Entrevistas breves con hombres repulsivos

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Título: Entrevistas breves con hombres repulsivos

Autor: David Foster Wallace

Editorial Mondadori

7

 

             Resumen: Recopilación de cuentos cortos con pocas cosas en común, excepto por la voluntad experimental de muchos de ellos y por el estilo común de unos cuantos: entrevistas a seres desagradables en las que las preguntas no se explicitan y sus respuestas son largas y prolijas.

         Opinión: Este es un libro irregular, y no sólo por ser una antología de cuentos en la que, por definición, algunas historias enganchan más y/o están mejor escritas que otras. No, es irregular porque, además de esto, en la mayoría de cuentos hay una... Cómo decirlo... “Prolijidad innecesaria”, vamos, que el autor repite lo mismo una y otra vez, machaca la misma idea de modos levemente diferentes durante páginas y más páginas, un par de veces por página, cientos de veces por capítulo, miles de... Cogéis la idea. Así, mi crítica favorita hacia muchas pelis que no me han acabado de convencer: “a esta peli le sobra media hora”, podría aplicarse perfectamente a la mayor parle de cuentos de este libro. Sinceramente, no sé si es debido a mi afición al microcuento, pero seguramente mi historia favorita de este libro es “El diablo es un hombre ocupado”, un minirelato de dos páginas en que un granjero trata de deshacerse de un viejo armario. Una idea brillante, simple, bien expuesta y divertida. O, por ejemplo, algunas de las entrevistas breves que dan nombre al libro: las más breves (en su mayoría) suelen ser las mejores. En cambio, en historias como la del sexador de pollos o el relato futurista tuve una cierta sensación de aburrimiento, no porque la historia no fuera interesante sino porque me moría de ganas de gritar: “vale, coño, ¿te importaría llegar de una vez al nudo de la historia?”. Siendo justos, hay que reconocer que la historia futurista mencionada, junto con la que está escrita en forma de esquema narrativo (como si fueran notas para la escritura más detallada de un cuento posterior) son francamente originales, más por la manera en que están redactadas que no por lo que cuentan, eso sí. Y también siendo justos, supongo que el objetivo de tantas repeticiones es conseguir un ambiente obsesivo, algo malsano, de darle vueltas a las cosas una y otra vez (hay cada personaje por aquí que se las trae), pero a mi humilde entender en el único cuento en que consigue ese efecto sin hacerse además levemente plomizo es en la historia algo repulsiva del tipo que habla del trabajo de su padre en unos lavabos públicos.  En fin, paro aquí, no quisiera ser demasiado duro con un libro que realmente entretiene, tiene momentos brillantes y algún cuento que ha entrado en mi lista global de favoritos.

Fragmento: [El personaje habla del trabajo de su padre en los urinarios] "Ese ruido de algo blando que cae. El susurro suave del papel. Los pequeños gruñidos involuntarios. La imagen singular de un anciano ante el inodoro de la pared, la manera en que se coloca allí, asienta los pies, apunta y deja escapar un suspiro intemporal del que uno sabe que no es consciente. Aquel era su ambiente. Estaba allí seis días por semana. Los sábados doblaba el turno. Esa sensación irritante que produce la orina mezclada con el agua. El susurro invisible de los periódicos sobre los muslos desnudos. Los olores".

 

 

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