A poco de fundada -y quizás éste sea uno de sus méritos más relevantes-, la Asociación se abocó al desafío de realizar este Primer Encuentro Regional de Taquígrafos Parlamentarios, para promover el acercamiento de los taquígrafos de la región. El esfuerzo que esto implicó se ha hecho realidad, y a este Encuentro asisten profesionales de Argentina, Perú y España, además de taquígrafos de todo el Uruguay, particularmente de las dos Cámaras Parlamentarias y de las Juntas Departamentales.
La finalidad del Encuentro es la de definir las características que conforman el perfil del taquígrafo; estudiar las condiciones laborales en que desarrolla su actividad; analizar los niveles de formación en la enseñanza oficial de la región e impulsar la utilización de los medios informáticos en su labor.
En medio de esta ciudad balnearia, que es orgullo de los uruguayos y sin duda de América, y gozando de buen clima, ustedes han pasado hermosos días de confraternidad. Y me he enterado, gracias a la gentileza de uno de los Directivos de la A.T.U., que con muy buen sentido y criterio, entre otras decisiones, se ha adoptado la de proponer al Plenario que recomiende a las asociaciones de taquígrafos de los países participantes estudiar la posibilidad de dar continuidad periódica a estos Encuentros.
Esto, que ha suscitado el aplauso y el regocijo de todos ustedes, además de permitirles conocer a técnicos de países hermanos implica -partiendo de este esfuerzo pionero de la A.T.U.- la posibilidad de un intercambio absolutamente fundamental entre quienes participan, en distintos países del mundo, de una profesión común.
Los felicito por esta iniciativa; no tengo ninguna duda de que la decisión que han tomado generará, en breve tiempo, nuevos Encuentros, que se realizarán en la patria de la que proceden algunos de los que nos hacen el honor de visitarnos hoy en Punta del Este.
Quería decir alguna cosa fuera de libreto, algo que siendo profundamente. Me refiero a la importancia que no sólo este Presidente de un Cuerpo Parlamentario uruguayo sino todos los parlamentarios, unánimemente, asignan a la función que cumplen los taquígrafos. En los Cuerpos Parlamentarios. el taquígrafo tiene a su cargo una tarea realmente importante: la de recoger, con la mayor fidelidad, las expresiones y posiciones de los parlamentarios, a veces representativas de sus partidos o sectores políticos. Y en nuestro país -como seguramente también en los vuestros- la lleva a cabo con una eficiencia y una responsabilidad que hacen que en la práctica, más allá de que en nuestros Cuerpos Parlamentarios los legisladores tengamos la posibilidad y el derecho de controlar las versiones, eso no sea necesario, por la confianza que nos merecen los taquígrafos, quienes trabajan con honestidad, esfuerzo y, por sobre todas las cosas, absoluta fidelidad.
Son muchas las versiones que nos llegan para que ejerzamos el control, para verificar si las palabras que ellos nos imputan son las que realmente hemos pronunciado. Y es el sentimiento de confianza en que el taquígrafo uruguayo ha cumplido con corrección su tarea lo que nos lleva, a veces hasta intencionalmente, a prescindir de vigilar nuestras propias palabras.
La presencia de los Secretarios Legislativos en este Primer Encuentro Regional de Taquígrafos Parlamentarios -al que también concurrió un representante de la madre patria-, nos causa alegría. También nos regocijamos por la concurrencia de todas estas delegaciones de la patria hermana.
Advertimos, en general, una gran cantidad de representantes del sexo femenino. Las mujeres, en muchos ámbitos, están avasallando a los hombres. Y la verdad es que los integrantes de la Directiva están notando con alarma la extinción del hombre como taquígrafo y la imposición definitiva de las mujeres.
--Quiero confesarles que, paradójicamente, lo que se da aquí con respecto a la representatividad femenina no se da en el Parlamento. Entre los treinta y un miembros del Senado de la República no hay una sola mujer titular, cosa que no me causa mucha alegría. Esto es lamentable, porque es absurdo pensar que todos los "cerebros" sean hombres. A pesar de que proclamamos la igualdad entre el hombre y la mujer, lo que sucede en las Cámaras no lo refleja. En la Cámara que presido, de noventa y nueve miembros titulares, seis son mujeres. Sin embargo, los dirigentes políticos, en su mayoría, somos partidarios de que haya una mayor representatividad del sexo femenino.
Considero que se debe generar un movimiento para que las mujeres -que son más de la mitad de la población del mundo- se integren en la proporción que merece, ya que, por su capacidad, tienen derecho a ser oídas y a estar presentes en el trabajo parlamentario. Por todo esto, creo que en el futuro deberán tener -y la tendrán- una representación más importante.
Finalizo estas palabras expresando el sentimiento del Cuerpo que presido y el de mis compañeros, que se encuentran dispersos en todo el territorio nacional. Como ustedes saben, estamos a pocos días de las elecciones nacionales y departamentales. En nuestro país contamos con un gobierno democrático, republicano y representativo, donde existe la posibilidad -que no se da en otros países- de ejercer la democracia en forma directa, mediante plebiscitos. Y por primera vez en la historia del Uruguay, al tiempo de elegir mandatarios nacionales y departamentales, el 27 de noviembre el ciudadano uruguayo tendrá la delicadísima responsabilidad de pronunciarse sobre dos plebiscitos, uno vinculado a la enseñanza y otro a la seguridad social. En estos temas es difícil alcanzar una definición, y están en juego valores muy importantes para el país, por lo que hay cientos de miles de uruguayos que todavía no se han definido.
Felicito a los integrantes de la Directiva de la Asociación de Taquígrafos del Uruguay, a su Comisión Organizadora y a todos los amigos taquígrafos de los países hermanos, ya que el trabajo ha sido muy fructífero. Les deseo a todos un gozoso retorno a vuestras patrias. Espero que Encuentros tan importantes como éste se repitan.
Muchas gracias.