![]() Las frondosas viñas y sus doradas espigas muestran sus benditos frutos para conjuntamente ofrecérselos al paso de la Carreta del Simpecado. Todos los rocieros se lanzan al camino y Chucena se queda sola. El espíritu de hermandad desde muy antiguo se mantienen entre su gente, que, apiñadas detrás de la Carreta, van dando y testimonio de unidad, devoción y respeto que la hacen inconfundible. ¡Que alegría ver a los hermanos unidos ! El campamento aldeano queda vacío cuando llega la hora de los actos oficiales. Con la sonrisa en los labios y las lagrimas en los ojos, van participando de todo lo rociero, como si de Hermandad Centenaria se tratara y cada uno de ellos, en su interior, va rezándole a la Blanca Paloma. |
La Hermandad de Chucena inicia su camino hacia el Rocío el jueves. Tras la Misa de Romeros que se celebra a las nueve de la mañana en la capilla de La Hermandad, sita en la calle Rábida, se empieza un emotivo recorrido por el pueblo. Cohetes, caballistas, cantes y trajes camperos hacen que la jornada sea inolvidable. La comitivas pasa por las puertas del Ayuntamiento y mas tarde se dirige a la iglesia parroquial para despedirse de su patrona, la Virgen de la Estrella y, también, de la Hermandad de Penitencia, el Cristo de Burgos y Nuestra Señora de Los Dolores. La caravana sale del pueblo y se concentra en la explanada del templo de Alcalá de la Alameda, lugar en el que se celebra la romería de la Divina Pastora y San Isidro Labrador. Los romeros enfilan la carretera en dirección a Hinojos, donde es recibida con los brazos abiertos por la Hermandad de esa localidad y donde se reza una salve. Allí los ¡Vivas ! a la Blanca Paloma brotan espontáneamente de las gargantas , entre la alegría generalizada. Otra vez en el camino, la Hermandad de Chucena se dirige a la llamada Venta de los Pinos, donde se aprovecha para tomar un pequeño refrigerio. El almuerzo y el sesteo serán más tarde, concretamente en el Puente Serrano. Se continua la marcha hasta la Cancela de la Cabeza Rasa, lugar elegido para pernoctar y vivir momentos de sana convivencia rociera además de rezar el rosario alrededor del Simpecado. La siguiente jornada se inicia con la Santa Misa. La caravana sigue su camino hasta Almoralejo, donde se almuerza y se aprovecha para descansar y reponer fuerzas. Los corazones del los peregrinos laten con impaciencia pues el reencuentro con la Blanca Paloma, Reina de las Marismas se aproxima. De ahí hasta el puente del Ajolí, que se cruza con la Hermandad madrina de Pilas alrededor de las seis de la tarde. Ese es un momento muy emotivo que rezuma sabor rociero y devoción a la Virgen. La entrada también es inolvidable. Cuando el Simpecado es colocado en su capilla los ¡Vivas ! a la Señora y las felicitaciones al hermano mayor se suceden. La espera de todo un año ha merecido la pena. |