Umiña
8 - Mayo / Junio de 1998Umiña:
Deidad Inka de dos cabezas, con la de adelante mira el pasado, al que fue, con la de atrás mira al futuro, a lo que vendráE
s una publicación de SUR, Centro de Educación Popular, Asesoría e Investigación.Sumario
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"...EE.UU. ha estado siempre a favor de la democracia siempre y cuando no funcione..." |
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"... me gusta esa idea de una especie de de Robin Hood semiótico que le roba las palabras a los ricos para devolvérnoslas a nosotros, el pueblo..." |
"...la urgencia de las necesidades de los sectores populares debe encontrar otra propuesta que las de tipo clientelar o instrumental..." |
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"...que no se confundan pueblos con gobiernos ni soberanía con impunidad..." |
"...la capacidad de los pobres para transformar sus condiciones de existencia (...) depende de su actitud para crear una visión del mundo independiente y diversa de la visipon del mundo de las clases dominantes..." |
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"...El voto es otra lusión polpitica que permite contener cada dos años las esperanzas y las luchas sociales para depositarlas en un candidato, que una vez electo responderá ante otros poderes, por sus actos y omisiones..." |
"... si la palabra es imposición, nos remitimos al lenguaje de los represores; pero si la palabra es libertad, el lenguaje es el de los sueños..." |
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"...para la creación de lo nuevo, en términos de proyecto social y de experiencia organizativa, no existe, salvo por negación, ninguna experiencia que pueda determinar a uno u otra..." |
"...no queremos una contrarevolución, sino lo opuesto a una revolución (De Maistre)..." |
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"... se trata de que el material principal de trabajo sea la experiencia de las organizaciones con las que trabajamos..." |
"...junto al atardecer aparece Persi,no tiene mas de once años,vende cinturones tejidos, la primera pregunta que realiza es de qué país eres,..." |
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"...El proceso mundial de homogeneización/fragmentación operado por el neoliberalismo ha barrido con las antiguas evidencias del Porder y las ha reordenado o suplantado por nuevas..." |
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"...El batallón de civilizadores voluntarios vio la luz como un destacamento del Estado para instruir a los sectores populares en la ideología nacionalista y la aceptación de una sociedad capitalista jerarquizada... |
Staff :Colectivo de Redacción: Javier Salicrú, Javier Di Matteo, Jorge Medina, Sonia Rodríguez, Mariana Laprida, Gustavo Zapata, Pablo César B., Martín Spinosa, Marcelo López, Fernando Marciano.Ilustraciones: Nicolás Spinosa (Educación y Trabajo), Sope (El resto) Agradecimientos: Uno del Ramo, Gregorio Maximoff, César Po, Dr. Mariano Morales Lanata, Noam Chomsky, El Sup, Luis Dominguez, Ko`eju, Emiliano Cucciufo, Karina.. |
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"... la fragmentación no existe como medida en relación a algo que debiera estar unido..." |
Editorial:
"derecho para resistir a la injusticia con la justicia y al abuso de la fuerza con la desobediencia." Simón Bolivar.
Este es el número ocho de una revista dirigida a militantes y otras manifestaciones del espíritu revoltoso de nuestra época. Porque es cierto que hay, en nuestra época, un espíritu revoltoso. Claro, hay otro espíritu, ordenado, prolijo, sumiso, que parece que va ganando y que se nos aparece, a veces, como el único espíritu. Pero sabemos de él que es absurdo, superficial, ingrato, terriblemente injusto, estructuralmente sordo, estéticamente bobo y políticamente triste.
Del espíritu revoltoso sabemos mucho y poco. De una constitución psíquica desordenada, se hace difícil de localizar. De modales irreverentes, se hace difícil establecer a ciencia cierta sus estrategias y expresiones.
Uno por su naturaleza engañosa: se oculta, se disfraza de lógica o de naturaleza. Otro por inquieto: su imaginación es casi patológica. Eso sí: algunas veces se dejan ver.
El espíritu del orden es fácil de observar en los ministerios, y más fácil todavía: tiene acciones en los medios de comunicación y para colmo, usa garrote y se viste de azul o de negro, y así vestido, se para en las esquinas, hasta que se aburre y se dedica a las cosas que más le gustan: apretar pizzeros, perseguir travestis, pegarle a los jubilados. El otro se hace más fácil de ver en los cortes de ruta, o se aparece por los barrios, las fábricas y las solidarides, o cuando usa pasamontañas..
Cuando se pensó esta revista se fueron viendo posibilidades de colaborar con ese milenario espíritu revoltoso. A la vuelta de esta página hay una presentación de las notas, que justifica nuestra opción.
¿Y en qué consiste nuestra colaboración? Más allá de la práctica social que
SUR lleva adelante, consideramos necesario este espacio de debate que es Umiña. Nuestra práctica militante muchas veces está plagada de dogmatismo. A veces está llena de esquemas mal paridos y mal aprendidos. La lucha por la democracia, la autonomía, la justicia, la libertad, la independencia, la dignidad, la participación, la rebeldía, nos convierte en gente con una propuesta. Y toda propuesta tiene que ser responsable, seriamente pensada, libremente ideada y honestamente sentida.
Prólogo:
por: Dr. Mariano Morales LanataCumpliendo con lo solicitado por los editores de esta prestigiosa publicación y puestos a analizar la actual coyuntura política reveamos la "Agenda Política Realmente Existente", que no es otra que la que instalan los medios, los políticos con sus discursos, los empresarios con sus hechos consumados, el poder, en definitiva. A saber:
Estos son los "temas" y todos opinamos, mas o menos, que las causas son estas:
Pero claro, también existen soluciones, que se "discuten " todos los días, por ejemplo:
Cerrarle el paso a Mendez y su proyecto en el Congreso en alianza con los Duhaldistas que están más calientes que la oposición. Que haga de una buena vez el plebiscito y que saque el 2% de los votos y se deje de joder. O la inversa que el pueblo soberano decida y lo que salga, salga. Que no le demos más bola, ni la gente ni los medios, ni la oposición y que discutamos los temas realmente importantes (o sea los que siguen en la lista):
Para el caso de la corrupción, meter en cana a todos los funcionarios de este gobierno corrupto. Otra variante: de este y del anterior, que también se cansaron de afanar. Una oficialista: Olvidarse del tema ya que la Justicia está actuando (Fassi Lavalle, Bussi, Cavallo, etc) y no dar mas bolilla a los personeros de la "máquina de impedir".
Para paliar (hermosa palabra, búsquela en el diccionario) la desocupación nada mejor que adoptar un perfil exportador, o crear nuevos puestos de trabajo con subsidios del estado a las empresas que se avengan. Otra. Capacitar a aquellos que han quedado fuera de "competencia" para insertarlos en un mundo competitivo y voraz. Una mejor., y más progre: Crear las condiciones de igualdad de oportunidades, etc... Una aberrante (también oficialista) Echar a todos lo bolitas, paraguas y chilotes a sus respectivas patrias y así lograr que todos los argentinos tengamos nuestro digno trabajo, y después del trabajo a la casa y de la casa al trabajo...
Para luchar contra la inseguridad, la falta de recursos para la educación, el descreimiento en las instituciones, una justicia digna los remito al diario del día. Elija entre una línea progre (Página, incluso Clarín) una sensata y moderada (La Nación) o bien la resaca oficialista de Ambito, La Razón y La Prensa. Con Crónica ni se moleste, salvo que le preocupe mucho el tema Susana, Huber y Jazmín o Passarella o la proliferación de violaciones en el Gran Bs. As. o que necesite las señeras palabras (o palabrotas) de la Chiche de los pobres.
Claro, usted podrá decir, pero ni estos son todos los problemas, ni estas las únicas causas o soluciones. Es cierto. Piense, ¿qué otra cosa se le ocurre?. Tómese su tiempo... Repase el diario, vea todas las secciones, a ver si nos olvidamos de algo... Bueno tiene razón, ni hablamos de Passarella y Susana Giménez. Pero no mezclemos la hacienda, esas son frivolidades, distracciones de la prensa amarilla y del poder para que no nos ocupemos de las cosas que realmente importan. Y las cosas que realmente importan ya las mencionamos, no a todas, seguramente, pero a casi todas...
Ahora que ya lo pensó bien, y que seguramente tiene guardaditos algunos otros grandes temas y sus soluciones posibles, le pido que piense un poquito más, que se tome un tiempito, sin apuros.
En todo esto de lo que hablamos, usted, ¿dónde está parado?. Si ya se que esta sufriendo las consecuencias de un gobierno insensible, de una crisis mundial sin precedentes, etc... etc ... etc.
Si usted es menemista o neoliberal y eligió las opciones acordes. No nos preste más atención. Usted sí sabe donde está parado. Nada puedo ya aportarle. Buenas noches, que duerma tranquilo.
Bueno, querido lector. Y. ¿Qué me contesta?.
Mire le voy a dar un tiempito. Mientras tanto hojee (no ojee) la revista a ver si se inspira. Y después al final hablamos...
Espere... espere un poquito que antes le quiero contar algo.
Acá adentro hay unos tipos, (Seguro que a la mayoría los conoce) que dicen otras cosas, hablan de otros temas.. tiene otras soluciones, encuentran otras causas...
Arranca un tal Zapata ( bisnieto del sobrino segundo del tío de Emiliano) que se interna en los oscuros laberintos de la historia argentina y anda preocupado por la cuestión del pensamiento autoritario y del poder, de la democracia directa y el voto. Sus motivos tendrá.
Sigue un tal Di Matteo, uno gordito, de rulos. ¿Lo ubica? Si. ese, el del mate... ¿Sabe qué se le ocurrió? que para empezar a construir una alternativa al discurso y al poder hegemónico hay que tener cuidado con lo organizativo, que además de parecer hay que ser... que no alcanza con juntarnos a comentar el diario, o el discurso del Chacho, o las obras completas de Lenin... parece que es importante el cómo, el porqué. Y parece que también es importante lo que dice el otro, no Lenín o el Chacho sino tu compañero... y dice, el sabrá, que nos olvidemos de las determinaciones ( o sea que las cosas son cómo son y serán cómo deban ser...) que Tito, tu compañero no el Mariscal, y vos no son lo mismo, pero es igual... anda a saber... y dice que hay una metodología y todo. Bueno, claro anda con el tema de la Educación Popular...
¡Cómo decís...? No, no busqués. En los diarios no hay suplemento de Educación Popular.
Después viene un ensayo de Marcos. ¿Qué decís? No, no tiene nada que ver con el 8 del Chacarita campeón de la década el 70. No tampoco es pariente... Es ese que se parece al Che, pero no sale en las remeras. ¿Cual decís vos? ¿El negro de rulos que fuma un porro? Pero no, hombre ese es Bob Marley. Pero vos, ¿cuántos años tenés? .
¿Sabés que dice el tipo? Que "abajo" hay otro mundo idéntico al de acá "arriba" que es igual pero en forma distinta. Que hay que tener un periscopio invertido para mirarlo ...y que la memoria es la llave del futuro... interesante te digo, para pensarlo...
Hay otro tipo que se la agarra con los docentes, y ojo que es uno del ramo, habla con conocimiento de causa. Si lo leyera tu maestra de primero superior (porqué vos andás por los 50 y pico, ¿sino de dónde sacaste que Chacarita alguna vez fue campeón?) le da un ataque...
Después viene otro tipo, un ruso, creo (pero de Villa Crespo no de Ucrania) que se la agarra con las palabras... especialmente con una: "fragmentación". Dice el tipo que sí, que estamos fragmentados, ¿y qué hay?, ¿cúal es el problema?. Parece que le encontró la vuelta al tema y dice que se caga en la revolución si no sirve para alterar los patrones de la alienación y la explotación. después le da vueltas a la cuestión de la praxis y anda a las puteadas con Trostky y otros, bueh, el sabrá... habrá que leerlo para ver...
Por ahí por la mitad, donde deberían estar los ganchitos si tuviéramos un manguito más para pagar la encuadernación, hay una entrevista a un yanqui (pero buenito, eh). Es un viejito de anteojos y medio charleta que le da mucha pelota al tema del significado de las palabras y esas chucherías. Pero acá se le da por hablar de la Globalización, del senado virtual (mirá lo que es la tecnología) y de la tiranía de los corporaciones privadas. Después de leerlo me contás... A mi nunca se me había ocurrido eso de que yo vivo de 8 a 18 en un régimen tiránico, tipo siglo XVIII, mientras laburo y que de 6:30 a 8:00 y de 18:00 a 19:30 viajo en colectivo y tren como un cerdo, de 19:30 a 21:00 miró el noticiero, de 21:00 a 22:00 morfo y después duermo hasta las 6:00, hora en la que me levanto y me baño, me lavo los dientes y me peino en democracia...
Ya empezando a terminar viene una nota de un tal Martín, un tipo laburador si los hay, que anda preocupado por el tema de la falta de laburo y las changas que no alcanzan ni para el vaso de leche de los pibes. Y dice que el tema es jodido... que afecta a la familia, a los amigos, al barrio además de al propio implicado... Y dice que los que están (estamos) en esa situación son (somos) millones. Parece que ni conocen el Jumbo o e Parque de la Costa los tipos... Andan en otra pero viven a 2 o tres km de la Gral. Paz....
Ya terminando, y como no podía faltar, viene un cura y te da el sermón. El tipo dice que la religión y la revolución, no sólo no son incompatibles (acordate de Carlitos y el opio de los pueblos...) sino que hacen una buena yunta...Y encima anda en búsqueda de la libertad (del libre albedrío, ni noticias...)
Por ahía dentro, de yapa, hay un "tríptico" que te va a interesar, espero. No te adelanto nada, leela, a ver si nos ponemos en movimiento de una vez por todas, chabón...
Sigue un pendejo rockero que anda medio dormido y cuenta lo que soñó después de una trasnoche de birra y ska... un bohemio de los de antes...
Al final se pone pesadito. Una mina medio concheta, con nombre de calle o pueblito de provincia. Rivadavia o Viamonte o Canning, no me acuerdo... se pone a desnudar al conservadurismo... Los tipos son más bestias que la Tatcher y Reagan juntos. Mas atrasados que Quarracino y el Pastor Giménez. Dicen cada cosa, que cuando Macri, Rocca o Pérez Companc los escuchan se babean como cualquier mortal (de sexo masculino o terceras variantes) con la Silvia Suller...
To be over ...(disculpá estoy practicando el idioma de la madre patria, para ver si encuentro laburo como secretaria en alguna multi...) la poesía de rigor para no pecar de bestias incultos ni de aluvión zoológico. Tierna, dedicada a la inocente infancia, con coyita, llama y quena. Un canto de hermandad latinoamericana....
Bueno, no me podía aguantar sin adelantarte algo, ahora sí te dejo sólo... y un último párrafo para que no me olvides, y no pienses que soy un guaso que se toma todo para la joda.. Lo que pasa que la cosa esta tan insoportable hoy en día que me pongo cínico para no morirme de bronca...
Estos tipos que te decía más arriba, y te digo que yo comparto lo que dicen, no todo, pero si gran parte, nos hablan de la posibilidad de construir otra agenda posible para pensar y discutir todos los días. Una "Agenda Utópicamente Posible", por oposición a la "realmente existente" del principio. Hablan de que no debatamos más sobre hechos consumados (por otros) ni apoyemos proyectos consumados (por otros) que serán hechos consumados (por otros otros).
Se empeñan en llenar de contenido las palabras que nos tiran por la cabeza todos los días y traen otras que debiéramos usar más seguido. Me gusta esa idea de una especie e Robin Hood "semiótico" que le roba las palabras a los ricos para devolvérnoslas a nosotros, el pueblo.
Juegan a que somos humanos (un poco más que un cacho de carne autopropulsada) y se olvidan por un rato de Pavlov y sus tercos perritos.
Nos dicen que hagamos política, otra política. Nos piden que hablemos, los que todavía conservamos la memoria de la palabra, y que actuemos, aquellos a los que aún no nos han expropiado el cuerpo.
Como dice Marcos, el que se parece al Che, no el que jugaba en Chacarita con el tanque Neumman y Carnevale: "No es necesario conquistar el mundo. Basta con que lo hagamos de nuevo. Nosotros. Hoy".
Saludos,
Postdata:
a) Para ahuyentar a los críticos del corporativismo periodístico: No se olviden de Cabezas, ni de Bonino, ni de Teresa Rodríguez, ni de Víctor Choque, ni de Bulacio, ni de Bordón...b) Aguante para "H.I.J.O.S." por la campaña del escrache. No se olviden de los desaparecidos.
De solidaridades y fronteras...
Por: M.L.Allá dicen que la razón por la que se abrieron en España los juicios a los militares argentinos acusados de genocidio no es muy dificil de entender: sencillamente, a más de 20 años, aún no hay justicia.
Pero claro, sabemos que no existen las monocausalidades, y entonces se remiten a la historia, a su historia, a nuestra historia.
Recuerdan que el año 1939 fue el año más negro de la historia española. El fin de la guerra civil, la derrota, el fascismo en el poder y la muerte y el exilio para miles de compañeros que habían defendido a La República.
Recuerdan que en Europa, los exiliados eran encerrados en campos de concentración, como en Francia, por ejemplo..... Y que muchos terminaron en otros campos de concentración, los del exterminio nazi.
No olvidan que, mientras eso pasaba en Europa, acá, en América, Neruda, en ese entonces embajador, rentaba un barco para los exiliados españoles, que eran recibidos con honores en Chile. Que Argentina, albergaba a Don Sánchez de Albornoz, presidente de la República en el exilio, y que, más tarde, recibiría a otros exiliados, los de origen económico, de tanta importancia o más que los casos anteriores.
Y claro, expertos en el manejo del idioma, que a veces nosotros maltratamos y desperdiciamos tanto, le ponen nombre a los sentimientos: eso, dicen, se llama solidaridad, y es la misma razón por la cuál en España se empiezan los juicios: simplemente, por solidaridad.
Pero mientras los pueblos se solidarizan, y se unen en los ideales, en la lucha y en el dolor, desde el poder se diseñan estrategias para evitar la justicia.
El gobierno argentino, no sólo no prestará ayuda a la investigación que se lleva adelante en España, sino que, fiel a la tradición menemista, intenta desacreditar con insultos y falacias a jueces y fiscales. Roggero, presidente de bloque de los diputados peronistas, (además de protagonizar un papelón) brinda el otro argumento: el gobierno argentino no reconoce la jurisprudencia española para juzgar delitos ocurridos en argentina. En España, casualmente hay fiscales que tienen la instrucción del gobierno conservador de Aznar de retirar la causa del juzgado de Garzón con el mismo argumento de Roggero... Casualidades?
Desde la Asociación por los Derechos Humanos en la Argentina, con sede en España, solicitan adhesiones de todo tipo de organizaciones, donde se reconozca la jurisprudencia española para juzgar delitos de estado y genocidio. Considerados delitos de lesa humanidad, que no prescriben , no reconocen la frontera de las nacionalidades.
SUR- Cepai, reconoce la jurisprudencia española para juzgar los delitos de estado y el genocidio ocurridos en Argentina, durante la dictadura militar . Consideramos que la desaparición de personas, la tortura, el secuestro de niños (que aún continúa), son delitos de lesa humanidad que no prescriben, ni aceptan cuestiones de jurisprudencia o nacionalidad.
En Argentina, con las vergonzosas leyes de obediencia debida, punto final y el indulto, se ha negado justicia.
Enviar las adhesiones a:
Dr. Carlos Slepoy,
Presidente de la Asociación por los Derechos Humanos en la Argentina.
Madrid. España.
Fax: (00) 34-915774366.
Convocamos a todas las organizaciones sociales a que participen con el envío de cartas de adhesión, no sea que con nuestro silencio se confunda, pueblo con gobierno o soberanía con impunidad.
UNA ILUSIÓN DEMOCRÁTICA
Por: Gustavo Zapata.La ilusión largamente ritualizada del voto como fundante del orden democrático, fue uno de los triunfos mas duraderos del ideario liberal. Durante las revoluciones burguesas del siglo XVIII, comenzó a ponerse en practica el ya entonces centenario concepto de pueblo, como ciudadanos que podían elegir a sus representantes, delegándoles el poder. De otro modo sería imposible la vida en comunidad. Esta era una peligrosa y europea originalidad en un siglo de desigualdades notorias, debidas al nacimiento (los nobles heredaban los privilegios del poder, la tierra y la riqueza social) o la adscripción a la iglesia católica (los cargos de obispo y abad eran fuentes de rentas, pagadas por campesinos y artesanos).
No obstante los inicios de la practica eleccionaria se limitaba a los hombres propietarios que figuraban en el censo tributario (voto censitario), mientras en las colonias se mantenían las viejas maneras del látigo y la explotación sobre los indígenas americanos, los esclavos negros importados de África, los exclavos blancos bajo contrato y otras humanitarias actividades. Luego de las revoluciones hispanoamericanas, los grupos propietarios (burgueses terratenientes o comerciantes) hicieron lo propio en su recién dominados territorios: la creación de estados latinoamericanos fue paralela a la construcción de la justificación de los nuevos gobiernos. Este proceso nos llevo décadas de guerras civiles: persecuciones sobre los que resistían al nuevo orden del poder y represión sobre el paisanaje alzado contra los grupos iluminados porteños.
El triunfo de los ideales democráticos de la generación del 80, significó también el ocaso definitivo de las naciones todavía libres del sur (Mapuches, Puelches, Chonik, Onas, etc., tan sólo unas decenas de miles de inciviles) y del noreste (Abipones, Tobas, Mocovíes, es decir, otros miles de tozudos humanos libres y ajenos a la sumisión del trabajo). Los gobiernos de los que hoy homenajeamos en billetes (como el tan anhelado Roca de cien pesos), calles y plazas, se sostenían en el fraude más público y notorio. Incluso el tan mentado Sarmiento, ejemplo de la escuela pública,dicen algunos, llegó al gobierno por el arreglo político de unos pocos, antes que por el voto de sus queridos conciudadanos.
Cuando los recién llegados anarquistas y socialistas comenzaron una durísima tarea de organización y gestación de una conciencia obrera (sin paternalismos ni clientelismo) y los radicales se insurreccionaron contra los propietarios del poder político, ahí pisamos la trampa de una Ley de voto obligatorio, secreto y universal. Los obreros tenían que votar, no tomar las calles o fábricas y menos, el poder. El voto secreto garantizaba que en el cuarto oscuro, uno debía elegir entre los partidos que el Estado permitiese. Era universal para los hombres que figurasen en el padrón militar (esa otra escuela del pensamiento moderno). Las mujeres, los inmigrantes y los menores quedaron dentro de las fábricas, pero no figuraban en el padrón eleccionario.
Luego de algunos tímidos avances iniciales (recordar que el radicalismo nos debe explicaciones por la Semana Trágica -200 muertos-, la represión de La Forestal y los 1300 fusilados de la Patagonia Rebelde) vinieron seis desfiles militares (1930-1943-1955-1962-1966-1976). Esta historia por demás conocida, no implica que olvidamos que las Fuerzas Armadas, en su conjunto e institucionalmente, (esto es decir, desde el general delincuente, hasta el último cabo cómplice por obediente) ejecutaron actos criminales, en su mayoría no juzgados. Y la única vez que algunos lo fueron, bueno, usted ya sabe el final. El primer peronismo amplio la base eleccionaria incluyendo a las mujeres. Pero debían esperarse otras treinta años, para que comenzaran a participar en algunos cargos políticos importantes.
El concepto liberal "pueblo" es engañoso: cubre por igual a ricos propietarios y a desocupados, a Tobas, famélicos y a dietéticos de barrio norte, a las manzaneras y a la hija del presidente. La imaginaria igualdad ante la ley se diluye ante las prepotencias del mercado. Esta ilusión pudo funcionar mientras el Estado de Bienestar (o de compromiso, como se catalogaba la obra del primer peronismo) pudo compensar parte de las desigualdades con obras sociales y salarios indirectos. El de pueblo es un concepto menos representativo que el de clase social o el de identidad genérica o étnica. La ciudadanía liberal deja fuera a los menores que sí forman parte de las estadísticas y las realidades de la población económicamente activa y de los correccionales. Las innumerables discriminaciones cotidianas no son tomadas en cuenta a la hora del balance de poder de unos y otros, salvo cuando se convierten en escándolos trágicos y sirven para capturar mercados publicitarios
El voto es otra ilusión política que permite contener cada dos años las esperanzas y las luchas sociales para depositarlas en un candidato, que una vez electo responderá ante otros poderes, por sus actos y omisiones: a nivel internacional, el FMI y el Banco Mundial, a nivel nacional, ante los grupos empresarios, para que le permitan gobernar. Parte del discurso dominante presente en casi todos los partidos mayoritarios, es que esta es la decisión fundamental de los ciudadanos: por lo tanto "el pueblo tiene el gobierno que se merece".
Se oculta sin embargo el peso propagandístico de los aparatos partidarios o sindicales, el clientelismo asistencialista desde el aparato estatal (con fondos de todos los que paganos impuestos), la presencia recurrente en los medios/empresas de los candidatos potables para el empresariado. Se crea otra imagen de consumo: los candidatos detergentes. Éstos, con ideas ambiguas ("una democracia para todos, trabajo, justicia", etc.) dicen nada de centenares de palabras, se hacen fintas verbales sin pisarse las sábanas que los desnudarían como hábiles vendedores, apelan al voto de todos, prometiendo tranquilidad y felicidad, a cambio de que les garanticemos una temporada en sueldos que van de 1.400 pesos (un concejal de Hurlingham) a 4.000 pesos (un diputado).
Pocos proyectos claros, ninguna intención abierta que no sea la tranquilidad de que no habrá cambio en las condiciones de vida reales de millones, y, sobre todo, los privilegios de las mayorías. Luego de la elección de turno, un tiempo para comprobar la eficacia reformista del candidato, y nada de protestas porque hay que dar tiempo para gobernar. Y hasta la próxima elección y la renovación del concurso de detergentes. Sin controles efectivos sobre los actos de los beneficiados de sueldos jugosos y oportunidades únicas de otorgar licitaciones o favores políticos.
Así como el voto es un acto conservador, en el que se reflejan los miedos capitalistas al cambio, sirve para canalizar buena parte de los cuestionamientos inorgánicos profundos. Ante el voto quedan opacados los cortes de ruta y las insurrecciones que cuestionaban el poder y la legitimidad de los pretendidos representantes. De todos modos, si el voto fuera una herramienta en la que se expresasen propuestas revolucionarias, los propietarios y otros poderes tradicionales apelarán a fraudes diversos, golpees de estado y represiones aleccionadoras. Nuestra historia es pródiga en estos insultos a las decisiones de cambios reales de nuestra gente.
¿Es posible ver ésto como un llamamiento al golpismo? El pensamiento autoritario crea oposiciones insalvables: esta democracia o dictadura, nosotros o el caos. No busca terceras ni cuartas opciones. Sin embargo la experiencia histórica nos muestra que los caminos y combinaciones son infinitas, y que el poder es también un espacio para la libertad del pensamiento.
Creo también que no todos los partidos y grupos apelan a las armas del engaño planificado. No todos somos ciudadanos, no todos somos argentinos con derechos, casi ninguno tiene poder (y todos debiéramos tenerlo), no todos tenemos propiedades ni explotamos al trabajo ajeno, no todos creemos en la democracia formal. Todavía quedan ilusiones más cercanas a nuestros intereses. Ya somos muchos los que queremos construir la democracia directa.-
Educación Popular:
Reflexiones desde lo metodológico Por Javier Di MatteoEn esta nota se analizan algunos aspectos metodológicos de los procesos de Educación Popular. Se presentan bajo la forma de apuntes, de punteo de ideas e iniciativas que se han ido desarrollando en nuestra práctica. Su carácter inconcluso tiene la desventaja de la falta de sistematicidad, profundidad y claridad. Pero sus límites son también positivos, sobre todo en tanto permiten el debate en el momento en que las ideas se van pariendo.
Aclaraciones previas:
Venimos desarrollando una práctica pedagógica que solemos llamar Educación Popular (EP). Pero no es la única que recibe ese nombre. Educación Popular viene siendo una nominación aplicada a prácticas de muy diverso tipo. Las reflexiones que siguen, sobre las que ya alertamos respecto de su carácter fregmentario, no pueden entenderse si no comentamos al menos algunos aspectos de nuestra práctica.
La Educación Popular que practicamos es una propuesta que se dirige a grupos y organizaciones populares con diverso nivel de formalización y organización. Las prácticas pedagógicas se centran en esos grupos. Los participantes son compañeros que comparten una actividad y un nucleamiento: no son personas aisladas, salvo en casos muy especiales.
Es una propuesta que busca, partiendo de la experiencia organizativa, fortalecer a esos grupos. Más allá de la variedad de talleres que buscan ese objetivo, hay algunas constantes en nuestras prácticas, relacionadas con esa pretensión de fortalecer:
Los talleres se dirigen a organizaciones de diverso tipo: sindicales, estudiantiles, de derechos humanos, comunitarias, políticas.
Los apuntes que siguen son resultado de la experiencia de un colectivo y de un debate inconcluso.
Coordinación, grupo, material
El par coordinador/grupo nos debiera internar en una discusión teórica que corresponde a otro nivel, que aquí no podemos considerar. En relación con la instrumentación metodológica se considerarán ahora dos momentos de relación grupo/coordinador/material. Ambos parten de la perspectiva del coordinador, en tanto los momentos son organizados por él en todo proceso, a saber: grupo/material; coordinador/material. Ambos representan intervención del coordinador. Como siempre, la diferenciación es sólo analítica.
(Se define muy en general, material, como el conjunto de saberes, conocimientos, perspectivas, reflexiones, ideas, ésto es, el conjunto de la experiencia subjetiva que entra en tratamiento en procesos pedagógicos. Incluye ampliamente al sentido común, al saber teórico, los elementos de la cultura, independientemente del nivel de alienación, de conciencia, etc. En un sentido más general podría hablarse de discurso. Se dice material, en el sentido de insumo para el trabajo pedagógico -aquí nos orienta una perspectiva didáctica- . Además de saberes, la noción de material debe abarcar otros elementos, como, a modo de ejemplo, la reflexión en torno a la planificación organizativa).
Relación grupo/material
Se trata del punto de partida de cualquier proceso de educación popular. Consiste en el establecimiento de un "saber grupal", en el sentido de saber organizado por el grupo, más allá de la organización dada por la coordinación. Corresponde a un nivel de puesta en común de saberes individuales. Puesta en común no porque se dice al común, sino porque se hace común.
Es destacable el carácter provisional de esta relación, que debe ir avanzando en el proceso. Tan destacable como su carácter constante, que radica en el tipo de relación: material del grupo, que involucra al grupo.
El grupo organiza estrategias, es cuestionado, conceptualiza, se traza objetivos, a partir de ese material. Es necesario, por tanto, organizar el material de manera que éste sea asumido como propio del grupo.
La inclusión de nuevo material, ofrecido por individuos o subgrupos, se convierte, por tanto, en un problema. El nuevo material no es aceptado sin más, ni tampoco su inclusión es, necesariamente, eje de debate. Dependerá del objetivo del proceso y de la metodología utilizada en un determinado momento.
Aún así, y en términos generales, la inclusión de nuevo material es una tarea que puede crear una contradicción en el material, o simplemente, dar al mismo un nuevo contenido, que no es acordado por todo el grupo o que requiere de análisis para alcanzar acuerdo sobre él.
El coodinador debe colaborar con el grupo en la detección de tales problemas. La intervención en los plenarios requerirá al grupo que busque contradicciones, que apuebe el material en su totalidad o en partes, que establezca puntos del material sobre los que debiera ampliarse el diálogo, de modo de alcanzar una identificación más profunda con aquél.
En relación con esa identificación, la búsqueda de acuerdos y la aprobación del material no es necesariamente consenso positivo, ésto es, homogenización a partir de acuerdos completos, positivos (programátcos, ideológicos, prácticos). Los acuerdos pueden incluso estar representados por la aceptación del discenso, por el hecho de hacer públicas las diferencias.
Una estrategia habitual, en el sentido de objetivizar el material como producción del grupo, es el recurso a soportes escritos, papel, pizarrón, etc., que vale para pequeños grupos y plenarios.
La posibilidad de que el grupo asuma explícitamente la propiedad sobre el material depende de la coordinación.
Tal "propiedad" implica revalorizar el saber del grupo, y en ese sentido es que se recurre a ella desde la Educación Popular. Es importante además, por otras razones. Primeramente, porque hace efectiva la relación pedagógica, al dejar sentado el material que rodea la tarea; luego, porque ofrece un punto de partida para la intervención del coordinador, permitiendo el cuestionamiento.
La relación grupo/material es una construcción. Desde un principio, está organizada por la metodología de trabajo. Por otra parte, no es únicamente "explicitación" de lo que se sabe, del "conocimiento práctico". Aún en grupos homogeneos existen diferentes niveles de información, prácticas especializadas, etc. De ningún modo es organización de datos empíricos, "cosas en sí", sino de la práctica en un sentido integral, el conjunto de acciones, de objetivos, de medios, de relaciones, de saberes en torno de la práctica. Tampoco esa integralidad puede entenderse en términos de coherencia propia, de conexión correcta entre todos los elementos (puede faltar el inventario aludido por Gramsci).
En la relación grupo-material entran en juego, al menos, tres experiencias: intercambio, para el caso de disparidad de información, criterios, etc.; globalización, en tanto puede visualizarse el material de manera organizada y global, como primer re-conocimiento de la experiencia subjetiva del grupo; e identidad, en la relación grupo material y en lo interno del grupo, respecto del material (grupo que se organiza para tratar el material).
relación coordinador/material
El material ofrece, siempre, una lógica interna. El análisis de esa lógica es central en la tarea de coordinación. Decimos lógica intentando dar cuenta de una unidad de significación, una forma de entender la realidad y la práctica política; y no en el sentido de una visión uniforme y/o homogénea.
Más adelante se retomará este asunto. Vale decir, de todos modos, que pensar por dónde ocurre esa unidad, trazar hipótesis sobre ella, ponerlas en juego, es una tarea muy importante.
Además de ello, el material es, respecto del coordinador, esencialmente, ajeno. Una vez más, enfatizamos que el material es propio del grupo, aunque el coordinador haya intervenido pautando su organización.
La tarea del coordinador consiste en agregar, sumativamente, a ese material, a la vez que reorganizarlo, proponer al grupo alternativas de organización para el mismo.
La teoría dialéctica del conocimiento tiene qué decir en relación al problema de la organización de este material.
La categoría de praxis es fundamental al respecto. Si parte de la misma, la intervención del coordinador debe poner en juego, todo el tiempo:
Con énfasis en uno u otro elemento, la intervención debe recorrer todo el proceso si no quiere ser, con buena fe, erronea, y en el extremo, encubridora. Sin ese recorrido, el proceso de conocimiento se hace incompleto.
El coordinador agrega/replantea al material, entonces, a partir de elementos de estos tres tipos: información, datos, aspectos de la realidad no considerados en el material; modalidades alternativas de consideración del material, es decir, principios organizativos del mismo, otros respecto de los que el grupo se plantea; expresiones prácticas que se siguen (de nuevo: directa o indirectamente) del uso de uno u otro elemento organizativo (véase más adelante el concepto de "problematización").
Metodológicamente, esta intervención no se sigue de una organización previa del material. Por el contrario, está puesta en juego desde un comienzo, y a lo largo del proceso.
El problema de lo ideológico
La ideología tiene dos acepciones fundamentales: la de ser un proceso de encubrimiento de la realidad, la de ser una perspectiva de la realidad propia de determinados grupos sociales. Podríamos descartar la primer acepción, para el caso de la ideología en los procesos de educación popular. Pero conviene, por ahora, mantenerla cerca nuestro.
Respecto de la segunda, sabemos que la relación entre ideología y realidad de los grupos es más bien mediada, es decir, no es directa, a la vez que, es imposible pensar que la "visión del mundo" de los grupos sociales no esté enraizada en la experiencia de vida de los mismos, es decir, en sus condiciones concretas de existencia, lo que incluye la influencias propias de la relación de esos grupos con otros.
El asunto es determinar el alcance de lo que habitualmente llamamos determinación. Problema mayor, cuando se trata de analizar los procesos ideológicos no sólo en términos de representaciones, sino además, de perspetivas de acción, de estrategias de acción de grupos organizados.
Justamente, ésto tiene un agravante en el caso de los grupos y prácticas que nos interesa:
para la creación de lo nuevo, en términos de proyecto social y de experiencia organizativa, no existe, salvo por negación, ninguna experiencia que pueda determinar a uno u otra (proyecto y organización).
En el marco de los procesos de educación popular (y de nuestra forma de concebirla), la ideología no puede existir como visión del mundo, sino a condición de ser visión del mundo expresada en la práctica habitual de los grupos, en su forma de entender esa práctica y en los objetivos que definen su intencionalidad.
Si aceptamos que ésto es ideología, podemos comenzar descartando la posibilidad de cohesión, coherencia y organización íntegra de la misma.
Si ésto es ideología, además, puede partirse de ella para analizar la intervención de coordinadores en procesos de educación popular.
La interveción es siempre ideológica, parte de una visión del mundo, vinculada a una experiencia y a una intencionalidad propias del coordinador. Por tanto, es imposible sostener la posibilidad de intervención que no se implique ideológicamente, que pretenda no influenciar desde una visión ajena al grupo. La abstención del coordinador frente a un tema de naturaleza ideológica, es, también, una intervención de naturaleza ideológica.
Reconocido ese carácter (ideológico) de la intervención, el eje de discusión pasa a ser otro: el modo de relación entre la ideología (experiencia/prácticas/intencionalidad) del coordinador y la del grupo.
La respuesta metodológica que habitualmente ensayamos, es la que se desprende de la categoría de "problematización" acuñada por Paulo Freire, y que más arriba conceptualizamos como agregación/replanteo.
Aunque sobre todo se conozca de Freire la afirmación de que "nadie educa a nadie", hubo otra que sostenía que la práctica pedagógica, como la política, era orientada, direccionada. La problematización era la respuesta a esa direccionalidad:
advertir al grupo acerca de los límites del material que maneja es un proceso direccionado (qué problematizar, por qué hacerlo, son decisiones del coordinador), pero la respuesta al problema es tarea del grupo, y el coordinador es uno más poniendo su experiencia y criterios en juego.
Puntos de inflexión: nucleos didácticos fundamentales.
La intervención de coordinador, apunta, como dijimos, a agregar/replantear el material. Queda por por analizar el cómo de esa intervención. Desarrollaremos ahora un elemento de ese cómo. Otros serán desarrollados luego.
Más arriba planteamos dos cuestiones que se hace necesario retomar, la relación práctica/conceptualización/prácticas que se siguen de la conceptualización; la necesidad de análisis de la lógica del material. Ellas valen para considerar lo que llamamos puntos de inflexión en la intervención del coordinador.
Los puntos de inflexión están determinados a la vez por el material y por la intencionalidad del coordinador. Son, por tanto, construcciones didácticas, y representan las núcleos básicos de intervención.
Entendemos, por puntos de inflexión, los núcleos de intervención que se presentan al grupo como problematización del material elaborado en alguno de sus aspectos, que es priorizado desde la coordinación sobre otros aspectos.
Representan momentos del proceso pedagógico donde el grupo toma la decisión de agregar/replantear el material.
Los puntos de inflexión derivan de criterios de jerarquización del material en relación con la linea práctica/conceptualización/práctica, que el coordinador pone en juego.
Por supuesto, es posible que el grupo defina esos puntos de inflexión junto al coordinador. Ésto habla además de la posibilidad de organizar esos puntos de inflexión desde la instancia de planificación de experiencias pedagógicas (que se inicia junto al grupo), así como responder a situaciones imprevistas.
En el plano estrictamente metodológico, los puntos de inflexión representan una "unidad de conjunto", que corresponden a una organización del tiempo, a un dispositivo didáctico y a una estrategia expositiva que dejan claro el carácter decidible de la agregación/replanteo del material.
Una organización del tiempo que pone como momento la discusión y el análisis sobre un aspecto del material. Significa un punto aparte en el proceso, un peldaño, una instancia que requiere de resolución para avanzar, lo que se expresa en la organización temporal del proceso.
Un dispositivo didáctico, que garantice que el grupo agote su perspectiva respeto del aspecto del material en cuestión y permita la intervención democrática respecto del mismo. En el mismo sentido, que permita analizar el grado de profundización que ese aspecto requiere.
Una estrategia expositiva, que permita problematizar al grupo, que advierta de la relevancia del problema en la relación práctica/conceptualización/práctica.
Los puntos de inflexión guardan una relación particular de acuerdo a cada material particular. En determinado proceso, profundizar acerca de una relación causal planteada en el material puede ser un punto de inflexión necesario, mientras que en otro, puede resultar secundario (por diversos motivos: el grupo puede permitirse posturas opuestas sobre un tema; tal conceptualización puede no afectar la práctica habitual del grupo; etc.)
Los niveles de acuerdo son una decisión política de la coordinación y del grupo. Ahondar en niveles de profundización ideológica puede o no ser una alternativa política adecuada o/y deseable.
Notas sobre lo grupal:
Las experiencias desarrolladas a partir de la concepción de EP vienen priorizando dispositivos de trabajo grupal, complementarios de otros que denominaremos aquí como de tipo "plenario". Los plenarios, en general, definen la estrategia pedagógica. Es en ese espacio donde se da la intervención del coordinador. Los grupos chicos, por lo común, sirven de organizadores de insumos para aquellos. En los plenarios de confrontan opiniones y perspectivas, se establecen ejes, se priorizan categorías, se alcanzan acuerdos, se transmite información. En los grupos, sobre todo en ellos, se vuelca la perspectiva individual
Para el caso de grupos y plenarios, conviene analizar lo que llamaremos provisionalmente, a falta de una denominación más simpática, tendencia a cerrar. La misma puede entenderse a partir de la experiencia intersubjetiva de los implicados. El material de discusión, es decir, el conocimiento en sentido amplio, puesto en juego en la dinámica grupal, tiende a ser cerrado, a partir de un proceso que engloba y unifica al grupo, y por medio de la palabra de alguien investido para decirla. Más concretamente, un conocimiento se cierra cuando un fenómeno se agota en una perspectiva, cuando un problema se agota en un aspecto, es decir, cuando un aspecto o perspectiva inhiben a otros que permitirían ampliar/transformar la mirada sobre el objeto, el fenómeno, el problema.
Habría de analizarse cuántos otros procesos, de raíz intersubjetiva, entran en juego, y el grado de autonomía del que tratamos de analizar. Ahora bien, vale considerar que aún a pesar de que, a modo de ejemplo, un conflicto (afectivo, político, etc.) se expresa en un proceso de trabajo grupal, puede que los ejes de debate planteados en términos del material no se modifiquen. Puede que cualquier relación cuestione una perspectiva A a partir de otra A1, donde el discurso se cierra en A (y su alternativa) y no alcanza a problematizar B.
Una faceta siguiente del problema se sigue del análisis de los voceros del cierre, lo que nos debiera remitir a la lógica de liderazgos. Sin entrar en ese problema, es oportuno advertir que los liderazgos vienen a reforzar la dinámica que nos ocupa.
Es posible que esta "tendencia" esté presente en cualquier proceso de reflexión, incluso individual, pero, para el caso de grupos, y específicamente, en procesos pedagógico-políticos, la cuestión se hace destacable. Es en la experiencia colectiva, y por medio de esta tendencia, donde queda fuera mucho material pertinente al proceso, junto con la iniciativa y el protagonismo de los individuos.
Retomando el hilo de desarrollo previo, tenemos la presencia de esta tendencia en las modalidades de trabajo grupal y de plenario.
Se dan al menos dos tipos de intervención que intentan romper el cerco del cierre.
Un nivel de organización de dispositivos que ponen el problema como eje. Pueden tomarse en cuenta muchos ejes para el análisis del funcionamiento grupal, y que no sólo remiten a la experiencia del grupo en el marco de un taller u otro proceso pedagógico, sino que también lo hacen en relación a su funcionamiento habitual. En el marco de ese tipo de metodologías puede organizarse y hacerse eje en la tendencia a cerrar, en tanto ella da cuenta de limitantes políticos serios en cualquier organización.
Vale igualmente, para este nivel, la intervención en torno del eje toda vez que la dinámica grupal, previa a un plenario, lo hace posible, en tanto sea necesario.
Un nivel segundo, donde la organización de dispositivos fuerce la intervención individual en el trabajo grupal así como en los plenarios.
Consignas que demandan trabajo individual previo al grupal pueden colaborar en romper el cierre. Cuando ésto no sucede, u ocurre sólo parcialmente, el grupo está en condiciones de evaluar la cantidad y calidad de material ausente en el plenario, así como los mecanismos que llevan a tal ausencia, lo que nos remite a una intervención del coordinador descripta en el nivel anterior.
Para el caso de los plenarios, el mismo objetivo puede darse a partir de pedir a los grupos que planteen, además de las conclusiones, los desacuerdos, las diferencias internas; a partir de modos de exposición del trabajo grupal donde se establezcan con claridad los distintos elementos analizados; a partir de debates posteriores al consenso acerca de la jerarquía de los temas y el tiempo otorgado a cada uno. Como estrategia general, se trabajan expositivamente todas las producciones grupales antes de pasar a una instancia de debate.
Evidentemente, la posibilidad de conducir una evaluación de este tipo, como de otros similares, se ve favorecida por la observación del trabajo de los grupos, previo al plenario.
Lo que hemos llamado aquí, de manera rudimentaria, tendencia a cerrar, está presente. Los objetivos del proceso pedagógico y las posibilidades en términos de tiempo y otras, definirán si es necesario trabajar en torno de ella. Pero su consideracion es necesaria en todo momento.
No es casual que estemos priorizando, aquí, la participación individual. La dinámica de relaciones de poder internas de los grupos -confundidas incluso con relaciones afectivas-; la potencialidad multiplicada, en términos de creatividad e implicación de los individuos en el proceso; y la convicción de que el papel del individuo debe ser replanteado en nuestro proyecto político, justifican tal priorización.
SUR-CEPAI:
TALLERES DE EDUCACIÓN POPULARNuestros talleres son similares en varios aspectos. Sobre todo, porque parten de la misma concepción: la de la educación popular. Se trata de que en ellos, el material principal de trabajo sea la experiencia de las organizaciones con las que trabajamos (la práctica que realizan, las ideas que tienen acerca de ella, la modalidad organizativa que se dan).
Son distintos, en parte, porque responden a distintas necesidades que se nos han ido planteando. No son modelos duros, se fueron armando según las demandas de las organizaciones y se adaptan siempre a ellas.
Los temas y problemas que se trabajan en cada taller, están bastante conectados. Los talleres de evaluación, por ejemplo, incorporan elementos de comunicación y de reflexión sobre la metodología utilizada. Lo mismo pasa con el resto. En general, los talleres tienen una duración de dos o tres días completos y seguidos (entre 20 y 36 horas de trabajo).
Se trata de que la organización se de un espacio para pensar qué es lo que está haciendo. El acento está puesto en el análisis del funcionamiento de la organización, de los vínculos internos, del efecto que produce en la sociedad y de sus estrategias políticas. El análisis es, siempre, un punto de partida para prácticas futuras.
Este taller se fue organizando con grupos que militan en barrios. Pone el acento en el análisis de las organizaciones barriales y de las diferentes formas de intervención en relación con ellas.
Está destinado a las organizaciones que desarrollan programas sistemáticos de formación política o de análisis de la realidad. Aquí tiene mucho peso la puesta en juego de herramientas metodológicas y de criterios teóricos de la educación popular.
Surge de la demanda de formación en temáticas específicas. Se recurre más a la lectura de fuentes y al análisis histórico y sociológico. Toma más distancia respecto de la práctica de las organizaciones, pero los ejes de análisis se acuerdan, para que sean de utilidad.
Pensar y buscarle la vuelta a la relación que se establece con la gente hacia la que dirigimos nuestras acciones. Está pensado para organizaciones que tiene estrategias y medios de comunicación, o que están pensando tenerlos.
Un periscopio invertido: (o la memoria, una llave enterrada)
por: Subcomandante Insurgente MarcosManuel Vázquez Montalbán*
(...) Atención a Chiapas porque allí se esta jugando el sentido ético de este fin de milenio, como un referente simbólico, como un imaginario, si se quiere, de la Esperanza como virtud laica.
Escribía Kalfon en su estudio sobre el Che Guevara, que así como el argentino-cubano fue el prototipo del héroe revolucionario oculto, el subcomandante Marcos es el ejemplo del revolucionario mediático que consigue un respaldo universal mediante un mensaje tan cargado de verdad que es incontestable, como si el viejo sueño de los ilustrados, la Verdad como Evidencia, se hubiera cumplido.
Los escritos de Marcos, Yo Marcos o Cuentos para una soledad desvelada, revelan un espíritu contemporáneo que no representa ni al postmarxismo ni al postercermundismo ni a una supuesta postmodernidad de izquierdas. Representan el resultado de haber vuelto a mirar cara a cara el desorden del mundo en busca de sus causas, tratando de hacer un inventario y recuperando el papel del ser humano para ordenar el caos del capitalismo salvaje y el pijoneoliberalismo.
No se trata de auspiciar guerrillas lejos de nuestras casas mientras las contemplamos cómodamente como un espectáculo a través de la televisión. Se trata de reconocer el derecho a luchar por la justicia a partir de las condiciones creadas por los injustos.
Todos con Chiapas. Adelante Chiapas.
*Texto leído el domingo 11 de enero, en la manifestación contra la guerra en Chiapas, en Barcelona, España.19 de abril de 1997
James Petras
(...) Marcos es un serio desafío que la intelligentsia mundial tiene que medir: ha integrado valores democráticos revolucionarios en su vida cotidiana. Lleva la misma vida austera de sus camaradas indios. Discute y «gobierna obedeciendo». Soporta una difícil situación existencial, reflejada en las profundas consecuencias de un giro hacia la política civil o la continuación de la lucha armada. Ha resistido con coraje las críticas y la hostilidad de las demás guerrillas centroamericanas, las cuales en muchos casos han abrazado la política parlamentaria tras abandonar la lucha campesina por la tierra. Habla con calma y sin carisma. Trata de adecuarse a realidades que plantean decisiones difíciles. Se toma en serio las ideas.
(...) personifica un nuevo tipo de liderazgo en América Latina.
(...) Marcos es un orador pausado que escucha y está abierto a nuevas ideas. Siempre anda buscando nuevos planteamientos y análisis para profundizar sus conocimientos sobre la evolución de la estructura del capitalismo («neoliberalismo») y sus implicaciones políticas. (...) está preocupado en el mismo grado por las dimensiones histórica, subjetiva y cultural de la revolución social.
«... de modo que esta teoría de la Tierra hueca viene a materializar, por decirlo así, la milenaria intuición hermética: ¡lo que está abajo es igual a lo que está arriba!»
Umberto Eco. «El péndulo de Foucault»
1.- La Historia: aprender a ver bajo tierra.
En medio de una playa de nubes para que la mar repose su cansancio (llave cuarta), la luna llena es una nacarada estrella, tan gorda que los filos se le han limado. Recostados como estamos, le cuento a la mar la historia que el Viejo Antonio me narró una madrugada como ésta, pero con el humo del tabaco supliendo las nubes.
Con una última voluta de humo completamos el cerco que, sin decirlo, le habíamos ido tendiendo a la luna para fijarla en el cielo. Fue inútil, ella siguió su avance venciendo horas y nubes. Estábamos callados, acechando a un tepescuintle. El Viejo Antonio se había propuesto demostrarme que también se puede «lamparear» al tepes en luna llena.
-¡Ahí está! ¿Lo ves? -me gritó con un susurro el Viejo Antonio.
-Sí -mentí mientras buscaba inútilmente los ojos esmeralda que supuestamente dibujaría el haz de luz del focador del Viejo Antonio.
La chimba brilló con un sonido seco que pronto se apagó bajo el tenaz tambor de los grillos. Corrí hacia el punto al que había señalado la lámpara del Viejo Antonio. Un tepescuintle de un medio metro de largo se estremecía, con el canto plano del machete completé la comida iniciada con la chimba del Viejo Antonio. Lo agarré y lo llevé a donde el Viejo Antonio liaba otro cigarrillo.
-Ni lo viste siquiera - me dice sin mirarme.
Yo, la verdad, estaba «pajareando» esperando que la luna cayera de una buena vez, pero repetí con firmeza la mentira:
-Sí lo vi-. La luz de un cerillo encendido ilumina la sonrisa y el cigarro que el Viejo tiene en los labios.
-¿Cómo supiste cuándo encender la lámpara y a dónde iluminar?-, le pregunto para cambiar el tema.
-Lo vi acá abajo-, responde el Viejo Antonio y señala con el gesto y la mano hacia el suelo.
-¿Lo viste abajo de la tierra?-, pregunto-digo con burla. El Viejo Antonio no me responde. Bueno, no directamente. De pronto, recostándose, empieza a contarme...
La Historia de la Llave Enterrada
" No son las armas las que nos dan radicalidad; es la nueva propuesta política que proponemos (...) La construcción de una práctica política que no busque la toma del poder sino la organización de la sociedad (...) ¿Hay algo más radical que pretender cambiar el mundo?
Cuentan que los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, tenían muy mala memoria y rápido se olvidaban de lo que hacían o decían. Unos dicen que era porque los más grandes dioses no tenían por qué acordarse de nada, porque ellos ya eran desde cuando el tiempo no tenía tiempo, o sea que no hubo nada antes de ellos y si no hubo nada antes entonces no había de qué tener memoria. Quién sabe, pero el caso era que todo lo olvidaban. Este mal lo heredaron a todos los gobernantes que en el mundo son y han sido. Pero los dioses más grandes, los más primeros, supieron que la memoria era la llave del futuro y que había que cuidarla como se cuida la tierra, la casa y la historia. Así que, como antídoto para su amnesia, los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, hicieron una copia de todo lo que habían hecho y de todo lo que sabían. Esa copia la escondieron bajo el suelo de modo que no se confundiera con lo que había sobre la superficie. Así que debajo del suelo del mundo hay otro mundo idéntico al de acá arriba, con una historia paralela a la de la superficie. El mundo primero está bajo la tierra.’’
Le pregunté al Viejo Antonio si es que el mundo subterráneo era una copia idéntica a la del mundo que conocemos.
«Fue’’, me respondió el Viejo Antonio, «ya no». Y es que -explicó- el mundo de afuera se fue desordenando y desacomodando al paso del tiempo. «Cuando los más primeros dioses se fueron, nadie de los gobiernos se acordó de mirar abajo para ir arreglando lo que se iba desacomodando. Así que cada nueva generación de jefes pensó que el mundo que le tocaba así era de por sí y que no era posible otro mundo. Así que lo que está abajo de la tierra es igual a lo que está arriba, pero es en forma distinta».
Dijo el Viejo Antonio que por eso es costumbre de los hombres y mujeres verdaderos el enterrar el ombligo del recién nacido. Lo hacen para que el nuevo ser humano eche un vistazo a la historia verdadera del mundo y sepa luchar para acomodarlo de nuevo como debe ser.
Así que allá abajo no sólo está el mundo, sino que está la posibilidad de un mundo mejor.
-¿Y estamos también los dos? -pregunta la mar somnolienta.
-Sí, y juntos -le respondo.
-No te creo -dice la mar, pero con discreción gira sobre su costado y se asoma por un huequito que una piedrita dejó en el suelo.
-Deveras -le insisto- si tuviéramos un periscopio podríamos asomamos.
-¿Un periscopio? -murmura.
-Sí -le digo- un periscopio, un periscopio invertido...
II.- El Caótico Cascarón de la Globalización.
"El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos."
"No es necesario conquistar el mundo. Basta con que lo hagamos de nuevo. Nosotros. Hoy."
«Después comprendí que la imagen era proyectada por otra pantalla, situada encima de mi cabeza, en la que aparecía invertida, y que esa segunda pantalla era el ocular de un rudimentario periscopio, construido, por decirlo así, con dos cajones ensamblados en ángulo obtuso, el más largo tendido como un tubo fuera de la garita, encima de mi cabeza y a mis espaldas, hacia una ventana desde la cual, claramente por un juego interno de lentes que le permitía abarcar un amplio ángulo de visión, captaba las imágenes del exterior».
Umberto Eco. Op. Cit.
El proceso mundial de homogeneización/fragmentación operado por el neoliberalismo ha barrido con las antiguas evidencias del Poder y las ha reordenado o suplantado por nuevas. Entre las víctimas de esta nueva guerra mundial están el Estado Nacional y la tríada sobre la que descansó su supervivencia, esto es: mercado interno, lengua y cultura nacionales, y clase política local. Para mantener, fortalecer y hacer crecer estos tres aspectos, los Estados Nacionales se apoyaron en policía y ejército, en gobiernos, instituciones y leyes, en medios de comunicación e intelectuales, en fin, en todo lo que fue la esencia del Estado moderno.
Fue, ya no más.
El complejo proceso de globalización visto como lo que es, como una guerra de destrucción/reordenamiento, hace saltar en pedazos los mercados internos, tiende a diluir dentro de una homogeneización brutal las lenguas y culturas nacionales, y se empeña en desplazar y destruir las clases políticas locales.
Con las crisis liquidadoras de los tres fundamentos de los Estados Nacionales, entran en crisis sus apoyos: ejército, policía, gobierno, instituciones, legislaciones, medios de comunicación, intelectuales.
Los huecos dejados por estas crisis aniquiladoras no permanecen vacíos. «La mundialización financiera ha creado, por otra parte, su propio Estado. Un Estado supranacional que dispone de sus aparatos, sus redes de influencia y su medios de acción. Se trata de la constelación formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).» (Ramonet, Ignacio. «Desarmar los Mercados». Le Monde Diplomatique. Dic. 1997 #525.)
Las hiperbombas financieras, detonadas a conveniencia del Poder global, han devastado la superficie política, cultural y económica de las naciones del mundo. El recuento de daños suma desempleados por millones, guerras múltiples en microrregiones, destrozos definitivos en el hábitat natural, explotación de mano de obra infantil, incontables muertes por miseria, millones de vagabundos en busca de mejores condiciones de vida, y matanzas como la de Acteal.
Pero también entre los antiguos «de arriba» hay bajas. Los agonizantes Estados Nacionales arrastran consigo a los viejos poderes políticos y económicos. A las quiebras masivas de empresas se agregan los derrumbes de clases políticas enteras.
La lógica de la globalización neoliberal no es sólo económica, también es política. La imposición de una economía transfronteriza no es sólo una apertura forzada de la capilaridad de los mercados nacionales, es también (y sobre todo) un combate contra el responsable del surgimiento y protección de estos mercados, el Estado Nacional. La homogeneización de la economía corre paralelo a la fragmentación y pulverización de la política «vieja», y a su relevo por una clase política «moderna».
De los antiguos poderes dominantes quedan restos desordenados del complicado rompecabezas que los mantuvo arriba por décadas. Un caos de intereses, y de personajes que representan esos intereses, deambula por los cada vez más estrechos pasillos de los Poderes nacionales. Los políticos de antes son reemplazados por nuevos modelos: políticos con mil caras...
III.- La Nueva Política y sus Detentadores. Las 7 caras de los políticos profesionales.
"La historia regresará por la revancha en el tiempo en que el presente es más vulnerable, es decir, en el futuro."
«When I use a word», Humpty Dumpty said, in rather a scornful tone, «it means just what I choose it to mean -neither more nor less».
«The question is», said Alice, «whether you can make words mean so many different things».
«The question is», said Humpty Dumpty, «wich is to be master -that’s all.»
«Trough the looking-glass. And what Alice found there».
Lewis Carroll.
Al mismo tiempo que los Estados nacionales son destruidos, el Estado Mundial se consolida. Pero éste no necesita a sociedad alguna, puede prescindir de ella porque el Poder del que es depositario es el otorgado por los mercados financieros y las hiperempresas. En lugar de ciudadanos electores, las bolsas de valores conceden la legitimidad necesaria y única: la del poder económico.
Así las cosas, el Estado Mundial necesita, y produce, políticos nuevos para conducirlo. Políticos no-políticos (puesto que el fundamento social de la política, el ciudadano, ha sido eliminado) que son una especie de mutantes cibernéticos capaces de varias funciones (previa programación según el software neoliberal, of course). Estos no-políticos se «producen» en los centros de «alta» educación tecnócrata (Oxford, Harvard, Yale), y se exportan a los diferentes países para completar la destrucción de los Estados Nacionales. Para esto, deben tener...
La cara Uno: El Político-Empresario.- En el Estado «Nacional» moderno la política es fundamentalmente economía de mercado. El país debe ser concebido como una empresa más o menos grande y debe manejarse como tal. Los planes políticos se asemejan a presupuestos de inversiones y cálculos de costos y ganancias. La llamada «administración pública» cada vez es más administración y menos pública.
Como en una empresa, lo más importante es la productividad, la máxima ganancia al mínimo costo. A este criterio se subordinan programas sociales, aperturas y cerrazones políticas, relaciones internacionales, alianzas y pactos nacionales, ascenso o descenso del «éxito» político, planes gubernamentales y procesos electorales.
Para el Político-Empresario los ciudadanos no son más que empleados y los funcionarios públicos son capataces con mayor o menor poder de decisión. La Nación y sus prioridades son valoradas con criterios de «mercadotecnia moderna»: vale el que vale como productor/consumidor. Y el que no vale, puede y debe ser desechado, eliminado.
La cara Dos: El Político-Abogado.- Para la globalización económica, la estructura legislativa del antiguo Estado Nacional se convierte en camisa de fuerza y obstáculo a vencer.
Por lo regular, las legislaciones nacionales responden a una triple vertiente. Por un lado la histórica, que recoge el pasado de la Nación y que consiste en una asimilación jurídica de ese pasado. Por otro lado la que incorpora las luchas populares y sus exigencias, y regula, a través de normas jurídicas, la satisfacción de esas demandas y/o su redefinición. En un tercer nivel, se refiere a las formas jurídicas con que las clases políticas dominantes «legalizan» su poder y legitimidad.
Pero esta estructura jurídica, cohesionadora primaria del Estado Nacional, es un obstáculo legal para poder operar la disolución de las naciones que la globalización supone y necesita. Así que el neoliberalismo rompe con ese corpus legal y se confecciona uno a la medida. En nombre de la «libertad de comercio» se abrogan las legislaciones «nacionales» en educación, derecho laboral, medio ambiente, salud pública, tenencia de la tierra, uso de los recursos naturales, migración, etcétera. Para esto se crean instrumentos jurídicos supranacionales. ¿Un ejemplo? En la OCDE se negocia a escondidas, desde mayo de 1995, el Acuerdo Multilateral Sobre las Inversiones (AMI), para ser firmado en 1998 por los países miembros. Este Acuerdo da a los inversionistas poderes grandes frente a los gobiernos en materia de inversión, contratación y manejo de las ganancias.
Por esto, el político «moderno» deber ser, también, un abogado de los dineros internacionales, un abogado del diablo.
La cara Tres: El Político-Publicista.- La «explosión de los mercados» no va sola. Es acompañada por la «revolución tecnológica» y por la consiguiente creación de las superautopistas de la comunicación. Por medio de la una y a través de las otras, el espacio público es invadido por el mercado y sus referentes: compra, vende. Así que la política moderna se ejerce como «publicidad global».
El líder político es fabricado por la publicidad. Hombres grises y mediocres simulan estaturas de estadistas (como Emesto Zedillo en México) gracias a técnicas publicitarias y teatrales. La «legalidad» (que no la legitimidad) del gobernante depende cada vez más de la máquina publicitaria, tan caprichosa como el mercado al que sirve. Un escándalo bien manejado puede destrozar una carrera política o encumbrarla, incluso en tiempos alternantes (véase Clinton y el remis de «Deep Throath» montado en la Sala Oval de la Casa Blanca). Reducida la política a una cuestión de mercado, es decir, de intercambio de mercancías, el político debe manejar las técnicas publicitarias.
La cara Cuatro: El Político-General.- La Política, como desde su inicio en la historia de la humanidad, es sobre todo el ejercicio de la violencia organizada. Por eso el político moderno es también un General. Si ayer la «Nación» era el argumento para las guerras, ahora es la «ORDENADA libertad» (con el aclarativo «de mercado» cuidadosamente simulado). El asesinato en masa y la destrucción son también «medios publicitarios» de mercadotecnia. Estados Unidos es ejemplar en esto. En México, Acteal y la guerra que contra los pueblos indios lleva adelante Zedillo, le han ganado el aplauso de comentaristas de televisión, revistas de intelectuales, cúpulas empresariales, el alto clero y juristas decadentes.
Los monstruos que provocan estos «generales» poco o nada tienen que ver con «EL ORDEN». El desorden es la norma, y el caos es cuidadosamente administrado por una economía mundial que sigue teniendo en el mercado bélico un importante soporte. Después del fin de la tercera guerra mundial (o «guerra Fría»), los gastos en armamento se reducen en todo el mundo. Pero a partir de 1994 vuelven a repuntar: En Medio Oriente pasa de 11,9 miles de millones de dólares a 15,3 en 1996. En el Oriente Asiático de 7,0 a 8,9. En América Latina de 0,8 a 1,6. En el Sudeste Asiático de 0,9 a 1,4. En la ex URSS de 0, 1 a 0,3. Sólo en Europa Occidental-OTAN decrecen de 9,3 a 8,5.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) declaró que en 1996 el mercado mundial de material militar aumentó en 8%, y llegó a 39,9 miles de millones de dólares. En 1994 ya había crecido en 13%. Todo esto después de haber caído, de 1987 a 1994, en menos 61,5% (Courier International #366. Nov. de 1997). En lo que se refiere a los principales vendedores de armamento en 1996: EU tiene el 42,6% del mercado mundial, el Reino Unido el 22,1%, Francia el 14,1%, Rusia el 8,6%, Israel el 3,3%, y China el 1,5%. A partir de 1990 suben EU, Reino Unido y Francia. Cae la ex URSS y se mantienen China e Israel (Ian Black y David Fairhall en «The Guardian», Londres, UK, 1997).
La cara Quinta: El Político-Embajador.- Rotas las fronteras para los capitales y redefinido el mercado como amo supremo, la internacionalización del quehacer político obliga a los políticos modernos a desempeñarse más como agentes viajeros, duchos en idiomas extranjeros y diplomacias de salón. El político moderno no tiene nacionalidad definida ni más idiosincrasia que la del mercado. Es norteamericano en Estados Unidos, y en América Latina, y en Europa, y en Asia, y en Africa, y en Oceanía. Su patria única es Wall Street, su color el verde dólar, piensa en inglés y vive al ritmo de los índices Dow Jones y Nikkei.
La cara Sexta: El Político-Historiador.- En el neoliberalismo la Historia se recicla para negarse y provocar arrepentimiento. En el globalizado sacrificio de las utopías se incluye la quema de banderas de rebeldía y se abrazan las del cinismo y el conformismo. El Saber se recicla y recicla sus «sacerdotes». La nueva verdad, la de los mercados financieros, necesita nuevos profetas. El nuevo político es también un historiador, pero en sentido inverso. Para él sólo el presente tiene valor y el pasado debe ser visto como el responsable de todo lo malo que ocurra. «La verdadera historia», nos dice y se dice el neo-político, «empieza conmigo».
La cara Séptima: El Político-Todólogo.- Invadido el todo social por la lógica del mercado, y convertido el político en el «conductor» de esa invasión, sus «conocimientos» deben abarcar todo, por eso se sienten con capacidad para opinar de todo. Y si una parte de ese «todo» no es traducible en términos de mercadotecnia, entonces esa parte no merece atención siquiera...
Estas son pues las 7 caras del político moderno. ¿Le interesa el puesto? No se requiere inteligencia alguna (Menem en Argentina, Fujimori en Perú, y Zedillo en México lo demuestran). Basta con obedecer a los mercados...
I. El Cuento del Costurerito.
«Había una vez un costurerito que mucho y muy bien cosía en su máquina de coser. Los machines del barrio se burlaban de él y le decían: «maricón», «sólo las viejas son costureras», etcétera. Entonces el costurerito le cosió la boca a todos los que lo burlaban y ya no supimos cómo terminó el cuento porque nadie pudo contarlo. Tan-tan».
IV.- La Vieja Política y sus cadáveres vivientes.
«Miremos a donde miremos han desaparecido buena parte de las siluetas de lo que sabíamos y en lo que creíamos, como si el «sky line» memorizado de ideas y proyectos sociales se hubiera esfumado y nos hubiéramos quedado sin imaginarios fundamentales de una cultura que no hace mucho tiempo llamábamos progresista por oposición a la cultura reaccionaria».
Manuel Vázquez Montalbán. «Panfleto desde el planeta de los simios».
La política antigua, la de principios y programas, se autoinmola en el altar del mercado global. Ahora es el libre juego de la oferta y la demanda el que determina la orientación ideológica de los «modernos» partidos políticos. Tener una buena mercancía para competir frente a otras en la «preferencia del consumidor» es lo que importa. La propuesta política pasa a ser una trivia consumible, digerible y desechable. Cada vez menos ciudadanos conocen la historia, principios y programas de las organizaciones políticas. Cada vez más las diferentes ofertas lo son en tanto que son distintos los personajes (muchas veces ni eso, como lo demuestra el PRD mexicano). Las propuestas políticas no son tales, son opiniones y posturas respecto a situaciones coyunturales. Tienen, por tanto, la constancia de una veleta de viento en medio de una tormenta. Como en un tiovivo de una feria pueblerina, la derecha se hace centro e izquierda, la izquierda se derechiza y centra. Montado en la figura de su gusto, el ciudadano pasa por todo el espectro ideológico.
La política moderna se hace, cada vez más, asunto de elite. Y su ejercicio supremo en quehacer de una elite de elites. La sociedad pasa de actor eventual a espectador constante.
Pronto la «política» ciudadana se ejercerá por telecomunicación. Frente a una computadora el ciudadano manifestará su «voto», es decir, su aval. Nada de calles cerradas, nada de movilizaciones, nada de mítines, nada de tomas de edificios, nada de disturbios que, como su nombre lo indica, sólo disturban los mercados, es decir, la «Nación». El ciudadano escogerá una opción política como escoge una mercancía en un supermercado, pero desde su domicilio.
Lo existente abruma y derrota a lo necesario. Las encuestas y estadísticas conducen los planteamientos políticos, tal y como antes lo hacían los análisis históricos y las convicciones ideológicas. Ya no más la transformación de la reflexión histórica en teoría política y de ésta en principios y programa de lucha. Ahora lo «moderno» es la traducción del estudio de mercado en programa de mercadotecnia, y de éste en campaña publicitaria.
La atrofia es vertiginosa. El aparato partidario se vuelve omnipotente y arrolla a la filosofía política, la propuesta de transformación/conservación de las relaciones sociales y las definiciones frente al espectro político. En este sentido, la política más «moderna» se da en tierras mexicanos.
Una amnesia crónica afecta a las organizaciones políticas en todo el mundo. Si alguien menciona al pasado, debe hacerlo con una mezcla de condena, vergüenza y arrepentimiento. El «no lo vuelvo a hacer» es el máximo y único axioma de la reflexión histórica moderna.
Pero los «olvidos» históricos presentarán, más temprano que tarde, su factura. Al igual que en la economía, no hay el «fair play» de la libre concurrencia en el mercado político. El Poder «juega» a favor de sus afines y en contra de sus rivales. El código básico cultural contiene elementos fijos (por ejemplo: izquierda = revolución = violencia = caos = catástrofe). El «bien de elite» se metamorfosea en «bien común». La conservación del Poder se iguala a consolidación de avances, seguridad y desarrollo. Otra vez México demuestra ser el alumno más aventajado de las lecciones neoliberales de «política».
La democracia social participativa ha sido arrollada por la democracia política profesional y privatizada. La Razón de Estado es, al final, la Razón del Mercado. Esta tolera y alienta la doble moral de un doble discurso: «digo lo que no hago/hago lo que no digo». A falta de realidad que corresponda al discurso político-social del Poder, los medios de comunicación construyen una nueva realidad y con ella delinean el «Mercado Social» de los Estados modernos. El poder de los medios de comunicación, señaladamente los electrónicos, es, por decirlo de alguna manera, todavía más poderoso.
Las tan aducidas (y tan violadas) libertades de las «democracias modernas»: expresión, reunión y asociación, se redefinen ahora según la lógica del mercado mundial. Pero las únicas libertades son las de compra-venta que, como es obvio, son bastante selectivas, excluyen a la mayoría y conforman el quehacer político (fuera del propiamente electoral, es decir, la mayor parte del tiempo) como asunto de unos cuantos, los más poderosos.
II. El cuento del Periodiquerito:
«Había una vez un periodiquerito que era muy, muy pobre, y sólo podía vender periódicos viejos porque no le alcanzaba para conseguir los periódicos nuevos. La gente no le compraba sus periódicos porque ya eran viejos, y la gente quería periódicos nuevos. Entonces el periodiquerito no vendía nada y cada día se le acumulaban más y más periódicos viejos. Entonces lo que hizo el periodiquerito fue poner una planta recicladora de papel y se hizo multimillonario, compró todas las empresas periodísticas y de noticias, prohibió la publicación de noticias actuales, y obligó así a la gente a leer puras noticias del pasado. En los periódicos que salieron a la venta hoy, por ejemplo, se puede leer que los zapatistas están por llegar a la ciudad de México y que se encontrarán con los villistas. No se lee bien la fecha, como que parece decir "1914" o "1997", Tan-tan».
V.- Las corrientes subterráneas de la resistencia crítica.
«Ahora teníamos a toda la modernidad recorrida por laboriosos topos que perforaban el subsuelo espiando el planeta por debajo».
Umberto Eco. Op. Cit.
Dice el escritor portugués José Saramago que «al contrario de lo que generalmente se pretende hacer creer, no hay nada más fácil de comprender que la historia del mundo, aunque mucha gente ilustrada todavía se empeñe en afirmar que es demasiado complicada para el rudo entendimiento del pueblo».
El miedo neoliberal a la Historia no es tanto a su existencia (al fin y al cabo los pobres también existen y pueden ser ignorados), sino a que se conozca, a que se aprenda de ella. Para evitar esto, la Historia es secuestrada por esa «gente ilustrada» y maquillada adecuadamente, de modo de hacerla irreconocible para los de abajo.
El secuestro de la Historia por las elites es para «remodelar» su consumo de modo que se escamotee al ser humano su patrimonio fundamental: la memoria.
En la nueva «historia mundial», el presente derrota al pasado y sujeta al futuro. El hoy es el nuevo tirano, a él se le rinde pleitesía y obediencia.
Pero, en todo el mundo, topos de todos los colores y tamaños hurgan la Historia oculta y encuentran y entienden. Cada tanto estos topos emergen y abren boquetes de luz subterránea que iluminan en la superficie los grises del caos neoliberal.
Además de intentar matarlos, el Poder globalizado adiestra a sus «pensadores» para aislar a estos topos de la historia. Los intelectuales modernos determinan, con oscuros juicios y jurados, la banalización y descalificación del pensamiento crítico. «Poesía, utopía, mesianismo», son los cargos más recurrentes. ¿La condena? La persecución y la calumnia.
Es de entender, la emergencia constante de estos topos coincide escandalosamente con la aparición de movilizaciones sociales. Y éstas desafían el orden establecido porque también desafían el quehacer político moderno. Los «intrusos» de la política acechan detrás de cada rincón de la historia.
Contra la política moderna, y con la Historia como bandera, la sociedad civil en el mundo se empecina en resurgir una y otra vez. Destella y se sumerge de nuevo para, otra vez, reaparecer.
La Fénix se rehace en el nido de la Historia...
"Bienvenidos a este rincón del mundo donde todos somos iguales porque somos diferentes (...)
Detras de nosotros estamos ustedes."
VI.- La Inconformidad como ruta (llave tercera).
«Que ella gritó : ¡cuán verdadero par
Parece este uno concordante!
Amor tiene razón, razón ninguna,
Si así pueden quedar las partes.’’
El Tórtolo y Fénix.
William Shakespeare
(llave sexta).
La Mariya (tojolabal, 4 años y un Coeficiente Intelectual de 180 -que la descalifica para la política moderna-) ha triunfado en la competencia de tiro con tiradora. Derrotó a 3 varoncitos (de las 6 personas que estábamos presentes). Los niños, imagino que por la edad (Húber de 4 años, Andrés de 3 y Andulio de 6), no se sienten heridos en el sentimiento machista del que tanto nos enorgullecemos los zapatistas. La mar levanta en hombros a la Mariya y declara solemnemente el triunfo del poder femenino. Yo soy el Sup, así que salgo en defensa de los machitos y alego que fue caballerosidad y no mala puntería lo que dejó fuera a «mis muchachitos». «¡El premio!», gritan al mismo tiempo la mar y la Mariya. Yo ya no tengo dulces así que, a cambio, ofrezco...
El Cuento del Sapito Inconmorfe
«Había una vez un sapito que no estaba conforme con su ser sapito y que quería ser cocodrilo. Entonces fue al pantano a buscar al cocodrilo y le dijo: «Yo quiero ser cocodrilo». El cocodrilo le contestó: «No puedes ser cocodrilo porque de por sí eres un sapito». «Sí -dijo el sapito-, pero yo quiero ser cocodrilo. ¿Qué necesito hacer para ser cocodrilo?» El cocodrilo le dijo «No hay que hacer nada, uno nace cocodrilo y así es de por sí, un cocodrilo es un cocodrilo». El sapito le dijo: «Pero yo no quiero ser sapito, yo quiero ser cocodrilo. ¿Usted sabe en dónde o con quién me puedo inconformar por ser sapito y que me dejen ser cocodrilo?» «No sé, tal vez el búho sepa», respondió el cocodrilo. Y entonces el sapito fue a buscar al búho en el bosque. Ahí se encontró con otro sapito y le preguntó por el búho. «Ese sólo trabaja de noche -le respondió el otro sapito-, pero ten cuidado cuando hables con él porque el búho come sapitos». Entonces el sapito esperó a que llegara la noche y mientras esperaba se hizo una su fortificación para protegerse de los ataques del búho. Puso una piedra encima de otra y así hasta que se hizo una pequeña cuevita y ahí se metió. Cuando llegó la noche también llegó el búho, y el sapito, desde dentro de su cueva le preguntó: «Señor búho, ¿usted sabe con quién o dónde me puedo inconformar por ser sapito y exigir que me dejen ser cocodrilo que es lo que yo quiero ser?». «¿Quién me habla y de dónde?», preguntó a su vez el búho. «Yo soy y aquí estoy», respondió el sapito, y el búho se abalanzó para cogerlo con sus garras, pero como el sapito estaba dentro de la cueva, el búho sólo agarró una piedra y se la comió pensando que era un sapito lo que comía. Entonces el peso de la piedra hizo que el búho se cayera al suelo y que mucho le doliera la barriga. «Ay, ay -decía el búho-, ayúdame a sacarme esta piedra de la panza porque si no no puedo volar». El sapito le dijo que le ayudaría sólo si le respondía su pregunta. «Ayúdame primero y luego te respondo», le dijo el búho. «Naranjas -dijo el sapito-, primero dime, porque si te ayudo a sacar la piedra primero entonces me vas a comer y ya no me vas a responder».
«Bueno -dijo el búho-, te voy a responder: con el que tienes que inconformarte es con el león, él es el rey y sabe por qué cada quién es cada cual. Ahora ayúdame a sacar la piedra». «Never de limón la never -respondió el sapito-, porque si te saco la piedra te vas a seguir comiendo sapitos». «Ahí está -dijo el búho-, de balde te quieres inconformar, todavía te preocupas de los sapitos y tú ni siquiera quieres ser sapito». Pero el sapito no le hizo caso y se fue a buscar al león.
El león vivía en una cueva y el sapito pensó que no fuera a ser que el león comiera sapitos y tuvo una idea. Se mojó en un charquito y se revolcó en la tierra y así quedó disfrazado de piedrita. Cuando el león salió de su cueva, el sapito le dijo «Señor Rey León, vengo a inconformarme porque soy un sapito y yo quiero ser un cocodrilo». «¿Quién me habla?», preguntó el León. Y el sapito le respondió «Yo soy». «Pero tú eres una piedrita, ¿qué es toda esa historia de sapitos y cocodrilos?», le dijo el León. «Pues vengo a inconformarme porque uno no es lo que quiere ser sino lo que de por sí es», dijo el sapito. «Así es de por sí -dijo el León-, uno es lo que es y no puede ser otra cosa. Lo único que se puede ser es ser bien lo que uno es», dijo el León bostezando filosóficamente. En eso empezó a llover y el lodo que cubría al sapito se lavó y se vio claro que era un sapito y no una piedrita. El sapito no sabía si los leones comen sapitos y mejor se fue saltando de regreso a su charca.
Muy triste iba el sapito, brinca brincando, porque uno es lo que es y no puede ser otra cosa y porque lo único que puede ser es ser bien lo que uno es. Tristeando en eso que pensaba, llegó el sapito a su charca y rápido fue a buscar al cocodrilo. Cuando llegó al pantano no encontró al cocodrilo. Lo buscó por todos lados y no lo encontró. Le preguntó a los otros animales y éstos le respondieron «¿No sabías? Al cocodrilo lo encontró un cazador y ahora es un par de zapatos y una bolsa de piel de cocodrilo...» El sapito quedó pensando y, cuando todos pensaban que iba a decir que qué bueno que no era cocodrilo y qué bueno que era sapito, exclamó: «¡Eso es trascender el ser animal y no fregaderas!». Y se puso a estudiar y a practicar para ser un buen cocodrilo. Parece que lo hizo bastante bien y logró engañar a un cazador.
Dicen que el sapito es ahora un monedero carísimo. «Es de piel de un cocodrilo muy especial», dice la señorona que lo compró.
Moraleja: Del tamaño del sapo es la pedrada. Tan-tan.’’
La Mariya se aburrió y se fue cuando el sapito apenas iba a ver al búho. La mar se ha quedado (no le queda otro remedio) hasta el final del cuento.
-Ya cálmate Esopo-, se burla.
Soy un incomprendido, no cabe duda.
VII.- ¿Un mañana gestándose en la profundidad?
«¡Me parece evidente! El que trama, si trama, lo hace por debajo, no a la luz del sol. Eso se sabe desde el principio de los tiempos. El dominio del mundo significa el dominio de lo que hay debajo. De las corrientes subterráneas».
Umberto Eco. Op. Cit.
Finalmente me parece que el Viejo Antonio tiene razón cuando dice que hay debajo de nosotros un mundo mejor que el que padecemos, que la memoria es la llave del futuro, y que (agrego yo) la Historia no es más que un periscopio invertido...
Desde (debajo de) las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
Planeta Tierra, Febrero de 1998.
P.D.- Las llaves cuarta, tercera y sexta abren puertas que sólo la mar conoce. Vendrán más llaves y más puertas...
[ La Jornada 24 de febrero de 1998 ]
Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena. Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo: Hermanos: Hace unos minutos y a través de una transmisión radial, nos hemos enterado de un comunicado de la Secretaría de Gobernación en el cual, con una sorprendente capacidad de síntesis, en sólo 6 puntos reitera que seguirá haciendo lo que ha hecho desde el 9 de febrero de 1995, es decir, tratar de matarnos. Esta es nuestra respuesta: Primero y único: ¡¡UUY!! Es todo ¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia! Desde las montañas del Sureste Mexicano. Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Subcomandante Insurgente Marcos . México. Septiembre de 1996 |
SOBRE LOS DOCENTES-FUNCIONARIOS. (1)
Por: Uno del RamoDedicado a todos los abnegados docentes que lucharon denodadamente por conservar su trabajo de enseñar cualquier cosa en cualquier circunstancia.
Una de las dimensiones de la realidad educativa menos transitada es la de la pasividad de los trabajadores de la tiza ante los apresurados cambios provocados por la Reforma Duhaldista. Si bien es cierto que la Carpa Blanca es un símbolo de la dignidad de los que apuestan a conseguir fondos para invertir en el sector educativo, parece que está destinada solamente a formar parte de los monumentos de Plaza Congreso.
La realidad sindical del ramo se ha vaciado de contenido de lucha, atrapada en la ilusión de participar con posibilidad de acceder a puestos de gobierno, mediante la inclusión de algunos de sus cuadros más representativos en el Frepaso - Alianza. Para aquellos que no comulgamos con ese espejismo (porque vemos actualizado el arribismo, la falta de ideas o coraje, y el personalismo en este amontonamiento político) esta es una apuesta fatal para los docentes, que expone el apoyo popular largamente acumulado a una carta marcada y firmada de antemano con empresarios y bancos extranjeros. Pero no son las huestes de guardapolvo las que desenmascaran esta realidad y la ingenuidad/esperanza de un gobierno honesto nos deja sin defensas a merced de los mecanismos del mercado político.
El batallón de civilizadores voluntarios vio la luz como un destacamento del Estado para instruir a los sectores populares en la ideología nacionalista y la aceptación de una sociedad capitalista jerarquizada. A fines del siglo pasado cuando la tierra, los capitales y el poder ya estaban repartidos, antes de que los habitantes o los recién llegados inmigrantes se convirtieran en ciudadanos sujetos de derecho, era necesario crear disciplinadores ideológicos que, tomando niños de pocos años, formaran ciudadanos amantes de una patria que ya no les pertenecía, y dispuestos a cualquier sacrificio, menos a ejercer el poder en sus manos colectivas. Si esto no alcanzaba, el servicio militar obligatorio cortaba cabellos e ideas extrañas al ‘ser nacional’. Aún como dispositivo de seguridad quedaban la policía, la ley (hecha por unos pocos propietarios, para todos) y las cárceles, para los que no hubiesen comprendido las lecciones de la Escuela Pública.
Con esta marca de nacimiento los trabajadores de la enseñanza formaron su carácter y espíritu de servicio durante generaciones. Es cierto que los cambios sociales y políticos han removido importantes fragmentos de la pintura ideológica original, pero al observar la adoración a Sarmiento de los rituales públicos de la Carpa, sin mencionar las tradiciones jerárquicas de mando y obediencia en el comportamiento cotidiano de la Escuela Pública, se hacen perceptibles las vetas originales.
Creo que esta es una dimensión indispensable para comprender por qué los docentes no reaccionan ante los improvisados y desmesurados cambios provocados por la Reforma. Que el Estado, en manos de políticos especialistas en transas y trenzas (pero en nada más), cuenta con un inmejorable aliado en el sector docente. Y es triste pero necesario decirlo: estamos dispuestos a formar parte de cualquier reforma, en cualquier sentido político ideológico porque somos soldados ideológicos del poder. Estamos dispuestos a hacer como que trabajamos en Unidades Básicas, Comités o Casas Abiertas, a ración y bajo órdenes de cualquier chapa de saco y corbata. Si los edificios se viene abajo, si los pibes de 9° terminan sin aprender a leer y escribir, si echan a cientos de los nuestros de sus puestos, si las cuotas de cooperadora aumentan y nuestra gente no las puede pagar, si no hay bancos o sillas, o paredes, o vergüenza ajena, no esperen que los profesores inicien algo más que una protesta de sala de café.
Preocupados por no perder nuestro nicho burocrático hemos sido durante largo tiempo ciegos a la posibilidad de florecer en otros aprendizajes colectivos, en una Educación Popular Liberadora.
(1) Reflexionando luego de una lectura, seguramente distorsionada, de Tamarit José, ("Los condicionamientos objetivos de la práctica docente y la vida cotidiana en la escuela", Crítica Educativa Nro. 1, julio de 1996) la noticia del 9no año abierto en la Unidad Básica de Esther Barrionuevo, en el partido de Hurlingham (del Intendente Juan José Alvarez) me llevó a espetar estas ideas indignadas.
Sobre la fragmentación
Por Gregorio MaximoffEl objetivo de este trabajo es poner en cuestión esa palabra-categoría -"la fragmentación"- que usamos comúnmente, y que usamos con mucho poder explicativo. Palabra-categoría que explica muchos elementos de nuestra realidad y de nuestra práctica. De lo que le pasa al pueblo y, de lo que nos pasa como activistas que se dirigen al pueblo del que son parte...:
El pueblo está fragmentado. El movimiento popular está fragmentado. El problema es el de superar la fragmentación. Expresiones que son comunes entre nosotros, militantes de izquierda.
Fragmentación: ¿y qué es la fragmentación? Una respuesta posible: La separación de lo que debiera estar unido. Y entonces, ¿por qué debiera estar unido? Debiera "por naturaleza" estar unido, debiera por "razones históricas" estar unido. Tenemos que, a partir de lo que está pensado unido (contra, a pesar de lo que está pensado unido) ocurre una separación, una ruptura. La fragmentación representa una distorsión respecto de un parámetro sobre lo que debiera pasar.
El objetivo de este trabajo es poner en cuestión esa palabra-categoría que usamos comunmente, y que usamos con mucho poder explicativo. Palabra-categoría que explica muchos elementos de nuestra realidad y de nuestra práctica. De lo que le pasa al pueblo y, de lo que nos pasa como activistas que se dirigen al pueblo del que son parte...
Pero ésto ya es tema de desarrollo de este trabajo.
Esta puesta en cuestión trae consigo algunos elementos de reflexión, que a la vez, tocan a lo programático, es decir, que tiene que ver con lo que hacemos día a día bajo el nombre de militancia, y que tocan también a los instrumentos con los que pensamos la realidad. Nuevamente, estamos avanzando demasiado.
Fundamentalmente, diremos en este texto que la fragmentación no existe como medida en relación a algo que debiera estar unido. Que la fragmentación no explica una ruptura de una unidad "natural", sino una situación a ser revertida. Y que esta unidad, esta búsqueda de un sujeto colectivo, no está cerca de tener una esencia previa, sea ésta natural o histórica. Es unidad en el plano de lo imaginario, es unidad en el plano de la construcción política futura.
El problema de la fragmentación es espacio de controversias, o bien, de concurrencia de diferentes perspectivas, que en muchos casos no se cotejan, no se ponen unas frente a otras. Es un problema fundamental, en tanto por una parte, define al sujeto de los procesos de transformación, dice respecto de quién hace los cambios, y por otra, y juntamente, va definiendo políticas, es decir, presupone una lógica de acciones a partir del debate.
Las dimensiones del problema
La definición del sujeto revolucionario implica la definición de con quién se hace política, y en relación a eso, la definición de cómo se la hace. Hablar de fragmentación del pueblo, del movimiento popular, de las iniciativas de organización de izquierda (muy ampliamente podríamos decir que son la misma cosa) es suponer que algo existe (pueblo, movimiento, iniciativa) y que su unidad ha sido rota, que su naturaleza uniforme ha sido deteriorada, quebrada.
Entonces se plantea, en nuestra reflexión, una pregunta necesaria, a la que no queremos dar la espalda. ¿Qué es lo que constituye esa unidad? Pero todavía más atrás hay otra pregunta posible: ¿Existe esa unidad?
Nuestra respuesta-reflejo, la que ensayamos habitualmente, es que al final de cuentas, la unidad está dada por las condiciones materiales-objetivas-reales, que nos dan forma, que están en la raíz de nuestra vida y de nuestra experiencia. Y que la situación de exlotación-alienación nos unifica. No sólo en su modalidad de "vivencia" de la explotación-alienación, sino también en las formas objetivas en que nos incluye la explotación-alienación: Nos hace compartir espacios de trabajo unificantes; nos hace participar de instituciones explotadoras y alienantes uniformemente.
Los límites de ésta, nuestra percepción de la fragmentación, son muchos.
En primer lugar, podemos preguntarnos si realmente las condiciones efectivas-reales-objetivas-materiales unifican al pueblo. Es decir, si la experiencia cotidiana (laboral, familiar, comunitaria, organizativa) configura una masa ampliada uniforme.
En segundo lugar, y de existir esa unidad, en términos objetivos, cuánto de esa ella es vivenciada (es subjetivamente interpretada) como experiencia de masas, como esperiencia de un sujeto más amplio que "yo", "mi familia", "mis vecinos", etc., entidades todas que no duraríamos en catalogar como fragmentarias.
Y de ser asumida la unidad de la interpretación de la situación de explotación-dominación como colectiva, sobreviene el tercer límite: qué de eso nos dice algo respecto de la unidad-uniformidad en términos de accionar político. Por qué tal uniformidad subjetiva debiera configurar un sujeto amplio, de masas, no fragmentado, que actúe alterando la situación que lo aliena. Seguido de un cuarto límite que aquí no pasaremos por alto: por qué debiera ser revolucionario el contenido de esa lucha contra la explotación-dominación.
Si analizamos con recaudos cada uno de estos niveles podemos alcanzar a ver la posibilidad y petinencia de recurrir a nuestra categoría de fragmentación. Y ver además cuántas discusiones nos deja pendientes el recurso a ella.
Nivel de la unidad objetiva
Observamos una tendencia progresiva al deterioro de las condiciones de vida a escala mundial: Niveles de inseguridad en la apropiación de bienes y servicios básicos para la reproducción de la vida y, por tanto, de la fuerza de trabajo, muy altos, que alcanzan su punto más fuerte en Asia y África, y que en América Latina se hacen palpables cada vez más crudamente.
Aquí nuestra aspiración de unidad empieza a mostrarse, pero con límites. Las diferencias entre un operario sueco, uno norteamericano, uno argentino y un pakistaní, son fuertes, aunque no salgamos de los aspectos objetivos que configuran su existencia. Aún en el marco de condiciones similares en términos de tasas de explotación y de alienación en el trabajo. Aunque un escandinavo esté empleado, un boliviano desempleado y un indú no sepa qué quiere decir una y otra cosa.
Los modos de organización de trabajo podrían evaluarse hoy, inmersos en una tendencia inversa a la que nos dice unificados. La organización del trabajo muestra, en un rincón, arriba, un sector gerencial (pero asalariado) ocupado en las responsabilidades de gestión centrales, antes asumidas directamente por la burguesía; y en otro, una masa de desocupados ajeno a la lógica del mercado de trabajo, y que, en el mejor de los casos, lucha por su incorporación al mismo. En el centro, en algún lugar del centro, el proletariado (en nuestra noción estricta de generador de valor), cuya mayor iniciativa económica pasa por la mantención de su puesto de explotación-alienación (en términos políticos: aceptación de nuevos patrones de explotación-alienación directa e indirecta: gastos en la educación de los hijos, cobertura privada de salud, aceptación de peores condiciones laborales y retributivas, hacinamiento, etc.).
Más allá de la heterogeneidad observable en el plano de la apropiación de mercancías ("bienes y servicios"), hay otra heterogeneidad, vinculada a la integralidad con que se enfrenta el proceso de trabajo.
Nivel de la interpretación subjetiva
Aquí podrímos hablar de fragmentación sólo luego de pensar que la uniformidad (discutible) de la experiencia de las clases populares puede ser leída por ellas uniformemente. Entonces, la fragmentación sería un desvío en esa lectura.
Los motivos de los desvíos pueden ser muchos: las infuencias de los aparatros ideológicos, sobre todo. Si no mediaran estas influencias (decimos habitualmente) la lectura popular de la situación podría ser directa y transparente. Abriría paso a un análisis de la realidad que visualice cada problema como colectivo.
Los límites respecto de esta instancia como garantía de unificación (natural o histórica) son muchos.
Bastaría con platear un problema respecto de la dificultad para plantear una visión uniforme.
Tomemos por caso una asentamiento del Gran Buenos Aires. Y de ese asentamiento un cartonero, despedido de una industria que luego de despedirlo, quiebra. Y que ese cartonero espera emplearse en una empresa contratista que, supongamos, se dedica a la construcción. Y que, ese cartonero, se inscribe en esa empresa, se ofrece como fuerza de trabajo. Y que no es empleado. Que en ella son empleadas otras personas, más jóvenes que el cartonero. Y que entre esas personas más jovenes muchos son nativos del país, y otras extranjeras: bolivianos, paraguayos, algún chileno o uruguayo. Y de esos extranjeros, algunos regulares y documentados y otros irregulares, y otros indocumentados. Pongamos por caso que ese cartonero decide culpar a un joven-boliviano de su situación, y nos quedan dos opciones:
a) que el cartonero tiene una visión "real" de lo que ocurre en su realidad, y que actúa y piensa de acuerdo a su posición de clase. Entonces invalidaríamos la pretensión de que nuestro sujeto "proletariado", "clase obrera", "pueblo" exista en términos objetivo-materiales.
b) el cartonero ha distorsionado su visión adecuada de la realidad y ha sido influido por criterios étnicos (no tanto, digamos que el cartonero es tucumano) o etarias. Y que esas razones son explicadas, son dichas por el sistema: son ideología.
Entonces: ¿qué es lo que nos unifica en términos subjetivos? Si es que existen discursos conservadores que fragmentan, que rompen nuestra unidad, que trazan líneas ficticias (edad, etnia, por ejemplo); si esas líneas no son del todo ficticias, sino consideradas importantes; si esas líneas que nos fragmentan son reales pero exageradas, puestas sobre relieve; ¿por qué, nuestra línea de constitución de un sujeto político no fragmentado: pueblo, clase obrera, proletariado debe ser naturalmente asumida? ¿por qué no es tan arbitraria, en el plano subjetivo, como la que separa a bolivianos de argentinos, a jóvenes de viejos?
Aquí la fragmentación sirve como explicación, sólo si la "conciencia" de la opresión deviene en una única perspectiva de la opresión: y no por ejemplo, que surjan expresiones que naturalicen esa opresión confrontadas a otras que la consideren transitoria y modificable;
Nivel de la acción política
Y supuestamente: una vez visualizada la realidad objetivamente, un pueblo (un proletariado, una clase obrera) no fragmentado debiera actuar de acuerdo a esa interpretación que, una de dos (una y dos): refuerza su nucleamiento objetivo; lo nuclea subjetivamente. Este es el momento de las acciones colectivas, de un sujeto no fragmentado que vive ciertas dificultades y las interpreta como propias. Aquí el sujeto se da estrategias y políticas unificadas. Este sujeto apuntaría a mejorar sus condiciones de vida y a imponer su perspectiva respecto de la realidad.
Nada indica que una visión uniforme de la realidad, por más unificada que fuera, por más analítica, conduzca a un accionar unificado.
Aquí se incorporan nuevos niveles de contradicción al problema de la fragmentación. Porque es cierto: todos participamos desde una perspectiva polular, conseguimos, rompiendo las barreras de nuestras condiciones objetivas y subjetivas, articularnos como sujeto: somos uno como fuerza histórica que se organiza por sus intereses históricos
Digamos que no. Que no es cierto, y que todo proceso organizativo es expresión de contradicciones. O digamos que sí: entonces dejemos de aprender de la experiencia histórica.
Y la contradicción que mencionamos tiene una explicación inicial (aunque no completa). Cualquier modo de organización toma elementos de la experiencia de organizaciones previas, heredados, y si ya están desarrolladas, yano son revolucionarias, nada nuevo hay en ellas, o sólo algo nuevo: Y si hay elementos nuevos, nada de lo viejo puede definirlos. Lo nuevo no puede ser determinado por lo viejo. La novedad sólo puede presentarse por medio de la capacidad de grupos y personas de pensar y darse nuevas formas organizativas; y esa capacidad, difícilmente, conduzca a posiciones unánimes y homogéneas. Esa capacidad humana se llama praxis.
Nivel de la praxis revolucionaria
Es evidente que, en esta línea de pensamiento, iguales condiciones de existencia conduzcan a iguales interpretaciones de la realidad, y por ello, a iguales actitudes de acción sobre esa realidad, y entonces, una práctica que debe ser revolucionaria.
El pasaje de movilización ante la realidad adversa a una práctica revolucionaria no debiera de asombrarnos por su carácter fragmentario, discontinuo, ya que no hay nada en la acción política del pueblo que diga que deba ser revolucionaria ¿o sí? ¿y entonces qué?
Aún presupuestos amplios niveles de unidad y consenso en la lucha por intereses de clase o populares, la acción revolucionaria plantea un nuevo criterio de unificación: el de unidad de proyecto de futuro, es decir, acuerdo respecto de lo se espera de una sociedad transformada y (esta observación vale para el punto anterior) de las modalidades organizativas orientadas a esa transformación. Y aquí ya más fuertemente, podemos afirmar que nada en la estructura objetiva-material-económica de la sociedad puede dar cuenta de cómo queremos el futuro, sino sólo una noción, muy vaga, respecto de cómo no lo queremos. Noción que tenemos que hacer menos vaga cada vez. Cada vez más concreta.
El carácter de lucha revolucionaria no puede estar dado sólo por oposición a lo viejo. Mucho menos, pensarse que una reivindicación-acción colectiva sea, por naturaleza, revolucionaria. La experiencia del fascismo ilustra en ese sentido.
Cabe aquí precisar un poco más lo que entendemos por revolución, o por contenido revolucionario de un proceso de cambio. La revolución es la alteración de los patrones de alienación y explotación. No sólo distribución de la riqueza, sino liberación de la praxis humana, bajo su formas de trabajo, organización, producción y apropiación cultural. El protagonismo del pueblo es la aspiración principal y el único modo de considerar revolucionario a cualquier proceso.
Y no nos interesa aquella revolución, definida entre otros por Trostki, donde las masas concurren a ella, sin saber cuál es el futuro por el que luchan. Osvaldo Soriano había ironizado en ese sentido: hablaba de una revolución cuyas "fuerzas motrices" eran monos, invitados a viajar en tren.
Referencias teóricas para abordar el problema
Desde la elaboración teórica el problema ha sido planteado, y considerado desde ángulos distintos. En primer término, vamos a repasar algunos de esos planteamientos. Este repaso será, disculpando el término, "fragmentario".
Ernesto Laclau sostiene que el problema de las "diferencias" es el gran bache en la capacidad explicativa del marxismo, e incluso, el problema que organizó la ortodoxia pro-stalinista. Una tesis central de "Hegemonía y estrategia socialista" es, justamente, que Marx prevee una "transparencia" social provocada por el movimiento de incorporación de fuerza de trabajo y proletarización de la sociedad. La dinámica histórica daría como resultado la uniformización, la homogeneidad de la fuerza de trabajo. Esa homogeneidad constituría una sociedad transparente, donde las relaciones sociales básicas se dejarían ver sin mediaciones.
La experiencia europea de complejización interna de la clase trabajadora que comienza a notarse ya a fines del siglo pasado, viene a contradecir a Marx, mientras que los teóricos posteriores a él intentan explicar el fenómeno como pasajero. Pasados los primeros signos de fragmentación interna, el proceso de unificación del proletariado volvería a su curso. El curso planteado por Marx: El proceso de unificación política del proletariado sería expresión de su unificación económica, una suerte de uniformización social.
Agnes Heller coincide con la perspectiva de Ernesto Laclau, dado que su interpretación filosófica de Marx implica una crítica, en tanto Marx supone la desaparición de toda particularidad en la sociedad comunista, particularidades que desaparecen por acción de la propia lógica de desarrollo económico capitalista (autonomía de la esfera económica).
Según Heller: Marx hace un análisis que lo lleva a afirmar que la propia lógica del desarrollo técnico-económico, la dinámica de las fuerzas productivas, conduce a la uniformización del proletariado y a la traducción de este proceso en la unidad política del mismo. Las relaciones de propiedad, cada vez más "transparentes", más nítidas, se presentan en la conciencia del proletariado. Junto a esa percepción nítida, transparente, la vocación de la única clase no corporativa, universal por oposición a una burguesía concentradora, y concentrada. La vocación revolucionaria de los que sólo tienen, para perder, las cadenas. Nada más para perder.
Los puntos de crítica que encuentran a Laclau y Heller van en esa línea: la uniformidad: no realizada en términos económicos estrictos; la transparencia: exceso de realismo que no explica el carácter irreductible de los procesos "de conciencia"; el reconocimiento de la explotación y su correlativa conciencia revolucionaria: explicación mecánica sin correlato histórico adecuado.
Así como los autores antes señalados vienen a cuestionar lo previsto por Marx, la mirada se hace más amplia en lo que toca al cuestionamiento de la perspectiva marxista de que la dinámica económica determina la dinámica política. Aquí el punto es todavía más complejo.
Desde otras perspectivas la determinación y la autonomía de la esfera económica también es cuestionada. Recurriremos a Castoriadis, que basa su afirmación respecto de la relación economía-política, en el sentido antes descripto, entre otras cosas porque:
Las propuestas para abordar la fragmentación son varias. Laclau, a partir de su "recuperación crítica" de Gramsci, sostiene que la unificación política trabaja en el plano de lo cultural, donde se establecen puntos nodales de unidades discursivas. La articulación entre puntos nodales será más compleja, cuanto más compleja y diferenciada la sociedad en que ocurra.
El camino de Gramsci está en ese análisis, bien interpretado. Al menos para lo que aquí nos interesa, y más allá de las diferencias políticas que mantengamos con Laclau.
Por una parte, Gramsci había planteado la existencia de un "sentido común" de clase, ésto es, una forma de ver las cosas y ciertas diposiciones de conducta, o morales, que corresponden a una clase social, que se "disemina" entre cada clase. Pero hasta ahí llega la explicación materialista del asunto: ese sentido común está influenciado por iniciativas políticas que, a fin de cuentas, le dan sentido, lo orientan. Algunos analistas de Gramsci han llamado a este movimiento, "dialéctica de la estructura y la superestructura".
Estas iniciativas que buscan dar sentido al sentido común, es sabido, pueden ser de varios tipos, aunque a Gramsci le procuparan por sobre todo, dos de ellos: las iniciativas estatales, es decir, las que responden al poder burocrático y la burguesía (con todas las contradicciones inherentes a las mismas) y las iniciativas revolucionarias.
Entonces, ese sentido común, ya se ha alejado de su determinación material inicial.
Podemos arriesgar una respuesta de Gramsci sobre el tema de la fragmentación: no se trata de que lo simple ha sido fragmentado, sino de que, lo complejo, no ha sido unido; es decir, no es que el pueblo esté disperso, desmembrado, sino que no se ha constituído aún, una iniciativa política, que pueda darle unidad, que pueda nuclearlo, que pueda hacerlo existir como acción política.
Lo que hoy observamos como fragmentado nunca tuvo existencia fuera de esa fragmentación, salvo en esas oportunidades en que existieron iniciativas capaces de unificar, siempre parcialmente, lo que "por naturaleza" es heterogéneo.
Lo que nuestro uso (habitual) del concepto de fragmentación explica, es una ruptura del sujeto revolucionario, que da por descartada su existencia no fragmentada, existencia previa a la fragmentación.
Esta perspectiva se basa en una unidad por "lo material", cuando esta unidad sólo puede ser política, nunca natural, previa, definida por fuera de la praxis.
El análisis que desarrollamos más arriba intenta demostrar que no hay ninguna unidad previa y que, nuestro concepto de fragmentación oculta más de lo que explica. Oculta la incapacidad (nuestra incapacidad) de nuestro discurso y nuestras prácticas, de fusionar lo disperso, y aún así, de reconocerlo, de conocer la dinámica de esa dispersión.
La crisis, había dicho Gramsci, se produce cuando lo viejo se está muriendo, sin que lo nuevo pueda nacer.
Y lo nuevo no nace solo: hay que parirlo. Y quién sabe, puede que lo nuevo no sea otra cosa que un montón de fragmentos.-
Noam Chomsky
:El Senado Virtual y La Tiranía de las Corporaciones Privadas
por: Cesar PoNoam Chomsky es sin duda conocido por todos nosotros por su actividad política de denuncia de toda forma de opresión estatal e institucional en el mundo (Desde Timor Oriental hasta Chiapas, pasando por Haití y el propio EE.UU) más que por sus escritos en Semiología, su especialidad profesional.
Si no fuera por esa actividad extra profesional , es muy probable que Chomsky fuera, al menos, Premio Nobel. Pero los científicos alejados de la torre de marfil y de la concepción sobre "la neutralidad" ascética de la ciencia no son, hoy por hoy, los más prestigiados por la comunidad científica ni por la trama de poderes que se tejen en la benemérita academia sueca.
Su producción teórica y política se aleja del modelo tradicional de "científico" al que nos ha acostumbrado el positivismo. La mirada de Chomsky sobre la realidad se dirige sobre las pequeñas cotidianeidades del ciudadano común, sobre sus miserias y prejuicios, sobre los hechos concretos y actuales que suceden en el mundo. Reflexiona sobre la proyección histórica de éstos y sobre la posibilidad de cambio "hacia la libertad" del sujeto social-histórico concreto, partícipe, aún en su cada vez más pasiva y contemplativa actitud, de la construcción del mundo tal cual es… Y es por eso que sus temas (sus obsesiones) son el control social y sus actores principales, el Estado, los medios de comunicación, las multinacionales. En definitiva: el imperialismo.
Reproducimos parcialmente hoy, en
Umiña, dos entrevistas recientes, una realizada en Febrero de 1998 en la Ciudad de México para la revista Masiosare y otra realizada por la Agencia Latinoamérica de Información (ALAI)Aislamiento tecnocrático y el Senado virtual.-¿ Que significa "aislamiento tecnocrático"?
Es un concepto del Banco Mundial: quiere decir que la toma de decisiones se mantiene separada del ámbito público. La gente puede creer que está haciendo algo que vale la pena, mientras las decisiones políticas se toman al margen de la gente.
- Se trata, entonces, de una forma de control...
Si, pero de una forma de control exterior, lo subrayo, sobre las democracias formales.
- Entendidas como democracias no reales.
Efectivamente, pero déjenme explicarles. La liberalización financiera, un fenómeno internacional, ha creado lo que podríamos llamar un Senado virtual.
Esto supone que los inversionistas, o sea, los especuladores financieros, cuando operan a través de los mercados financieros, se convierten en un Senado virtual. El funcionamiento de esta legislatura, ajena al proceso democrático, limita las decisiones de un país. Si un país, incluso Estados Unidos, decide estimular su economía, implementar más sistemas de apoyo social, etc., el Senado virtual puede votar instantáneamente, sacando montos enormes de capital fuera del país. Si es un país pequeño, por ejemplo México, bueno, hay un colapso. Si es Estados Unidos, tiene problemas, y ese es el punto. Así, el Senado virtual y la liberalización financiera disciplinan a los gobiernos, y aseguran que no puedan hacer mucho.
- ¿Cualquier tipo de democratización es inútil ?
La democracia formal es algo bueno porque abre un espacio para que el pueblo pueda ejercer cierta influencia. Un ejemplo en esta dirección sería la derrota de la iniciativa legislativa estadounidense de la vía rápida para negociar la expansión del libre comercio. En este caso, el espacio formal fue utilizado positivamente por distintos sectores sociales. Pero, si uno es parte de la élite gobernante, del Grupo de los 7, de las empresas transnacionales o de las instituciones financieras internacionales, el objetivo seguramente sería incrementar la democracia formal pero reducir el alcance de la toma de decisiones políticas en la arena pública. Este control…
-¿ Se refiere al control mediante el Senado virtual y el aislamiento tecnocrático ?
Exacto. Es otra forma de minimizar el Estado y contraer el espacio publico. Y si uno puede trasladar las decisiones a lo que se llama el mercado, y que no es sino el capital concentrado, entonces no hay peligro de tener una democracia formal, que incluso puede convertirse en un mecanismo para controlar a la gente. Ahora bien, para la empresa privada internacional, la reducción de la corrupción también es útil, ya que siempre es un irritante… te cuesta dinero, interfiere con tus ganancias, etc.…
Deshacerse de la corrupción gubernamental, eso, claro, lo favorecen los empresarios. Pero la corrupción empresarial, es otro asunto..
- Pero los políticos estadounidenses dicen que desean ver florecer la democracia en los países del mundo en desarrollo, ¿siempre ha sido así?
EEUU ha estado a favor de la democracia siempre y cuando no funcione. Nunca se ha opuesto a la democracia, ha estado muy contento en aceptar estados democráticos siempre y cuando no se muevan en una dirección "errónea"…
El terror y la resistencia.
En los últimos 20-25 años se ha dado un cambio radical en la distribución del poder entre los trabajadores y el capital a nivel mundial: el poder se ha trasladado a manos del capital y sus administradores de muchas maneras…
Y cuando eso tiene lugar no se necesitan, y no se desean, los regímenes militares. Lo que los poderosos quieren es la democracia formal. Pero hay otro factor que disminuye la resistencia popular a todo ésto, y a que se limite el debate político sólo a la democracia formal, especialmente en América Latina. Me refiero a la cultura del terror.
El legado del terror de Estado en los últimos años, a través de América Latina, ha domado las aspiraciones; la gente simplemente tiene miedo. No deberíamos de ignorar el hecho de que el terror ha sido bastante exitoso. A fin de cuentas, América Latina recibió una buena dosis de terror en los últimos 30 años.
- No sólo América Latina...
Claro que no. Vean Mozambique y Angola: perdieron cientos de miles de personas, los países fueron destruidos, no van a arriesgarse. El terror ha surtido un efecto disciplinatorio, incluso en Estados Unidos, donde las secuelas del macartismo aún son visibles.
Sin embargo, han surgido nuevas olas de resistencia en el mundo. Ésto abarca, por ejemplo, desde un resucitado movimiento laboral en Estados Unidos, hasta la movilización de los Sin Tierra de Brasil, pasando por los campesinos de Centroamérica o las resistencias en Sudáfrica o en Haití. Hay movimientos populares por todas partes y eso sí provoca problemas para la élite. La democratización formal puede ser el método de control social y es mucho menos peligrosa cuando se tiene, además, el aislamiento tecnocrático y el Senado virtual. Pero no es fácil controlar a la gente, toda la historia moderna se ha escrito a base de intentos de control y de la gente que se opone a ello.
El Acuerdo Multilateral de Inversiones: El Gobierno Mundial del Dinero.
El debate público en EEUU sobre la ampliación del libre comercio oculta una iniciativa, casi secreta, mucho más importante: el Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (AMI), aprobado a principio de diciembre pasado por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que incrementará el poder del capital multinacional.
El AMI hará imposible, si es aprobado en definitiva, que las comunidades, los grupos sociales y el público en general impongan cualquier condición sobre las decisiones de los dueños del capital. Es, por el momento, sólo un borrador que actualmente es debatido en la OMC y en la OCDE, pero lo que busca es prohibir que los gobiernos nacionales o locales impongan cualquier restricción sobre el flujo del capital internacional o sobre las inversiones.
El AMI dice que todo lo que deseen hacer los inversionistas, lo pueden hacer sin ninguna interferencia. No hay barreras sobre derechos humanos, asuntos de derechos laborales o ambientales. Nada.
Los gobiernos ya no podrían obligar a los inversionistas internacionales a comprar componentes de producción dentro del país (en vez de importarlos), no podrían obligar a la transferencia de tecnología, no se podría limitar la movilidad fronteriza del capital o el envío de ganancias. El AMI también establece un nuevo tribunal internacional, en donde empresas e inversionistas transnacionales podrían demandar legalmente a gobiernos locales que intenten imponer algunas restricciones que condicionen el libre movimiento del capital.
Ésto podría llevar a que las empresas internacionales antepongan demandas contra gobiernos para forzarlos a eliminar normas laborales o ambientales e incluso programas de desarrollo nacional que limiten el libre flujo del capital. Mucho me temo que todo esta traería consigo un cambio de las leyes y las normas de los países del Tercer Mundo y de las economías más pequeñas. Mientras, las potencias sólo incorporarían medidas aparentes para continuar con sus propias políticas proteccionistas.
La rebelión que viene.
Por ahora, el Congreso le ha dado un serio revés a la iniciativa de discutir, en fast-track, la posibilidad de otorgarle al presidente William Clinton la autoridad para ampliar negociaciones sobre el libre comercio.
En Estados Unidos todo está vivo. Yo creo que éste es uno de los países de mayor disidencia en el mundo. Lo que ustedes mencionan fue otra señal de que está desarrollándose un creciente movimiento opuesto al poder del capital global. La gente tiene la percepción de que la están estafando.
- No es muy difícil...
En mis recientes giras por México, he visto a muchos grupos locales trabajando una infinidad de temas, ambientales, protección de los derechos de la mujer, defensores de las comunidades negras y latinas, así como nuevas expresiones laborales. Todo lo imaginable. En todas partes hay una variedad de grupos locales opositores trabajando diversos temas. Sin embargo, mucha de esta oposición está localizada, y no manifiesta a nivel nacional ni asume un carácter unificado. La gente no sabe lo que está pasando al otro lado de su pueblo.
-¿A que lo atribuye?
Estas divisiones son parte de una dinámica que busca precisamente eso: aislar a la gente. Hay toda una cultura de relaciones públicas, destacadamente la industria del espectáculo, que tiene el objetivo de privatizar a la gente. La idea es reducirnos a que cada quien seamos uno y su televisor, y es un idea que funciona, pues convierte a la gente en consumidores pasivos. Pero todavía no logra dejar a la gente sin ideas. Y estas ideas son las que nutren mucho a esta oposición local.
Por ejemplo: a pesar de la intensa campaña de propaganda en favor del libre comercio, una mayoría sigue oponiéndose a estas iniciativas. Claro que, al mismo tiempo, ésto puede ser una manifestación de chovinismo, incluso bastante demagógica. Los estadounidenses creen que el Tercer Mundo los está explotando, de veras. Y piensan lo mismo de las madres que usan la asistencia pública, en verdad suponen que se aprovechan de la generosidad pública.
- En México a ésto se le llamaría ingenuidad...
Antes hablamos del terror, pero es importante destacar, igualmente, que el uso sistemático del terror también se ha utilizado en Estados Unidos para suprimir la disidencia. Lo que se llama "el efecto del macartismo" fue simplemente el efecto de una represión ligera, si se compara con la de otros países., una represión de Estado, que trató que la gente se volviera hacia dentro y tuviera miedo de expresarse. Esto continúa de una forma sutil, visible; yo lo aprecio entre mis propios alumnos. Ellos no temen el poder del Estado, temen que… si no se comportan… nunca conseguirán un empleo, y eso tiene un efecto disciplinario.
- ¿ Disciplinario ?
No me cabe duda. Ahora bien, pese a todo, está surgiendo una resistencia, localizada y atomizada si quieren, pero que existe en todas partes. Una delas señales recientes más esperanzadoras del potencial que hay para una nueva manifestación de rebelión en Estados Unidos, es el resurgimiento del movimiento laboral organizado. Este renovado movimiento es muy importante, ya que históricamente el movimiento laboral ha sido una, si no la principal fuerza, que impulsa la democratización., lo que permite a la gente común asumir un papel en los asuntos públicos. Que ofreció un polo de organización y educación para la política independiente y las movilizaciones sociales. Voy a poner un ejemplo.
El viejo liderazgo de la AFL-CIO tuvo un papel muy feo y antilaboral a través del mundo. Pero el nuevo liderazgo, electo en 1995, está trazando una nueva visión para el sector laboral organizado más cercano a los trabajadores y sus comunidades. No digo que sea el liderazgo más militante, pero ¿cuando fue la última vez que su pudo ver que el líder de la AFL-CIO fuera arrestado por estar apoyando una huelga de trabajadores salvadoreños en Boston? Son cambios, y creo que están asustando a los poderosos.
La tiranía de las corporaciones privadas.
- Algunos analistas afirman que América Latina está fuera de las prioridades internacionales del gobierno del Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, debido a que prácticamente se ha superado la mayoría de las guerras internas que vivió la región en los últimos tiempos. ¿En qué ha cambiado la política de guerra de baja intensidad por lo que se ha dado en llamar «democracias de baja intensidad»?
Yo pienso que las políticas de los Estados Unidos hacia América Latina han permanecido estables por un largo período. Son muy semejantes a la forma en que fueron explicadas y trazadas en documentos internos a finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta. Latinoamérica tiene un papel que jugar: ser fuente de materias primas, fuerza laboral para producción barata y un mercado para los productos de Estados Unidos. Tiene que ser organizado de cierto modo, y si puede ser bajo una democracia formal, tanto mejor. Esto no deja de ser una ventaja por razones de relaciones públicas, pero tiene que ser bajo el firme control de los inversionistas internacionales y sus aliados locales; relación que establece una comunidad de intereses. Estados Unidos no está opuesto al desarrollo, pero siempre ha querido un desarrollo complementario, explícito tiempo atrás, en los cuarenta y cincuenta. Así, por ejemplo, durante los cuarenta, a Brasil se le permitía construir plantas de acero, pero sólo si ellas producían el tipo de acero que las plantas de Estados Unidos no querían producir, tecnología baja, mas o menos. Además, tenía que estar integrado con los programas estadounidenses.
Un aspecto de esto es la privatización. Privatización simplemente significa tomar el poder de un país y sus recursos, usualmente por empresas foráneas, las cuales se caracterizan por ser radicalmente antidemocráticas. No hay nada más antidemocrático que una corporación, es simplemente una tiranía. De modo que son estas tiranías extranjeras quienes toman el control de los recursos de un país determinado y convierten al mínimo la presencia del Estado, minimizando el espacio en el cual el público puede tener alguna capacidad de decisión. Si ésto puede hacerse en el marco de formalidades democráticas, tanto mejor; pues ello facilita el manejo de las relaciones públicas. Obviamente, cuando haya que elegir entre dos partidos idénticos, el asunto resulta más bonito y se puede hasta decir que la democracia es maravillosa. Pero la pregunta es si ésto realmente funciona. ¿Quién realmente es el dueño?
Las guerras insurgentes de los ochenta fueron combatidas porque había un intento por romper ese modelo.Luego vino la lista de mártires, que por supuesto la mayoría respondía a campesinos, trabajadores, activistas de derechos humanos y gente sencilla... Oficialmente todo ésto se ha tratado de vincular a la guerra fría, pero nada tiene que ver.
De hecho, en Haití pasó exactamente lo mismo después que la guerra fría había terminado. Es la misma historia: los Estados Unidos, incluyendo a Clinton, apoyaron una junta militar y permitieron el flujo de petróleo ilegal. Aunque formalmente habían respaldado un embargo internacional, permitieron a Texaco enviar petróleo -que en términos prácticos implicaba no embargo-, dejaron que continúe el comercio, mantuvieron cercanas relaciones con los caudillos militares, etc. Si luego de las atrocidades y los asesinatos que eran pan de cada día los Estados Unidos permitieron que se dé paso a un sistema formal democrático, fue bajo la condición que se acepte el programa que había propuesto en 1990, contra el cual la gente se había pronunciado masivamente. Recordemos que en esa contienda el candidato de los Estados Unidos tan sólo logró alcanzar el 14% de la votación; pero ahora es el programa de gobierno impuesto a la fuerza. Y al gobierno legítimo (de Aristide) sólo le fue permitido regresar después que la ola de terror había hecho su obra. Ahora allá existe una democracia formal, bajo la cual en la ultima elección tan sólo votó el 5% de los electores. Sólo los haitianos pueden entender lo qué está pasando. Retomemos el caso del Brasil, que como dije es el más importante de la región,
Ahora mismo es objeto de un gran escándalo con motivo de la privatización de la Compañía Valle (Compañía Minera Vale do Rio Doce), una de las tres o cuatro corporaciones latinoamericanas de punta en una lista de 500 grandes corporaciones transnacionales. Es la corporación más grande en Brasil, que básicamente posee la mayoría de los recursos naturales. El gobierno ahora la está vendiendo a precio regalado, de acuerdo con analistas técnicos brasileños. La Facultad de Ingeniería en la Universidad Federal de Rio hizo este gran estudio, muy subvaluado. En él se hace notar que la evaluación está siendo hecha por la firma americana Marlin Lynch, que tiene conexiones con algunas de las corporaciones que están intentando comprar la empresa. Una de las mayores es la corporación Sudafricana, anglo-americana. Lo que queda en claro de todo este episodio es que una enorme parte del futuro de Brasil está ahora pasando a manos de corporaciones extranjeras. Nada sorprendente sería que en unos diez años descubramos que gente del gobierno brasileño hace parte del consejo directivo de la corporación que sea. Tú sabes, no tengo que decirte como funciona ésto, México es un caso típico.
Ese es el programa, tratar de transferir los recursos y el control de la población a tiranías privadas, enlazadas con los grandes poderes, mayoritariamente de Estados Unidos, para restringir los espacios en los cuales la acción pública podría influir. A estos parámetros ha de acoplarse la democracia formal. Más si se registra un repunte de la movilización popular o si dentro de la iglesia se registra un movimiento consistente para retomar la opción preferencial por los pobres, nada sorprendente sería que se retorne a la violencia. El caso actual de Colombia es un claro indicio al respecto.
- ¿Nos podría precisar este punto?
El peor violador de derechos humanos en el hemisferio es Colombia. Tal vez ocurren diez asesinatos políticos al día. Tiene la más alta migración interna en el mundo, probablemente el flujo de refugiados per cápita mayor que cualquier otro país. Las atrocidades suceden todo el tiempo, pero obtiene casi la mitad de toda la ayuda militar y entrenamiento de Estados Unidos para el hemisferio, y con Clinton ésto va viento en popa. El pretexto es el narcotráfico, pero todos saben que eso es un mito. Estados Unidos apoya al ejército y los paramilitares están hasta el cuello en el narcotráfico. Eso no es guerra de baja intensidad. De hecho, la ayuda de Estados Unidos está yendo específicamente a unidades militares que han sido identificadas en los últimos meses por Amnistía Internacional y Human Rights Watch como culpables de algunas de las peores atrocidades, pero es irrelevante. Eso no determina la política. Lo que determina la política son estos otros factores. Y sólo la aplican en diferentes formas y situaciones tácticas, dependiendo de las condiciones. Y son políticas muy estables. Ellos se relevan en instituciones estables de Estados Unidos. Las políticas fluyen en las instituciones, no en individuos. Los individuos pueden hacer una pequeña diferencia pero ellos no las van a cambiar.
No importa quién es el presidente de General Motors, ellos están siguiendo mas o menos las mismas políticas con decisiones ligeramente diferentes, pero seguirán tratando de incrementar las ganancias y el mercadeo, de lo contrario estás afuera, es una regla institucional. Los gobiernos no son tan diferentes, excepto cuando la población puede interferir. Y cuando la población interfiere hay diferencias, por decir, durante los ochenta la administración Reagan no estaba apta para enviar fuerzas militares de Estados Unidos a El Salvador y Guatemala o Nicaragua. Tuvo que usar fuerzas de poder. Tuvo que usar lo que ellos llaman trabajo clandestino. En los sesenta eso no era una realidad cuando John F. Kennedy quiso enviar el ejército de Estados Unidos a atacar Vietnam del Sur. No había protesta. Reagan trató de duplicar eso y no pudo hacerlo porque había demasiada protesta.
El país ha cambiado, el movimiento solidario estuvo ahí y hubo tanta resistencia interna a que se comprometa directamente las fuerzas militares de Estados Unidos en una agresión y fue necesario usar caminos indirectos. Bueno, está bien, es significante y esos son caminos en los cuales la población puede cambiar la política, pero las políticas mayores no son cambiadas porque éstas no vienen de la población, viene de los poderes privados, básicamente del sistema corporativo que en gran medida domina al gobierno y sus propósitos.
- ¿Ellos hacen el control a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, no importando los cambios?
El FMI y el Banco Mundial no son independientes. Ellos hacen lo que a ellos les han dicho hacer, por la gente que los recorre y es en gran medida Estados Unidos, no una votación. Estas políticas son llamadas los CONSENSOS DE WASHINGTON y hay sobrada razón para ello, vienen de Washington. Ahora estoy exagerando, hay muchas más influencias, pues Europa tiene sus propios intereses, Japón tiene sus propios intereses, Corea del Sur tiene sus propios intereses, los otros países de América Latina tienen una reducción de independencia de sus intereses. Así que, seguro, todo es más complicado que ésto, pero son los principales contornos y han permanecido estables por un largo período.
- Al referirse a las políticas de control, ha señalado recientemente que la política de combate al narcotráfico constituye una política estratégica de control de la sociedad. Este es otro asunto importante para los Estados Unidos pero, ¿qué pasará también con el mercado y la pobreza, con la gente marginada, más aún cuando las grandes corporaciones quieren tener el control?
Es un experimento. Nadie sabe la respuesta. La política es diseñada ahora mismo y ha estado por alrededor de 20 años para, básicamente, convertir al mundo entero en algo como el Tercer Mundo. La idea de la política social es hacerla ver como tercer mundo. Un típico país del tercer mundo, como México, Guatemala, Egipto o India, cualquiera que te guste, tiene más o menos las mismas características estructurales: ahí existe un sector muy rico, frecuentemente viviendo en medio de extraordinaria riqueza. Tú vas al país más pobre del mundo y te sorprenderás de la riqueza de la gente pudiente. Una parte pequeña de la población, comúnmente la que está enlazada con el poder foráneo, en conexión con negocios internacionales o algo así. Luego tenemos los demás estratos de la población que se encuentran entre la desdicha y la miseria. Entonces existen sectores de la población que no deseas, los «desechables», como los llaman en Colombia. Te quieres liberar de ellos. Pues bien, hay varias formas de manejarlos, como en Colombia, donde tú mandas escuadrones de la muerte y los matan, o sino los llevas a barrios urbanos o algo similar. Es la estructura básica de una sociedad del Tercer Mundo.
Los Estados Unidos está llegando de más en más a lo mismo. Es un país muy rico, no se lo ve como Egipto, pero su estructura es muy similar. De modo que si das una vuelta alrededor de una ciudad americana encuentras extrema riqueza y una cuadra y media más adelante, la miseria total. Alrededor del 80% de su población ha visto estancarse o declinar sus salarios en los últimos 15 o 20 años, mientras el 1% que se encuentra en la cúspide tiene tanta riqueza que no sabe qué hacer con ella. No obstante su política es seguir adelante: que se recorten los impuestos a las ganancias del capital, que se corten los impuestos estatales y se impongan más cargas a los pobres y así nosotros tendremos más dinero e incrementaremos el problema de no saber qué hacer con él. No hay límites para esta gente rica, ella nunca dirá: «tengo suficiente». Los poderosos nunca dirán tengo suficiente poder. Stalin nunca tuvo suficiente poder y Rockefeller nunca ha tenido suficiente dinero. Lo que ellos llaman reforma del WELFARE (bienestar social) no es otra cosa que remover el ya de sí limitado sistema de apoyo a los pobres para a la vez enriquecer más a los ricos y afectar los salarios. El efecto de esta reforma es reducir los salarios. Alienta la presencia de las mujeres pobres en el mercado laboral con trabajos subsidiados por el Estado, pero con salarios por debajo del mínimo. ¿Qué va a pasar con los salarios para la gente pobre? No necesitas ser doctor en economía para entender.
El propósito es reducir los salarios que perciben los sectores más pobres de la población y que el sector privado tome el control del sistema. Estas políticas son todas más o menos las mismas y es exactamente lo que los ricos poderosos harán cuando tengan la capacidad de hacerlo. No debe sorprendernos. Cuando lees la prensa de negocios ellos lo explican muy claramente. Hablan de lo que llaman la subyugación clara de la fuerza laboral por parte del capital en los últimos quince años. Es ésto precisamente lo que hará bajar los salarios o establecer las condiciones laborales más severas, eliminar gente superflua, enriquecer más el poder y llevar a cabo las mismas políticas en el resto del mundo. Los Estados Unidos también tienen «desechables» como Colombia, y también tenemos una técnica de similar factura: echarles a la cárcel.
Por eso el crimen no se ha incrementado en los Estados Unidos en los últimos veinte años, de hecho, probablemente ha declinado. Pero la población carcelaria ha crecido astronómicamente. El crimen se mantiene igual, pero la población carcelaria se incrementa y se escandaliza los oídos con aquello de que la criminalidad aumenta. Por eso la gente está más temerosa del crimen en Estados Unidos que en cualquier otra parte, a pesar de que está más o menos en los niveles internacionales. Y aquí es donde sirve la guerra contra las drogas.
La guerra contra las drogas no tiene mucho que ver con las drogas, pero si mucho que hacer para poner gente en función de tal propósito, principalmente negros e hispanos. De manera abrumadora son detenidos por posesión de cocaína o marihuana y reciben enormes sentencias de cárcel. Así te libras de esta parte de la población, que es considerada superflua, como los desechables de Colombia. Ellos no contribuyen al lucro en esta etapa, por lo que necesitamos echarlos a la cárcel y eso también aterroriza a todos los demás porque los asustas acerca del problema de las drogas. De hecho, ahora mismo, en Nueva York, si te encuentran con dos onzas, digamos, de cocaína, por posesión no por venta, obtienes la misma sentencia condenatoria que por asesinato premeditado o violación. Para los estándares internacionales resulta totalmente estrafalario.
- El año pasado visitó varios países de América Latina y contactó con diversas entidades y organizaciones del movimiento popular, conocidas por su accionar contra las políticas neoliberales, ¿qué nos puede decir al respecto?
El lugar que más vi fue Brasil, que tiene mucha vida y es un lugar exótico. Brasil es el país más importante de América Latina porque es potencialmente rico y cualquier cosa que ahí suceda afectará muchas cosas, y en Brasil pasan muchas cosas. Antes que nada, el Partido de los Trabajadores (PT) es el más grande, una suerte de partido democrático radical en el mundo. Ganaría fácilmente las elecciones si allí hubiesen elecciones libres. Ésto hubiera pasado en las dos últimas elecciones. Es una especie de organización paraguas en la cual participan una gran gama de componentes diferentes.
Totalmente independiente del PT hay un enorme movimiento de los trabajadores sin tierra. El Movimiento Sin Tierra, cuyos cientos de miles de afiliados no tienen una vinculación formal con el PT, pero votan por él, tiene su propia organización y actividades urbanas.
Hay proyectos de televisión popular independiente que son muy sustanciosos. Ellos van a los barrios periféricos de Río, por decir algo, donde los pobladores hacen sus propios programas. Ellos escriben, dirigen y actúan en programas de televisión, los cuales son mostrados en una pantalla gigante en una plaza pública. Ahí hay un gran fermento, muchas cosas están pasando.
En Argentina no tuvimos mucho tiempo, mi esposa y yo buscamos establecer contacto con diferentes grupos como las Madres que siguen luchando -Abuelas debería ser más apropiado. Es un grupo muy impresionante. Fuimos a una ciudad pérdida y mucha gente se está organizando en villas, al interior de Buenos Aires. Otra vez, muchas cosas están pasando, muchos desempleados, muchas personas sufriendo. No se ve tan claro que va a pasar. En Chile estuve muy brevemente.
- Para terminar. En el proceso de mercantilización en curso, la llamada «industria cultural» ha pasado a convertirse en una línea de punta que no sólo mueve billones de dólares, sino que se traduce en una avasallante producción de enlatados culturales. Es más, hasta ha introducido nuevos criterios para el manejo periodístico, al punto que hoy la norma para los informativos es el llamado «infotainment»(1). Frente a ésto, ¿qué nos puede recomendar a las propuestas alternativas de comunicación?
Primero que nada todo el control privado sobre la industria de las comunicaciones, en la que incluyo al entretenimiento, como las películas, debe ser eliminado. Esto es, así como el bolchevismo y fascismo tuvieron que ser eliminados. No hay razón para tolerar la tiranía. El bolchevismo, el fascismo y las corporaciones provienen de las mismas raíces intelectuales que suponen ser grandes entidades orgánicas por encima y más allá de la gente. Bueno, yo no veo ninguna razón para aceptar eso. No veo ninguna razón para aceptar el bolchevismo o fascismo, como tampoco las estructuras impuestas por las corporaciones. De modo que todo el sistema es ilegítimo desde un inicio.
Pues bien, cuando tienes un sistema ilegítimo, ¿qué haces con él? No puedes decir como en la Rusia stalinista, el sistema debería seguir. Tienes que desprenderte de él y democratizar el sistema totalitario. Los medios de comunicación son sólo parte del sistema totalitario, ellos se realizan en las manos de los grandes conglomerados. Ante ésto, hay que desprenderse y establecer medios alternativos y usar la presión pública para insistir que ellos se abran a la participación pública; después de todo los medios dependen de la concesión del poder público.
Hay un canal, es digitalizado, como sucede ahora, y se lo da a una corporación privada, pero es nuestro canal; lo pueden dar a la General Electric, pero es mío, es un canal público, no se lo debería entregar. Y si pese a todo lo hacen, tendría que ser bajo condiciones que aseguren el acceso y la participación pública, que es lo que debería estar presente en Internet.
Al límite, es como tratar con reyes, los reyes no deberían existir, pero puedes actuar en varios sentidos para lograr que el rey sea más benevolente por medio de la presión. Bueno, desprendámonos del poder de los reyes y forcémoslos a actuar más benevolentemente. Establezcamos alternativas, formas alternativas de comunicación, librémonos, por último, de la autocracia ilegítima.
Educación y Trabajo para los sujetos del pueblo
Por: Martín SpinosaComo cualquier historia de una relación, la de la educación y el trabajo presenta altibajos, momentos de encuentro y desencuentro, de amor y de odio. Los partícipes de esta relación, el mundo de lo educativo y el del trabajo, han pasado, al menos en lo explícito, por instancias de mayor o menor acercamiento, hasta incluso, de ignorancia mutua, o de rechazo. Cíclicamente se producen épocas en las cuales pareciera que resulta urgente hallar un puente entre ambos. Actualmente estamos en una de ellas.
Con frecuencia, cuando se habla de la relación entre educación y trabajo, se hace referencia casi con exclusividad a la necesidad de calificación de la mano de obra. Ligado a ello, la relación entre ambas instituciones sociales (la educación y el trabajo) aparece como la subordinación de lo educativo a las necesidades del trabajo en su forma actual. Ésto es la educación para trabajar. En esta misma línea, se supuso en un momento de industrialización, a la educación técnica como la que más se vinculaba con el mundo del trabajo, puesto que preparaba a los alumnos para desempeñarse en un empleo dentro de la industria manufacturera. En nuestros días, la reforma educativa llegada de la mano de las políticas de Organismos Internacionales sobre educación (aunque no Organismos educativos), intenta vincular el sistema educativo con las modificaciones que en el sistema productivo se vienen operando en torno a la terciarización y a la introducción de nuevas tecnologías duras y blandas.
1Ahora bien, hasta aquí se han dado por supuestos conceptos que resulta necesario precisar, puesto que de ello depende el sentido de lo que estamos hablando, y no todos hablamos de lo mismo cuando decimos las mismas cosas...
Entenderemos por educación en un sentido genérico, a toda actividad humana que posibilita la integración de los individuos y grupos a una construcción social histórica. Dentro de esta definición amplia, se inscriben prácticas sistemáticas y asistemáticas, explícitas e implícitas, simples y complejas, intencionales o no. Es posible, dentro de esta definición genérica, realizar precisiones que permiten caracterizar a la educación como institución social en cada sociedad, de acuerdo a sus aspectos predominantes. Lo general del fenómeno educativo, se define en lo particular de cada momento histórico.
Siguiendo los aportes de Karl Marx en los Manuscritos Filosóficos, el trabajo es la actividad que hominiza al hombre, que lo diferencia de las otras especies, y desde la cual se relaciona y transforma el medioambiente natural y social, el cual adquiere su forma específica en lo particular de cada época de la historia, caracterizada por un modo de producción.
Si tomamos en cuenta, lo expresado hasta ahora en cuanto a los conceptos en cuestión, aparecen dos espacios de vinculación. Lo general y lo particular.
En el primero de ellos podemos hablar de la existencia de una relación dialéctica imprescindible entre ambas. La educación en tanto actividad que procura la inclusión del hombre en sentido pleno a su sociedad, no puede ser pues otra cosa que educación para el trabajo si entendemos a éste como lo que define al hombre como tal, ya que no habría educación posible que ignore la actividad esencial que define al sujeto de la misma.
Esta relación imprescindible en lo general, asume características distintivas en lo particular de cada momento de la historia, puesto que es en cada realidad particular concreta, que tanto el concepto de educación como el de trabajo definen su extensión.
Las formas que adopta el capitalismo a partir de la crisis del ‘30 y específicamente luego de la Segunda Gran Guerra, se monta sobre un paradigma tecnológico y de organización que suponía ilimitados sus potencialidades a los efectos de permitir la acumulación de capital. Siguiendo el artículo ya conocido de Daniel Azpiazu, Eduardo Basulado y Hugo Nochteff La revolución tecnológica y las Políticas Hegemónicas. El Complejo Electrónico en Argentina.
2 , diremos que toda formación social dentro del capitalismo histórico está signada por un paradigma tecnológico, definido como el conjunto de opciones posibles, el camino dentro del cual es posible el desenvolvimiento de las fuerzas productivas y la acumulación de capital. Este paradigma es el fruto de la aplicación de innovaciones pequeñas o "incrementales" de los considerados "factores llave", esto es los nuevos insumos que hicieron su aparición luego de un extenso período de investigación y desarrollo, y que desplazan a los anteriores insumos empleados, constituyéndose en el principal componente de todo el proceso productivo. El descubrimiento de un nuevo factor llave, corre así paralelo con el agotamiento de los que en una etapa anterior fueron considerados tales. Esta situación de cambio brusco y transformación es lo que se denomina una Revolución Industrial.Siguiendo entonces estas categorías de análisis, en el Capitalismo de postguerra, el paradigma imperante suponía la existencia ilimitada de los factores de producción considerados claves: la tecnología (de productos, procesos y de organización), las materias primas, la energía y la fuerza de trabajo, configurando un paradigma sólido dentro del cual se dio el proceso de acumulación del capital.
Pasadas las primeras dos décadas de acelerado crecimiento, comienzan a vislumbrarse, las primeras señales de descenso en el ritmo de acumulación, y en consecuencia, la imposibilidad del paradigma tecnológico de dar respuesta a las dificultades.
La escasez de mano de obra calificada (considerada ilimitada hasta entonces) en concordancia con la expansión; el encarecimiento de los recursos naturales (insumos y energéticos -la llamada crisis del petróleo- ); la imposibilidad de generar innovaciones incrementales que solucionaran las dificultades que se estaban produciendo, junto con las dificultades de las tecnologías de organización para por ejemplo frenar la consolidación del bloque productor de petróleo, y por otra parte la creciente acumulación de poder por parte de los trabajadores, fruto del empleo masivo y la organización sindical, contribuyeron al colapso que caracterizaría la etapa que corre desde fines de la década del setenta, hasta los albores de los ochenta.
A partir de allí, una Tercera revolución Industrial estaba en puerta, producto del descubrimiento de nuevos factores llaves, y la consolidación progresiva de un nuevo paradigma tecnológico, basado en la microelectrónica, la biotecnología, nuevos insumos y un nuevo modo de organización del trabajo. Es sin duda el Complejo Electrónico, siguiendo la caracterización realizada por los autores citados, un nuevo factor llave, puesto que su costo aparece como decreciente, la posibilidad de producción del mismo es prácticamente ilimitada y su utilización es posible en todas las actividades y ramas de la producción y los servicios. Por otra parte, su carácter de ahorrador de mano de obra vino a solucionar los problemas planteados en este terreno en dos sentidos: por un lado, resuelve los problemas de calificación al operarse un traslación de los saberes propios de los trabajadores a los bienes de capital, polarizándose de este modo los requerimientos de calificación de los trabajadores (sobre este punto volveremos más adelante); por el otro , al ser intensivo en capital y requerir menos mano de obra, actúa como factor de disciplinamiento de la masa laboral, depreciando el valor del salario.
En otro orden, los nuevos factores de producción permiten una nueva organización del trabajo. El mentado modelo toyotista, basado no en la oferta ilimitada, sino en la demanda cambiante, terminan de configurar nuevos requerimientos para con los trabajadores y su organización en los procesos productivos, concluyendo con la configuración de un paradigma tecnológico cuyo principal insumo está constituido por la ciencia y la tecnología aplicada (siendo las fronteras entre una y otra cada vez más difíciles de delimitar).
En este contexto del Capitalismo Mundial, entran en crisis los llamados Estados de Bienestar y junto con el derrumbe del bloque socialista del Este configuran para los ‘90 una situación hegemónica de lo que se dio en llamar el Neoliberalismo, aunque en realidad se trate de un Neo Conservadurismo, dados sus postulados en materia económica, política, social e ideológica.
De acuerdo con las características del contexto productivo, el sistema educativo se dispone a modificar sus procesos internos para así adecuar los resultados esperados de años de escolaridad a los requerimientos del mundo del trabajo. La forma en que esta adecuación se produce, las continuidades y discontinuidades respecto de los parámetros anteriores, merecen una consideración específica que no es objeto de este trabajo.
Otra de las consecuencias de las alteraciones al interior del modo de producción resulta la creación de un importante contingente de población que no haya un lugar en los espacios constitutivos de la identidad social, configurados especialmente a partir del trabajo.
Numerosos son los hechos que fueron y son denominados como sector informal, economía negra o economía popular. Vendedores ambulantes, artesanos, pequeñas fábricas o talleres cooperativos, profesionales independientes, actividades ilegales como la venta de drogas prohibidas o la evasión impositiva, inmigrantes que trabajan en la construcción sin escolaridad formal, empleadas domésticas y hasta transportistas urbanos sin matrícula son englobados, entre muchas otras expresiones, en un único y común colectivo. El concepto más extendido es sin duda el de sector informal, el cual es empleado por técnicos, profesionales y políticos de las más diversas orientaciones. Tal conglomerado de actores sociales y expresiones resulta por demás confuso obstaculizando la clara comprensión del fenómeno, a la vez que pone en relieve, por su heterogeneidad, la importancia de los hechos a los que se intenta abordar.
En el actual contexto de concentración económica, recomposición de los parámetros de acumulación del capital y de modernización tecnológica, sumados a la pérdida de protagonismo de los sectores populares en general, en donde el empleo formal escasea mientras la productividad aumenta y el crecimiento macro económico es objeto de los más pomposos titulares, la población excedente debe encontrar otras formas de subsistencia. Debemos añadir a ésto los fenómenos de fragmentación cultural y globalización como dos opuestos complementarios.
Esta situación se profundiza en sociedades como las latinoamericanas en donde el desempleo no está subsidiado por el Estado y la tasa de crecimiento de la población es significativamente más alta que en los países centrales a la vez que las migraciones internas (o al interior de la región) de las zonas rurales a las ciudades crece día a día por la tecnificación, concentración y falta de oportunidades en el campo3 .
De este modo, nos encontramos con una parte importante de la población que vive, se reproduce y genera riquezas que no están contabilizadas en las estadísticas oficiales. Según los casos, este sector oscila entre un 20% y un 60% de la PEA urbana (población económicamente activa) siendo del orden del 21,6% para el promedio de América Latina en 19804 en una clara tendencia de crecimiento.
Sin embargo, el hecho social que estamos intentado caracterizar y definir es más que su expresión económica, es cultural es ideológico político y educativo. De allí que diversas disciplinas se han ocupado de ello, aunque prime la visión económica. Como dice Guillermo Quirós:
"Los marginales de no tener economía han pasado a tenerla, pero esta economía, es diferente de la conocida(…) Uno podría preguntarse qué hay de diferente entre aquel villero parasitario de los ’60 y un autoempleado de la misma villa en los ’80 y una de las respuestas más fuertes sería: El proceso de economización de lo antropológico. Así mismo uno podría preguntarse que hay de diferente entre una operación de la Bolsa de Comercio y la recolección de perejil plantado al costado de la casilla y responder: El proceso de antropologización de lo económico"5
Lo dicho para la antropología como disciplina vale, creemos para el resto de las ciencias, aunque en el caso de la educación es aún un campo bastante inexplorado.
Antes de continuar precisando el concepto creemos necesario destacar el carácter negativo del mismo. Informal como opuesto a lo positivo, a lo formal y moderno, como "lo otro". Tal como señala Quirós en el trabajo citado, la posibilidad de considerar lo otro, parte de la consideración previa del Sí mismo. Lo formal económico y positivo, como lo caracterizable, definible. La "ausencia de" lo esperable define a ese otro. En este sentido destaca al autor, el paso de la marginalidad (ubicación topográfica) al de informalidad (económica) es un primer proceso, mientras que la contrastación entre los formal y lo informal es el segundo, tendientes a la definición del campo (antropológico economizado y económico antropologizado, para el caso del estudio referido).
La definición por lo que no es, por la ausencia o carencia deja en evidencia la imprecisión y dificultad para abordar un fenómeno complejo y multidimensional que se está llevando a cabo actualmente.
En la región, el debate sobre este tema se inicia en la década del ’70. El concepto más difundido para designar este conjunto de actividades es el de informalidad, asociado en ese momento al de marginalidad. El contexto era de modernización creciente y estas expresiones eran vistas como casos aislados, marginales, al desarrollo económico, que tarde o temprano serían incorporados al resto. Al respecto dice Jackes Charmes:
"…se reconocía que el empleo en ese sector [el informal] era importante y jugaba un rol indispensable de amortiguación del éxodo rural, pero sólo podía ser un mal menor y una necesidad temporaria; el progreso no podía resultar más que de la reabsorción de este bolsón de subempleo. Era entonces difícil que los estados, para los cuales representaba la imagen misma de la impotencia, admitieran el concepto, o sólo el fenómeno que abarca."
La crítica de esta asociación entre informalidad y marginalidad llegó de diversa fuentes y argumentos. Por un lado se puso en evidencia la terciarización de la economía como algo propio del proceso de acumulación y no como un fenómeno aislado. En este sentido, la informalidad escondía una situación de sobre explotación al transferir plusvalor al sector moderno
7 . En otro sentido este enfoque es criticado pues, asociado a "la marginalidad", los grupos que la componen eran vistos como provistos de una conducta anómica, lo que responde a un paradigma de sociedad equilibrada y única donde las expresiones diferentes pasan a ser desvalorizados tendiéndose a su incorporación a los patrones culturales mayoritarios.Finalmente una crítica de gran peso llevada a cabo por Bennhold - Thomsen
8 se opone a la consideración de a-funcional del sector precapitalista. La producción de susbsistencia operada al interior de las unidades domésticas es reconocida como de valor económico, poniéndose de manifiesto la existencia de las relaciones de explotación capitalista no sólo existen a nivel del asalariado moderno sino también en otros niveles como lo sería el de la informalidad.La consideración de la informalidad como marginal y sus críticas constituyeron los basamentos para su conceptualización posterior. El concepto de lo informal aparece empleado por primera vez por Keith Hart en 1971 en un informe sobre Accra en Ghana y se populariza más tarde en el informe de la "Misión Kenya" dirigida por Dudly Sears para el Programa Mundial del Empleo de la OIT. Este organismo tuvo un protagonismo decisivo en la difusión y consideración de la idea de informalidad, en América Latina, a través del PREALC.
A partir de allí es posible identificar al menos cuatro enfoques fundamentales: el enfoque sustentado por PREALC- OIT, que emplea el concepto de sector informal y basa sus explicaciones en la existencia de un excedente estructural de mano de obra que vuelca a parte de la PEA hacia actividades por fuera de lo formal. Este excedente, sería una consecuencia de las disfuncionalidades en el desarrollo de la región, explicación que presenta una inspiración fuerte en la CEPAL.
Otro de los enfoques, el neomarxista cuyo concepto clave será el de trabajo informal. Fundamentalmente se intenta poner en evidencia la funcionalidad del trabajo bajo estas condiciones para con la acumulación capitalista, fundamentalmente a partir de asegurar la reproducción de la fuerza de trabajo por posibilitar el acceso al consumo de sectores populares a la vez que generar riquezas que incrementan el ejército de reserva.
Un tercer enfoque al que llamaremos neoliberal se centra en el concepto de actividad informal. Fundamentalmente supone en cada trabajador por cuenta propia a un empresario en potencia que ve coartada sus posibilidades de expansión por las excesivas regulaciones propias de un modelos de intervención estatal demode. Finalmente otro enfoque que se centra en la invisibilidad de las actividades económicas, en la llamada economía negra y pone el acento en el concepto de economía informal preocupándose por la evasión impositiva que este tipo de actividades genera.
Las acciones encaradas respecto de este colectivo varían según el enfoque al que implícita o explícitamente se adhiere.
En lo que respecta específicamente a las acciones educativas, la mayoría de las propuestas se fundan en la adquisición por parte de los grupos de aquellas habilidades que los llevarían a triunfar en el mercado. Formación básica, en gestión de su actividad y de adecuación a las nuevas tecnologías, forman parte de los discursos y propuestas más o menos extendidas.
Un aspecto que resulta singular es la recurrencia a la educación popular para la formación de los sectores populares en estas lides. Al analizar detenidamente las demandas que se le hacen a la educación popular, se evidencia que se le pide que aporte "técnicas y metodologías participativas", "el conocimiento sobre la gente", haciéndose caso omiso de los objetivos políticos que esta tiene en el sentido de favorecer la acumulación de poder de los sectores populares y sus organizaciones.
Cierto es que se pide aquello que se presupone conseguir. En este sentido las demandas a la educación popular por parte de los proyectos de formación para el trabajo, dan cuenta de la escasez de experiencias y reflexiones en este campo por el movimiento de la Educación Popular. Si bien existen algunos avances enfocados en la corriente de educación comunitaria son aún incipientes y poco difundidos.
La construcción de una corriente teórica y metodológica que aporte en este camino tiene la potencialidad de acercar aún más las experiencias de la educación popular a una formación para el trabajo que signifique la construcción de identidades distintas de los trabajadores a partir de la experiencia de nuevas formas de producción.
La urgencia de las necesidades de los sectores populares deben encontrar otra propuesta que las de tipo clientelar o instrumental. Este puede ser un desafío desde el cual construir.
NOTAS
1 Por tecnologías duras entenderemos a aquellas que se relacionan con la maquinaria o herramientas complejas, y por tecnologías blandas a las relacionadas con la organización y gestión al interior de las organizaciones. Ambas se hallan en este momento en proceso de modificación.
2 Azpiazu, D., Basualdo, E., y Notcheff, H. La Revolución Tecnológica y las Políticas hegemónicas. El Complejo electrónico en la Argentina. Ed. Legasa. Bs. As. 1988
3 Estudios del PREALC para un conjunto de 14 países de América Latina demuestran que entre 1950 y 1980 la PEA agrícola disminuyó del 54,7% al 32,1% mientras que para el mismo período la PEA no agrícola aumentó de ser el 44,1% en la década del ’50 a constituir el 67,1% en los ’80. (Mezzera, J. Excedente de oferta de trabajo y sector informal urbano. En La mujer en el sector informal. Berger, M. y Buvinic, M. Compil. Ed. Nueva Sociedad. Quito 1988.
4 Fuente PREALC (1982) y Mehran (1985) en Charmes, J. El empleo en el sector informal. Su integración a las estructuras económicas. Ed. Humanitas Bs. As. 1992
5 Quirós, E.G. La informalidad económica. Campo antropológico economizado. En Quirós, Saraví y otros, La informalidad económica. Ensayos de Antropología urbana. CEAL. Bs. As. 1994
6 Charmes, J. Op. Cit. P. 13.
7 Este argumento es sostenido por De Oliveira, F. A economía brsileira: crítica a razao dualista. Vozes/ CEBRAP petr{opolis 1981.
8 Bennhold- Thomsen, V. Marginalidad en América Latina: Una crítica de la teoría En revista Mexicana de Sociología Vol. XLIII N°4. Citada y comentada por Perez Sainz J. P. Informalidad urbana en América Latina. Enfoques Problemáticas e interrogantes. Ed. Nueva Sociedad. FLACSO Guatemala 1991
La Religión en la Estrategia de las Clases Oprimidas
Por: Luis Domínguez"Pues bien, ahora ustedes, ricos, lloren y giman por las desgracias que les sobrevendrán. Su riqueza se pudrirá y sus vestidos estarán carcomidos por las brazas. Su oro y su plata estarán herrumbrados y su herrumbre testomoniará contra ustedes..."
Carta de Santiago 5, 1-6
Las religiones no siempre desempeñan funciones conservadoras con respecto a las relaciones sociales conflictivas de dominación. Muchas religiones, en muchos procesos históricos registrados, parece que desempeñaron un claro papel en las luchas de los dominados contra la dominación interna y externa.
Para discutir ésto, partimos de una premisa: bajo ciertas condiciones sociales y dada una determinada situación interna del campo religioso, ciertas prácticas, discursos e instituciones religiosos desempeñan, en sociedades de clase, un papel favorable al desenvolvimiento autónomo de ciertas clases subalternas y al fortalecimiento de sus alianzas contra la dominación. Que una religión desempeñe ese papel "revolucionario", depende menos de la conciencia y de las intenciones de los actores religiosos, que de las condiciones micro y macrosociales objetivas, en las cuales esos actores se encuentran situados.
Esta hipótesis puede ser particularmente interesante para el análisis de ciertos conflictos socio-religiosos en sociedades, o grupos sociales, con visión predominantemente religiosa del mundo. En efecto, existen comunidades y grupos sociales para las cuales la única forma (o al menos la forma más importante y en ciertas ocasiones la principal), de situarse, orientarse y actuar en su medioambiente socionatural (sea por el motivo que fuera), es con referencia a fuerzas sobrenaturales y metasociales. Estos grupos o comunidades, cuando se ven sometidos a una relación de dominación, cuando se encuentran reducidos a una posición social subalterna u oprimida, tienden (como otros grupos sociales) a desarrollar una estrategia de autonomía delante de la dominación y de alianzas contra esa dominación.
En esos términos, podemos afirmar, tienden a desarrollar una estrategia autonómica. El desarrollo y el desenlace de esa estrategia se ven determinados, en las comunidades y grupos con visión predominantemente religiosa del mundo, por las condiciones religiosas en que esa estrategia se desarrolla y se desdobla.
La capacidad de los pobres para transformar sus condiciones de existencia, colocar barreras a la estrategia hegemónica de los dominantes, fortalecerse para oponer un bloque social a la dominación, depende de su actitud para crear una visión del mundo independiente y diversa de la visión del mundo de las clases dominantes.
La transformación de la visión de mundo de las clases subalternas en visión autónoma y distinta de aquella de las clases dominantes, es condición indispensable para crear la posibilidad objetiva de transformar sus propias condiciones de existencia material y dejar efectivamente de ser clases subalternas (variables subjetivas y objetivas, dialéctica de la interacción, hipótesis marxista de la unidad de teoría y práctica). Por eso, para los grupos sociales orpimidos y grupos crecientes de excluídos de fin de siglo, con visión predominantemente religiosa del mundo, la capacidad de transformar su condición social miserable, depende de su aptitud para construir una visión religiosa del mundo, independiente de la, diferente de la, y opuesta la visión dominante del mundo en su propia sociedad.
Concluimos, entonces, que si el trabajo religioso de las y para las clases oprimidas de una sociedad determinada, produce una visión religiosa del mundo (comunicable, solidaria y compartida), capaz de situar y orientar a las clases oprimidas en su medio socionatural, de modo autónomo, diverso de las y opuesto a las clases dominantes, entonces, la producción religiosa, allí, desempeñará función social revolucionaria.
El grado de autonomía de una clase puede ser analizado en tres niveles: conciencia, organización y movilización de clase.
Creemos que la religión puede influenciar, tanto en la cosmovisión como en cualquiera de estos niveles (tema para otro debate).
Desde esta visión, entendemos a la religión, como un "terreno complejo de mediación de los conflictos sociales" en América Latina; una definición que apuntamos sólo al pie de este debate y que no toma la totalidad de los elementos involucrados en ella (si ésto es posible).
Desde esta definición sociológica, decimos finalmente que la autonomía religiosa de ciertas clases subalternas es condición necesaria para superar su situación de pobreza y dominación. Autonomía que entendemos precede a la liberación política y que, cuando es posible, sus vías de realización varían de una sociedad a otra, de una clase para otra, de una religión para otra. En todos los casos, cuando es posible tal autonomía, es indispensable un cierto compromiso entre la continuidad con la tradición, la ruptura con la dominación y la indignación ética. Esta última es una gran síntesis de pensamientos, valores, de sentido, que precipita en torno a una experiencia humana fundamental que sirve de catalizadora: ¡la búsqueda de la libertad!
Utopías en el Mundo de los Sueños
Por Pablo César B.Definir un espacio cultural dentro de una revista es imposible. Tanto como interpretar que existe un sólo concepto de cultura. Este término abarcativo, explica, por esa particularidad, relaciones de todo tipo en una sociedad.
Anécdotas, sensaciones, interrogantes y hasta cuestionamientos, son sólo algunos de los frutos que engendra la cultura como elemento de conexión del hombre con el hombre; del hombre con la naturaleza; del hombre con la vida; y del hombre con la muerte.
Compartamos, entonces, por primera vez, uno de estos jugosos frutos
"No quiero favorecer la corrupción diciendo que canto para las masas... canto para mí" *
1"Creo que de todos el poeta, es el más extranjero, que la única morada posible para el poeta es la palabra". *
2Tomo por un instante este refugio tan preciado para ofrcer, a modo de promoción, directo de fábrica y sin manoseo previo alguno, la página más rockera, vaya si las hay, dentro de esta revista llamada Umiña *3.
La palabra, elemento fundamental para crear un medio de comunicación: el lenguaje. Que varía según la característica que posea este término: si contiene amor, es el lenguaje de los sentimientos; si la palabra es imposición, nos remitimos al lenguaje de los represores; pero si la palabra es libertad, el lenguaje es el de los sueños.
"Nuestro lenguaje diurno, que consideramos nuestra lengua materna o una lengua extranjera, es siempre un lenguaje socialmente condicionado. El lenguaje de los sueños, en cambio, es el lenguaje universal, el lenguaje de la humanidad" *4.
Pues bien, este idioma de las profundidades no hace más que demostrarnos su posicionamiento incuestionable e inigualable con y por otras lenguas. Es aquí precisamente donde los actores, poetas, músicos y, algunos que otros desquiciados, dejan ese condicionamiento social personificado en el "ciudadano" *5. Y dejan ese condicionamiento para reencontrarse con lo más puro e inconciente y compartirlo, a veces, en la inconciencia colectiva de un auditorio, con la monada desaforada al pie de un escenario, o en el constante ajetreo de compartir sin mirar con quien.
Al referirme a que ésto no es siempre así, estoy cuestionando el encasillamiento -muy de moda por estos tiempos- del arte "como elemento concientizador". Adjetivo terrible y terriblemente usado.
Si el hacer algo que transita por lo más profundo de un ser humano, es utilizado como herramienta generadora de "conciencia" no hace más que crear relaciones de poder, establecer posiciones, o un dualismo entre el que está arriba implementando, imponiendo, y el o los que están abajo, creándoles una necesidad de recibir.
Situación que se contrapone a este mundo sin límites, en donde si hay necesidad, se comparte. De lo contrario, este juego obligado de imposiciones nos llevará a despertarnos y eso... eso es otro lenguaje.
Notas:
*1 Sandro (cantor de Banfield)
*2 Alejandra Pizarnik (poeta deprimente)
*3 Deidad inca descocada, que reciente descubrimiento elevó su número de cabezas a tres.
*4 Erich Fromm, El amor a la vida.
*5 Ciudadano: elemento esencial de una sociedad, que participa de las reglas y controles que ésta se auto impone.
SITUACIÓN:
Germán Dafunccio, guitarrista de Las Pelotas, el día anterior había tocado en obras. Entra a la panadería de su barrio y le cuenta al panadero
- Che, ¿viste?... ayer toqué en obras...
Meca de los roqueros, y a la vez, riñon del monopolio Grimbak.
- A, ¿sí?... ¿qué es obras?
Germán se queda pensando un minuto y le contesta:
- Sí, tenés razón, ¿qué es obras?
Conservadurismo
Por: Mariana Laprida"‘Para el hombre civilizado’, escribió Paul Elmer More en 1915, ‘los derechos de propiedad son más importantes que el derecho a la vida’[...] Es interesante saber que estas palabras fueron escritas por su autor en una crítica mordaz directa a John D. Rockefeller, pero no por el papel que desempeñó Rockefeller en la denominada masacre de Ludlow, en Colorado, cuando los trabajadores de la propiedad minera de Rockefeller fueron asesinados por su negativa a dispersarse cuando lo ordenó la policía; de ninguna manera por esto. La afirmación de More de que la propiedad es más importante que la vida fue provocada por lo que él consideró una defensa hipócrita , insegura e indecisa de sus acciones para proteger la propiedad privada". (Nisbet, 1986: 83).
¿Qué es un conservador? ¿Quiénes son, cuales son sus ideas, sus principios?
Aunque intuitivamente nosotros podríamos esbozar algunas respuestas, ellos tienen un conjunto de dogmas bien definidos y tienen influencia sobre nuestras vidas y nuestras conciencias más veces de lo que quisiéramos.
Nuestra propuesta consiste en sentarnos a escuchar a un conservador, confeso y orgulloso exponer ideas, valores y principios, lo que el autor llama los dogmas del conservadurismo. Nuestro autor es Robert Nisbet1 , y su libro se llama simplemente, Conservadurismo.
Según Nisbet, el conservadurismo como ideología política toma cuerpo tras la Revolución Francesa, como respuesta al impacto que sufre la sociedad tradicional. Si bien los términos conservador y conservadurismo son aplicados a la política en Inglaterra en 1830, es en 1790, cuando Edmund Burke publica "Reflections on the Revolutión in France" donde evoca "la importancia del feudalismo y de otras estructuras históricas maduras como la familia patriarcal, la comunidad local, la iglesia, el gremio, y la religión, que casi habían desaparecido del pensamiento político europeo de los siglos XVII y XVIII" (p. 14). Nisbet señala como "el drama social" de la Revolución Francesa al "impacto que tuvieron sobre la sociedad intermedia las nuevas declaraciones de los derechos individuales y, lo que no es menos importante, los derechos recién declarados del poder del Estado Revolucionario. El resultado fue, por supuesto, cuestionar los derechos históricos de grupos tales como la Iglesia, la familia, el gremio y la clase social. El punto de partida de gran parte de la jurisprudencia del siglo XIX lo constituyeron, por una parte, los derechos de los viejos y los nuevos grupos contra el Estado y, por otra parte, los individuos". (p.40).
Pero no sólo la Revolución francesa fue la causa de los desvelos de los conservadores, en su afán de rescatar la organización, el orden, los valores y la instituciones características de la sociedad medieval-feudal. También lo fueron la Revolución industrial, la bolchevique en 1917; el Metodismo desarrollado por John Wesley a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX -en materia religiosa- y por último, la filosofía utilitaria de Jeremy Bentham. Es decir que la Modernidad, caracterizada por el poder democrático, el igualitarismo, la centralización política, y el utilitarismo son percibidos por los conservadores de todas la épocas como amenazantes. Joseph De Maistre2 , escribe: No queremos una contrarrevolución, sino lo opuesto a una revolución. "Para De Maistre lo "opuesto" de la sociedad revolucionaria que los jacobinos crearon era esencialmente la sociedad que el jacobinismo atacó, no solamente el Ancien Regime -que sería un modelo demasiado limitado y restrictivo- sino más bien la sociedad feudal-medieval que alcanzó su apogeo en el siglo XIII" (p.37).
Para entender esta reacción de los conservadores contra la sociedad moderna, hace falta ahondar en los valores, los supuestos, en sus dogmas.
En primer lugar, la autoridad, la propiedad y la libertad, son conceptos centrales en la filosofía conservadora y se interrelacionan jerárquicamente. "[...] aún es necesario ver la prioridad del orden y la autoridad en el tratamiento que hace Burke de la libertad. ‘La única libertad que yo propongo’, declaró Burke en las Reflections, ‘es una libertad conectada con el orden; que no sólo existe junto con el orden y la virtud, pero que no puede existir de ninguna manera sin ellas’. [...]" (p:57)
Para los conservadores, el concepto de libertad es parte de una relación triangular donde se relacionan el individuo, el estado y grupos intermedios como la familia, la religión, la comunidad local y el gremio. "En el derecho medieval, la ‘libertad’ era, en primer lugar, el derecho de un grupo corporativo a su debida autonomía. El panorama total de la historia occidental podría verse como la desintegración de esta concepción corporativa y social en una dominada por las masas de individuos"(p.57). En pos de esta autonomía, es imperativo que "el Estado político se mantenga tan lejos como sea posible de una intromisión en asuntos económicos, sociales y morales; e inversamente que haga todo lo posible para fortalecer y ampliar las funciones de la familia, el barrio y la asociación cooperativa voluntaria" (p.62).
La reacción defensiva de los conservadores ante la violación de los derechos corporativos de parte del Estado no encuentran explicación en la defensa de la tiranía sino en los esfuerzos necesarios para asegurar la libertad de los individuos. "Si los derechos de grupos tales como la familia, la comunidad y la provincia son invadidos por el Estado central [...] los verdaderos muros de la libertad individual se derrumbarán con el tiempo." (p.75)
Según Burke, la siguiente síntesis expresa qué debería hacer un gobierno en épocas de crisis:
"Proveer a nuestras necesidades no está al alcance del gobierno. Sería una vana presunción de los hombres de Estado pensar que pueden hacerlo. El pueblo los mantiene a ellos, no ellos al pueblo. Está en poder del gobierno evitar muchos males, pero poco puede hacer de positivo en esto, o quizá en ninguna otra cosa. [...] En ese caso (en el que el salario del trabajador esté lejos de lo necesario para la subsistencia)mi opinión es ésta. Siempre que un hombre no puede exigir nada que vaya de acuerdo con las reglas de comercio y los principios de justicia, queda fuera de ese terreno y entra en la jurisdicción de la misericordia. En esa esfera de acción el magistrado no tiene nada que hacer; su interferencia es una violación de la propiedad cuyo cometido es proteger. Sin ninguna duda, la caridad con los pobres es directa y obligatoria pata todos los Cristianos, casi en el orden de pago de deudas, tan completa como rigurosa, y por naturaleza más placentera para nosotros." (Nisbet, 1986:87).
Con respecto al tema de la igualdad entre los hombres, para los conservadores la diferenciación social, la jerarquía y el consenso funcional, son vitales para la libertad y el orden. "Ésta es la esencia de la filosofía conservadora de la libertad e igualdad. Es posible que los socialistas vean a la última como esencial para la primera. El liberal está cada vez más dispuesto a aceptarlo. Pero la mayoría de las formas de igualdad -o mejor dicho la mayoría de los mecanismos para lograr la igualdad- amenazan en opinión de los conservadores las libertades, tanto del individuo como del grupo, libertades que son inseparables de la construcción de la diversidad, variedad y diferenciación de oportunidades que tan a menudo constituyen el blanco del igualador. ‘Aquellos que intentan nivelar, nunca igualan’3 , escribió Burke en una nota famosa". (Nisbet, 1986:78).
"La democracia perfecta [...] es la cosa más vergonzosa del mundo [...] Así como la más vergonzosa también es la más atrevida. Esto es la más osada en relación al orden social y a sus autoridades inherentes y autónomas", escribe Burke.
Nisbet plantea con claridad cómo los conservadores entienden la relación entre libertad e igualdad : "No hay ningún principio más fundamental en la filosofía conservadora, que el de la incompatibilidad inherente y absoluta entre libertad e igualdad. Dicha incompatibilidad surge de los objetivos contradictorios de ambos valores. El objetivo constante de la libertad es la protección de la propiedad individual y familiar palabra usada en su sentido más amplio para incluir en la vida tanto lo inmaterial como lo material. Por otro lado, el objetivo inherente De la igualdad consiste en cierto tipo de redistribución o nivelación de la desigualdad en la participación de los valores materiales e inmateriales de una comunidad. Más aún, todos los esfuerzos para compensar a través de la ley y del gobierno la diferencia innata de facultades mentales y corporales del individuo, sólo puede lesionar las libertades de los afectados, especialmente los más brillantes y capacitados" . (p.72).
Podemos ver cómo, para los conservadores, la noción de propiedad atraviesa todos los aspectos. No hay nada más importante que la propiedad, "los derechos de propiedad son más importantes que el derecho a la vida. Esta es la clave para entender el odio a los jacobinos: las medidas que adoptaron los jacobinos con respecto a la propiedad como supresión, nacionalización o su estricta regulación, constituyen para los conservadores, un delito equiparable a los delitos cometidos, contra la Cristiandad, la monarquía o la aristocracia. Un ejemplo de la existencia de elementos medievales en el pensamiento conservador, es la defensa de la propiedad corporativa y de la propiedad característica del Anciene Régime, -esto es, "propiedad conservada tanto de hecho como por tradición histórica, por las grandes fundaciones semipúblicas, eclesiásticas y civiles, incluidos monasterios, universidades y las instituciones de caridad". (p.83).
Las leyes de primogenitura y vinculación, el énfasis de la castidad de la mujer y la penalización del adulterio de la esposa, son estrategias diseñadas para ejercer la protección del carácter familiar de la propiedad. Tocqueville (otro conservador más) escribe acerca de la desaparición de la primogenitura: "Queda destruida la relación íntima entre los sentimientos familiares y la conservación de la propiedad paternal; la propiedad deja de representar a la familia [...] Donde el orgullo deja de actuar, el egoísmo individual entra en escena. Cuando la idea de familia se vuelve vaga, indeterminada e incierta, el hombre piensa en su conveniencia presente; se encarga del establecimiento de su inmediata generación sucesora y nada más"(p.86).
El lema "Tradición, familia y propiedad", en efecto, es una buena síntesis del pensamiento conservador. Pero no se quedan allí. También tienen formas específicas para interpretar la ciencia, la moralidad (por supuesto) y la religión. La historia, para ellos, también es otra.
Para los conservadores (como De Maistre) la historia, la verdadera historia, no se expresa en forma lineal, cronológica y mucho menos dialéctica, sino en la persistencia de estructuras, comunidades, hábitos y prejuicios, generación tras generación. La interpretación de los acontecimientos del presente debería hacerse de manera tal que se resalte la concreción del pasado en el presente. Para los conservadores, el futuro es "el último punto alcanzado por el pasado en un crecimiento continuo e inconsútil4 .(p.44).
Sin embargo, los conservadores son esencialmente pragmáticos:
"Señores, la verdad es que un hombre de estado es una criatura de su tiempo, hijo de las circunstancias, creación de su época. En esencia un hombre de estado es un personaje práctico y cuando se lo llama al poder no está allí para indagar cuál podría ser o no ser su opinión en tal o cuál asunto; el sólo está para cerciorarse de lo necesario y lo benéfico, así como de la medida más adecuada que deba realizarse"
Tomando la noción de progreso, Nisbet plantea que para los conservadores este concepto es el inverso a la perspectiva liberal-radical del progreso. Karl Mannheim reseña el tema claramente:
"Para el pensamiento progresista todo deriva su significado en último término de algo ya sea por encima o más allá de sí mismo, de una utopía futura o de su relación con una norma trascendente. El conservador, sin embargo, ve toda la significación de una cosa en lo que se encuentra detrás de ésta, ya sea su pasado temporal o su germen de evolución. Donde el progresista usa el futuro para interpretar las cosas, el conservador usa el pasado". (p.127).
En 1795, Burke publica Thoughts and Details on Scarcity, como respuesta a un pedido del primer Ministro Pitt, acerca de cuál debería ser el papel del estado en caso de desastre interno, como por ejemplo en una hambruna. Burke responde:
"El Estado debería confinarse a lo que le concierne al Estado, o a las criaturas del Estado, a saber, el establecimiento externo de la religión, su magistratura, su fuerza militar terrestre y marítima, sus rentas, las corporaciones que deben su existencia a su mandato; en una palabra, a todo lo que es verdadera y apropiadamente público, a la paz pública, la seguridad pública, el orden público, y a la propiedad pública’ Pero no, subraya Burke a los problemas y necesidades de la esfera privada" (p.59).
A pesar de la obsesión por la tradición, son selectivos. Nisbet plantea que "una tradición beneficiosa debe provenir del pasado, pero también debe ser deseable en sí misma. Es nuestro vínculo con el pasado. [...] La raíz ‘tradere’ significaba en religión y derecho, transmitir un ‘depósito sagrado’. Son pertinentes las palabras que pronunció Falkland, quizá el héroe más genuino de la Guerra Civil Inglesa: "Cuando no es necesario cambiar es necesario no cambiar". Burke, lo plantea en otros términos. Una cosa es el cambio, ya que "un estado que carece de medios para cambiar, carece de medios para su conservación." y otra cosa es el espíritu innovador, entendido como "la adoración vana del cambio por sí mismo, la necesidad superficial pero penetrante que sienten las masas de distracción y excitación a través de novedades sin fin"(p.46).
Hasta aquí pudimos rastrear algunos de los fundamentos de la ideología conservadora. Invitamos a buscar ejemplos cotidianos, actuales de lo que acabamos de describir. Algunas de las estrellas de T.V., me vienen a la memoria. Los "justicieros" , las campañas reclamando la pena de muerte ante el aumento de los robos, las leyes que penan con más años de cárcel el robo de autos que a la tortura, el secuestro y desaparición de personas o la responsabilidad sobre el genocidio. Los discursos cotidianos de políticos o vecinos sobre el orden y la autoridad (hace falta recordar a Rico o a Bussi?).
Pensamos que el debate debe darse, también en este plano, acerca de nuestra propia práctica. Sabemos que la forma de "hacer política" está cambiando. Muchos ya no creemos en el sistema liberal-democrático de participación en los partidos políticos, ni queremos ser representados por nadie. Muchos de nosotros tenemos, o podemos tener inserción en distinto tipo de organizaciones, comunales, cooperativas, ONG, etc.
El sentido de esta nota es el de aportar al debate de la relación de nuestras organizaciones (las de ellos no nos importan) con el Estado, que creemos, es imprescindible.
No vaya a ser que, derrotados y todo como fuimos, encima les estemos haciendo el juego.
1 Nisbet, Robert: Conservadurimo. Editorial Alianza. 1986. Todas las citas textuales se remiten a este libro, haciendo referencia a las páginas de la versión 1986.
2 autor que da comienzo a una de las principales corrientes del pensamiento autoritario: el católico. Las posiciones de la Iglesia se orientarán progresivamente hacia la inserción en el alineamiento liberal y democrático.
3 Las negritas son nuestras.
4 Sin costura, contínuo, como la túnica de Jesús de Nazareth.
Postal del Cuzco: Persi vende
Por Marcelo LópezEn los atardeceres del Cuzco,
cuando la plaza de armas se enciende nuevamente
ante los ojos de los turistas,
mientras se abren las puertas de la catedral
que impunemente ostenta el devenir de la historia latinoamericana, mientras
la arrogancia vestida de azul desfila
ante el indiferente recelo de los vendedores ambulantes
que se verán prontamente con algunas cajetillas de cigarros menos,
arrancadas de sus manos
y sin que se las hayan pagado,
los lustrabotas y toda clase de vendedores
irrumpen en la plaza en busca de los extranjeros
incitando al vicio del tabaco o a los típicos suvenir
que uno debe llevar
para corroborar su estadía en el Cuzco,
junto al atardecer aparece Persi,
no tiene mas de once años,
vende cinturones tejidos, la primera
pregunta que realiza es de qué país eres,
cuando uno le responde que es de la Argentina
sus labios dejan entrever una sonrisa,
rápidamente Persi recuerda que en la Argentina nació el Che Guevara,
entona algunas estrofas de Hasta Siempre
y arremete su odio contra el ejercito Boliviano y los yankis
por haber matado al Che,
dice que Menem es tan hijo de puta como Fujimori pero
reconoce que odia mucho más a los yankis y a las empresas extranjeras
que se llevan toda la plata de America Latina,
sus ojos resplandecen
cuando mete la mano en el bolsillo de su gastado pantalón de gimnasia
y saca un billete con el rostro de Tupac Amaru,
habla
de los Incas y de los saqueadores,
recuerda
la lucha de su pueblo masacrado
y reniega
de su apellido español,
viaja
cuarenta minutos en colectivo para llegar a la plaza,
sueña
con ser profesor de historia como su mejor amigo,
su maestro de historia en la escuela
al que le falta una oreja y todos sus compañeros se burlan por ello,
en realidad no sabe si podrá seguir estudiando,
debe trabajar para ayudar a sus padres,
a lo largo de una hora Persi supo definir
mejor que nadie la lucha de clases,
los monopolios internacionales,
la falacia de nuestras democracias
y está seguro de que la única solución es
que los latinoamericanos se unan en la lucha contra los EE.UU.
y no comprende qué nos ha pasado para que todos estemos tan desunidos,
intenta vendernos sus cinturones,
mucho más caros de los que los demás ofrecen, pero
quién puede negarse,
mientras el atardecer desvanece Persi se vuelve a su casa,
donde lo esperan sus padres con un plato de comida,
tan necesario después de una tarde de trabajo,
se despide hasta mañana no antes de que le prometas
que mañana por la tarde le comprarás otro cinturón.
Persi sabe muchas cosas.
Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo. Rodolfo Walsh. Con motivo del Cordobazo |