... "Viva el cambio positivo creciendo con igualdad" ....
Cambio y crecimiento
¿A que? ¿a donde?
En la rutina o en los medios no es extraño escuchar de los "cambios", incluso parece haber una "sed de cambio". Hasta parece estar en nuestro subconciente... si al equipo chileno de futbol le va mal ¡fuera entrenador! es el clamor popular. Hace unos años la politica nos recitaba hasta el cansancio del "cambio positivo" (que es la definicion de crecer), del "crecer con igualdad". "Cambio positivo", "Crecer", ideas que suenan muy hermosas, y muy deseadas por todos nosotros, cuan mas cuan menos, pero... ¿como sabemos que crecemos? ¿como sabemos que cambiamos para mejor?
No es raro tambien en los medios ver el culto al cambio, pero ya que para muchas "figuras" de la TV, ese medio se restringe apenas a la imagen, a lo visual, estas reaparecen de cuando en vez con "un estironcito aqui... un estironcito aca", con el pelo cada vez mas claro (y no de canas precisamente), y con sonrisas orgullosas de su "cambio". Eso no está mal en sí, si es consecuente con todo un proceso de crecimiento integral como persona. Pero ¿cual es la realidad? apenas al abrir la boca, muchas de esas figuras dejan en claro que el cambio solo se ha quedado en la forma. No estaria mal si no les bastara con esta "ilusion de crecer" poniendose tacos mas altos, trapos mas vistosos, con barrigas fajadas bajo del terno, una ilusion que solo trata de tapar una realidad triste para muchos, de que interiormente, como persona, es poco lo que crecen, si acaso.
Y (como dijera Marshall McLuhan)... como "el medio es el mensaje" y dictador del conciente y subconciente chilensis, es fácil caer en esta ilusion de cambio: auto... ultimo modelo, ropa... ultimo grito (o alarido) de la moda, "fashion emergency", "Vasquez + Caceres institute for rejuvenecimiento". Si no esta al alcance del bolsillo, esta al alcance de los sueños por los que suspiran no pocos chilenos. El que tiene, lo paga; el que no, hace lo que puede en esta carrera loca por "cambiar y crecer". Si tras esta carrera, traspirando y farfullando de cansancio, uno se da cuenta de que "todo lo que ha crecido" se remite apenas a "todo lo que ha conseguido", quizas mantenga la ilusion de haber crecido pensando que todo eso le pertenece, pero al fin y al cabo ¿a quien pertenece, en tiempos que la moda es desechable, que las platas en cualquier momento pueden caer en "corralitos", que los lujos (y no tan lujos) son rastreados por los amigos de lo ajeno, y hasta por el simple hecho de que el maquillaje debe retirarse antes de dormir (buenas noches verdadero yo)? ¿a quien? Lo que nos pertenece verdaderamente somos nosotros mismos. Si tras esta carrera, despues de recuperar el aliento, uno es capaz de ver por sobre esa montaña de idolos de barro por los cuales se ha corrido, y mirarse a uno mismo, en la esencia, y preguntarse si se ha crecido, entonces, aunque la respuesta sea negativa en ese momento, al menos habra esperanza de comenzar otra carrera en una mejor direccion.
Isabel "Llanten"