TEMA V

 

L O S   S A C R A M E N T O S

 

 

A.- Naturaleza:

 

a).- Signos eficaces.

Sacramento es un signo sensible eficaz de la gracia, instituido por Jesucristo y administrado por la Iglesia. Toma algo material que sirve de vehículo de significado. La elección de dicho material la hizo Cristo, siguiendo la naturaleza de las cosas: agua, que purifica; aceite, que suaviza; bálsamo, que perfuma; pan, que alimenta; etc.

 

Los signos de los sacramentos son sencillos, casi primitivos.

 

b.- Materialidad.

La materialidad del signo, es de gran conveniencia:

 

1º Está de acuerdo don la manera natural del conocimiento humano. (“Nada se encuentra en el intelecto, que no haya pasado a través de los sentidos” –Aristóteles-):

2º sigue la lógica de la creación. (Que encontramos a Dios a través de la materia).

3º Habla de la bondad de la materia. (Maniqueísmo: corriente sobre el bien y el mal; línea platónica; Teilhard de Chardin habló de la materia);

4º Prolonga la acción del Verbo Encarnado. (En Jesús, Dios se hizo visible –hay un paralelismo-);

5º Hace caer en la cuenta de la pertenencia a una comunidad visible: La Iglesia. (Como una inscripción en algo).

 

c).- Dinamicidad.

Los Sacramentos son signos dinámicos, esto es, son ante todo una acción, no una cosa. Son acción significativa que una persona (Cristo a través del Ministro) realiza en otra persona (el sujeto). Dicha acción significativa es a la vez salvífica. O sea, los Sacramentos producen lo que simbolizan.

 

Los Sacramentos son 7 en número. No es fácil partir directamente de la Escritura para afirmar que son siete. Ello lo sabemos gracias al Magisterio Universal; Magisterio que se apoya en la Tradición unánime de la Iglesia. La Iglesia Ortodoxa (separada muy antes del protestantismo), mantiene firmes los siete sacramentos. (Debemos guiarnos no sólo por la Biblia, sino también por la Tradición, pues la Biblia fue hecha por la Iglesia Primitiva.)

 

B.- Autor histórico y actual.

 

a).- Redención objetiva y subjetiva.

La Encarnación ya es el principio de la Salvación (divinización del hombre).

 

Con la Resurrección de Jesús, esa salvación está adquirida, pero no está terminada. El “todo está cumplido” (Jn 19, 30) de Jesús indica la realización de la redención colectiva. La Humanidad quedaba salvada, pues encontraba su camino hacia el Padre. La Redención objetiva era un hecho, pero la aplicación (apropiación) personal de la dinámica salvadora de Jesucristo por ser redención subjetiva supone la colaboración de cada uno.

 

b).- Autor histórico y actual.

Cristo es el autor histórico y actual de los Sacramentos.

 

Cuando se dice que Cristo es el autor de los Sacramentos, no está significado que lo es simplemente de origen histórico, sino que actualmente El está presente en cada Sacramento.

 

El Sacramento no es cosa, es acción. Es contacto personal de Cristo con el hombre. (“Hacemos de este encuentro personal con Cristo un acto de conversión.” cfr Const. 72). El Ministro actúa en nombre de Cristo, (de ahí que requiera intención expresa y fiel de actuar en nombre de Cristo).

 

Los Sacramentos hacen presentes en nuestro aquí y ahora (“hic et nunc”) las acciones de Cristo que son curativas.

 

-Mt 14, 36: “Le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron salvados”.

-Mt 9, 21: “Pues se decía para sí: ‘Con sólo tocar su manto me salvaré’”.

 

+ Los sacramentos van a ser la continuación del poder curativo de Jesús (curación interna no externa).

-Mt 8, 14-15: “Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se puso a servirle”

-M 8, 3: “El (Jesús) extendió la mano, le tocó y dijo: ‘Quiero, queda limpia’. Y al instante quedó limpio de su lepra”.

-Lc. 4,40: “…todos cuanto tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba”

 

Todos los milagros de Jesús son signos de Salvación. Ej: El paralítico: “Tus pecados te son perdonados” (ya no hay necesidad de hacer milagros para darnos la salvación).

 

C.- DESTINATARIO:

 

Los Sacramentos son para el hombre mientras dura el “hoy”. Nuestro mundo actual es el tiempo que transcurrirá entre la Ascensión y la Parusía. Dios puede dar una gracia aún fuera de los sacramentos, pero éstos son los medios normales para la Salvación.

 

Toda gracia es dada en virtud de la Redención operada por Jesús, lo que significa que la Salvación dice siempre referencia implícita o explicita a Cristo y a su prolongación (La Iglesia). Este es el sentido verdadero de aquella frase que dice: “Fuera de la Iglesia no hay Salvación”.

(esquema)

 

Cfr. Oración Universal del viernes santo, en la cual se pide por el papa, por los gobernantes, por los no-creyentes, etc.

 

 

D.- SENTIDO COMUNITARIO:

 

El cristiano es un personalismo comunitario (pleonasmo) modelado sobre el misterio de la vida Trinitaria. Los Sacramentos producen efectos eclesiales; la vida cristiana nunca está aislada (no es algo individualista: Misa, comunión, etc.)

 

La Gracia es un don (regalo) de participación que nos hace solidarios con Dios y con nuestros hermanos. Gracia santificante: vamos a participar con el mismo amor con que Dios nos está amando (–por medio del E.S.-). Gracia: es un regalo que nos faculta a participar de la vida de Dios con el mismo amor con que Dios nos ama (de ahí que los Sacramentos nos tienen que ir haciendo cada vez más bondadosos).

 

La vida cristiana es la continua conversión de una vida natural a la vida bautismal (me voy acostumbrando a ser hijo de Dios). Es un tomar conciencia y un sacar las consecuencias de la dinámica de filiación divina que desencadenó nuestro bautismo (Const. 93 “ Sensibles a la vocación universal a la santidad, ayudamos a los jóvenes a desarrollar la gracia de su bautismo”).

 

Los Sacramentos son administrados por la Iglesia y en la Iglesia. Ella los da en cuanto que es Sacramento de Cristo. El punto de aplicación es la liturgia.

 

Efectos eclesiales de cada sacramento:

 

+ Bautismo: Da la dinámica de la Vida Trinitaria, que es comunitaria. Hace entrar visiblemente a la Sociedad de los creyentes. Hace pasar de una humanidad pecadora (solidarios en el pecado), a una humanidad santificada (solidarios en Cristo). Al recién nacido, le vamos a dar lo máximo que tenemos espiritualmente, ya que le dimos lo máximo que teníamos materialmente). Además, así como pongo los medios naturales para que la nueva vida se desarrolle, debo de ayudar a desarrollar la nueva vida espiritual. Si no va a haber formación religiosa en el niño, no hay porqué bautizarlo. Si los papás no tienen esa vida espiritual, no hay por qué dar el bautizo al niño. Sólo que algún miembro de la familia –mamá, hermano, padrino- se haga cargo del niño, se le bautizará. No se da a luz en un cementerio, éste no es lugar de vida.

 

+Confirmación: Nos da la capacidad de convertirnos en testigos de vida a lo Cristo, en el estilo de Cristo).

 

+Eucaristía: La Eucaristía es el sacramento de la unión. La presencia real y permanente de Jesús Glorificado entre nosotros. Es el Hermano entre los hermanos; es más, Jesús es el Hermano que nos hace hermanos. (Así como el pan está formado de muchos granos, así nos unimos; igual el vino).[1]

 

+Penitencia (Reconciliación). La Confesión de los pecados es una reconciliación con la Iglesia, además, desde luego, de ser reconciliación con Dios. Todo pecado tiene dimensión social. Al pecar, hago que la Iglesia deje de ser santa en sus miembros; cada pecado, es un atentado contra la santidad de la Iglesia, en ese sentido..

 

Además de lo que venimos diciendo, no se llaga a obtener el perdón de Cristo sino a través de la Iglesia, que es su visibilización actual y operacional. (Cuando asista a una absolución general, tengo que ir a hacer posteriormente una confesión individual y decir mis pecados).

 

La razón teológica por la cual tenemos que acusar nuestros pecados, es porque el mismo Cristo dijo: “A quien le perdonen los pecados, le serán perdonados; a quien se los retengan le serán retenidos”; para eso tengo que confesarlos (esto es, darlos a conocer).

 

+Orden Sacerdotal: El Ministro es esencialmente un servicio para con la comunidad. El ministerio, estructura y organiza la Iglesia con la autoridad de Jesucristo. Este sacramento está produciendo en la comunidad a los pastores.[2]

 

+Matrimonio: Signo de la unión de Cristo con su Iglesia. Elemento natural santificado que apunta hacia el aumento cuantitativo del Pueblo de Dios.

 

Lo que en el matrimonio es símbolo (amor de Cristo a la Iglesia), en la vida religiosa es realidad (total pertenencia a Dios, amor de Cristo a la Iglesia y de ésta a Cristo). El matrimonio es un amor a Dios mediatizado, a través del cónyuge. La inmediatez en ese amor es lo que caracteriza a la vida religiosa.

 

+Unción de los enfermos. Santifica la enfermedad en beneficio de la Iglesia. El Pueblo de Dios ayuda al enfermo a soportar con paciencia y con fruto sus sufrimientos. El Cristiano no muere solo, está acompañado por toda la Iglesia.

 

Cfr. L.G. nº 11 (El ejercicio del sacerdocio común en los sacramentos).

 

E.- Referencias Bíblicas de los Sacramentos.

 

+ En el Bautismo: - Antiguo Testamento:

Abluciones y purificaciones;

Bautismo de iniciación (usado por Juan Bautista);

Las aguas del Mar Rojo;

Las aguas del Jordán (profeta Eliseo y Naamán).

 

- En el Nuevo Testamento:

Jn 3, 4 (Se nos habla de la necesidad de un nacimiento nuevo; Necesidad del Bautismo).

Mt 28, 19-20: “Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

Hch 8, 26-40 (Cumplimiento de la voluntad de Cristo: Felipe bautiza a un eunuco).

Rom 6,4: “Fuimos pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva”.

 

+Confirmación: - En el Antiguo Testamento:

Is 61, 1: “El Espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido yahveh…”

Joel 3,1: “Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne…”

Ez 37, 1-14 (Huesos secos…)

 

- En el Nuevo Testamento:

Lc 3, 21-22 (Bautismo de Jesús; descenso del E.S.)

Jn 7, 37- 39 (El Espíritu Santo: fuente de agua viva).

Lc 4, 16 (La confirmación en nosotros, va a ser la repetición de la unción profética hecha a Jesús y a los profetas).

Hch 8, 14- 17 (Se hace notar la diferencia del Bautismo y de la Confirmación).

 

+Penitencia: - En el Antiguo Testamento:

 

Todo el tema del pecado tratado en el Antiguo Testamento (siempre buscando la expiación).

Las ideas de conversión que llegan a su clímax con San Juan Bautista.

 

- En el Nuevo Testamento:

Mc 2, 10 (Perdona los pecados al paralítico). Se nos quiere hacer ver la relación que existe entre la enfermedad en general y el pecado en general.

Mt 16, 19: “Lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en al tierra quedará desatado en los cielos”.

Jn 20, 2-23: “A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.

 

+Eucaristía: - En el Antiguo Testamento:

 

El sacrificio de Melquisedec (Gen 14, 18)

El cordero Pascual (cfr. Ex 12)

 

- En el Nuevo Testamento

Jn 6, 35: “Yo soy el pan de la vida”

Ultima cena: Mt 26, 26-19, Mc 14, 22-25, Lc 22, 15-20, 1Co 11, 23-27

 

+Matrimonio: - En el Antiguo Testamento:

Se habla del matrimonio natural (Gen 2, 24; 1, 24);

Dt 24, 1 (tolerancia de vida al degenere).

 

- En el Nuevo Testamento:

Cristo se encuentra con eso (repudio de la mujer, etc.) y se pone en contra. Habla de la indisolubilidad del Matrimonio: Mt 19, 1-10.

1Co 7, 10-11 (Habla a los casados. No deben separase).

Cristo une el problema de la indisolubilidad del Matrimonio con el de la existencia de la virginidad. Matrimonio cristiano y virginidad cristiana, sólo son posibles desde una misma perspectiva de fe (Mt 19, 10-12).[3]

 

- El Matrimonio cristiano (por causa del Reino de los cielos), existirá siempre (en nuestro hoy), así como la Virginidad cristiana. Esta última es su contraprueba visible.

 

+Orden Sacerdotal: - En el Antiguo Testamento:

El Sacerdocio mosaico (de Moisés) era figura del nuevo. El Sacerdocio era de Aaron y su descendencia; esto es, era un sacerdocio de línea biológica, de ahí su radical inadecuación y su limitación insuperable. (Cristo va a destruir ese sacerdocio de sangre).

 

En el Nuevo Testamento:

Cristo es el Sacerdote perfecto; es más, es el único Sacerdote, porque es el único mediador entre Dios y los hombres. Cfr Heb 7, 11-25.

Los sacerdotes actuales no son descendientes de Cristo Sacerdote (no es línea biológica), sino sus representantes. Lo representan en: el gobierno (Mt 18, 18: “Todo lo que atéis en la Tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo”); la enseñanza (Mt 28, 20: “Id por todo el mundo… y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado”); el culto (Lc 22, 19: “Haced esto en recuerdo mío”).

El hombre que administra válidamente un sacramento, hace físicamente (acciones y palabras) lo que moralmente hace Cristo. Por eso produce infaliblemente lo que significa (el sacramento). No es nada mágico, ni se trata de posesión de superpoderes (debe actuarse siempre de acuerdo con la intención de la Iglesia).

El sacerdote es como un instrumento de Cristo Santificador (que hace visible a Cristo). El Sacerdote le presenta su cuerpo a Jesús.

Sacerdocio común o Universal: Es la capacidad de ofrenda de sí mismo; capacidad de participación en el culto. Vida religiosa, martirio: grado máximo del sacerdocio común.

Sacerdocio Ministerial: capacidad de santificación de los demás; ve más hacia fuera; santifica a los demás mediante la Palabra y la administración de sacramentos. Episcopado: grado máximo del sacerdocio Ministerial.

Por el bautismo, los cristianos estamos consagrados a Dios (esta consagración es potencial: la iré haciendo a lo largo de mi vida). Mi Consagración religiosa es sacarle las consecuencias a mi bautismo y mi confirmación.

 

+ Unción de los enfermos:

- En el Antiguo Testamento:

Está la teología bíblica de la enfermedad. El pecado es visto como un principio de desintegración. Muerte, y su vestíbulo: la enfermedad, es inmanente al pecado (van pegados). Rom 6,/23: “El salario del pecado es la muerte”.

Ante todo esto, la curación de los enfermos es un signo de salvación, porque contrarresta los efectos del pecado. Sal 103, 3: “El que todas tus culpas perdona y cura tus dolencias”.

Is 1, 6 (aceite: símbolo de curación)

Dt 32, 39: “Yo soy la muerte y doy la vida, hiero yo, y sano yo mismo”.

 

En el Nuevo Testamento

Jesús va a insistir en la no-identificación entre enfermedad personal y pecado personal. Jn 9, 2-3: “Y le preguntaron sus discípulos: ‘Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?’ Respondió Jesús: ‘Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifestase en él las obras de Dios’”.

Todas las citas que se refieren a las curaciones que realiza Jesús como signos de Salvación.

-Mc 6, 12-13: “Expulsaban demonios y ungían con aceite…”

-Mc 16, 17-18 (Dios tiene el poder sobre aquello que nos destruye. Jesús da ese poder).

-St 5, 14-15: “¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo…”

Sobre la Unción de los Enfermos, no se espera ya un milagro exterior; no es un método curativo más (no va a hacer competencia a los médicos)… nos asimila a Cristo doliente… invierte el significado del sufrimiento: de ser efecto del pecado, lo convierte en instrumento de rescate.

 

F.- Efectos de los Sacramentos.

 

+Todos los sacramentos confieren la gracia a quienes los reciben dignamente (con las disposiciones necesarias). El aprovechamiento de la gracia, contenida infaliblemente en el sacramento, depende del sujeto (ej: los alimentos que consumo: La asimilación de los alimentos que tomo, depende de mi cuerpo, de mi organismo).

 

a).- Gracia santificante: en cuanto participación en la vida de Dios.

Hay sacramentos que la instauran, otros que la restablecen, otros que la incrementan.

 

- Los que la instauran: Bautismo. (produce el nacimiento de la nueva vida); Penitencia. Estos sacramentos son sacramentos de muertos; El de Penitencia, puede ser sacramento de vivos si es que sólo hay faltas leves. Los demás sacramentos son de vivos.

 

b).- Gracia Sacramental: son esas gracias especiales propias de cada sacramento, según el fin especial que persigue.

 

+ Bautismo. Confiere fe, esperanza y caridad, como dinamismos de la filiación divina.

 

+ Confirmación: fortaleza en el testimonio cristiano.

 

+ Eucaristía: fraternidad, la unidad de vida.

 

- “La Eucaristía expresará la supresión de la barra que separa al hermano del hermano, aunque no significa que la supresión de las barras del modo de pensar de las estructuras objetivas, de los diferentes horizontes. Significa el encuentro con el hermano más allá de las barreras del mundo personal, indica un camino, para que un día las barreras ideológicas cesen también” (Batista).

 

- “Debéis aceptar a todos aquellos que Cristo ha amado. No hay que decir respecto a ninguno de nuestros hermanos: ‘ a ese no puedo tragarlo’. Tragando a Cristo, es necesario tragar a todos los hermanos y hermanas, de lo contrario nuestra comunión quedará simplemente en el estómago” (Evely).

 

+ Matrimonio: Faculta para la fidelidad, para el cumplimiento de los deberes propios de la paternidad.

 

- El nacer de padres cristianos en la Iglesia de Cristo, es ya en sí y por sí importante, pues el influjo del mundo pecador vive ya aquí rechazado por un ambiente protector. Como en los adultos, la justificación va precedida de obras preparatorias, así la familia cristiana constituye una preparación para el ingreso del recién nacido” (A. Hulsbosch).

 

+Penitencia: Produce la conversión, el mejoramiento de la vida, sea como sacramento de muertos o sacramento de vivos.

 

+ Orden sacerdotal: Concede las gracias necesarias para cumplir el ministerio.

 

+ Unción de los enfermos: la fortaleza para soportar la enfermedad y para vivir la muerte.

 

Hay sacramentos que por imprimir un carácter especial en la personalidad, sólo se pueden recibir una vez: Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal. Porque marca a la persona con un sello especial de pertenencia.

 

- 2Co 1,21-22: “… (Dios) el que nos marcó con su sello y son dio en arras el Espíritu en nuestros corazones”.

- Ga 3, 27: “En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo”.

- Ef 1, 13: “Fuisteis sellados con el Espíritu Santo”.

- Ef 4, 30: “no entristescáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados”.

- El que pertenece a Dios se va a preocupar de las cosas de Dios (pertenencia-apostolado: relación íntima).

- El carácter sacramental en nosotros, es el derecho que tiene Cristo sobre nosotros para usarnos como instrumentos vivos para la gloria de su Padre.

 

Pertenencia y apostolado: Ser de Dios para los hombres

- Consagración y envío (el religioso va a pertenecer de una manera radicalizada: reserva).

- Y esto para ser enviado: (apostolado, misión: así pues estos son consecuenciales)

 

+).- María y los Sacramentos.

 

- El camino para llegar a Dios no es optativo.

- María no es una pantalla que no nos deja ir a Jesús.

- Jesús es el sí de la humanidad al Padre.

- María: la que nos dio a Jesús. Entonces, todas las gracias están tocadas por María

- “María no es sacerdote. Lo que no quiere decir que la santificación sacramental se realice fuera de ella. Las gracias que nos dan los sacramentos son las gracias de Cristo, y en la Eucaristía Cristo mismo. La Iglesia nos comunica a través de los sacramentos la gracia adquirida por Cristo con su redención. María al regalarnos a Cristo está regalándonos toda gracia que de él procede” (Schillebeeckx).

 


 

 

 



[1] Hay que evitar una sacramentalización, sin una Evangelización.

[2] Es importante saber reconocer el lugar de cada uno en la Iglesia.

[3] No puede ser un buen religioso, sino aquel que pudo ser un buen padre de familia. (El padre de familia tiene abnegación, cariño, fidelidad, es decidido, sabe corregir, etc.)