Carlos N. Otero

En 1931, luego de cuarenta y tres años de actividad, se jubila Clemente T. Martínez, ocupando la Dirección Carlos N. Otero.

Ese año también se retira José M. Martínez Etchebarne, para continuar ejerciendo la profesión en Argentina. Más adelante regresó al país y asumió la Dirección del Cuerpo de Taquígrafos de la Junta Departamental de Montevideo.

A raíz de las vacantes se realiza un concurso en el que resultan triunfadores Alfredo M. Maldonado y Carlos Carissimi.

En 1935 fallecen Rogelio Risso, quien había ingresado en 1907, y Juan J. Samacoitz, que trabajaba en el Cuerpo desde 1918. Las vacantes son ocupadas por Walter Betbeder y Carlos W. Mandillo.

En 1938 se jubila Servando Suárez, luego de treinta y siete años de labor, siendo Subdirector. Ese cargo pasa a ser ocupado por José María Zamora.

Ese año ingresa Susana Requena Ortega, la primera mujer taquígrafa en el Uruguay. El hecho provoca comentarios en los distintos medios de prensa. Uno de ellos, aparecido en el periódico "El Pueblo" decía lo siguiente: "Las mujeres, que no lograron sentarse en el recinto parlamentario por la puerta entornada de la política, acaban de obtener en él un sitio por el honroso medio de la probada aptitud para el trabajo".

En 1939, luego de treinta y cuatro años de servicio, Armando Nin se jubila por razones de enfermedad.

Se realiza un nuevo concurso, que es ganado por José B. Míguez luego de un desempate con Roberto J. Zamora. Míguez ocupa su cargo el 1o. de marzo de 1941.

A fines de 1941 se jubila, después de cincuenta y tres años de labor, Carlos N. Otero, siendo Director del Cuerpo. Es el último de los taquígrafos que había aprendido el sistema directamente de Pampillo, pues su ingreso se produjo en 1888.

Luego de su retiro, el Diputado Iturbide propone que su retrato sea colgado en las oficinas del Cuerpo de Taquígrafos "como una constante exhortación en el sentido de la más alta corrección funcional".

En un escrito a modo de autobiografía, Otero expresaba: "...soy un lector a toda luz; tengo el afán incurable de escribir ideas y pensamientos en hojas sueltas y dispersas, impulsado por una vaga aspiración de belleza; luego, me muevo en el tiempo y en el espacio como un esclavo contento del trabajo por el trabajo. Son tan fuertes y dominadoras esas chifladuras, que estoy seguro que si existe otro mundo, cuando llegue a él preguntaré: '¿Hay aquí libros? ¿Hay papel, plumas, tinta y lápices? ¿Hay algún trabajo para mí?'".

Falleció en 1953.

En 1941 también se retira Juan Ramón Menchaca, quien había ingresado en 1902, debido a un problema en la vista. Menchaca es el autor del retrato de Pampillo que está colocado en la Dirección del Cuerpo de Taquígrafos de la Cámara de Representantes.