CANAL 4 UTOPIA
"Utopia, pertenece a una gran mayoria de gente que esta marginada en
nuestra sociedad, me refiero a los marginados que no tienen posibilidad ninguna de poder
expresarse a traves de los medios de comunicacion como la TV", estas palabras fueron
dichas en uno de los pocos reportajes que se le hicieron a Fabian Moyano, creador de un
canal de television comunitario por aire, en pleno corazon de Capital Federal.
Desde un pequeño departamento de un edificio de
Caballito, se emiten señales de television diferentes; señales llamadas
"UTOPIA", que llegan a la gente que vive en la zona oeste de la Capital Federal
e incluso sobrepasa los limites de la General Paz. Solo se debe sintonizar el canal 4 de
cualquier televisor, que no este conectado a cable, y la magia comienza.
"UTOPIA" no es un canal convencional,
es diferente porque es parte de una propuesta de orden comunitario, esto significa que la
gente pasa de ser un simple espectador a ser participe de la programacion, la que suele
ocuparse de confiictos sociales y gremiales por pedido de los televidentes.
El canal se autofinancia con publicidad de los
comercios de la zona 1o que le da la gran ventaja, a diferencia de otras emisoras, de
estar libre de compromisos politicos o empresariales, pero a su vez la desventaja de que
ninguna de las personas que trabaja alli cobra por 1o que hace.
Historia de un canal que no es clandestino
Utopia nacio en junio de 1992 en Fuerte Apache, fundado por
Fabian Moyano. Con el tiempo se fueron mudando de departamento en departamento por
Pompeya, Flores, Floresta, hasta llegar a Caballito. En el interin soportaron 12
allanamientos y el periodico secuestro de equipo, el que podian reponer gracias a las
donaciones de los televidentes.
Esta television precaria, a fuerza de robos por parte del estado, no es
solo una fuente de acceso a cosas vedadas sino una forma mas humana de manejar el medio
tecnico. Ver Utopia nos hace comparar y tomar conciencia del endurecimiento y el
grado de hipocresia de la television argentina.
Vea tambien el editorial de la programacion de Diciembre de 1995