Resumen: Cinco
jóvenes canadienses, grandes amigos aunque de carácteres muy diferentes,
son transportados al primero y más perfecto de todos los mundos
alternativos: Fionavar. Coincidiendo con su visita, el poderoso dios
maligno Rakoth Maugrim, del que todos los diosecillos malvados que pululan
por los universos no son más que copias, se libera de su encierro y
desencadena una guerra. ¿Cómo podrán ayudar cinco desgraciados en una
guerra de proporciones cósmicas?
Opinión:
Empezando
por lo evidente: si alguien ve aquí rasgos del Señor de los Anillos
(como en el 90% de la literatura fantástica, aunque ese es otro tema) no
anda muy equivocado, ya que Guy Gavriel Kay es uno de los colaboradores
habituales de Christopher Tolkien, el hijo de J.R.R. Tolkien. Tal vez por
eso al empezar a leer este libro no puedes evitar pensar: ¿otro dios
malvado con orcos (Rakoth y sus "svarts alfar") contra elfos
moribundos ("lios alfar"), humanos y enanos de diverso pelaje?
Al menos eso pensé yo, recuerdo, y empecé a leer con desconfianza. Pero,
joder, a medida que fui pasando páginas me di cuenta del tratamiento
absolutamente genial que le iba dando a la historia, una de las más
épicas que he leído en mi vida. Todo aquí es extremo: enemigos
omnipotentes, sacrificios inimaginables, tristezas infinitas. Muy
inteligentemente, se comenta que en varios mundos alternativos (no lo
dice, pero ahí se pueden incluir la Tierra Media, Glorantha, Cimmeria y
lo que os apetezca) se han manifestado solamente sombras de la auténtica
maldad de Rakoth Maugrim el Desenmarañador (el que arranca hebras del
tapiz del universo). Así que Morgoth, Sauron, Baal, Satán y Aznar no son
más que manifestaciones secundarias del Malvado con mayúsculas. Y es que
Rakoth realmente impone, el hijoputa, y protagoniza una violación y un
par de asesinatos que ponen la piel de gallina, palabra. Contra semejante
cabrón, los cinco protagonistas se las ven y se las desean para buscar
toda la ayuda posible, mezclando así leyendas de todo tipo: mitos celtas
y druídicos, artúricos, nórdicos,... Desde la Triple Diosa hasta la
Caza Salvaje. De hecho es divertido ponerte a buscar en qué leyenda está
basado tal personaje o tal referencia. Pero no creáis que la trilogía es
un pastiche de elementos prestados, qué va: todos van apareciendo de
manera lógica y natural, y todos se entremezclan en una historia
coherente, bien narrada y que realmente engancha. Los cinco protagonistas
van encontrando sus destinos en Fionavar, y sus historias paralelas se
entrecruzan y dan giros realmente sorprendentes. Aparte, todo está
contado con frecuentes toques de ironía y humor, lo que siempre se
agradece entre tanta épica desenfrenada. Y, en fin, pasará a mi museo
personal de historias bien resueltas la batalla final y el desenlace (o
desenlaces) de la historia, que aunque muy lógico me pilló con la
guardia baja.
Vamos, que si os gusta la fantasía épica ya tardáis en leerlo, joder.
De hecho no sé por qué le he puesto un 9.5 y no un diez. Ah, y un
comentario: en la edición que tengo (no sé si también en otras) son
realmente geniales las ilustraciones de portada y contraportada, en las
que aparecen un buen montón de referencias más o menos sutiles a los sucesos del interior del
libro.
Fragmento:
(De Sendero de tinieblas, el tercer tomo): "La cólera, en
Dave Martyniuk, había sido siempre algo que explotaba abrasadoramente en
su interior. Era la rabia de su pade, brusca, imparable; un río de lava
que fluía en la mente y en el corazón. Allí, en Fionavar, durante las
batallas en las que había participado, lo había desbordado siempre la
misma reacción: un fiero y destructor odio que consumía en su interior
cualquier otro sentimiento. Aquella mañana no sentía lo mismo. Aquella
mañana se sentía como de hielo, (...) embargado por una cólera
peligrosa, implacable, que jamás hasta entonces había
experimentado".