Es la historia de un cirujano plástico llamado Alberto que está casado con Lucía. Él pertenece a la clase acomodada, con un buen pasar, ella ha tenido que luchar para llegar a la posición que hoy ocupa al lado de su esposo. Lucía no sabe que Alberto tiene un hijo con Ingrid, una pareja anterior de él.

Ambos habían hecho el trato de no investigar en la vida anterior de cada uno pero Lucía siente que él la engaña pues interpreta que las desapariciones de su esposo se deben a que él tiene otra mujer pero en realidad son los cuidados que le profesa al niño y lo preocupado que lo tiene porque no es atendido por su madre como corresponde y debe ir él a cuidarlo cuando se enferma y lo deja al cuidado de una pareja mayor que le cuida la casa de fin de semana que tiene, que Lucía también desconoce. Él único que sabe de su hijo es el papá de Alberto, Don Alberto, quien lo ayuda a que no se descubra la verdad. Alberto siente vergüenza de haber estado con Ingrid, esa mujer que lo vive extorsionando a cambio de no contar la verdad.

Lucía, a su vez, tiene un pasado como prostituta, la vida la había llevado a eso, pero que lamenta profundamente porque nunca hubiese querido serlo por propio gusto. Alberto conoce el pasado de Lucía, siente mucho más amor por ella de lo que ella cree y no le reprocha su pasado, pues lo que importa para él es el presente, el amor que se profesan ellos.

Ella siente que no tiene suficiente valor para contarle su pasado y la pareja se resiente porque él no le cuenta sus "faltas", las interpretaciones equivocadas hacen mella en ellos.

Alberto tiene problemas con la madre de su hijo, ella manipula a Alberto con el niño a fin de conseguir dinero para sus vicios. Pero él se rebela, y consigue que la policía ponga fin a la extorsión y al continúo asedio que se ve preso por Ingrid.