"DON RAMON"
Caracterización: Ninguna. Este personaje lo encarnó un actor con un carisma y simpatía arrolladoras: Don Ramón Valdez, el cual nunca se sirvió de ningún afeite.
Vestuario: Jeans deslavados (cuando eso no era moda de riquillos), camiseta deslavada que alguna vez fue negra, gorrita de jeans y tenis muy, muy viejos y gastados.
Personalidad: Don Ramón es un hombre maduro que enviudó nueve años atrás cuando al nacer su hija, la Chilindrina, su mujer optó ante la urgencia por la vida de su niña en lugar de la suya propia. Don Ramón es un hombre inculto, gente sencilla del pueblo; Doña Clotilde eufóricamente lo define como "un hombre en bruto"; Doña Florinda dice de él casi lo mismo: "es un bruto".
Hace ya muchos años que la crisis dejó sin empleo a Don Ramón, pero Doña Florinda insiste en que no es "la crisis" sino "la flojera"… Total que Don Ramón hace pequeñas y diversas chambitas (empleos temporales) aquí y allá; o sea, Don Ramón es "un mil usos"; Doña Clotilde insiste en que sólo es "999 usos", ya que a ella no le ha sido posible "usarlo".
Don Ramón trata de ser tolerante con el Chavo, ya que de alguna manera ve retratada su propia infancia, pero el pobre Chavo y sus torpezas terminan sacándolo de quicio y llevándolo al consabido coscorrón (golpe en la cabeza con los nudillos del puño). Por supuesto el Chavo llora con su clásico "pi-pi-pi-pi" y va a buscar la intimidad de su barril, no sin antes reprochar:
CHAVO: …Es que no me tienen paciencia… Pi-pi-pi-pi-pi…
Y efectivamente, "Ron Damón"… Ay, perdón. Es que como así suele llamarlo el Chavo… Decía que "Don Ramón" es víctima de la impaciencia; pero es que así es la vida, todo es una cadena: Doña Florinda pierde la compostura y abofetea a Don Ramón, éste a su vez da coscorrones al Chavo y el Chavo… Oh, Oh… Creo que ahí se acaba la cadena… Bueno, el Chavo golpea el piso en su clásica pataleta y también golpea a quien tiene la mala suerte de pasar frente a él…Lo malo es que aquí la víctima casi siempre es el Sr. Barriga.
Don Ramón se la vive escabulléndose del Sr. Barriga para no pagar los muchos meses de renta que le debe. Don Ramón no es un cínico, de verdad tiene vergüenza, pero se la aguanta como los machos porque nunca tiene dinero para pagar.
En la vecindad (conventillo, barriada o favela) se ejemplifican todos los estratos sociales, desde la clase alta (Sr. Barriga), la intelectual (Prof. Jirafales), los burgueses y pequeños burgueses (Doña Clotilde y Doña Florinda), la clase burócrata y el proletariado que vive a "salto de mata" (Jaimito el cartero y Don Ramón), y finalmente, hasta el gremio de los pobres y desprotegidos representado aquí por el Chavo del Ocho. Venturosamente Roberto Gómez Bolaños evitó la parte más baja de la pirámide, el lumpen. Y digo "venturosamente" porque por lo menos en las series de televisión aún se puede encontrar un mundo sin miseria, sin vandalismo; con respeto, lealtad, caridad, agradecimiento, romanticismo; con esa dignidad de vivir que sólo pueden proporcionar los nobles valores… Sentimientos todos ellos en "vías de extinción".
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