La almeja viva de Zihuatanejo
Por Roberto Remes
Me gusta la almeja viva de Zihuatanejo, me gusta echarle limón y un poquito de salsa picante, de esas salsas picantes muy sencillas que suelen tener en las marisquerías, y que algunos dicen que también sirven para limpiar plata. Hay quien dice que la almeja viva está muerta, pero otros dicen que está viva. No sé muy bien quién tenga la razón, pero quizá ambas teorías tengan algo de verdad.
La almeja viva, según los que dicen que está viva, muere en el momento en que uno echa el limón o muere ya que los dientes la destrozan, tampoco en esto están muy de acuerdo. La almeja viva, según los que está muerta, muere poco después de que la recogen los pescadores o quienes la cultivan, pero se mueve con el limón como una reacción química, lo que me recuerda a los muertos por tuberculosis, que aún estando bien finados pueden llegar a incorporarse porque el aire de sus pulmones provoca un movimiento del cuerpo sin que haya vida (o quizá haya tuberculosos muertos muertos, y tuberculosos muertos vivos).
De cualquier manera, mi gusto por la almeja viva nace hace muchos años, muchos antes de que yo hubiera visto, tocado o comido algún clítoris, y sin embargo debo decirles que hoy he encontrado una maravillosa semejanza entre el clítoris y la almeja, no porque sepan igual, sino porque subliman igual. Así pues, mi definición de almeja viva es "molusco de forma clitórea que habita en las costas del estado mexicano de Guerrero".
¿Cuánto tiempo puede estar uno comiendo almejas vivas? ¿Cuánto tiempo lamiendo un clítoris? Recuerdo una vez, cuando era niño, durante un viaje a Acapulco, alguien llegó a la casa que habíamos rentado con varias decenas de almejas vivas, y todos comenzamos a disfrutarlas, hasta que me dijeron que me detuviera porque yo era el que comía más y más rápido: todo fue tan sencillo como dedicar una concha a preparar limón con salsa, y después remojar las almejas en esa concha, de tal suerte que por cada almeja que se comían los demás, quizá yo comía tres. Realmente yo no me daba cuenta. Estaba en el éxtasis. También lo he estado otras veces.
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