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ENSAYO BIOGRÁFICO DEL DR. HEINRICH ARNOLD KRUMM-HELLER
MAESTRO HUIRACOCHA
(15 de abril de 1876,   19 de abril de 1949)


Maestro Huiracocha


En Salchendorf, cerca de Neunkirchen, comuna de Siegen, el día 15 de Abril de 1876 nace el Dr. Heinrich Arnold Krumm-Heller, conocido en el mundo esotérico con el nombre HUIRACOCHA.

Nace bajo el signo Aries, primer signo del zodíaco, el cual da comienzo al movimiento vibratorio de nuestro universo, de donde, el niño que nacía, también daba comienzo a una nueva vida de proyecciones heroicas a lo largo de toda su existencia. Fueron sus padres, el Capitán de Minas, Ferdinand Krumm y Ernestina Heller, de oficios del hogar.

El propio Maestro cuenta que salió de su país siendo muy joven, después de ser aprobada su partida por su querida madre, quien quedaba en Alemania esperando las promesas del hijo a quien, sus inquietudes internas lo arrancaban de su lado. Comenta el Maestro que su familia había emigrado desde el año 1823 a México, y por lo tanto, él se dirigió hacia ese país a donde llegaba como a su propio hogar; más el reloj del destino había comenzado a marcar el especial proceso de esa vida, y aún cuando se encontraba feliz entre los suyos, se dirigió a Chile, tierra que él consideraba como “uno de los más adelantados y hermosos de Suramérica”. Allí dio comienzo al proceso de su ubicación, y fue Concepción el lugar escogido por el Maestro para sus operaciones. Desconocemos la fecha exacta de este viaje, pero volvemos a eslabonar sus pasos mediante su partida matrimonial con la Señorita Rita Aguirre Valera, el cual se llevó a efecto el 7 de Febrero de 1897, cuando contaba el Maestro 21 años de edad.

Los acontecimientos comenzaron a precipitarse en al vida de nuestro Maestroy un año después, casi al unísono, cuando nace su primogénito, Hiran Aguirre, quien vive actualmente en Concepción- Chile, recibe la dura noticia de la muerte de su anciana madre. Nubarrones espesos colorean su vida. Controversias familiares con la familia de la esposa distorsionaron el hogar fundado, hasta culminar en su ruptura final; por otro lado, el deceso de su progenitora anonadó sus aspiraciones y el mismo hilo de su destino lo llevó a comenzar la investigación espírita, recibiendo aquello, como él mismo lo comentaba: “la tabla de salvación que encontré en el océano de mis sufrimientos para aferrarme a ella”. Es así, por este motivo, que comienza el proceso de investigación y estudio. Es Allan Kardek el primer libro que llega a sus manos y de allí en adelante se intensifica su interés y prosigue ahondando en una filosofía que no le era nueva, por cuanto de estudiante había leído numerosas obras que dejaron huellas imborrables en su espíritu. En el entusiasmo despertado funda junto con otros amigos, su primera revista que tituló “El Reflejo Astral”. Como lo semejante se atrae, aquella publicación lo pone en contacto con un ocultista de Barcelona, España, quien al felicitarlo por su trabajo, le ofrece obsequiar algunas obras que recibe poco tiempo después y entre las cuales estaba la Doctrina Secreta de la Señora Blavlatsky, fuente cristalina de todo el acervo de la enseñanza tradicional, y al influjo de aquellos conocimientos se enrumba el Maestro en su definitivo sendero. Suspende la publicación de la revista, en la decisión de ponerse en contacto con los nuevos horizontes que tenía ante su vista. Adquiere y lee las obras de Papus, Eliphas Levi, Estanislao de Guaita, Claudio de San Martín, Martínez de Pasquelly, y su decisión llega a su límite cuando se informa que el célebre Abate católico Levi, autor del Dogma y Ritual de Alta Magia, había sido martinista. En estas condiciones escribe al Dr. Encausse (Papus) quien le contesta sugiriéndole se ponga en contacto con el Dr. Girois en Buenos Aires, de quien recibió su primera iniciación. A su vez el Dr. Girois le indica el nombre de la persona que habrá de asesorarle en sus nuevos trabajos. Este hermano fue el insigne rosacruz Arturo Clement, encargado de orientar los pasos párvulos del Maestro en el comienzo de su peregrinaje a la edad de 24 años, más o menos.

Años después vuelve a Méjico pasando por Perú, allí se sumerge en las inapreciables fuentes históricas de nuestro nuevo mundo, y los caminos del Incario conocieron su planta peregrina, arrancando a los elementos, a las piedras y a las ruinas el mensaje que en sí contenían. En esta forma conquistó la iniciación de la tradición de la raza recibiendo con ella el bautizo de “Huiracocha”.

Con esas nuevas vestiduras espirituales el Maestro sigue su ruta y se dirige a Méjico en el tiempo preciso de las grandes revoluciones. Y pleno de vigor, de entusiasmo y ansias de acción va abriéndose trecho en aquella marejada de acontecimientos y el destino le conduce hasta convertirlo en médico de cabecera de los apóstoles de la revolución, Don Francisco Madero y Don C. Venustiano Carranza, compás de paladines que dibujaron las más excelsas figuras geométricas en la gesta emancipadora por la libertad de Méjico.

Conozcamos lo que del Maestro expresa el General Adolfo León Ossorio y Agüero, en el libro “La Vida Tormentosa y Romántica del General Adolfo León Ossorio y Agüero”, pág. 42, del eximio escritor mejicano Agustín Aragón Leyba. El comentario es como sigue:

El Dr. y verdadero sabio Arnoldo Krumm Heller (alemán de nacimiento) cuya participación en la lucha revolucionaria como médico de cabecera y consejero tanto de Madero como de Carranza, acredita y exige una biografía que revele su noble actuación, sus ideales y tanto que hizo hasta su muerte. Expatriado como él decía, en su propia tierra natal por que no quiso volver a pisar “al Méjico que asesinó a Madero”, estaba presente en aquella mañana del Paseo Nuevo, y años más tarde, coincidiría letra a letra con lo afirmado por Ossorio en una monografía que escribió juntamente con el profesor Lucio Tapia quien lo acompañaba en ese día. Y es que la elocuencia del parraleño fue tan convincente que Tapia y Krumm Heller también fueron revolucionarios y formaron destacadamente en las pugnas literarias y en la línea de fuego. Desde aquel histórico momento el alemán tuvo por indudable que Madero no podía ser sino predestinado, un elegido y por ello le siguió fielmente, sirviéndole con desinterés hasta lo último. En la revolución perdió toda su fortuna y muchas veces estuvo a punto de perder la vida”.

El Maestro desarrolló una encomiable y enaltecedora labor en esta etapa de su vida. Fue médico militar y Coronel en el Ejército Mejicano, Inspector de las escuelas Extranjeras en el Ministerio de Instrucción Pública, Inspector General de las Escuelas de Tropas, fundadas por él; Comisionado por el Ministerio de Guerra para estudiar el Servicio Sanitario en campaña, durante la Guerra Europea. Representante al Congreso médico de Budapest, Ministro de Méjico en Suiza, con misión especial ante el Gobierno alemán, hasta el fin de la guerra. Asistió a varios Congresos Internacionales como el celebrado por la Sociedad Teosófica, en Nuremberg, al cual asiste como miembro activo; además perteneció a muchas sociedades científicas y esotéricas en las cuales obtuvo los más altos grados y dignidades. Fue Comendador Mundial de la Fraternitas Rosicruciana Antiqua, la cual fue fundada por él y Patriarca Supremo de la Iglesia Gnóstica.

La devoción del Maestro por Méjico es inenarrable. De ese país hizo su nueva patria, hasta que en 1913, es testigo del asesinato de Don Francisco I. Madero y del señor Lic. D. José María Pino Suárez, Presidente y Vicepresidente, respectivamente, de la República Mejicana, para esa fecha; pero dejemos explicar al mismo Maestro su estupor ante hechos tan insólitos: “La negra traición no se hizo esperar mucho tiempo, y los militares encartados de velar por los intereses sagrados de la sociedad, sembraron la destrucción y la muerte durante diez días, en la ciudad de Méjico, desde la fatídica ciudadela... y terminó el terrible drama con el más vil y cobarde de los crímenes que registra en sus anales la historia contemporánea de los pueblos cultos; de los inmaculados patricios Francisco Madero y José María Pino Suárez. Zarpazo terrible al noble corazón del Maestro que sale de Méjico sumido en la más intensa decepción para no volver jamás a aquella tierra a la que se dio por entero.

Regresa a Alemania y contrae segundas nupcias con Doña Carlota de Krumm de cuya unión nacen sus hijos Guadalupe, Cuauthemoc, Parsival y Sieglinde. Por esta época sus actividades espirituales son intensas e inicia la publicación de su nueva revista Rosa-Cruz vocero de sus afanes de ocultista. Se recibe de Dr. en Cábala, alcanza los más altos grados de la Masonería y del propio mago Papus recibe las claves arcanas que ponen al hombre conscientemente en los dinteles del mundo invisible, el anfiteatro de la mansión de los llamados muertos. El Dr. Krumm Heller escribió numerosas obras, revistas y trabajos para otras publicaciones. Dominó 17 idiomas y 30 dialectos y lenguas muertas. Estructuró su programa filosófico, el cual todavía se imparte en las aulas de su Fraternitas. Para cumplir su misión, el Maestro viaja constantemente y vuelve a América y visita Colombia, Ecuador, nuevamente Chile, Bolivia, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y se desplaza por toda Europa llevando su mensaje de luz y confraternidad. Establece en Berlín su laboratorio Krumm Heller de productos farmacéuticos, homeopáticos y naturistas, el cual le es destrozado junto con su biblioteca por las ordas de Hitler, porque es perseguido y esto le hace huir de Alemania y se dirige a España donde rinde un fructífero trabajo. también su hijo Parsival fue hecho prisionero y sacado junto con otros del colegio donde estudiaba. Pasadas estas contingencias se radica definitivamente en Marburgo donde el 19 de mayo de 1949 su alma tramonta el vuelo elevándose por los más excelsos planos de consciencia. Los bronces de aquel pueblo de la vieja Alemania suenan quejumbrosamente anunciando el deceso de un ser que ha pasado el umbral tridimensional hacia planos del ultra, ese ser fue el Dr. Heinrich Arnold Krumm-Heller. En el mismo momento repican a gloria las campanas etéricas de los olimpos y las Vestales, hermosas y exuberantes acuden a recibirle para colocar en sus sienes ultrasónicas la corona de laureles que se ciñe a los que han podido escalar la cumbre de la inmortalidad. Allí está el Maestro entre el cielo y la tierra, entre el ser y el no ser, pero presente en los dos estados en forma contundente.

El Maestro paseó por los cuatro puntos de nuestro Planeta su jerarquía de Gran Comendador; doquiera fue, quedaba hecha su labor. Entre los países que no visitó se encuentra el nuestro, a pesar de contar con un pequeño grupo de discípulos y de estar tan cerca, pues se encontraba en la vecina República de Colombia. Cosas misteriosas de ellos; sin embargo es en Venezuela donde se le está representando.

Ni muerto, ni vivo, sencillamente INMORTAL en la flama hermosa de la antorcha que nos ilumina el sendero...

Palabra de nuestra querida Maestra “Yedosey”