Un equipo invencible
Con la vista puesta en el torneo nacional, la ciudad de Shizuoka debería elegir a su representante, con lo que uno de los dos equipos no podría participar en dicha competición. Con motivo de esa dura decisión, el comité de selección decidiría crear un único equipo que reuniría a los mejores jugadores de esos dos colegios. Por eso, tendría lugar una preselección de la que saldrían los integrantes del Nankatsu nombre con el que se quedaría el equipo y que tendría como máximos exponentes a lo ya conocidos Wakabayashi, Izawa, Takasugi, Tsubasa, Misaki, e incluso Ishizaki entre otros.
Esta vez, Roberto no sería el entrenador y se dedicaría a vivir en casa de los Tsubasa, para seguir entrenando al retoño de la familia. Mientras, en otras partes del país, los próximos rivales de nuestro amigo se prepararían para ese acontecimiento anual. Durante esa fase de preparación tendría lugar el primer contacto entre Kojiro Hyuga y Genzo Wakabayashi. Atraído por la fama del segundo, Hyuga decidiría ver si era verdad por si mismo, irrumpiendo en un entrenamiento del Nankatsu. Allí, acabaría por meter un gol al invencible Genzo, burlándose de él (no sabiendo nada de su lesión en la pierna). Esa humillación provocaría una determinación casi obsesiva de Wakabayashi por llegar a la final del torneo en condiciones. De mientras, tendría que confiar en Tsubasa y los demás para que hicieran posible la revancha. |
Pero primero habría que disputar la ronda previa y para eso, los equipos, concentrados en un hotel de la capital, asistirían al sorteo previo. Allí se conocerían por primera vez el aguerrido Hyuga y Tsubasa, estando cerca de otros dos genios del balón: Misugi y Matsuyama. Una vez hechas las presentaciones, sería la hora de mostrar la candidatura al título, teniendo como primer plato el duelo estelar entre Nankatsu y el Meiwa, o lo que es lo mismo: Tsubasa vs Hyuga.
Este partido sería el prólogo de lo que más tarde se convertiría en una dura rivalidad, pero al final estrecha admiración por ambas partes. Con dureza, pero eficacia, el gol y las filigranas de ese menudo artista del balón que es Tsubasa quedarían eclipsadas por el empuje de Hyuga, consciente de que si hacía un buen papel en la competición los ojeadores le podrían dar la llave para conseguir una beca en un colegio importante, aligerando la demora económica que arrastraba su familia desde la muerte del padre. Por tanto, el primer round sería para el Meiwa, aunque eso solo sería el principio. |
Escocidos por la derrota, Tsubasa y los demás decidirían aplicarse más en los siguientes partidos, cosa harto difícil si se tiene en cuenta los rivales en contra. A continuación, deberían hacer frente al portero del Naniwa, la muralla humana conocida como Nakanishi. Para esta ocasión, la golden combi tendría que ingeniárselas para batir a dicho guardameta, encontrando la solución entre el hueco de las piernas. Con un rival menos, ahora le llegaría el turno a los hermanos Tachibana y sus jugadas sorprendentes. Cansados por el esfuerzo anterior nuestros amigos deberían forzar aún más la máquina para vencer a esa combinación de astucia y picardía, consiguiendo de nuevo una apurada y agónica victoria. Con esto, llegaría el turno de enfrentarse al famoso e idolatrado Jun Misugi del Musashi, llamado "Emperador del campo" por su elegancia y visión de juego. Pero, este duelo en la cumbre vendría precedido por un misterio acerca de la salud de la estrella del Musashi, cosa que descubriría Sanae (la jefa de los animadores del Nankatsu) y que más tarde sabría Tsubasa. Por esta causa, dicho encuentro resultaría más difícil, llegando hasta tal punto el desazón de nuestro amigo que acabaría provocando el enfado de Wakabayashi y del propio afectado. A la lluvia y a lo difícil del estado del terreno de juego, se añadiría el ataque de corazón que sufriría el capitán del Musashi, y que haría que Tsubasa estuviera a punto de regalar el partido, traicionando al espíritu del fútbol, a sus amigos y rivales que tanto habían luchado hasta entonces. La reacción al pelotazo de Genzo y el discurso de Jun sería fulminante, viéndose entonces una épica lucha entre dos fuera de serie. Al final, las ganas y la combinación con Misaki volverían a ser cruciales para el desenlace positivo del partido, pasando pues a la final.
En ella esperaría el Meiwa, que tras pasar también por algunos apuros había logrado pasar ala final tras derrotar in extremis al Furano de Matsuyama. Ahora, con la incorporación de Wakashimazu y la aportación del joven Sawada, la cosa estaría más igualada de siempre. A pesar de eso, su capitán y principal baluarte tendría que superar una terrible fiebre. Pero ni eso sería obstáculo para perderse una revancha anunciada, Wakabayashi sería el portero titular del Nankatsu.
Llegaría la hora del último partido y nadie querría perdérselo, ni siquiera un apesadumbrado Roberto. Su decisión de no llevarse a Tsubasa a Brasil, a pesar de habérselo prometido, marcaría un partido en el que las estrellas brillarían más que nunca. Emoción, intriga, empates, paradas, grandes disparos, todo estaría incluido en el guión de un match que quedaría en el recuerdo por las lesiones de los tres pilares básicos del Nankatsu: Tsubasa, Misaki y Wakabayashi. A pesar de eso, la teórica ventaja del Meiwa quedaría neutralizada por la técnica de esos tres ases del balón, que a pesar de sus limitaciones lograrían aguantar el tipo. El empate sería inevitable y se tendría que jugar una larga y agónica doble prórroga de 30 minutos para dilucidar el campeón. Al final, y tras mucho sufrimiento el Nankatsu se coronaría vencedor de dicho torneo ante la desesperación de Hyuga y sus compañeros. Pero lo hecho quedaba ahí y ahora tocaba felicitar a los campeones y esperar mejor suerte al año siguiente, año en el que Hyuga jugaría en otro equipo, al ser elegido para la beca a pesar de haber perdido la final. Tsubasa, sin embargo rehusaría el ofrecimiento y decidiría seguir junto a sus amigos en su actual equipo.
Pero nada volvería a ser igual ya que, por diferentes motivos, dos de los mejores jugadores abandonarían la ciudad. Por un lado estaría el ambicioso Wakabayashi, que decidiría probar fortuna en Alemania, siendo acogido en las categorías inferiores del Hamburgo. Mientras que por el otro estaría Misaki, que decidiría acompañar a su padre en su peregrinaje por Europa y rechazar la posibilidad de quedarse a vivir con su madre en la ciudad, una madre que los había abandonado debido a los múltiples viajes de su ex marido. Por tanto, nuestro amigo se quedaría solo y desamparado, ya que a estas ausencias se sumaría el regreso a Brasil de Roberto tras finalizar la final, no dando lugar ni a una despedida. Aún y así, Tsubasa lloraría su adiós en el aeropuerto. Más tarde comprendería sus motivos y se trazaría la meta de ser el mejor en Japón y después ir a Brasil para ser entrenado por su mentor. Hasta entonces, el Nankatsu y sus amigos podrían contar con él.
Con la vista puesta en el torneo nacional, la ciudad de Shizuoka debería elegir a su representante, con lo que uno de los dos equipos no podría participar en dicha competición. Con motivo de esa dura decisión, el comité de selección decidiría crear un único equipo que reuniría a los mejores jugadores de esos dos colegios. Por eso, tendría lugar una preselección de la que saldrían los integrantes del Nankatsu nombre con el que se quedaría el equipo y que tendría como máximos exponentes a lo ya conocidos Wakabayashi, Izawa, Takasugi, Tsubasa, Misaki, e incluso Ishizaki entre otros.
Esta vez, Roberto no sería el entrenador y se dedicaría a vivir en casa de los Tsubasa, para seguir entrenando al retoño de la familia. Mientras, en otras partes del país, los próximos rivales de nuestro amigo se prepararían para ese acontecimiento anual. Durante esa fase de preparación tendría lugar el primer contacto entre Kojiro Hyuga y Genzo Wakabayashi. Atraído por la fama del segundo, Hyuga decidiría ver si era verdad por si mismo, irrumpiendo en un entrenamiento del Nankatsu. Allí, acabaría por meter un gol al invencible Genzo, burlándose de él (no sabiendo nada de su lesión en la pierna). Esa humillación provocaría una determinación casi obsesiva de Wakabayashi por llegar a la final del torneo en condiciones. De mientras, tendría que confiar en Tsubasa y los demás para que hicieran posible la revancha. Pero primero habría que disputar la ronda previa y para eso, los equipos, concentrados en un hotel de la capital, asistirían al sorteo previo. Allí se conocerían por primera vez el aguerrido Hyuga y Tsubasa, estando cerca de otros dos genios del balón: Misugi y Matsuyama. Una vez hechas las presentaciones, sería la hora de mostrar la candidatura al título, teniendo como primer plato el duelo estelar entre Nankatsu y el Meiwa, o lo que es lo mismo: Tsubasa vs Hyuga.
Este partido sería el prólogo de lo que más tarde se convertiría en una dura rivalidad, pero al final estrecha admiración por ambas partes. Con dureza, pero eficacia, el gol y las filigranas de ese menudo artista del balón que es Tsubasa quedarían eclipsadas por el empuje de Hyuga, consciente de que si hacía un buen papel en la competición los ojeadores le podrían dar la llave para conseguir una beca en un colegio importante, aligerando la demora económica que arrastraba su familia desde la muerte del padre. Por tanto, el primer round sería para el Meiwa, aunque eso solo sería el principio.
Escocidos por la derrota, Tsubasa y los demás decidirían aplicarse más en los siguientes partidos, cosa harto difícil si se tiene en cuenta los rivales en contra. A continuación, deberían hacer frente al portero del Naniwa, la muralla humana conocida como Nakanishi. Para esta ocasión, la golden combi tendría que ingeniárselas para batir a dicho guardameta, encontrando la solución entre el hueco de las piernas. Con un rival menos, ahora le llegaría el turno a los hermanos Tachibana y sus jugadas sorprendentes. Cansados por el esfuerzo anterior nuestros amigos deberían forzar aún más la máquina para vencer a esa combinación de astucia y picardía, consiguiendo de nuevo una apurada y agónica victoria. Con esto, llegaría el turno de enfrentarse al famoso e idolatrado Jun Misugi del Musashi, llamado "Emperador del campo" por su elegancia y visión de juego. Pero, este duelo en la cumbre vendría precedido por un misterio acerca de la salud de la estrella del Musashi, cosa que descubriría Sanae (la jefa de los animadores del Nankatsu) y que más tarde sabría Tsubasa. Por esta causa, dicho encuentro resultaría más difícil, llegando hasta tal punto el desazón de nuestro amigo que acabaría provocando el enfado de Wakabayashi y del propio afectado. A la lluvia y a lo difícil del estado del terreno de juego, se añadiría el ataque de corazón que sufriría el capitán del Musashi, y que haría que Tsubasa estuviera a punto de regalar el partido, traicionando al espíritu del fútbol, a sus amigos y rivales que tanto habían luchado hasta entonces. La reacción al pelotazo de Genzo y el discurso de Jun sería fulminante, viéndose entonces una épica lucha entre dos fuera de serie. Al final, las ganas y la combinación con Misaki volverían a ser cruciales para el desenlace positivo del partido, pasando pues a la final.
En ella esperaría el Meiwa, que tras pasar también por algunos apuros había logrado pasar ala final tras derrotar in extremis al Furano de Matsuyama. Ahora, con la incorporación de Wakashimazu y la aportación del joven Sawada, la cosa estaría más igualada de siempre. A pesar de eso, su capitán y principal baluarte tendría que superar una terrible fiebre. Pero ni eso sería obstáculo para perderse una revancha anunciada, Wakabayashi sería el portero titular del Nankatsu.
Llegaría la hora del último partido y nadie querría perdérselo, ni siquiera un apesadumbrado Roberto. Su decisión de no llevarse a Tsubasa a Brasil, a pesar de habérselo prometido, marcaría un partido en el que las estrellas brillarían más que nunca. Emoción, intriga, empates, paradas, grandes disparos, todo estaría incluido en el guión de un match que quedaría en el recuerdo por las lesiones de los tres pilares básicos del Nankatsu: Tsubasa, Misaki y Wakabayashi. A pesar de eso, la teórica ventaja del Meiwa quedaría neutralizada por la técnica de esos tres ases del balón, que a pesar de sus limitaciones lograrían aguantar el tipo. El empate sería inevitable y se tendría que jugar una larga y agónica doble prórroga de 30 minutos para dilucidar el campeón. Al final, y tras mucho sufrimiento el Nankatsu se coronaría vencedor de dicho torneo ante la desesperación de Hyuga y sus compañeros. Pero lo hecho quedaba ahí y ahora tocaba felicitar a los campeones y esperar mejor suerte al año siguiente, año en el que Hyuga jugaría en otro equipo, al ser elegido para la beca a pesar de haber perdido la final. Tsubasa, sin embargo rehusaría el ofrecimiento y decidiría seguir junto a sus amigos en su actual equipo.
Pero nada volvería a ser igual ya que, por diferentes motivos, dos de los mejores jugadores abandonarían la ciudad. Por un lado estaría el ambicioso Wakabayashi, que decidiría probar fortuna en Alemania, siendo acogido en las categorías inferiores del Hamburgo. Mientras que por el otro estaría Misaki, que decidiría acompañar a su padre en su peregrinaje por Europa y rechazar la posibilidad de quedarse a vivir con su madre en la ciudad, una madre que los había abandonado debido a los múltiples viajes de su ex marido. Por tanto, nuestro amigo se quedaría solo y desamparado, ya que a estas ausencias se sumaría el regreso a Brasil de Roberto tras finalizar la final, no dando lugar ni a una despedida. Aún y así, Tsubasa lloraría su adiós en el aeropuerto. Más tarde comprendería sus motivos y se trazaría la meta de ser el mejor en Japón y después ir a Brasil para ser entrenado por su mentor. Hasta entonces, el Nankatsu y sus amigos podrían contar con él.
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