“...Chavat, nombre ternario de Eva, que agregado al de Adam forma el nombre de Jehovah. Adam es el tetragrama humano que se resume en el Jod misterioso, imagen del falo cabalístico. Unidos forman el tetragrama divino, la palabra misteriosa que el Gran Sacerdote pronunciaba: jodchéva, y que se pronuncia separadamente: Iod, Hé, Vau, Hé. Nombre santo, principio de la vida y del amor. Es la palabra que los Israelitas nunca pronunciaban y que se halla inscrita en el vértice de toda las iniciaciones, la que irradia en el centro del triángulo flamigero del grado 33 del Rito Masónico Escocés  que, en otra forma, se ostenta en la cima de los portales de nuestras catedrales, y significa: El Ser que fue, que es  que será. No debiendo ser pronunciado por los profano se lo sustituía por la palabra Tetragrammaton (“cuatro letras”), o por Adonay (señor). El Jod, principio creador es el falo ideal, o jakin, la unidad, representa el principio masculino, la fuerza, el hombre, el sol, todo lo activo y positivo. Chavat o Eve, el principio creado, el cteis, formal, o Bohas, el binario, que significa el principio femenino, la hermosura, la mujer, la luna, todo lo pasivo y negativo, lo que aún no vive una vida personal, pero que irradia una fuerza recibida para transmitirla a su alrededor.”