El Jengibre
Herencia Asiática

Muchas veces nos hemos topado con esta raíz en el mercado y nos recuerda la comida china o coreana, pero no podemos dejarnos llevar por esa idea y pensar que no pertenece a nuestra lista de víveres. Nada más rico que un Pollo al Jengibre con Cebollín, un Pescado con Langostinos , o un Té de jengibre para aclarar la garganta. Además, nuestra imaginación nos permite crear infinitas combinaciones en las que el sabor y olor del jengibre pueden hacer de los platos más comunes una novedosa exquisitez culinaria.

Su nombre viene del sánscrito "singabera" que significa "en forma de cuernos". Esta raíz posee un gran número de virtudes; entre otras, estimula el apetito , cura las anomalías digestivas y se utiliza como condimento para las comidas. En la alta cocina se recomienda utilizar esta raíz en platos agridulces y postres, pero no por ello debemos descartar la en platos salados, carnes, legumbres, salsas y sopas.

Desde tiempos remotos, ya en el siglo V, se utilizaba en la comida de los marineros para evitar los mareos en alta mar y el escorbuto. Y en l medicina hindú se usaba para curar enfermedades musculares y reumáticas.
Es fácil encontrarla tanto en Oriente como en Occidente, Africa, Las Antillas y Suramérica. En Venezuela, es común encontrar el jengibre en Guayana, el cual resulta muy bueno en sabor y tamaño.

Yo, particularmente, lo utilizo en la cocina como sustituto del ajo. Es recomendable probarlo en cantidades moderadas hasta lograr el toque exacto de acuerdo a su gusto. Puede utilizarlo rallado finamente en un arroz verde o en unos vegetales al vapor añadiéndolo, también rallado, al agua. Si no desea masticar lo, y si no está familiarizado con él, es preferible que lo añada en trozos a la juliana que pueda luego "escarbar" y extraer con facilidad.

Para un plato excelente, y fácil de preparar , tome 4 presas de pollo guisado en agua con sal, unas cuatro ramas de cebollín picado de unos 5 centímetros de largo que se añaden, sólo al final de la cocción, para que no se marchiten tanto, una cebolla grande a la juliana y, por supuesto, lajitas de jengibre. Si lo desea sofría un poco el pollo antes de añadir el agua que no lo cubra totalmente y deje para lo último, cuando esté mermando el líquido, el cebollín.

Otro plato exquisito y fácil de preparar son unas ruedas de dorado, o filetes de salmón, con champiñones, jengibre, tiritas de pimientos españoles y un toque de vino blanco. Entre las carnes rojas es mejor en las tiernas guisadas como la ternera; o en medallones de lomito sofritos en aceite de oliva, sal, alcaparras y jengibre rallado.

Luis Valderrama