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La Real, Antigua, Fervorosa, Noble y Humilde Hermandad de La Palma del Condado, es la decana de las Hermandades Filiales de la provincia de Huelva. Su origen se pierde en el tiempo, aunque en el año 1985 celebró sus 400 años de peregrinar a la aldea almonteña, según su libro de Reglas que data de 1885.

La historia de esta Hermandad, es de las más ricas que se pueden narrar de entre todas las Hermandades Filiales, caracterizándose por el fervor y el cariño que todo el pueblo de La Palma le profesa a la Blanca Paloma.

La Hermandad de La Palma fue la fundadora en 1948 de las Peregrinaciones Extraordinarias que las Hermandades del Rocío realizan aparte de la Romería.

Es la única Hermandad Rociera que tiene reconocida la Hermandad del Pastorcito del Rocío y que peregrinaban el día de la Epifanía, el 6 de Enero, llevándoles juguetes a los niños aldeanos.

La Historia del Rocío está llena de aportaciones importantisimas de esta Hermandad dando ejemplo siempre de fervor, recogimiento y humildad.

La Real, Muy Ilustre, Fervorosa y Humilde Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de La Palma del Condado, realiza siempre el mismo camino hacia la aldea almonteña, donde se encontrará con la Reina de las Marismas. Este, en el sentido emocional, comienza el jueves cuando en el convento de las Hermanas de la Cruz se celebra la Santa Misa de Bienvenida. En ella tiene activa presencia una asociación de la Hermandad del Rocío de Valencia, además de las Hermandades de Toledo y La Palma, unidas bajo el ideal de dar culto a la Blanca Paloma. Hasta hace unos años también acudían las de Badajoz y Ronda, que ahora toman otro camino.

Las carretas de los Simpecados de Toledo y La Palma se quedan toda la noche delante de la iglesia parroquial en la Plaza de España, donde serán veladas hasta el alba, cuando tiene lugar la Misa de Romeros.

La alegría y la esperanza de encontrarse con Ella envuelven a los romeros, entre los ruidos de los cohetes, los cantes, las flautas y los tamboriles, que tiene su inicio oficial en una Salve que se reza ante la imagen de la Virgen que existe en la plaza del Rocío. La comitiva emprende camino a Bollullos, donde se produce un momento muy emotivo cuando paramos frente al monumento a la Virgen de las Mercedes. De allí seguimos por la carretera hacia Almonte, aunque al mediodía se hace una parada para rezar el Angelus.

En Almonte se produce un momento de gran fervor ante la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con lo que la corporación se dirige hacia la aldea. Llegamos al Chaparral y cogemos el camino de Los Llanos. Ya hemos dejado la carretera y hacia las tres o tres y media de la tarde llegamos al Hogar del Pastorcito, donde siempre dejamos algunos articulos como ropa y alimentos. Se produce otro momento muy emotivo cuando un niño disminuido, de los que están acogidos en el centro, deposita frente al Simpecado un pequeño ramo de flores.

La Hermandad de La Palma cruza la carretera y se sitúa en su margen derecho, realizándose la acampada en los pinares, un poco más adelante de la venta de la Piedra, donde se almuerza. Allí los romeros descansan con la mente puesta en su encuantro con la Blanca Paloma. Sobre las seis de la tarde se inicia la marcha, llegandose a El Rocío alrededor de las ocho.