La mayoría de los magos maldicen las fuerzas de la paradoja,
pero tienen que reconocer que también protege la realidad de las
Cosas del Más Allá. Y al menos una vez la paradoja ha derrotado
a una de las Cosas más grandes.
Durante el invierno de 1872 en Darmstadt, un grupo de barrabi hermeticos
dirigidos por el infame Nefando Samuel K. Reuss (que había derrotado
personalmente y matado lentamente a unos 50 inquisidores y cazadores enviados
por las Tradiciones, la Iglesia y la Tecnocracia) intentarón un
ritual mayor para abrir una hendedura a través de los mundo hasta
sus señor, una Cosa innombrable de más allá del Abismo.
Habían conseguido aceder a un poderoso nodo, y con ellos tenían
lo que quedaba de varios soldados muertos en la guerra; los barrabbi planeaban
usarlos con enlaces simpáticos para drenar varios nodos distantes
y sacrificar sus almas.
El ritual salió mal. Se abrió una hendedura, pero la poderosa
telaraña de Entropía, Cardinal, Correspondencia y Espíritu
se volvió inestable en presencia de la Cosa. Por un momento, la
ciudad entera de Darmstadt estuvo entre el mundo físico y el abismo,
donde la oscuridad se movió para devorar su débil luz. Pero
entonces la realidad estática actuó repentinamente y selló
la grieta con una fuerza tremenda. La repercusión negativa arrugó
el tiempo y el espacio alrededor de la parte dañada de la realidad,
sellandola e implosionandola como un agujero negro. El edificio donde tuvo
lugar el ritual y todos sus habitantes - humanos y demás - fueron
totalmente destruidos cuando la Paradoja se encontró con el Más
Allá. Y el Señor Nefando quedó atrapado en el maelstrom.
Cuando una cábala de magos llegó al lugar unas pocas horas
después, conducidos por las intensas fluctuaciones en los campos
de quintaesencia encontraron lo que llamaron el anticubo. Era una cosa
pequeña, de unos diez centímetros pero extrañamente
retorcido - parecía un cubo, ¡pero visto desde el interior!
No tenía color u otras propiedades, pero parecía reflejar
las de los alrededores, de la misma extraña manera. Este paradójico
objeto parece ser un defecto permanente en la fábrica de la realidad;
sus paredes están hechas de paradoja implosionada y quintaesencia
atrapada en un conflicto insoluble.
Dentro (si es que tiene sentido dentro y fuera con este objeto) un Señor
Nefando mayor está atrapado. Su súbita ausencia fue sentida
en todo el mundo por muchos magos oscuros, y varios K'hallassa independientemente
se suicidaron con fuego y agua. Llevó algo de tiempo antes de que
las Tradiciones se dieran cuenta de qué había sucedido, pero
finalmente la cábala que había encontrado y recogido el anticubo
comprendieron que es lo que estaban llevando. Horrorizados buscaron a los
Maestros de las Tradiciones en busca de consejo.
Pronto estuvo claro que la fuerza que mantenía al Señor
Nefando atrapado era la Paradoja. Si el anticubo fuese sacado de la realidad
estática sus paredes se harían más bébiles;
para mantenerlo seguro tiene que ser fuertemente mantenido en la realidad
normal. Y por tanto se creó la Fundación Alhambra para salvaguardar
el anticubo y prevenir la liberación de su contenido.
La Fundación Alhambra originalmente estaba consistuida por los
magos que encontraron el anticubo, pero con el tiempo otrs magos se han
unido a ellos. Al principio el anticubo fue guardado en un pequeño
apartamento en Génova. Durante la Segunda Guerra Mundial la Fundación
temió que los Nefandos pudiesen encontrarlo y contactaron con la
Tecnocracia, ellos la invitaron a ayudarlos manteniendo el anticubo guardado
bajo llave. La Tecnocracia aceptó y lo recogió. Trasladaron
la Fundación a Zürich, donde le dieron un nuevo hogar en un
edificio de oficinas extremadamente anónimo.
Pero el primer presidente tecnócrata de la Fundación hizo
a los antiguos miembros un sorprendente oferta: en el interés de
mantener la realidad estable y segura, la Fundación podría
aceptar ayuda de los magos de las Tradiciones. Si un tradicionalista viniese
con algún tipo de artefacto que amenazase la realidad, él
o ella podría darlo a la Fundación sin miedo al Pogromo.
Aunque muchos magos de las tradiciones permanecieron escépticos
respecto a la oferta, y varios miembros de la Tecnocracia han argumentado
que eso es casi traición, la Fundacion aún mantiene su política.
En los años de la posguerra la Fundación comenzó
a reunir otros artefactos peligrosos para mantenerlos alejados de las manos
de los Nefandos, Merodeadores u otros grupos peligrosos. En varios escondite
altamente protegidos en Suiza la Fundación guarda objetos que podrían
socavar la realidad por no pueden ser destruidos. Los escondites están
hoy día rodeados de poderosas sonas de Paradoja, protecciones tecnomágicas
y seguridad mundadna.
Además de los originales artefactos Nefandos y Merodeador, la
Tecnocracia a veces usa a la Fundación para guardar otras cosas
que no quiere pero no puede destruir. Esto ha dado pie a los persistentes
rumores sobre el "Hangar 13" donde todo desde el Arca de la Alianza a la
bonbilla eterna es guardado. La verdad un poco más práctica,
la mayoría de los refugios consisten en cajas de acero o primium
selladas y etiquetadas con códigos de barras, en habitaciones de
hormigón con sistemas electrónicos de vigilancia activos
todo el tiempo y macizos muros de contención de primium.
La Fundación está organizada como un pequeño grupo
democrático, dirigido por un presidente (actualmente Vito Tagliaferri
de los Ingenieros del Vacío) y otros siete tecnomantes. Cada uno
se ocupa de una sección diferente, abarcando desde las cinco secciones
de contención que guardan los artefactos hasta la defensa. Tienen
recursos muy caros, divididos en células independientes (en el caso
de que una parte fuese recuperada por los Nefandos). En el pasado la mayor
parte del trabajo ha sido mantener el control sobre las colecciones, pero
recientemente la cantidad de actividad Nefanda que ha obligado a aumentar
la seguridad está convirtiéndose en un problema importante.
En la Guerra de la Ascención, la Fundación se mantiene
como uno de los pocos (visibles) ejemplos de colaboración entre
las Tradiciones y la Tecnocracia. Hay poca duda de que muchos Nefandos
de buena gana darían sus vidas por conseguir el Anticubo y llevarlo
a la Umbra con la esperanza de liberar al Lord.