Culturilla Nebrissensis
En esta sección encontrarás cada mes una
selección de aquellos conocimientos absolutamente inútiles (excepto
quizá para pasar el rato en una sobremesa, o como tema de conversación
entre borrachos) que he ido almacenando en mi cerebro durante los últimos
años. Estas tonterías, amenazan con no dejarme ninguna neurona libre
para estudiar los futuros exámenes; así que esta página es mi último
recurso para que decidan introducirse en vuestras cabezas y dejar la mía
en paz. Si las leéis a lo mejor no os afectan como a mí, pero tampoco
digáis que no os avisé. Si os sorprendéis delante de unos apuntes
pensando en alguna de las estupideces que leáis aquí, simplemente
recordad que la manera de librarse de ellas es... pasárselas
a otro. Todos los hechos recogidos aquí son ciertos, o al menos pasaban por ello en los medios de cierto prestigio donde fueron leídos. Si deseas más información sobre alguno escríbenos e intentaré encontrarte la fuente original. TEMA DEL MESLA MUERTE. Es uno de los acontecimientos más frecuentes del mundo, y sin embargo no conseguimos acostumbrarnos, quizá sea porque sólo nos dejan morirnos una vez por persona. Por lo delicado del tema quizá pueda herirse
la sensibilidad de alguna persona, aunque personalmente lo dudamos,
valga la advertencia para que nadie lea por error las siguientes
CURIOSIDADES: A)
Existen unos premios llamados DARWIN que premian las muertes más tontas del año (el nombre es por
aquello de la evolución, si se mueren los más tontos la especie humana
mejora). B)
Unos de los premiados de hace un par de años (que desgraciadamente,
como suele ocurrir en este evento, no pudieron acudir a la gala en
persona) fueron dos conductores alemanes que chocaron en sentido
contrario. Hasta aquí, todo parecería normal, si no fuera porque
circulaban en una autopista y cada uno por su calzada. Efectivamente,
nada hubiera ocurrido si los dos no circulasen por su carril izquierdo y
si a los dos no se les hubiese ocurrido
casi simultáneamente sacar la cabeza por la ventanilla para disfrutar
del viento en sus caras... C)
También “perdió la cabeza” en 1792 uno de los más ilustres matemáticos
de Francia. En aquellos años de revolución, se vio forzado a huir
de su mansión en París a toda prisa y disfrazado para que los ropajes
no delataran su noble cuna; ya en la campiña, sintió apetito y entró
en una fonda donde pidió una tortilla para saciar su hambre. A la
pregunta de la mesonera de cuántos huevos deseaba que fuera la tortilla
respondió que “de diez huevos”, ya que nunca se había ni tan si
quiera planteado tal cuestión (para eso estaban los sirvientes). Como
esa barbaridad sólo podría decirla alguien que no hubiese visto un
huevo sin cocinar en su vida (sólo un aristócrata), fue
convenientemente guillotinado. D)
La muerte del almirante Nelson también tuvo cierto componente
alimenticio. Fallecido
lejos de la Gran Bretaña y ante el clamor popular que deseaba
homenajear el cuerpo de su héroe, este debió de ser enviado para
enterrarlo a suelo inglés. Pero los viajes eran largos, y no convenía
que el cuerpo fuese
recibido ya en avanzado estado de descomposición; para evitarlo, viajo
de vuelta a casa dentro de un tonel lleno de brandy, ya que se sabía de
los efectos conservantes del alcohol. E)
No parece digno de un gran general este transporte, lo más adecuado a
su condición y dignidad suele ser un caballo (como en las batallas). Es
por todos conocido, que a caballo es como suele representarse a los
militares cuando la nación por la que lucharon se decide erigirles una
estatua. Lo que ya no es tan conocido, es que dichas estatuas nos hablan
de cómo murieron estos hombres ilustres (que, recordemos, es nuestro
tema del mes). F)
Así, si el caballo tiene las dos patas delanteras en el aire, indica
que murió en el fragor de la batalla. Si sólo levanta una, fue herido
de gravedad en combate, pero murió más tarde y no en el propio campo.
Finalmente, si el caballo está perfectamente asentado, murió por
cualesquiera otra causa (enfermedad, veneno, risa...)
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