Hace ya 12 años
de la creación de esta pequeña joya probablemente olvidada ya por
muchos, y jamás descubierta por otros. Deicide, sin duda, ya no
son lo que fueron y dudo mucho ya que a estas alturas consigan superar su
álbum debut. En aquellos tiempos, empezaba a crecer en Tampa (Florida)
una legión de bandas dedicadas al Death Metal (Morbid Angel,
Obituary, Death) pero si alguna banda destacó en 1990 fue Deicide. El álbum
en sí es crudo, aplastante, directo, veloz, apabullante, y con un mensaje
claro que transmitir: la guerra contra Dios. A pesar de que Morbid
Angel habían hecho ya su debut el año anterior, personalmente me impactó
más el de Decide, quizá por ser más directo, sencillo, por no tener
grandes pretensiones musicales, simplemente riffs veloces con una
buena voz (en términos de Death metal, obviamente) y una batería simple
pero funcional. La fórmula se confirmó efectiva hasta su segundo LP:
"Legion" en 1992. Posteriormente, la banda no ha sabido
mantener el satus que obtuvieron durante sus dos primeros álbumes y después
de verlos en directo en Zeleste durante la gira del "Legion"
quedó claro, que Deicide iban a pasar a la historia directamente, dejando
como legado el debut y como objeto decorativo su segundo larga duración.
Como temas representativos podríamos mencionar el ya casi clásico "Sacrificial
Suicide" (¿Quién no se ha desnucado alguna vez haciendo
'headbanging' con esta canción?) con
los gritos desgarrados de Glen Benton al son de 'Satan!!!!' cabe
destacar también "Carnage in the Temple Of The Damned"(para
mí el mejor tema) y el tema que cierra el disco "Crucifixation".
Son 33:30s de intenso Death Metal sin concesiones, 33 minutos, como los años
de Jesucristo, viniendo de esta gente, seguro que no es
casualidad...
Y como al
final del álbum: se cierra el portón.
Imprescindible para todo aficionado a la música extrema, un clásico de
1990.
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