Virgen - Escapulario azul
El escapulario Azul de la Inmaculada Concepción.
El amplio y profundo marianismo de los Clérigos Regulares Teatinos, heredado de su fundador S. Cayetano, se ha manifestado, a lo largo de los siglos, a través de muchas y expresivas iniciativas Además de la famosa Coronilla de los 12 Privilegios de María, atribuida a San Andrés Avelino (1521-1608), y del rosario de la Inmaculada Concepción, que compuso y difundió en Nápoles el Ven. Francisco Olimpio (1159-1639) constituye un timbre de gloria para la Orden Teatina el haber introducido en la Iglesia:(a) la devoción al Misterio de la Pureza de María. Declarado bajo está advocación Patrona de la Orden en 1647; (b) la devoción a la Virgen de la Virgen de la Providencia, nombre con que fue bautizado en 1648 y en Palermo (Sicilia), el milagroso lienzo de Ntra. Sra. del Pórtico venerado en nuestra casa de S. José por el Venerable Vicenzo Scarpato y también a partir de este año. (c) la difusión del Escapulario Azul de la Inmaculada Concepción , gracias al celo del Ven. Francisco Mª. Maggio (1613-1686), encargado a la muerte del P. Mateo Santomagno (17 Dic. 1647)
Corresponde pues al Ven. Francisco Mª Maggio, maestro espiritual de S, José Mª Tomasi (1649-1713), el haber introducido en la lglesia el uso del escapulario azul, análogo al de Ntra. Sra. del Carmen, con el que pretendía impulsar la devoción al Misterio de la limpia y santísima Concepción de María, no definido todavía como “dogma de fe”, y , de pasoo obtener la conversión y reforma de costumbres de los bautizados.
El escapulario azul, basado en una peculiar iluminación que, el 2 de febrero de 1617 el Señor otorgó a la Ven. Ürsula Benincasa fue originalmente una prenda de vestir que llevaron, sobre su túnica blanca las religiosas teatinas de la inmaculada Concepción, fundadas por dicha Venerable, pero que sólo pudieron profesar en su monasterio el 1º de febrero de 1669.
Sin embargo, el escapulario azul, en su forma reducida, empezaron a vestirlo, ciertamente a partir de 1648, Teatinos y personalidades muy en vista de los antiguos Reinos de Sicilia y Nápoles. Clemente X, el Papa que el 12 de abril de 1671 canonizó a S. Cayetano, S. Francisco de Borja, Sta. Rosa de Lima y a otros dos santos más, había otorgado, con un rescripto del 30 de enero de este mismo año, dirigido al Virrey de Nápoles, Don Pedro Antonio Folch y Cardona, hermano del Arzobispo de Toledo, D. Pascual Folch y Cardona, la facultad a los Teatinos de difundir, bendecir e imponer dicho escapulario a los fieles de uno y otro sexo.
Más tarde, el Prepósito General de la Orden, el P. D. Gaetano Pagani (1683-1686), otorgaba la afiliación espiritual teatina a todos aquellos fieles que, previamente, hubieran recibido el escapulario azul. Fue Clemente XI (1700-1721) quien finalmente, a instancias del teatino S. José Mª Tomasi, aprobó el ritual de bendición e imposición del escapulario azul y otorgó, con su breve Celestium munerum del 12 de mayo de 1710, las primeras indulgencias al uso de dicho escapulario.
Corresponde al Papa Juan Pablo II el mérito de haber encarecido, modernamente, el uso de los escapularios marianos, a través , sobre todo, del Mensaje que el 25 de marzo del 2001 dirigió a los Rmos, PP. Prior y Prepósito Generales de la Orden del Carmen. “Con un gozo muy profundo me entero, escribe, que la Orden del Carmen, en sus dos ramas: la antigua y la reformada, se propone expresar su filial amor hacia María, su Patrona, dedicando este año 2001 a la que es invocada como Flor del Carmelo. Madre y Guía en el camino de la santidad... Todo ello, en coincidencia con el 750 aniversario de la entrega de su escapulario, como afirma una venerable tradición de la Orden... El escapulario es esencialmente un “hábito”. Quien lo recibe queda agregado o asociado, en un grado más o menos profundo, a la Orden del Carmen, dedicada al servicio de María para bien de toda la Iglesia. Quien viste el escapulario, queda por consiguiente introducido en la tierra del Carmelo para que “coma sus frutos y productos” (Cf. Jer, 2,7) y experimente la dulce y materna presencia de María en su esfuerzo y diario compromiso de revestirse interiormente de Cristo y de manifestarlo vivo en su corazón para su propio bien y bien de toda la humanidad." | ![]() |
Son expresiones pontificias que, además de avalar el uso de cualquier escapulario mariano hacen impresionantemente moderno el escapulario azul de la Inmaculada, ayer una prenda de vestir de las antiguas religiosas teatinas de la Inmaculada hoy el hábito de los fieles agregados a la FRATERNIDAD SEGLAR TEATINA y signo de una especial devoción a Santa María, Madre de Dios, la mujer vestida de sol y coronada de 12 estrellas, la cual, en previsión de la muerte de Cristo mereció ser preservada de toda mancha de pecado ya en el primer instante de su concepción y así ofrecer una digna morada a Jesucristo, el Verbo del Padre, encarnado en su seno por obra del Espíritu Santo y por ella dado a luz en Belén de Judá