividido en equipos en tareas relacionadas con la alimentación, la seguridad, la higiene, la religión, el trabajo, etc. La animación, la formación política y la educación son los tres pilares fundamentales en los cuales se construye el campamento.
Los asentamiento son pocos en relación a las necesidades, pero constituyeron una victoria del MST.
Actualmente, en Brasil, hay 580 asentamientos, 5 millones de hectáreas conquistadas y más de 100.000 familias asentadas.
Un asentamiento es un conjunto de familias que trabajan en un área de tierra destinada a agricultores sin tierra.
Filhos de Sepé es un asentamiento de 10 meses de antiguedad, de 375 hectáreas de las cuales 26 funcionan en cooperativa. Las tierras pertenecen a un hacendado que residía en Miami, eran improductivas. Fue la presión de los acampantes la que determinó la exporpiación por parte del gobierno de Río Grande Do Sul.
Las familias que se establecieron en ellas provienen de campamentos con má o menos años de antiguedad. Quienes se agruparon en cooperativa pertenecían al Campamento San Antonio, con una permanencia en él de 3 o 4 años. Estos explicitan en su hacer una mayor comprensión de los objetivos últimos del movimiento: una sociedad más justa.
Con la Tierra no alcanza...
La tarea política es ardua para integrar al resto de las familias al trabajo cooperativo. Superar la salida individual o el objetivo inmediato de la sóla tenencia de la tierra sólo se puede llevar adelante a partir de la práctica y mostrando con el ejemplo, que el trabajo colectivo permite conquistas superiores.
L
a lucha por la tierra no basta, en el proceso de necesita profundizar la Reforma Agraria y arribar al cambio de sociedad "Por eso el movimiento va siempre para el frente, no para,tiene horizonte."4Conclusión.
La vigencia de la cuestión agraria en América Latina, a pesar de los pronósticos de los teóricos "posmodernos" y "globalizados", evidencia la incapacidad histórica del capitalismo para resolver losproblemas básicos de la constitución de la Nación.
"La actual cuestión agraria en el Brasil no sólo retoma los problemas irresueltos del pasado colonial e imperial, sino que plantea su reformulación bajo las condiciones de la era imperialísta del capital y de su actual crisis mundial"5
1
Estudiante de Ciencias de la Educación, Juan Carlos, y de Trabajo Social, Mónica, ambos de la Universidad Nacional de Luján.2 Frei Sergio y Joao Stédile "La lucha por la Tierra en el Brasil".
3 Idem.
4 Leónidas, integrante de la cooperativa.
5 Coggiola, Osvaldo, "La cuestión agraria y la lucha del MST.
EDUARDO GALEANO
Patas Arriba
LA ESCUELA DEL MUNDO AL REVÉS
Educando con el ejemplo
La escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas. No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente dicta sus cursos a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo: por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal.
En la escuela del mundo al revés, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos.
Los modelos del éxito
El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian a la naturaleza: la injusticia, dicen, es ley natural. Milton Friedman, uno de los miembros más prestigiosos del cuerpo docente, habla de «la tasa natural de desempleo». Por ley natural, comprueban Richard Herrnstein y Charles Murray, los negros están en los más bajos peldaños de la escala social. Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que la naturaleza recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles; y más de un siglo después, muchos dueños del mundo siguen creyendo que Charles Darwin escribió sus libros para anunciarles la gloria.
¿Supervivencia de los más aptos? La aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instinct, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas chicas y para que los países fuertes devoren a los países débiles, pero es prueba de bestialidad cuando cualquier pobre tipo sin trabajo sale a buscar comida con un cuchillo en la mano. Los enfermos de la patología antisocial, locura y peligro que cada pobre contiene, se inspiran en los modelos de buena salud del éxito social. Los delincuentes de morondanga aprenden lo que saben elevando la mirada, desde abajo, hacia las cumbres; estudian el ejemplo de los triunfadores y mal que bien hacen lo que pueden para imitarles los méritos. Pero «los jodidos siempre estarán jodidos», como solía decir don Emilio Azcárraga, que fue amo y señor de la televisión mexicana. Las posibilidades de que un banquero que vacía un banco pueda disfrutar, en paz, del fruto de sus afanes son directamente proporcionales a las posibilidades de que un ladrón que roba un banco vaya a parar a la cárcel o al cementerio.
Cuando un delincuente mata por alguna deuda impaga, la ejecución se llama ajuste de cuentas; y se llama plan de ajuste la ejecución de un país endeudado, cuando la tecnocracia internacional decide liquidarlo. El malevaje financiero secuestra países y los cocina si no pagan el rescate: si se compara, cualquier hampón resulta más inofensivo que Drácula bajo el sol. La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas.
El arte de engañar al prójimo, que los estafadores practican cazando incautos por las calles, llega a lo sublime cuando algunos políticos de éxito ejercitan su talento. En los suburbios del mundo, los jefes de Estado venden los saldos y retazos de sus países, a precio de liquidación por fin de temporada, como en los suburbios de las ciudades los delincuentes venden, a precio vil, el botín de sus asaltos.
Los pistoleros que se alquilan para matar realizan, en plan minorista, la misma tarea que cumplen, en gran escala, los generales condecorados por crímenes que se elevan a la categoría de glorias militares. Los asaltantes, al acecho en las esquinas, pegan zarpazos que son la versión artesanal de los golpes de fortuna asestados por los grandes especuladores que desvalijan multitudes por computadora. Los violadores que más ferozmente violan la naturaleza y los derechos humanos, jamás van presos. Ellos tienen las llaves de las cárceles. En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menor costo.
Caminar es un peligro y respirar es una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que alguna bala perdida no nos abrevia la existencia.
¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen, y así lo recomienda. En su escuela, escuela del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela.
ESPEJOS BLANCOS PARA CARAS NEGRAS
Al vertiginoso ritmo de la industria del fin de siglo, el Vaticano está produciendo santos. En los últimos veinte años el papa Juan Pablo II beatificó a más de 900 virtuosos y canonizó a casi 300.
A la cabeza de la lista de espera, favorito entre los candidatos a la santidad, figura el esclavo negro Pierre Toussaint. Se asegura que el Papa no demorará en colocarle la aureola, «por mérito de su heroica virtud».
Pierre Toussaint se llamaba igual que Toussaint Louverture, su contemporáneo, que también fue negro, esclavo y haitiano. Pero ésta es una imagen invertida en el espejo: mientras Toussaint Louverture encabezaba la guerra por la libertad de los esclavos de Haití, contra el ejército de Napoleón Bonaparte, el bueno de Pierre Toussaint practicaba la abnegación de la servidumbre. Lamiendo hasta el fin de sus días los pies de su propietaria blanca, él ejerció «la heroica virtud» de la sumisión: para ejemplo de todos los negros del mundo, nació esclavo y esclavo murió, en olor de santidad, feliz de haber hecho el bien sin mirar a quién. Además de la obediencia perpetua, y de los numerosos sacrificios que hizo por el bienestar de su ama, se le atribuyen otros milagros.
San Martín de Porres fue el primer cristiano de piel oscura admitido en el blanquísimo santoral de la Iglesia católica. Murió en la ciudad de Lima, hace tres siglos y medio, con una piedra por almohada y una calavera al lado. Había sido donado al convento de los frailes dominicos. Por ser hijo de negra esclava, nunca llegó a sacerdote, pero se destacó en las tareas de limpieza. Abrazando con amor la escoba, barría todo; después, afeitaba a los curas y atendía a los enfermos; y pasaba las noches arrodillado en oración.
Aunque estaba especializado en el sector servicios, San Martín de Porres también sabía hacer milagros, y tantos hacía que el obispo tuvo que prohibírselos. En sus raros momentos libres, aprovechaba para azotarse la espalda, y mientras se arrancaba sangre se gritaba a sí mismo: «¡Perro vil!». Pasó toda la vida pidiendo perdón por su sangre impura. La santidad lo recompensó en la muerte.
A principios del siglo XVI, en los primeros años de la conquista europea, el racismo se impuso en las islas del mar Caribe. Coartada y salvoconducto de la aventura colonial, el desprecio racista se realizaba plenamente cuando se convertía en el autodesprecio de los despreciados. Muchos indígenas se rebelaron y muchos se suicidaron, por negarse al trabajo esclavo, ahorcándose o bebiendo veneno: pero otros se resignaron a otra forma de suicidio, el suicidio del alma, y aceptaron mirarse a sí mismos con los ojos del amo.
Para convertirse en blancas damas de Castilla, algunas mujeres indias y negras se untaban el cuerpo entero con un ungüento hecho de raíces de un arbusto llamado guao. La pasta de guao quemaba la piel y la limpiaba, según se decía, del color malo. Un sacrificio en vano: al cabo de los alaridos de dolor y de las llagas y las ampollas, las indias y las negras seguían siendo indias y negras.
Siglos después, en nuestros días, la industria de los cosméticos ofrece mejores productos. En la ciudad de Freetown, en la costa occidental del Africa, un periodista explica: «Aclarándose la piel, las mujeres tienen mejores posibilidades de pescar un marido rico». Freetown es la capital de Sierra Leona: según los datos oficiales, del Sierra Leone Pharmaceutical Board, el país importa legalmente 26 variedades de cremas blanqueadoras. Otras 150 entran de contrabando.
La revista estadunidense Ebony, de lujosa impresión y amplia circulación, se propone celebrar los triunfos de la raza negra en los negocios, la política, la carrera militar, los espectáculos, la moda y los deportes. Según palabras de su fundador, Ebony «quiere promover los símbolos del éxito en la comunidad negra de Estados Unidos, con el lema: Yo también puedo triunfar».
La revista publica pocas fotos de hombres. En cambio, hay numerosas fotografías de mujeres: leyendo la edición de abril de este año, conté 182. De esas 182 mujeres negras, sólo doce tenían rizos africanos, y 170 lucían pelo lacio. La derrota del pelo crespo —«el pelo malo», como tantas veces he escuchado decir— era obra de la peluquería o milagro de las pócimas. Los productos alisadores del pelo ocupaban la mayor parte del espacio de publicidad en esa edición. Había avisos a toda página de cremas o líquidos ofrecidos por Optimum Care, Soft and Beautiful, Dark and Lovely, Alternatives, Frizz Free, TCB Health-Sense, New Age Beauty, Isoplus, CPR Motions y Raveen. Me impresionó advertir que uno de los remedios contra el cabello africano se llama, precisamente, African Pride (orgullo africano) y, según promete, «plancha y suaviza como ninguno».
«Parece negro», o «parece indio», son insultos frecuentes en América Latina; y «parece blanco» es un frecuente homenaje. La mezcla con sangre negra o india «atrasa la raza»; la mezcla con sangre blanca «mejora la especie». La llamada democracia racial se reduce, en los hechos, a una pirámide social: la cúspide es blanca, o se cree blanca: y la base tiene color oscuro.
Desde la revolución en adelante, Cuba es el país latinoamericano que más ha hecho contra el racismo. Hasta sus enemigos lo reconocen; y a veces lo reconocen lamentándolo. Han quedado definitivamente atrás los tiempos en que los negros no podían bañarse en las playas privadas («porque tiñen el agua»).
Pero todavía los negros cubanos abundan en las cárceles y brillan por su ausencia en las telenovelas, como no sea para representar papeles de esclavos o criados. Una encuesta, publicada en diciembre del 98 por la revista colombiana América negra, revela que los prejuicios racistas sobreviven en la sociedad cubana, a pesar de estos 40 años de cambio y progreso, y los prejuicios sobreviven sobre todo entre sus propias víctimas: en Santa Clara, tres de cada diez negros jóvenes consideran que los negros son menos inteligentes que los blancos; y en La Habana, cuatro de cada diez negros de todas las edades creen que ellos son intelectualmente inferiores. «Los negros han sido siempre poco dados al estudio», dice un negro.
Tres siglos y medio de esclavitud son una herencia pesada y porfiada.
21 de agosto de 1999.
Muerte de las utopías, política y teología
por: Luis Dominguez (*)1.- Síntomas
"Y habremos de ver, cualquier día,
llegando la victoria,
el pueblo en las calles, haciendo la historia
y niños sonriendo en toda la nación."
Así acostumbramos a cantar en nuestra liturgia. Es un canto de las CEBs (comunidades eclesiales de base) que viene de los albores de los 70 y viene inspirando nuestra práctica cotidiana. Así seguimos soñando a pesar de que la dura realidad quiere desmentir nuestros sueños.
El filósofo alemán H. Marcuse discutía en 1967 el tema del fin de la utopía en el sentido en que se entraba en una época en que "cualquier forma nueva de vida sobre la tierra, cualquier transformación del ambiente técnico y natural, es una posibilidad real, que tiene su lugar propio en el mundo histórico". Anunciaba, por tanto, el inicio de una nueva era, de grandes transformaciones que permitirían crear un mundo nuevo. Al año siguiente, los hechos parecían confirmarle el anuncio. Francia fue agitada por una onda de cambio profundo en medio de la juventud que paró al país, en la esperanza de transformarlo en una sociedad de libertad, de participación, de gozo. La bandera de la revolución francesa, casi doscientos años después, inundó las manos de los jóvenes en la alegría de estar gestando un mundo más justo en que "sólo sería prohibido prohibir".
Infelizmente el optimismo de Marcuse duró poco. La onda pasó. los jóvenes volvieron a las escuelas, a las universidades, derrotados por la frialdad del sistema, apuntalado por las manos vigorosas del general De Gaulle. En Europa cesaron los últimos signos de utopía. Mientras tanto en nuestro continente, amordazado por los regímenes militares, una juventud no menos valiente continuaba aún esperando, soñando. Aún prolongaron por unos diez años en las cuevas de la clandestinidad sus proyectos utópicos. Uno a uno fueron eliminados por la violencia de la represión hasta el silencio de la derrota casi total.
Sin embargo, la bandera de la utopía no desapareció totalmente, cambió de mano. Surgieron nuevos movimientos sociales, populares o no. En la sociedad civil, nacieron en la década del 70 de luchas reivindicativas y populares, ligados al campo o por mejores condiciones de vida en la ciudad: transporte, vivienda, salud, educación, urbanización de las villas, etc. Se vincularon a las luchas sindicales, a la defensa de los derechos humanos después de tanta sangre, a los de los grupos étnicos o de género, a los generacionales o ecológicos, a los de por la tierra de los sin tierra, de las mujeres agricultoras, migrantes, vendedores ambulantes, diarieros, y las Iglesias progresistas.
A comienzos de la década del 80, una serie de movimientos sociales llevó a los regímenes militares (y su pensamiento de Seguridad Nacional) al estertor. Y veinte años después pesa sobre el país y el continente un sentimiento de fin de fiesta.
Se esperaba que el socialismo trajera una era de justicia social y allí está desmoronando por todas partes, enmascarándose en farandulezcas "internacionales" y traicionando sus mejores principios. Allí está también la militancia, apática, escéptica, agnóstica y desabrida. Se esperaba que la vida de los pobres fuera mejor después de tanta lucha, y ahí están, más pobres e impotentes, formando un gigantesco ejército de excluidos. se esperaba después de los ensayos democráticos postdictaduras, una política limpia, transparente y ahí está, explotando escándalos en todos los niveles (!), algunos increíbles, en la consolidación de una política sin ética. Se esperaba que las Iglesias fueran profundizando su acción por los pobres y ahí están, tergiversando, solidificando el poder corrupto, colocando bajo sospecha las iniciativas de base como los CEBs y reprimiendo la mirada crítica en su interior. A cambio, ahí está la presencia triunfal de las iglesias pentecostales (paneclesial)en su forma mágica, simbólica, reprimiendo los deseos de liberación y creando verdaderos supermercados de la Fe.
Se esperaba que la Teología de la Liberación se impusiera y ahí está trasmutada en una verdadera teología de catacumbas, perseguida y aislada. Se esperaba que las mujeres y los laicos de la iglesia, fueran conquistando lugares más destacados y ahí está, la Iglesia clerical sigue cada vez más pujante.
Ese clima va más profundo. Alcanza al propio modelo y paradigma de desarrollo que occidente viene practicando hace más de cuatro siglos. Más aún. Parece que toda la civilización occidental, que encontró su cuna en la Grecia presocrática, que fue marcada por la presencia del Cristianismo, entra en colapso.
En este momento de muerte de las utopías, se vive un profundo escepticismo delante de las grandes palabras, de las causas mayores, de los proyectos englobantes, de los pretendidos líderes, de los políticos altisonantes, de las ideología omnipotentes. Se prefiere la espontaneidad libre a la jerarquía o a la conducción, el juego a los proyectos y estructuras, la deconstrucción a la construcción, la libertad individual a los valores colectivos, el "show" a las reuniones de los grandes partidos y movimientos, la diversión a la militancia, lo novedoso sin compromiso al empeño constructivo, lo lúdico a la eficacia, el predominio de lo efímero, de lo instintivo a lo racional planeado, la búsqueda de lo exótico y de lo excepcional a lo uniforme y rutinario, los cuentos y pequeños relatos a los metarrelatos, la estética y la experiencia religiosa personal a los dogmas, el presente desmenuzado al futuro prometido, el pensamiento débil a la razón totalizante, las pequeñas historias a la Historia, la duda y la pregunta a las certezas definidas, los pequeños placeres vulgares a las grandes pasiones, el cinismo calculista al entusiasmo idealista, los consensos frágiles a los compromisos definitivos, el fragmento a la totalidad, el pequeño grupo cálido a las organizaciones disciplinadas y rígidas, lo comunicativo a lo productivo, la diferencia a la uniformidad, el realismo del presente sin encanto a las utopías.
Como se ve, este clima vacía cualquier posibilidad de utopía. Se convencionó en llamarlo postmodernidad. Es un "post" que no significa ni "después" ni superación, sino como sentencia Colomer un "ajuste de cuentas con la modernidad", anulándole las pretensiones utópicas e ideológicas.
Ahora bien, entre los síntomas, nada más grave existe que la dolencia del marcapaso del idealismo: la juventud.
Permítanme dar un perfil de un joven del 2000 y algunas características trabajadas en nuestras reuniones barriales:
1) No quiere cambiar el mundo. Busca vivir bien, con mucho placer, dentro del capitalismo, respetando la familia y la propiedad.
2) La vida es para él, un interminable video-clip, una mezcla alucinante de dinero, suceso y fama con una pitada de romanticismo y casi sin ningún idealismo. Es la primera generación lista para vivir sin culpa. No quiere romper con nada ni crear nuevos patrones.
3) No presenta conflicto existencial, es hiperactivo, poco rebelde, aunque irreverente y contestador de las jerarquías.
4) Su escuela ideal es la que da libertad de opinión, lo escucha, lo respeta sin patrulla policial, de modo que cada uno pueda ser lo que quiera.
5) Vive la adolescencia de un modo más saludable. No se siente responsable por la miseria social, no se angustia por no responder a las expectativas de los padres. vive su propia vida y a otra cosa. No tiene líder, gurú o cartilla. Apenas tiene modelos que le pautan aspiraciones, que encajan en el perfil que traza para sí y en los sueños para el futuro.
6) Confiesa no participar de ningún movimiento social y comunitario, aunque "si es para hacer el bien" los haría sin involucrarse mucho.
Tal vez quien pueda resumir muy bien ese clima en el mundo joven sea Umberto Eco en su famoso romance "El nombre de la Rosa" (donde también existe un choque entre pasado y futuro) con ese enigmático dístico latino sin traducción:
"Stat rosa pristina nomine
nomina nuda tenemus"
En este clima de postmodernidad, le doy la siguiente traducción e interpretación: "La rosa antigua subsiste en la palabra, tenemos palabras vacías". La rosa, símbolo de la biblioteca, de la historia, del pasado, de la cultura occidental, existe solamente en la palabra, en el nombre, sin ninguna consistencia, sin ninguna realidad objetiva. Pues en verdad, tenemos solamente palabras vacías, la biblioteca incendiada. ¡Confesión de verdadero escepticismo!
2.- Diagnóstico
Existen varias investigaciones interesantes acerca del compromiso joven de la clase estudiantil. Muchos pedagogos muestran una comprensión positiva de esa nueva generación que curte el presente. se disocia del pasado, no se angustia con los problemas sociales y no se siente culpable por ellos. Sin embargo nos deja preocupados el hecho de que existen millones de jóvenes de otras clases sociales para los que la vida no sonríe de la misma manera. ¿Por qué entonces se llegó a esa muerte de las utopías y a esa ilusión colorida?
a) Suicidio
Las utopías desbordaron de sus límites históricos y se proyectaron para fines absolutos. En eso, se suicidaron. En efecto, la utopía pertenece al mundo de la historia, de la inmanencia, aunque ella empuje los horizontes de los deseos siempre más lejos. Cuando pretende, con las manos de la inmanencia, construir, en el fondo, el infinito, el Reino de Dios, el absoluto en la tierra, se arroga el derecho ilimitado del absoluto, se torna tiránica, despótica y se destruye a sí misma. En este sentido hay que preguntarse cuándo la utopía del socialismo real que sueña crear una igualdad visible en la tierra, una justicia social perenne y un ser humano nuevo, todo él tomado para la realización de la utopía, se convirtió en elaboración propia de los dirigentes del partido con fines absolutos y autónomos.
b) Coma
Sobre la agonía de la utopía socialista, el sistema capitalista, la encarnación resistentes del sistema racional de la modernidad, campea como victorioso. En ese sentido, el nipoamericano Francis Fukuyama anuncia el fin de la historia y el último hombre en la realización histórica de la democracia liberal burguesa. En términos aún más radicales, ya ni considera al capitalismo una utopía, sino su realización y su forma actual. Se llama Neoliberalismo.
El Neoliberalismo inhibe las utopías con la exacerbación del individualismo. La sociedad centrada en el individuo aparta cualquier discurso sobre la utopía. Rige el darwinismo más salvaje de la "lucha por la vida" o, en la expresión hobsiana, del "cada hombre es un lobo para el otro". Para reforzar aún más el individualismo, la ideología neoliberal confunde intencionalmente el mundo del deseo y el de la necesidad, colocándolos como motor del desarrollo tecnológico. El deseo humano es infinito. El sistema genera ilusión de poder saciarlo, al producir cada vez más cosas, objetos siempre nuevos, en vertiginosa rapidez, ofrecidos al consumismo desesperado. Se tiene la sensación de que la utopía está por realizarse. No se ve en el horizonte ningún límite al consumismo.
La entrada victoriosa de la "mass-media" y la informática aumenta aún más la sensación de la realización plena de la utopía consumista. Ya no tiene sentido alguno sacrificarse en el presente para alcanzar un futuro mejor. Él ya es presente. Alguien, en ese espíritu, formuló de manera lapidar: "Las flores no las queremos para el funeral, sino ahora". El futuro es el funeral. No sirve de nada conservar las flores de gozo, de la alegría, del usufructo de la existencia para un futuro mejor para la humanidad.
Estaremos entonces muertos y ellas servirán sólo para adornar nuestro cajón. Gocemos el presente, el día a día con todo lo que él nos puede ofrecer. En nuestros términos, no sirve de nada forjar utopías y sacrificios porque cuando se realizan, estaremos muertos. Mejor gozar la presente realización capitalista.
3.- Pronóstico
La utopía apuesta en tres direcciones:
- una antropológica
- una social
- una espiritual
Por más que la situación presente parezca impermeable a cualquier posibilidad de utopía, por la presencia única y victoriosa del neoliberalismo capitalista, la mayor oportunidad surge precisamente de esa realidad. Se percibe las fisuras de su ideología y el surgimiento de una nueva utopía que despunta en el horizonte en los tres niveles. Por más que el Neoliberalismo se presente como realización de la utopía de la humanidad, su carácter terriblemente materialista y consumista corrompe radicalmente al ser humano en sus aspiraciones de trascendencia. Juega su futuro en los bienes superfluos en abundancia, vestidos de imaginación y belleza, pero solamente para algunos, dejando las inmensas masas en el simple deseo. Ni los pocos serán felices, ni las masas soportarán para siempre esa exclusión.
La violencia contra la ética, de la parte del neoliberalismo, no puede resistir al tiempo. Los privilegiados, en la condición de seres humanos, más temprano o más tarde, se confrontarán con sus privilegios.
La historia conoció invasiones de bárbaros. Como en el pasado, las masas miserables, azuladas por el hambre y la desesperación, no encontrarán barreras que las excluyan. Si los recursos de los ricos para defenderse se sofistican, las posibilidades de agresión también. La violencia de la miseria no puede ser parada por la violencia del "apartheid" de los ricos (sino qué mejor ejemplo fue el de África del Sur).
Si la teología no está totalmente equivocada, el ser humano es un ser abierto a la trascendencia y llamado a la comunión. Vino de la comunión y se dirige a ella. En esa marca ontológica, ese "existencial sobrenatural" en el lenguaje de Carlee Rahner, uno de los mayores teólogos del siglo XX, no puede satisfacerse con el proyecto hedonista, materialista, consumista de la fase avanzada del capitalismo. Sería un certificado de falsedad ideológica para el cristianismo. Aceptaríamos la tesis central del maniqueísmo, de un jansenismo extremos o de corrientes apocalípticas: ¡La humanidad se perdió y no hay más salvación! Nada resta hacer más allá de esperar el "armagedon" o provocar una muerte colectiva (como Jim Jones y sus 900 fieles en Guyana en el 79; los davidianos de Texas; el grupo de la verdad suprema en el metro de Tokio en el 95 y muchos casos semejantes).
Entre los dos extremos, de creer que el sueño dorado del neoliberalismo saciará el hambre de eternidad de la humanidad, o que sólo resta su destrucción, sobreviven fuerzas utópicas que anuncian una humanidad diferente.
4.- Tratamiento
a) Hacia una nueva utopía
La utopía es la aspiración de una forma de convivencia humana razonable y justa que instaura la crítica a la actual, que en su "no lugar" (ou + topos) presente quiere un "buen lugar", un verdadero lugar (eu + topos) futuro. La forma de conviviencia, que el sistema capitalista impone no es humana, ni razonable ni justa.
El hecho mayor en el horizonte de la utopía es la superación de la exclusión: personas, regiones, naciones, continentes. De lejos el mayor crimen de la actual sociedad es la escandalosa desigualdad social. Unas pocas naciones ricas consumen la mayoría de los bienes, dejando continentes enteros sin nada y, dentro de esas naciones, pequeñas camadas privilegiadas de nivel de consumo conspicuo, mientras masas de pobres y miserables carecen de los necesario. El modelo de desarrollo y de consumo irrestricto, implementado en los países ricos, se tornó amenaza para la supervivencia de la humanidad.
b) Utopía y sociedad alternativa
La utopía de la sociedad alternativa tiene como función primera pensar otra manera de desarrollo, que no tenga presupuesto la inagotabilidad de los bienes de la Tierra, la producción indefinida de los bienes de consumo dentro de la lógica del deseo insaciable estimulado por la propaganda cada vez más sofisticada. Si el problema del deseo insaturable de bienes materiales por parte de minoría privilegiadas no fuera trabajado psicológica, sociológica y espiritualmente, en la resistencia o en la revolución, no hay cómo encaminarse en la dirección de una sociedad alternativa de mayor igualdad, de justicia, de satisfacción de las necesidades básicas de todos.
c) Utopía y realismo
En relación al actual modelo de desarrollo consumista, de un lado, y generador de miseria, de otro, emerge la utopía de una nueva relación con la naturaleza, con el planeta tierra. Significa realismo de principios éticos en el trato con la naturaleza, clara postura espiritual y mística delante de ella. El realismo exige prohibición incondicional de intervenciones en la naturaleza que producen efectos en cadena incontrolables, imprevisibles y daños irreversibles, del uso de venenos inadmisibles, de residuos no biodegradables, de desarrollo de tecnologías de alto riesgo y de desenlace catastrófico.
Más aún. la utopía debe pensar en desarrollar nuevas formas de conciencia ecológica. Leonardo Boff, uno de nuestros mejores teólogos de la liberación predica llamar a la tierra como un organismo vivo, Gaia, la diosa de la tierra. Se requiere conversión interior en relación a las cosas. milenios nos hicieron pensarlas como meros objetos, totalmente disponibles a nuestro placer. Olvidamos su sacralidad. El resultado fue el desperdicio, las montañas de basura, la industria de lo descartable, el absurdo despotismo humanos en relación a la naturaleza. La "metanoia" ecológica nos lleva a una relación interior con todo el cosmos. Somos un ser relacional con todo lo que existe.
La teología que habló del pecado original durante siglos, y a pesar de su vocabulario arcaico desarticulado, toca fondo cuando habla de una génesis interior en este sentido. Significa ese afán de consumir, esa "hybris" de dominar el mundo, esa sed insaciable de producir siempre más objetos, alimentando la rueda loca de los deseos. En el silencio interior y en la armonía con el mundo, esa sed insaciable de producir siempre más objetos, se percibe que la relación de la contemplación de la naturaleza intocada sacia más el corazón, lo llena más de felicidad que la posesión inaudita de las cosas. En este sentido hacemos nuestra la religión de nuestros guaraníes, maestros en contemplación. Dios nos dio las ventanas de los sentidos para "usar", sentir el gozo de las cosas que él creó, y no sólo las manos para transformarlas en objetos.
d) Utopía e Inversión
Para una nueva utopía es fundamental la inversión radical del movimiento hegemónico de los que llamamos "sistema" y que coloniza el "mundo de la vida".
Sistema es el conjunto de actividades volcadas para la producción, distribución y consumo de bienes materiales y culturales, a través del cual el capital domina el mundo, es garante de su supervivencia y desarrolla su poder inmensamente potencializado por la gigantesca informatización. Existe para producir. distribuir y consumir bienes materiales o simbólicos. Funciona según las reglas de la eficacia, productividad, resultado, costos y beneficio. E occidente él está para colonizar el "mundo de la vida", que es el mundo de la experiencia, del sentido, de la comunicación, de las convicciones básicas, de los valores. Inversión significa buscar que el mundo de la vida venza la lógica del sistema, se emancipe delante del imperio de la razón instrumental, establezca la prioridad absoluta del ser humano sobre la lógica de la ciencia y de la técnica, practique la defunción de todo autoritarismo, elitismo, aristocratismo, horca de las mayorías pobres y excluidas.
e) Utopía y mundo económico
La economía se tornó fuerza principal del sistema. Impone sus leyes de maximización del lucro, de competitividad, de costos y beneficios de las relaciones humanas degradándolas y mercantilizándolas.
La utopía es convivialidad, convivencia, compartir, comunicación entre las personas; supone asumir el presupuesto básico de que el ser humano no es un lobo para el otro, sino un hermano, que es radicalmente veraz, que existe una inteligibilidad fundamental que nos permite dialogar en torno del bien, de la verdad, de los valores. El esfuerzo predominante para la nueva militancia que ya practica las reglas básicas de la nueva sociedad debe ser buscar el consenso a través del diálogo; evitar el chauvinismo tan parasitario a nuestra izquierda y rechazar toda truculencia, imposición, intransigencia y fanatismo.
La utopía abre horizontes aún más pretensiosos. Defiende la "globalización de la conciencia" en torno de algunos nuevos "pecados capitales" asociados al sistema: pobreza de masas gigantezcas, droga, ecocidio, desocupación, guerras fratricidas, industria armamentista, armas letales o de alto poder destructivo, investigación científica de alto riesgo, espíritu especulativo mundial, determinado tipo de desarrollo tecnológico, modelo productivo de desperdicio, etc. Además defiende la valoración de las "singularidades", de las minorías que sienten el derecho a expresarse en su originalidad propia, en el campo de las etnias, de las culturas, del sexo, de los grupos regionales y lingüísticos, de las religiones, de las pequeñas iniciativas.
f) Utopía y cristianismo
El cristianismo ofrece elementos fundamentales para asumir una utopía: mística y compromiso. Con su mensaje, tiene contenidos riquísimos para la creación de utopías alternativas al sistema vigente. Basta citar el sermón de la montaña, el Padre Nuestro, la parábola del juicio final (Mt 25), más allá de la práctica de Jesús. Como mística, ofrece la experiencia de Dios en la persona del hombre Jesús, pobre entre los pobres, alguien totalmente-para-el-otro. Como compromiso, él se presenta fundamentalmente en la calidad de práctica de amor a los excluidos, a los desheredados de este mundo.
"Lo importante es aprender a esperar" (E. Bloch); esperar, creando utopías. Que el cristianismo contribuya en su ética solidaria sobre todo entre los pobres y se sume a la perspectiva ecológica, al horizonte holístico-espiritual desde la mística de la sacralidad del cosmos en oposición a una razón instrumental omnipotente y orgullosa, a las intuiciones ricas de la tradición socialista de prioridad de los social sobre lo individual, en fin, a los sueños aún no realizados que alimentaron y alimentan la teología de la liberación.
Utopía, dice E. Galeano, "ella está en el horizonte. me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar".
M(*) Luis Dominguez: Militante cristiano de base. Integrante de la agrupación Koéju.
I
lustraciones: Ricardo Carpani (Desocupados 1959; Conciencia 1981 y Condiciones Leoninas 1990El Rincon de la Mujer:
Recetas:
Tres caminos para llegar al socialismo: Por: César PóLa Autopista
: Se toma una taza de clase obrera, media tasa de campesinado, una cucharadita de intelectual orgánico y se bate a punto nieve. Luego se espolvorea con un poco de conciencia de clase y se deja macerar a gusto. Cuando está punto se lo cubre con una dosis de vanguardia esclarecida y se toma el estado por la vía más conveniente (guerra popular prolongada, foco insurreccional, etc.). El plato debe servirse caliente. Puede acompañarse con una porción de arroz y un vasito de vodka.
La Ruta (Con peaje)
: Se toma un joven utópico y se lo pone a hervir en un partido de izquierda. Antes de que rompa el hervor se apaga el fuego y se lo rocía con una buena de dosis de conocimientos académicos, se lo viste con un traje Armani y corbata colorida. Se lo despelleja y se le presenta al electorado la pielsita bien sazonada con hierbas aromáticas. Se lo expone a la TV unas dos o tres horitas diarias en tiempo pre-electoral, y se decora con celular, puré de ONG’s y buñuelitos de inversores ansiosos. Ya está listo para degustar. Se sirve en porciones individuales. Es un plato agri-dulce que hará la delicia de todos., sin distinción de clase, raza, edad, sexo o religión. Los restos pueden guardarse en el freezer durante 4 o 6 años según necesidad.
El Sendero
: Primera recomendación: No servir en ambiente luminoso. Se va a la quintita y se cosecha un poquito de cada verdura, hortaliza y legumbre (descartar los nabos y zanahorias) se las limpia de insectos y plagas varias, se corta en julianas y se cocina a fuego lento. Mientras se produce la cocción se lo rocía con una buena porción de memoria. Se solidariza e imagina a gusto y se le quitan las viejas instituciones que pudieran haber quedado. Se sirve en bandeja
Una vieja leyenda recorre América Latina...
La profesión más antigua
: La educación popularContado por un educador popular, mientras daba descanso a la Mandíbula con que se había devorado varias empanadas, y sorbiendo un trago de vino tras otro:
«Resulta que estaban en el cielo varias personas, comiendo entre las nubes, aburridas de tanta eternidad, sin saber muy bien en que ocupar ese tiempo que ya no se acabaría nunca. Y hablando de tanta eternidad comenzaron a referirse al tiempo y de allí pasaron a la antigüedad de las cosas hasta que uno de ellos dijo:
-Claro, para mí está muy claro que de todas las profesiones que existen, la más antigua es la mía, la cirugía.
-Y ¿por qué la cirugía?, preguntó otro de los eternos, solo por preguntar y ocupar así en algo su tiempo.
-Pues que otra cosa fue sino un acto quirúrgico, la intervención de un cirujano, el momento en que Dios extrajo una costilla de Adán para hacer a Eva?
-No, no, no contestó un arquitecto que parecía indiferente pero seguía con verdadero interés lo que se estaba comentando
- La profesión más antigua es la arquitectura.
Y pasó a explicado:
- Que fue sino un gran acto de arquitectura el que Dios realizó cuando,
del caos originario, creó el universo con sus leyes y armonía.
Fue allí cuando se escuchó a aquel raro individuo al cual cuando llegara al cielo y se le preguntara que profesión tenía miró a todos de un extraño modo diciendo:- ... y.. yo soy un... educador popular.
-También tú estas equivocado. La profesión más antigua es la educación popular.
-¡Eso es imposible! - clamaron todos casi al unísono -, ya que esa es una cosa no muy bien definida y que ha aparecido en América Latina recién desde la década del sesenta, en el presente siglo.
-¡A sí! -respondió- y ¿quién suponen Uds. creo el caos originario?
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