Nurgle
Nurgle
es el Señor de la Podredumbre, y se regocija en la corrupción física y la
morbosidad. Las enfermedades y la putrefacción atraen a sus demonios como un
cadaver descompuesto atrae a las moscas. Para divertirse, Nurgle crea terribles
enfermedades que libera sobre los mortales. Muchas de las enfermedades más
horribles son creaciones de Nurgle. Los mortales que perecen a causa de estas
enfermedades son reclamados por el Señor de las Plagas, y sus almas quedan
eternamente atrapadas en la eterna y burbujeante mugre de su reino.
El
inmenso cuerpo de este dios está abotargado por la corrupción, y rezuma un
hedor enfermizo y malsano. Su piel es verdosa, coriácea y gangrenosa; su
superficie está completamente cubierta de llagas abiertas, furúnculos hinchados
y numerosas marcas de infestaciones. Sus órganos internos, malolientes por la
descomposición excremental, sobresalen a través de su agrietada piel, colgando
como racimos de uva putrefacta de su voluminoso cuerpo. De estos órganos surgen
pequeños demonios que mastican y sorben los nauseabundos jugos de su interior.
Esta es la apariencia del Dios del Caos Nurgle, aunque las palabras apenas
pueden hacer justicia a su verdaderamente monumental repugnancia.
Aunque
Nurgle está considerado como inferior a Khorne y Tzeentch, la verdad es que su
poder es más variable que el de los otros dioses. Su pasión es provocar
espantosas pestilencias en el universo material, y en esos momentos su pode
llega a su punto culminante. Como una plaga, su poder crece y puede llegar a
niveles de epidemia, superando temporalmente el poder combinado de todos los otros
dioses, para posteriormente declinar de nuevo. En tales momentos, las inmensas
legiones de la corrupción del Dios de la Podredumbre son engrosadas por
incontables millones de muertos que han perecido a causa de la plaga, oxidadas
máquinas de guerra entonan un canto fúnebre de destrucción, y los andrajosos
estandartes hechos jirones de Nurgle son enarbolados en contra de la vida
misma. Nurgle es el enemigo eterno del Poder del Caos Tzeentch, el Señor del
Cambio. Nurgle y Tzeentch extraen sus energías de creencias opuestas. Mientras
que la energía de Tzeentch viene de la esperanza y el deseo de una fortuna
mejor, Nurgle se alimenta de la desesperación y la falta de fe. Estos dos
Poderes del Caos nunca pierden la oportunidad de lanzar sus fuerzas unas contra
otras, desde inmensas batallas en las Planicies del Caos hasta intrigas
políticas entre mortales.
Extraído
del Codex Caos