Los grandes oradores de las Asambleas Revolucionarias, como Dantón o Mirabeau, no contaron con este instrumento de difusión de sus ideas organizado en forma oficial.
Gracias a Bretón se conservan algunos debates de la Asamblea Nacional de 1791. Cuando Robespierre funda el boletín de la Convención Nacional, Coulon de Thévenot propone la utilización de la estenografía, lo que es desestimado por el Consejo de los Quinientos. Recién durante el Directorio la Taquigrafía es practicada en forma profesional.
La Constitución de 1814 asegura la presencia de taquígrafos. Desde 1916, el "Moniteur" es el órgano de difusión parlamentario.