Capítulo 4: El nuevo amigo de Mina.

- ¡No lo puedo creer!, las chicas ya no son mis amigas, ya no... - dijo Mina mientras corría por la calle llorando.

- Y Artemis prefirió quedarse con ellas en vez de venir conmigo... ¡Me han abandonado!- añadió. Se secó las lágrimas y se sentó en la puerta del Crown Game Center, donde trabaja Andrew, pero como era domingo estaba cerrado.

Decidió seguir caminando hasta que llegó a un lugar que tenía muchas luces y donde había mucha gente.

- ¿Una tienda abierta?, qué bueno, ¡es una cafetería!, espero no haberme gastado todo el dinero...

Entró y sentó en una mesa. Se veía vacía, una mesa para seis y sólo estaba ella.

- ¡Disculpe, señorita!, pero usted debe sentarse en la barra. Las mesas son para dos o más personas... - Lo demás que le decía aquella mesonera no lo alcanzó a oir. Tenía un nudo en la garganta y las lágrimas ni la dejaban ver.

- Sí, lo siento, voy para allá.- dijo Mina y se sentó en la barra. ¡Ahora le reprochaban que estuviera sola! Se sentía tan mal... Primero, se siente inútil, después sus amigas la abandonan, y su gato también, su "amiga" Raye es una hipócrita, tanta preocupación que había mostrado por ella y después, le oculta cosas y se reúne con las demás, como si Mina no formara parte del grupo. Además no puede estar sola en una mesa, precisamente por eso, porque está sola... Y rompió a llorar.

- ¡No creo que debamos ir!- exclamó Raye. - ¿Mina está mal y nosotras vamos a comer? No lo creo, ella siempre nos apoya y ahora nos toca ayudarla.

- Tienes razón, Raye.- dijo Amy. - No es correcto que dejemos así a nuestra amiga.

Lita pensó un poco y estuvo de acuerdo con ellas, es la que más ayuda ha recibido de Mina y ahora podía agradecerle. Darien dijo:

- Creo que todas tienen razón, lamento no poder acompañarlas, pero me tengo que ir a mi departamento a ordenar unos recibos que llegaron. ¡Adiós chicas! Que les vaya bien, y averiguen qué le pasa a Mina, es extraño no verla siempre alegre.

Todas se despidieron de Darien, aunque Serena no podía creer que hubieran rechazado una invitación a comer, y con Darien.

- ¿Por qué llora, señorita? - Mina oyó una voz suave, pero que no conocía y levantó la cara. Vió a un muchacho, de unos 17 años, de cabellos negros y ojos azules. Lo primero en lo que pensó fue en Armand, pero no podía ser, éste chico era obviamente más joven, y tenía una voz más suave.

- ¿Quién eres? - preguntó Mina. El joven le sonrió y le repitió:

- ¿Por qué lloras? ¿Acaso te rompieron el corazón? No dejes que las lágrimas te estropeen el rostro.

Mina sonrió y le agradeció, pero le dijo que la disculpara, porque no lo reconocía. El chico le contestó que, efectivamente, no la conocía y se presentó:

- Soy Adam Stevenson, segundo de preparatoria.

- Mina Aino, voy en tercero de secundaria, mucho gusto. - respondió ésta con una sonrisa. Adam le ofreció un pañuelo para que se secara las lágrimas, lo tomó y así lo hizo, pero vió que el pañuelo tenía bordada en una esquina la siguiente inscripción:

Mina se extrañó y le preguntó:

- ¿Qué quieren decir estas letras?

Él se sonrojó y dijo:

- Este pañuelo es un regalo. A es Adam y K es Kate.

Mina se rió y le dijo:

- ¡Qué bonito detalle de tu hermana! Regalarte un pañuelo con sus iniciales.

Adam se sorprendió por aquello y le aclaró con un tono bajo de voz:

- Kate no es precisamente mi hermana...

Mina no lo podía creer, su nuevo amigo ya tenía novia, y ¡se parecía tanto a Armand!, y el nombre de aquella chica era tan similar al de Katherine. " ¡¿?!, pero qué cosas se me ocurren. " pensó Mina. Y le dijo a Adam:

- Lo siento, pero ya me tengo que ir.

Adam le preguntó que cuándo la volvería a ver y ella no le respondió y se dirigió a la puerta. Antes de salir oyó una voz estridente que le dijo a ella y a todos los que se disponían a salir:

- ¡De aquí no se mueve nadie!