Historias para destapar el excusado

 






 

El hombre del collarín

Roberto Remes

Desde que me estacioné frente a la cochera de su casa Dorotea ya me estaba esperando en la ventana, hice yo algunas maniobras para estacionar el carro y ella me observó con una sonrisa que después trató de disimular, cuando notó que yo la estaba mirando y que esa era la causa de que yo no pudiera estacionarme bien, porque entre que la miraba a ella, libraba las raíces salidas del trueno que está frente a su casa y golpeaba al carro de atrás, tuve que hacer varias maniobras antes de apagar el motor y bajarme del coche, con lentitud, como si me doliera algo, y es que además de todo casi no podía mover el cuello por el collarín ortopédico que vestía ese día, Qué te pasó mi amor, Nada, Cómo que nada, porqué te enyesaron el cuello, No me enyesaron el cuello, me pusieron un collarín, que no es lo mismo, y fue porque un pendejo me pegó ayer mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, era un Pontiac negro, a él se le movió un poco la defensa pero a mi coche no le pasó nada, sólo a mi cuello, el empujón siempre es duro, entonces tuve un esguince, sí, me tomaron una radiografía, luego te la enseño, Si quieres ya no vamos a la fiesta Roberto, No mi amor, cómo crees, con el collarín me siento bien, lo único difícil es dormir, pero si vamos voy a regresar más cansado y dormiré mejor, Todavía es temprano Roberto, no quieres tomar algo, Sí, sirve que saludo a tus papás. Y bueno, total que entro en la casa y me siento en la sala mientras Dorotea me preparaba el café, y entonces vino el interrogatorio que ya me esperaba, Señor cómo está, Hijo, qué te pasó, Nada señor, sólo que un imbécil me pegó ayer mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, era un Pontiac negro, a él se le movió un poco la defensa pero a mi coche no le pasó nada, sólo a mi cuello, el empujón siempre es duro, entonces tuve un esguince, sí, me tomaron una radiografía, y pues allí salió lo del esguince, y no se imagina, todavía el tipo quería echarme la culpa a mí, pero si yo estaba en el semáforo esperando la luz verde, Qué barbaridad, así pasa, pero gracias a Dios no fue nada más que eso, Sí, señor, afortunadamente. En eso bajó la mamá de Dorotea y antes de que pudiera saludarla gritó con su voz aguda Ay Robertín qué te pasó, Cómo está señora, Cómo estás tú hijo, te veo muy mal, No es nada grave señora, Cómo no va a ser grave, Dios mío, y así vas a salir con Dorotea, no hijo, mira, mejor recuéstate, yo le digo a esa chamaca que te vaya a comprar un pastel y aquí te cuidamos, cómo que te vas a ir a la fiesta y andar con bailoteos, vas a acabar peor, No pienso bailar señora, Pero de todas formas hijo, y cuéntame qué fue lo que te sucedió, Le pegaron en el coche, dijo mi suegro, Tú no digas nada viejo, deja que me lo cuente él, Así es señora, un tipo me pegó ayer mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, era un Pontiac negro, a él se le movió un poco la defensa pero a mi coche no le pasó nada, sólo a mi cuello, el empujón siempre es duro, entonces tuve un esguince, sí, me tomaron una radiografía, Y todavía le echó bronca, añadió el papá de Dorotea, Bueno sí un poco, respondí, pero más que nada quería que yo le pagara lo de su defensa, Dios mío, dijo la madre de mi novia, las cosas que pasan en esta ciudad, un día nos vamos a morir todos, qué va a pasar el día en que a todos nos choque algún otro coche. En eso Dorotea llegó con el café, y su mamá gritó, Pero cómo le vas a dar café al pobre, no hija, prepárale un tesito, anda, dale uno de azahar para que se le quite el dolor, Señora pero si no me duele, con el collarín estoy bien, es un poco incómodo pero estoy bien, Sí Roberto pero más vale, Señora, me basta con el café. Roberto qué te pasó, dijo el hermano menor de mi novia, Un tipo me pegó ayer mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, era un Pontiac negro, a él se le movió un poco la defensa pero a mi coche no le pasó nada, sólo a mi cuello, el empujón siempre es duro, entonces tuve un esguince, Y el otro tipo todavía llegó y lo zarandeó y lo golpeó, dijo mi suegra, No señora, no exagere, sólo se puso un poco agresivo, Cómo que se puso agresivo, qué te hizo el maldito, preguntó Dorotea, Nada mi amor sólo que quería que yo le pagara lo de su defensa delantera, Y tú qué hiciste, Le dije que no le iba a pagar nada y me fui, pero terminé pagando mi radiografía y lo bueno es que el collarín ya lo tenía, en fin Dorotea, vámonos ya a la fiesta, Pero cómo se van a ir así, si tú estás malherido, No señora, yo no estoy tan mal y me siento bien, Pero yo no voy a dejar que mi hija se vaya con un lisiado. Mi suegra estaba sacándome de quicio, nunca me habían dicho tan feo, lisiado, y poco le faltó para añadir discapacitado, pero en ese momento llegó el otro hermano de Dorotea acompañado de su novia, sólo que ella se metió al baño antes de saludar, así que tuve que dar una explicación doble, Hola Pa, hola Ma, mi Robert qué te pasó, te veo muy mal, No mi Luis, no me pasó nada, sólo que un tipo me pegó ayer mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, era un Pontiac negro, a él se le movió un poco la defensa pero a mi coche no le pasó nada, sólo a mi cuello, el empujón siempre es duro, entonces tuve un esguince, sí, me tomaron una radiografía, luego te la enseño, me echó un poco de bronca y quería que yo le pagara, pero no pasó nada más y ya nos vamos porque si no vamos a llegar muy tarde a la fiesta. Roberto, gritó desde la puerta del baño la novia de mi cuñado, qué te pasó, No me pasó nada Leticia, en serio no es nada grave, sólo que me chocaron ayer, Pero por qué, Porque un idiota no frenó bien, entonces me pegó mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, era un Pontiac negro, a él se le movió un poco la defensa pero a mi coche no le pasó nada, sólo a mi cuello, el empujón siempre es duro, entonces tuve un esguince, sí, me tomaron una radiografía, luego te la enseño, quería que le pagara, pero no le pagué, sólo le pagué al médico y al laboratorio de rayos X, pero ya me voy, fue un placer saludarlos, Pero hijo, tú no te puedes ir así, Sí me puedo ir así, vamos a ir a la fiesta de uno de mis mejores amigos, Dorotea ya se arregló, miren qué guapa está, señores nosotros nos despedimos. En eso bajó la sirvienta y gritó Niño Roberto, pero quí li pasó, y yo me empecé a poner histérico, No me pasó nada, ya me voy, digo, ya nos vamos, y sin despedirme comencé a caminar hacia la puerta, cuando en eso suena el timbre y al abrir me encuentro con una de las amigas de Dorotea y también hizo la consabida pregunta de Qué te pasó Roberto, y yo respondo, ya fuera de mí, Se supone que un hijo de la chingada me pegó ayer mientras estaba esperando el siga en el semáforo de Ángel Urraza y Heriberto Frías, que era un Pontiac negro, que a él se le movió un poco la defensa pero que a mi coche no le pasó nada, que sólo a mi cuello, que el empujón siempre es duro entonces se supone que tuve un esguince, que me tomaron una radiografía, pero la verdad es que traigo tremendos chupetones en el cuello que cómo diablos me iba yo a presentar con Dorotea así, entonces tomé un collarín que tenía desde hacía tiempo y me lo puse pero ya me tienen harto con tantas pinches preguntas, y como supongo que en la fiesta me saldrán con lo mismo, entonces no quiero ir a la fiesta ni con Dorotea a ninguna parte, porque además pienso que mi novia estará muy enojada conmigo porque le puse los cuernos y porque traigo estos malditos chupetones, así que aquí les regalo el collarín y luego nos vemos.

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