Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción. Su construcción se inició en el año de 1875 y se terminó en 1899. Se consagró y dedicó solemnemente a la Inmaculada Concepción en 1938 y fue declarada Catedral al declararse el obispado de Mazatlán, en el año de 1958. En esta obra arquitectónica son notorios sus elementos de estilo neogótico, entre ellos la fachada, las ventanas laterales con arcos apuntados y los remates de las esbeltas torres que asemejan agujas ojivales. Una característica que la distingue de otras catedrales es el vestíbulo o portal que tiene al frente, el cual es sostenido por tres altos y elegantes arcos de cantera. Bajo el portal se encuentra el acceso al templo con arco de medio punto flanqueado por pilastras y nichos; las pilastras sostienen el entablamento y un frontón recto decorado con relieves.
El interior es de planta basílica: tres naves, techadas con bóvedas de arista. Una profusa decoración de figuras vegetales engalanan gran parte de los muros y pilastras de las naves así como los arcos del coro. Al frente, destacan tres retablos de cantera, el principal de ellos es de estilo neogótico y lleva la imagen de la Inmaculada Concepción. El altar central está elaborado con mármol de Carrara e iluminado con grandes candiles de cristal.
Se considera este lugar como el corazón del Mazatlán antiguo, ya que en sus contornos se ubican varias construcciones que datan del siglo XIX. Al centro se encuentra un kiosco y alrededor bancas y áreas verdes, donde se pueden disfrutar de momentos apacibles, sin el ruido y tráfico de las zonas comerciales.
Entre los edificios más notables situados frente a la plazuela están el que fuera edificio Iturbide, reconstruido como parte de las obras del Teatro Angela Peralta, y los portales de Cannobio, que pertenecieron a una familia Italiana.