Kristali Ovida Obcuirité

Nombre: Krístali Ovida Obcuirité Edad: 14 años Fecha de nacimiento: 24 del segundo mes de 3011 Significado de su nombre: "Cristal que será rey (reina) de la oscuridad" Lugar de nacimiento: Kialetra, Cairir, Reino de la Oscuridad. Lo que más adora: La vida fuera de palacio Lo que más odia: A los mentirosos e injustos Sentimiento especial para ella: Amistad Principales Cualidades: Ser justa y responsable Principales Defectos: Desconfianza Comida que más le gusta: ?? Comida que menos le gusta: ?? Familia: Madre: Akirari Obcuirité; padre: Chinora Ovida Cargo: Princesa de la Oscuridad.

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Conocida como la Rosa Blanca, la Princesa Krístali Ovida Obcuirité; hija de Akiraki Obcuirité Daliar y Chinora Ovida Arriano. De carácter frío y aparentemente solitario. Poco sociable, dueña sí de una gran ironía. Cariñosa, para quien la conoce y muy leal a su gente, a quien quiere, a su pueblo y a su reino. Tiene una única y gran amiga a la cual su amistad no abandona incluso a kilómetros de distancia. No acepta fácilmente las injusticias, ni que la pasen a llevar. No le gusta que la juzguen por lo que tiene, lo que la lleva a estudiar a un colegio normal. Quiere tiernamente a su padre, el cual, de origen plebeyo, le enseña a vivir la vida de una manera simple, pero concisa. Su madre es una gran apoyo para ella, como una confianza y amiga, mas se crea cierta distancia entre ellas luego de la muerte de su padre. Odia a Dracma, el consejero de la corte, porque siente y muy por dentro sabe, que sus mayores sufrimientos han sido de su intención y culpa. En los momentos difíciles y en los felices también ha estado con ella su institutriz, tutora y más que todo amiga y compañera, la duendeza Chikal, quien a cuidado de príncipes y princesas de la dinastía Kialetron desde mucho tiempo, más de lo que muchos recuerdan. Krístali la quiere y estima mucho. Eso sí, Krístali tiene el típico caso de la realeza, cuando algo la molesta no piensa que es ella la que se debe adaptar al ambiente, sino que el ambiente se debe adaptar a ella, lo que la hace en varios casos, un poco terca.

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