-¡Giol greeeeeeeeehhhh!!!!...Y esto le dió mucho susto a
D.Pancracio. Entonces, la barragana, que se llamaba
Casilda Ondarreta Itxakaterinamendi, se convirtió en zombi,
que es un tipo de muerto viviente, con los ojos
preferiblemente blancos, babeando muchos ascos, y
haciéndose como la joroba de ese de notredams.
-¡Giol greeeeeeeeehhhh!!!!...Gritó Casilda, pero no le
salió tan bien como el grito de antes. D.Pancracio no
pudo evitar el descojone ante semejante chorrez de gritito
y se rió mucho mientras golpeaba la cabeza de Casilda
con el candelabro de bronce de la mesilla de noche.
- JA JA JA, vaya mierda de grito!!!...¡¡¡Toma Jodido
engendro!!!. Y D.Pancracio hundió una vez más el
candelabro en su cabeza, tan desfigurada ya como la de
Cobi. Entonces se murió y ya está.
Si D.Pancracio hubiera sabido vasco y no se encontrara
bajo los efectos de alucinógenos tan potentes como el
LSDes, no se hubiera cargado a Casilda por decir en
vasco: Giol greeeeeeeeeeehhhhhh!!!!!*
FIN
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