Oliverio Echeverria
Tango y noche
*A Fabiola
La verdad
es que a estas alturas
me es imposible saber...
si fue el odio un trago amargo
o la leccion aprendida
Que estremecia la congoja.
La verdad
es que a estas alturas no se
Si las piernas de la noche
y tu sonrisa nocturna
son distintas en su esencia
o son el mismo conjuro
que forma pareja
Con la matematica del kuerpo tuyo.
¡Tiemblo!
Supongo es la magia y no otra
La que amarra mis latidos.
¡Tiemblo!
Pienso en tu nombre
Bendicion de los tiempos.
La verdad
Es que a estas alturas
me es imposible saber
si respiro por mi cuenta
o soy un niño
Que se aloja en tu vientre.
El Hallazgo
Caminando de vereda adentro
No buscando un horizonte
Sino que un solo vestigio de cordura
Preguntando si algo habra
Algo de agregar a mis visiones.
¡Comprendo!
De vuelta a lo imposible
Al cotidiano pan de ser hombre cada dia
Y remontar desde la espera
Este picarse al mar buscando
Encontrandome de
Encontrar...
Que el hallazgo
Eran tres perros de esquina
Haraganes y borrachos
Rogando a la luna que fuera por mas noche
Y la noche caminando kuesta arriba
Donde sobreviven los hombres con alma de vino tinto
De mirada traposa
Amarilla de verdades trucadas
Era
El pelo corto del fusilero
De los arboles que erosionan el aliento
Del viejo tango que silban los idiotas.
Hallazgo
Era una mujer de pendiente perfume
Que cobraba treinta cobres
Por el arrebato suicida de una tarde
En su triangular refugio de humedad forzada.
Hallazgo es mirarse al espejo
Las arrugas
Nombrarlas como calles
O cuadras numeradas.
Es encontrarse a si mismo
Con los ojos irritados
Coleccionando agujas
Para evadir el espanto.
Recuperar el sin sentido
Que se pierde en lamadrugada.