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El Anticubo y la Fundación Alhambra 
por Anders Sandberg 

    La mayoría de los magos maldicen las fuerzas de la paradoja, pero tienen que reconocer que también protege la realidad de las Cosas del Más Allá. Y al menos una vez la paradoja ha derrotado a una de las Cosas más grandes. 

    Durante el invierno de 1872 en Darmstadt, un grupo de barrabi hermeticos dirigidos por el infame Nefando Samuel K. Reuss (que había derrotado personalmente y matado lentamente a unos 50 inquisidores y cazadores enviados por las Tradiciones, la Iglesia y la Tecnocracia) intentarón un ritual mayor para abrir una hendedura a través de los mundo hasta sus señor, una Cosa innombrable de más allá del Abismo. Habían conseguido aceder a un poderoso nodo, y con ellos tenían lo que quedaba de varios soldados muertos en la guerra; los barrabbi planeaban usarlos con enlaces simpáticos para drenar varios nodos distantes y sacrificar sus almas. 

    El ritual salió mal. Se abrió una hendedura, pero la poderosa telaraña de Entropía, Cardinal, Correspondencia y Espíritu se volvió inestable en presencia de la Cosa. Por un momento, la ciudad entera de Darmstadt estuvo entre el mundo físico y el abismo, donde la oscuridad se movió para devorar su débil luz. Pero entonces la realidad estática actuó repentinamente y selló la grieta con una fuerza tremenda. La repercusión negativa arrugó el tiempo y el espacio alrededor de la parte dañada de la realidad, sellandola e implosionandola como un agujero negro. El edificio donde tuvo lugar el ritual y todos sus habitantes - humanos y demás - fueron totalmente destruidos cuando la Paradoja se encontró con el Más Allá. Y el Señor Nefando quedó atrapado en el maelstrom. 

    Cuando una cábala de magos llegó al lugar unas pocas horas después, conducidos por las intensas fluctuaciones en los campos de quintaesencia encontraron lo que llamaron el anticubo. Era una cosa pequeña, de unos diez centímetros pero extrañamente retorcido - parecía un cubo, ¡pero visto desde el interior! No tenía color u otras propiedades, pero parecía reflejar las de los alrededores, de la misma extraña manera. Este paradójico objeto parece ser un defecto permanente en la fábrica de la realidad; sus paredes están hechas de paradoja implosionada y quintaesencia atrapada en un conflicto insoluble. 

    Dentro (si es que tiene sentido dentro y fuera con este objeto) un Señor Nefando mayor está atrapado. Su súbita ausencia fue sentida en todo el mundo por muchos magos oscuros, y varios K'hallassa independientemente se suicidaron con fuego y agua. Llevó algo de tiempo antes de que las Tradiciones se dieran cuenta de qué había sucedido, pero finalmente la cábala que había encontrado y recogido el anticubo comprendieron que es lo que estaban llevando. Horrorizados buscaron a los Maestros de las Tradiciones en busca de consejo. 

    Pronto estuvo claro que la fuerza que mantenía al Señor Nefando atrapado era la Paradoja. Si el anticubo fuese sacado de la realidad estática sus paredes se harían más bébiles; para mantenerlo seguro tiene que ser fuertemente mantenido en la realidad normal. Y por tanto se creó la Fundación Alhambra para salvaguardar el anticubo y prevenir la liberación de su contenido. 

    La Fundación Alhambra originalmente estaba consistuida por los magos que encontraron el anticubo, pero con el tiempo otrs magos se han unido a ellos. Al principio el anticubo fue guardado en un pequeño apartamento en Génova. Durante la Segunda Guerra Mundial la Fundación temió que los Nefandos pudiesen encontrarlo y contactaron con la Tecnocracia, ellos la invitaron a ayudarlos manteniendo el anticubo guardado bajo llave. La Tecnocracia aceptó y lo recogió. Trasladaron la Fundación a Zürich, donde le dieron un nuevo hogar en un edificio de oficinas extremadamente anónimo. 

    Pero el primer presidente tecnócrata de la Fundación hizo a los antiguos miembros un sorprendente oferta: en el interés de mantener la realidad estable y segura, la Fundación podría aceptar ayuda de los magos de las Tradiciones. Si un tradicionalista viniese con algún tipo de artefacto que amenazase la realidad, él o ella podría darlo a la Fundación sin miedo al Pogromo. Aunque muchos magos de las tradiciones permanecieron escépticos respecto a la oferta, y varios miembros de la Tecnocracia han argumentado que eso es casi traición, la Fundacion aún mantiene su política. 

    En los años de la posguerra la Fundación comenzó a reunir otros artefactos peligrosos para mantenerlos alejados de las manos de los Nefandos, Merodeadores u otros grupos peligrosos. En varios escondite altamente protegidos en Suiza la Fundación guarda objetos que podrían socavar la realidad por no pueden ser destruidos. Los escondites están hoy día rodeados de poderosas sonas de Paradoja, protecciones tecnomágicas y seguridad mundadna. 

    Además de los originales artefactos Nefandos y Merodeador, la Tecnocracia a veces usa a la Fundación para guardar otras cosas que no quiere pero no puede destruir. Esto ha dado pie a los persistentes rumores sobre el "Hangar 13" donde todo desde el Arca de la Alianza a la bonbilla eterna es guardado. La verdad un poco más práctica, la mayoría de los refugios consisten en cajas de acero o primium selladas y etiquetadas con códigos de barras, en habitaciones de hormigón con sistemas electrónicos de vigilancia activos todo el tiempo y macizos muros de contención de primium. 

    La Fundación está organizada como un pequeño grupo democrático, dirigido por un presidente (actualmente Vito Tagliaferri de los Ingenieros del Vacío) y otros siete tecnomantes. Cada uno se ocupa de una sección diferente, abarcando desde las cinco secciones de contención que guardan los artefactos hasta la defensa. Tienen recursos muy caros, divididos en células independientes (en el caso de que una parte fuese recuperada por los Nefandos). En el pasado la mayor parte del trabajo ha sido mantener el control sobre las colecciones, pero recientemente la cantidad de actividad Nefanda que ha obligado a aumentar la seguridad está convirtiéndose en un problema importante. 

    En la Guerra de la Ascención, la Fundación se mantiene como uno de los pocos (visibles) ejemplos de colaboración entre las Tradiciones y la Tecnocracia. Hay poca duda de que muchos Nefandos de buena gana darían sus vidas por conseguir el Anticubo y llevarlo a la Umbra con la esperanza de liberar al Lord. 
     

 
Traducido por Cirtheru "Señor de las Runas"