Gunther era el primogénito de una acaudala familia de mercaderes de Altdorf, cuya única preocupación era saber a que fiesta iba a acudir cada noche.

Durante un viaje de recreo que realizaba junto a sus familiares, estos enfermaron al llegar a Nuln, donde murieron a los pocos días. Este hecho cambió a Gunther radicalmente, ya que empezó a obsesionarse con encontrar la forma de vivir eternamente. Esta búsqueda enfermiza no sólo le llevo de un lugar a otro del Imperio, sino que le hizo ir perdiendo la cordura durante el camino. Tras pasar varios años escuchando leyendas sobre fuentes de la eterna juventud, buscando en bibliotecas, en anticuarios, en ruinas, etc., encontró casualmente un fragmento del Libro de Nagash. Tras una atenta lectura del mismo acabó convenciéndose de que si que era posible "vivir" eternamente.

Decidió que Nuln sería el comienzo de su venganza contra el mundo, y con el dinero que le quedaba de la fortuna familiar adquirió varios edificios cercanos al cementerio de la ciudad. Desde su nuevo refugio empezó a estudiar con detenimiento los caminos de la magia necromántica y fue creando un pequeño grupo de adeptos. En unos meses era capaz de animar sin ningún problema a un considerable grupo de esqueletos y zombis; para probar sus nuevas habilidades, decidió preparar una emboscada a un mago del Colegio Celestial al que llevaba tiempo observando salir de la ciudad por las noches para estudiar mejor el firmamento. El ataque tuvo éxito, derrotó al hechicero fácilmente y se apropio de sus objetos. Su desequilibrada mente entendió esta fácil victoria como una gran hazaña, por lo que tomó la decisión de atacar Nuln casi de inmediato. Afortunadamente para la ciudad, sus poderes no eran tan grandes como él creía, y tras unos momentos iniciales de pánico y descontrol, las tropas imperiales derrotaron con relativa facilidad a la pequeña horda de esqueletos y zombis que salían de la residencia de Gunther. Al ver que todo estaba perdido, reunió sus enseres y huyó hacia el oeste, a Bretonia.

Una vez allí, y nada más escuchar las historias que circulaban sobre Moussillon, decidió dirigirse inmediatamente hacia la ciudad. No se sabe con certeza que es lo que le ocurrió dentro de las ruinas, lo que sí se sabe es que cuando salió, varias semanas después, portaba una maligna espada y sus poderes sobre los No Muertos habían aumentado. Nada más salir de Moussillon empezó a animar a los muertos enterrados en los alrededores hasta que reunió un autentico ejercito al que condujo hasta las cercanías de Bordeleaux, donde fue derrotado por los caballeros del Duque, aunque a un coste altísimo para estos. De nuevo se vio obligado a huir, esta vez hacia el sur, y además siendo perseguido por partidas de caballeros noveles.

Finalmente abandonó Bretonia y se internó en la zona montañosa de Estalia. Aquí ha construido un nuevo refugio desde el que espera lanzar el ataque definitivo que acabe con el resto de las criaturas vivas.

EQUIPO: espada rúnica del Caos de GCH, pergamino de dispersión de magia y un objeto mágico más elegido por el jugador. Monta un corcel esquelético. NOTA: los modificadores de la espada no aparecen representados en el perfil.