LA IGLESIA GNOSTICA

 “ Los Griegos dieron a conocer los Misterios, los Hebreos las escrituras y la kabala, y los Romanos basados en esas dos columnas, comenzaron una nueva época de transformación...El puente que da acceso del Antiguo al Nuevo Testamento, lo forma el evangelio de San Mateo, que fue el único escrito en Hebreo, todos los demás lo fueron en Griego. También el Antiguo Testamento, en su parte septuagésima fue hecha en Griego.
 El Griego y el Hebreo, son dos idiomas completamente distintos en el sentido ideológico. He aquí por qué se encuentran tantos errores en las traducciones bíblicas que, a su vez, dieron motivos más que suficientes para que existiera aquellas tirantez y aquellas luchas encarnizadas que sostuvieron los gnósticos, los primitivos, exigían la aceptación de la Biblia en su genuina escritura griega y los neocristianos disconformes, la mandaron redactar y componer adecuadamente, acomodándola a su criterio en latín.
 Hoy los Gnósticos modernos estudiamos esas diferencias que constituyen investigaciones muy amenas y de sumo interés. Dice un gran filosofo, que los Judíos formaron a Cristo, los Griegos lo comprendieron y los Romanos lo aprovecharon. El Cristianismo, con esta base falsa, se hizo religión del Estado hacia el siglo IV y desechó todo lo escrito en lengua Griega, perdiendo con ello el verdadero germen.
 Todos los grandes Gnósticos que fueron a la vez verdaderos santos de la Iglesia Romana, escribieron sus enseñanzas y las explicaron en griego, luego San Agustín, y antes que éste Tertuliano, las escribieron en el idioma Latino. Y por último, San Ambrosio, San Jerónimo y el mismo San Agustín, dieron un tinte romano a la religión cambiando con ello el puro y santo gnosticismo por una especie de romanismo convencional. La sabiduría, entonces, fue reemplazada por el dogma judío...
 El Hebreo tiene un fondo significadamente comerciable y materialista, mientras que el Griego es en su esencia puramente espiritual.
 Pero acaeció, como en todas las cosas cuando están para derrumbarse, que hubo gnósticos que transigieron y otorgaron concesiones y entonces se formaron las sectas con que tropezamos al hacer estos estudios, encontrándonos con dos sistemas distintos, el que mantuvieron los Griegos y el que quedó unido a los latinos.
 De entre estos dos sistemas, surgió uno herético y es este precisamente el que han combatido siempre los teólogos sin darse cuenta que el verdadero, el que sostuvo la verdad es toda su pureza, es el que proviene del Griego, que es el que ha sido conservado hasta nuestros días en sociedades ocultas y que ahora nosotros volvemos a poner al alcance de la humanidad.
 San Jerónimo, quien vivió cuarenta años en Belén fue el verdadero autor de la Vulgata Latina, y al encomendarle el Papa Dámaso que hiciera su traducción, le encargó previamente de que encauzara las cosas hacia el terreno que era el interés del catolicismo...La misma iglesia no tiene inconveniente en confesarlo así. Luego, todas las demás traducciones de la Biblia, incluso la Luterana, se han basado en los trabajos de San Jerónimo, que ya eran defectuosos de por si y lo que es peor, defectuoso intencionalmente. Aunque los protestantes aseguren que Lutero hizo su traducción del original Griego, no es esto verdad puesto que Lutero no sabia Griego, solo conocía Latín y algo de Hebreo. Nosotros, los Gnósticos, no andamos encubriendo por el propio interés las enseñanzas bíblicas falsificando traducciones. La que ofrecemos al mundo, es la verdadera que es un libro inmenso, oculto y de un gran poder iniciatico.
 

La Pistis Sophia

 Al redactarse esta obra, se supone que han transcurrido once años desde la resurrección de Jesús y lo escribe razonando con sus discípulos en el Monte de los Olivos y dándoles a conocer las grandes y sus puras verdades iniciaticas. Por el vestido de luz que le rodea ha podido atravesar el mundo suprasensible y, remontándose de esfera en esfera, le han sido franqueadas todas las puertas, amedrentando a los mismos Arcontes o guardianes de aquellos lugares, quienes le han adorado...
 Jesús arriba al plano donde están esos Arcontes o Señores Tiranos, cuyo príncipe es Adamas. Ellos vienen a ser los dueños del destino. Pero Jesús, provisto de su habitual heroísmo, llega al eón 13 donde se encontraba estacionada primitivamente la Pistis Sophia, y en relación con esto, cuenta a sus discípulos la historia de este ser misterioso que, pretendiendo llegar a la región de la luz suprema atravesando los doce eones, sale de su monada limitado por el eón 13 y al ascender en su vuelo es arrojado por los mismos Arcontes en la inmensidad del caos.
 Tal era la triste situación de la Pistis Sophia, hasta que el Padre le envió a Jesús como libertador…Jesús entonces, apela a Gabriel y a Miguel para que la lleven en sus manos con el fin de que ninguna de sus partes se pierda en las tinieblas, y así es trasladada desde el caos hacia un lugar que se encuentra bajo el eón 13. Por fin, después de una lucha cruenta Jesús despoja a los Arcontes de su luz y la Pistis Sophia es conducida al sagrado lugar, donde mora desde entonces con todos sus hermanos invisibles.
 En la historia de la Pistis Sophia, el relato se interrumpe repetidas veces con el recitado de varios himnos que ella hacia llegar del caos a la luz. Estos son 13, y cada vez que Jesús recita uno a sus discípulos, los invita a dar su explicación.
 En el libro cuarto se habla de la resurrección de Jesús, quien, se dice, ha vencido a los Arcontes del Destino y la fatalidad cuya sombra nefasta dejará de pesar en adelante sobre los hombres…Aquí refiere Jesús a sus discípulos las hazañas de estos Arcontes  hijos de Adamas que, persistiendo en su afán de procrear, dieron a ser a los Arcángeles, Angeles, Liturgos y Decanos hasta que intervino Jeú a quien Jesús le llamaba PADRE DE MI PADRE. Jabraoth Adamas y los suyos se obstinaron en su pecado por lo cual Jeú los ató a la esfera en donde actualmente forman parte del Zodiaco, viniendo a ser estos Arcontes del Destino los que tiranizan a los hombres y cuyos pasos trata de investigar la Astrología...
 Aún continúa la descripción, de la manera torturante como los Arcontes penetran en los hombres y los incitan al mal, atrayendo sobre ellos terribles castigos y perdición absoluta...
 El libro integro, intacto, el verdadero original Griego, tal como se escribió y con toda su pureza de enseñanza, está en poder de nuestra Santa Iglesia, como reliquia esotérica, que no se da a conocer más que a aquellos que están en condición de recibirlas, sus profundas y claras verdades...

La Creación

 Si las crónicas sagradas hablan de 12 Elohim o ángeles caídos que se encargaron de la dirección de los diferentes mundos y fueron colocados en diversas esferas o regiones comenzando por Atma o Dios, naturalmente impersonal, es lógico que deba existir en el polo opuesto la misma manifestación. Así lo enseñan los Gnósticos.
Hay que tener en cuenta que la polaridad exige la existencia de dos puntos de oposición, es decir frente al Sol ha de haber oscuridad; frente al reino de la luz, un reino de tinieblas, frente a Dios, por consecuencia, un principio también impersonal, una fuerza del mal...
Si unos de esos ángeles se separaron de su núcleo para subir, otros lo hicieron contrariamente para descender, unos se desviaron de Dios mientras que los otros lo hicieron del diablo.               Cuentan que los doce ángeles que quedaron con Lucifer eran de carácter masculino y los que de el se desviaron de carácter femenino. Ambos en su genuina tendencia, tenían que encontrarse y al chocar el producto masculino con el femenino, tuvieron que unirse mediante los sexos. La mujer, quería subir, tomar parte masculina activa, pues sin ella no era posible su ascensión, en tanto que el principio masculino procurándose más apropiado descenso, buscó el acto sexual para seguir sin interrupción su ruta.         He aquí pues el misterio del Paraíso...        La mujer, el eterno femenino, llega en un momento adecuado para detener la marcha del ser masculino y hacerlo retroceder. Pero una vez unidos, juntos los dos, en un andragonismo perfecto y pueden arribar hasta Dios mismo hasta quien la mujer habrá de llegar enlazado al hombre, por vez primera...De este modo observamos, que la redención reside exclusivamente en el acto sexual.    El mundo manifestado se hizo cuando el bien y el mal se unieron, cuando Dios y el diablo, se fusionaron como arquitectos, pues en un principio y antes de que las cosas fueran, tanto el bien como el mal, absolutos, no eran comprensibles hasta que no tomaron forma.           Hablan también los Gnósticos de un SEMEN DE LUZ que fue producido al acaecer por primera vez esta fusión, cuyo semen de luz llena indudablemente todo el espacio...A este espacio llaman Hebdoma; es la luz astral.      No obstante, en los comienzos sólo existió el bien absoluto...     Pero tengamos en cuenta que Dios (el bien absoluto) es eterno, mientras que el diablo (su polo opuesto) no lo es. Este último fue formado del demiurgo, de las pasiones todas que descendieron a tomar carne, para preparar luego el sendero de la ascensión. A esta manifestación de las pasiones, llaman Jaldabaoth, estando nuestra tierra regida por javeh y Cristo en constante lucha. Javeh es el genio del mal, es el demonio y recomendamos estudiar la Biblia respecto a esto y verán el papel nefasto de ese genio del mal, descrito en el antiguo testamento.    Uno de los ángeles, llegó a tomar figura humana y este fue Jesús, quien recibió encomendada la labor de predicar y dejar entrever los sagrados misterios del Yo y de su substancia divina.           Jaldabaoth tenia seis hijos y uno de ellos era Adeneus o Adonai.    Las potencias o fuerzas de éstos ángeles, se manifiestan mediante las constelaciones y conservan dos polos, dos octavas, una alta y la baja siniestra como inherente al diablo. Es al hombre a quien toca asirse a la primera y rechazar con denodado empeño la segunda.

Luz y Materia.

 Tengamos en cuenta que todo lo radiante proviene del sol, el sol es el gran creador de la vida y a él deben su existencia muchos otros planetas, además del nuestro.
 Asimismo sabemos hay, que la luz es también una substancia, que es materia y que es ella la que constantemente se transforma en tierra y se convierte en todo lo que vemos, sentimos y somos...Porque, en efecto, somos sol transformado a causa de que la energía del Logos Solar es la que teje y desteje cuanto existe y es la que constituye y hace cambiar de forma...
 El Sol, a su vez, depende de otro Sol Central. El por si mismo no es más que un mediador que nos crea, por la acción imperativa del Créstos Cósmico.
 Este Créstos no es Maya, no es ilusión, ni siquiera un símbolo. Es algo práctico, real y evidente y como tal Logos, tiene su resonancia, su ritmo, su tono...Platón dijo, que el Logos suena...Y Pitagoras afirmó, que el Sol tiene su ritmo...De este modo, el Créstos Cósmico, tiene su positividad afectiva y es una substancia, una fuerza, una conciencia actuante. La materia es, por esa acción, luz materializada...
 Ya en el Génesis, se encuentra en primer lugar el Fíat Lux y luego, como consecuencia de este esparcimiento de semen luminoso, la concreción de todas las cosas materiales.
 La luz, pues, se transforma y llega a estados sutilisimos de espiritualidad. La luz, en este caso, con esta transformación es lo que denominamos luz en el sentido intelectual, ético y psíquico.
 En la transformación de esa substancia luz, está todo el misterio de la Eucaristia. Cúantos milagros llegó a realizar el Rabí de Galilea (Logos Solar) a su paso por la tierra, no fueron más que adecuadas aplicaciones de esa substancia de luz del sol, utilizado en su estado más psíquico.
 Pitagoras, antes que Goethe, nos habló del sonido de los rayos solares y ambos tuvieron razón al afirmarlo. Una palabra suena y así como su vibración material hiere los oídos físicos, el sonido de la palabra solar, el substratum, se escucha con los sentidos astrales. El camino a seguir para unir ambas cosas, está en el aprendizaje de la vocalización o como antes dijimos, en la pronunciación de los mantrams sagrados.

Epifanía

 Epifanía es una palabra, procedente del Griego, que aún siendo la ocupación y preocupación constante de los teólogos, no ha sido posible obtener resueltamente sobre ella una justa y acertada explicación.
 Sin embargo, nosotros podemos decir que entendemos por Epifanía la Redención, la Ascensión o la Manifestación de Cristo en nosotros...
 Cristo es la Luz del Mundo, la influencia energética que a todo anima, es el Logos Solar que en todo opera y, sin el cual, nada tendría existencia. Es Dios, es el Logos o la Esencia Solar, es la fuerza del Espíritu que está hundida en el sol y alienta tras de él. Es la substancia intima que se infiltra en las plantas y las hace crear, transformandolas luego.
 El Sol se acerca y profundiza en la raíz del trigo, impulsa su energía ascendiendo, hace crecer el tallo, dar la espiga y, finalmente, se concreta en el grano. Dado el grano, lo demás muere, tallo, espiga y raíz se descomponen y queda tan solo el corpúsculo de trigo con su potente poder de alimentación y fuerza energética, como en el carbón queda el fuego concentrado, que al convertirse en pan, no es sólo un hidrocarburo, sino vida solar, Cristo aún en potencia...Luego, al entrar en nuestro cuerpo, comienza la gran transmutación en sangre, en hormonas, en tejidos, en huesos, etc. Si en todo hubiera elementos muertos, nada seria construido dentro de nuestro organismo. Pero es Cristo, la vida solar la que impera constantemente, y es ella la que teje y desteje, la que forma y transforma cuanto tiene desenvolvimiento bajo el Sol.
 El pan, no es sólo materia, ni sólo energía motriz, sino Conciencia-Cristo. Igual pasa con el vino, el agua de la montaña en sus ventisqueros, va infiltrándose en la tierra. De allí toma la energía concentrada en las raíces de la vid y haciéndola pasar por la cepa o tallo duro, la obliga a ascender hasta encerrarse en la uva y producir su jugo que más tarde se convierte en vino. Pero mientras está en la uva, va percibiendo la influencia solar del Cristo, la que luego es transmitida al vino mismo y en el queda como potente sustancia de vida.
 Para que una semilla madure, ha de pasar durante algún tiempo por el estado de semilla misma, conservando su pietra envoltura o su dura cascar y esto sucedió con las civilizaciones chinas e hindú, La época de su florecimiento fue la época de la semilla dentro de la cual quedaba encerrado el Logos Solar como en cofre hermético...Al nacer el Nazareno y al ofrendar su heroico sacrificio sobre el Gólgota a toda la humanidad, hizo estallar esa semilla floreciendo instantáneamente el nuevo periodo del Yo que llega hasta nuestros días.

Yo Soy

 Yo Soy el Pan,    es el remedio contra el egoísmo del Yo.
 Yo Soy la Luz,    contra el temor del Yo.
 Yo Soy el Buen Pastor,   contra la debilidad del Yo.
 Yo Soy la Puerta,    contra la emoción enfermiza del Yo.
 Yo Soy la Resurrección,  contra la petrificación del Yo.
 Yo Soy el Camino, la Verdad y la vida, contra la pobreza del Yo.
 Yo Soy la Vid,   contra la dureza irresistible del egoísmo del Yo.

Sobre todos ellos, hay uno  que a todos abarca: YO SOY LA LUZ
 
 
 
 

 En la noche, al irnos a acostar, nos vamos al seno del Padre, que es el Invierno, la muerte. Por la mañana, al despertar, moramos en el Hijo, que es la Primavera, el nacimiento en Belén. Al mediodía, cuando el Sol está en lo alto y nos inunda la vida, vivimos en el Espíritu santo, que es el verano con su divino fuego.