Por alguna razón, difícil de determinar, pero probablemente y en gran medida por el gusto dominante en el tipo de cliente para el que se construye, la solución arquitectónica del Conjunto Virginia Opazo la resuelve en un estilo muy formal, apegado a un cierto clasicismo de inspiración francesa que le otorga mucha elegancia.

Las viviendas, muy sobrias, no poseen sino la decoración necesaria para componer las fachadas, uno que otro frontón y algunos balaustres. Domina el blanco y prácticamente no hay colores.

La solución del lotero es de gran mérito. Genera en el centro de lo que fuera la quinta, un islote construido donde las calles giran en rededor. Los suaves desplazamientos de las fachadas le otorgan un sereno aire de nobleza pueblerina. De corte Europeo, que debe ser satisfecho enormemente a sus propietarios por lo ordenado, amable y limpio del pequeño grupo residencial.