“La gélida brisa que
daba nombre al valle del Viento Helado silbaba en sus oídos
y su incesante gemido sofocaba la charla despreocupada que solían
entablar los cuatro amigos”.
Bruenor, el enano, Wulgar,
el bárbaro, Regis, el halfling, y Drizzt, el elfo oscuro se
dirigían a Mithril Hall, la antigua tierra natal
de Bruenor y de sus antepasados, donde esperaban quedar deslumbrados
al contemplar los ríos de plata que fluían
en aquel lugar.
Cuando consiguieron penetrar
en la gran ciudad subterránea
del clan Battlehammer, y gracias a las historias explicadas por Bruenor,
pudieron imaginarse fácilmente a “diez mil enanos, incansables por
la pasión de su amado trabajo, golpeando los
bloques de mithril y cantando oraciones a sus dioses”.