Yo robot

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Título: Yo, robot

Autor: Isaac Asimov

Editorial Nebulae

Barcelona, 1987

10

 

                       Resumen: Varias historias cortas, independientes pero ordenadas más o menos cronológicamente y con algunos personajes recurrentes, sobre el nacimiento y evolución de los robots y su interacción con la sociedad humana.

                      Opinión: La verdad es que este libro es MUY especial para mí por bastantes motivos, entre ellos que fue el primero que me leí a la tierna edad de bastantes pocos añitos, compartiendo “Yo robot” prácticamente con “Teo en la granja”. A ver, los detalles más sutiles se me escapaban (por Dios, ni sabía lo que era el sexo, cuando uno de los  personajes coqueteaba me dejaba francamente intrigado), pero recuerdo habérmelo pasado de putísima madre leyéndomelo. De hecho, (junto con las lecturas algo posteriores del Hobbit y el Señor de los Anillos junto con mi hermana Paloma), “Yo robot” me juntó ya de pequeño y para siempre, para bien o para mal, con la literatura de ciencia ficción y fantasía. Así que no esperéis que sea neutral con este libro de cuentos y relatos cortos. La mayoría de las historias se centran en algún conflicto, siempre original y siempre resuelto brillantemente, planteado alrededor de las archifamosas Tres Leyes de la robótica. En algunas de las narraciones aparecen personajes ya legendarios en el mundillo, como los astronautas Powell y Donovan, la doctora Susan Calvin (gràcies per fer-me memòria, Marc!) o el recurrente robot humanoide R. Daneel Olivaw, y se presentan conceptos pirateados en muchísmimos libros posteriores, como las ya citadas Tres Leyes o el “cerebro positrónico” de los robots. Algún cuento, en particular, se me ha quedado grabado: por ejemplo, el del robot que no se cree que unas imperfectas y primitivas formas de vida orgánica (los pobres Powell y Donovan) hayan podido ensamblar una obra de ingeniería tan perfecta como él, y se enzarza en eternas discusiones filosóficas y religiosas con ellos mientras establece un nuevo culto religioso entre los robots... ¿Sabéis? Cuando veo el concurso de robots luchadores de sumo que se celebra cada año en la UPC, siento auténtica admiración por los ingenieros que los han ensamblado, pero también una cierta amargura por no haber nacido unos cientos de años más tarde para poder ver auténticos robots pensantes, o cualquier otra de las maravillas que se muestran es este o en otros libros de ciencia ficción... En cierta forma, siento melancolía. Nostalgia del futuro, si queréis.

 

      Fragmento: [El robot QT-1 Cutie, duda sobre su existencia y responde a Donovan y Powell]
Fíjate en ti. No lo digo con ánimo de desprecio, pero fíjate bien. El material del que estás hecho es blando y flojo, carece de resistencia, y su energía depende de la oxidación ineficiente del material orgánico. (...) Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad de radiación afecta a vuestra eficiencia. Sois alterables.Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía eléctrica directamente y la utilizo con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal, permanezco consciente todo el tiempo y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Estos son hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce vuestra tonta teoría a la nada"

 

 

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